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“DEL CORTO - CORTO PLAZO, OLVÍDESE. LA INFRAESTRUCTURA REQUIERE DE RECURSOS Y TIEMPO QUE NI URUGUAY NI ARGENTINA DISPONEN”
Matriz energética: ¿Se puede reducir la dependencia de Argentina?
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Ministro y director nacional de Energía, José Ignacio Villar y Álvaro Bermúdez: La opción por el gas argentino fue correcta: es el más barato del mundo y es nuestro vecino. También es clara desde hace tiempo la necesidad de una alternativa. La mejor sería Brasil, pero (al igual que las otras) requiere gran inversión en interconexión. Lo más importante será la central de ciclo combinado, que será nuevamente licitada.
EN PERSPECTIVA
Lunes 29.03.04, 08.50.
EMILIANO COTELO:
Otra vez una crisis argentina nos afecta a los uruguayos. En este caso se trata de un problema energético: a raíz del colapso en su producción de gas, de un día para el otro Argentina recortó el suministro de electricidad que llega a nuestro país a través del sistema interconectado.
Como al mismo tiempo faltan lluvias en nuestras represas hidroeléctricas, UTE debió poner en marcha sus centrales térmicas –Batlle y La Tablada– pero en ellas el kilovatio/hora cuesta siete veces más caro que la electricidad que Argentina dejó de vendernos. La primera pregunta es obvia: ¿hasta cuándo podrá mantenerse la tarifa actual, cuándo vendrá un nuevo aumento?
Pero el viernes Argentina fue más lejos: restringió también sus exportaciones de gas. ¿Qué pasará, entonces, con los hogares y las industrias que se pasaron a ese combustible a partir de la inauguración de los dos gasoductos que nos unen con el país vecino? ¿Qué pasará con quienes ya reconvirtieron sus cocinas, sus estufas, sus calderetas a gas natural?
Pero, aparte, surgen interrogantes más de fondo: ¿no hemos hecho una apuesta equivocada al optar por una matriz energética tan dependiente como el gas argentino? ¿No había otras opciones? ¿Por qué, por ejemplo, viene tan demorada la interconexión con Brasil?
Y, relacionado con lo anterior, ¿cómo se explica que llevemos 13 años sin invertir en plantas generadoras de energía eléctrica?
Sobre todas estas cuestiones vamos a tratar de buscar respuestas en los próximos minutos, en diálogo con Álvaro Bermúdez, director nacional de Energía, del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), y con el propio ministro de Industria, Energía y Minería, que ya se incorpora a esta mesa.
***
Ingeniero Bermúdez, veamos cuál es nuestra situación, no hoy, no en la coyuntura, sino en la situación en corto y mediano plazo en cuanto a la matriz energética.
En Búsqueda del 4 de marzo pasado el ingeniero Pedro Antmann, ex director Nacional de Energía, hoy consultor internacional, advertía: “Si por alguna razón las importaciones de energía eléctrica con Argentina se interrumpieran, Uruguay ingresaría en una crisis energética muy profunda”. Cosa que terminó pasando una semana después de las declaraciones de Antmann.
Y agregaba: “Durante 2002 y 2003 la hidrología fue excepcional y muy favorable para el país –o sea que llovió mucho–, tuvimos dos años enteros durante los cuales las represas generaron tanta electricidad que casi no tuvimos que importar”. “Pero un ciclo hidrológico apenas normal nos hace muy dependientes de los países vecinos”.
Me gustaría tener sus comentarios a propósito de este diagnóstico tan severo que hacía el ingeniero Antmann.
ÁLVARO BERMÚDEZ:
La matriz energética uruguaya es muy interesante desde el punto de vista de nuestra dependencia energética. Necesariamente tenemos que luchar entre dos países que, a diferencia de nosotros, cuentan con recursos en hidrocarburos, tienen gas e incluso energía nuclear; aparte, por supuesto, de energía hidráulica, que nosotros también tenemos. En ese contexto, tanto Antmann como otros directores de Energía, han tenido que trabajar con mucho ahínco e ingenio con las distintas alternativas en un país que ha renunciado a la energía nuclear, por ejemplo, que en este caso sería una gran solución.
EC - Usted dijo al pasar: “Un país –Uruguay– que ha renunciado a la energía nuclear”. Es interesante ese apunte; ¿ hay una decisión expresa de no recurrir a la energía nuclear en nuestro país?
AB - Hay una ley que prohibe la utilización de energía nuclear para generación eléctrica específicamente.
EC - En todo caso más adelante podemos ver otras fuentes de energía posibles; continúo escuchándolo.
AB - Dentro de nuestra matriz la parte hidroeléctrica es muy importante, es fundamental, es nuestra base; tenemos tres represas, Rincón del Bonete, Baygorria y Palmar, y Salto Grande, que es nuestro generador principal en condiciones difíciles.
EC - Salto Grande es una represa cuya producción se comparte con la República Argentina.
AB - Exactamente, a través de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande. Evidentemente, al haber dos países y dos intereses, algunas veces hay algún tipo de diferencias. En este caso no, hemos tenido un muy buen relacionamiento con Argentina; hay algunas discrepancias, como siempre –para eso la Comisión reinstauró la Comisión de Interconexión, donde entre otras cosas vamos a hablar de eso–.
De todas maneras, si bien tenemos una gran dependencia obvia del régimen hídrico; es absolutamente así que los dos últimos años, 2002 y 2003, habían sido excepcionalmente positivos. Pedro Antmann fue uno de los impulsores del régimen de apertura de mercado, especialmente en el tema eléctrico, lo que implicó la creación de un órgano regulador, administrador del mercado eléctrico, para tener la posibilidad de atraer inversión extranjera que pudiera generar en el país, y de ese modo liberar al Estado de esa tremenda inversión que hay que hacer periódicamente en la potencia firme. También podría ser hidroeléctrica, ¿por qué no?, que también tiene su parte firme normalmente.
EC - Entonces, aparte de las represas que funcionan en base al agua, aparte de las usinas generadoras que están instaladas en las represas hidroeléctricas, nuestro país tiene la Central Batlle, que funciona básicamente a fueloil…
AB - Y La Tablada.
Pero vuelvo a la respuesta a su primera pregunta. En el esquema de apertura el país tomó la posibilidad de contratar potencia de respaldo en Argentina, dado que abriendo nosotros nuestro mercado y habiendo Argentina abierto su mercado hacía muchos años, que funcionaba excelentemente bien –sus costos bajaron al 50 por ciento de lo que era la vieja Agua y Energía, una empresa del Estado parecida a UTE– y con un mercado del orden de los 14.500 megavatios de potencia instalada, con una inversión impresionante del extranjero, confiamos que en esa apertura, UTE fundamentalmente confió en su momento, en 2000-2001 hizo unos contratos de respaldo de potencia y energía, que se fueron pagando para reservar máquinas a las cuales poder recurrir en caso de tener algún tipo de problema, pagando la energía.
Ese esquema fue muy interesante desde el punto de vista del despacho de carga, porque cuando usted tiene reservas hídricas y puede manejarlas sabiendo que tiene un respaldo, el costo es mucho menor. Si usted no tiene respaldo, que es lo que ocurre en este momento, tiene que empezar a reservar energía hídrica y a quemar fósil; no hay otra opción, es un método universal y de responsabilidad. En ese esquema se juntan varias cosas, que tienen que ver con lo legislativo, lo técnico y la realidad de Uruguay entre dos grandes que tienen muchos recursos, y además, ¿cómo no vamos a usar el gas más barato del mundo, que es el que tiene nuestro vecino, Argentina? Obviamente eso era muy bueno y todos los directores de Energía lucharon en su momento para que se hiciera el gasoducto.
En realidad tenemos tres gasoductos: el que va a Paysandú; el del Sur, que alimenta hasta El Pinar cruzando el Río de la Plata, una obra muy importante; y el Gasoducto de Casablanca, que está preparado para alimentar a una central de 800 megavatios de potencia.
En ese esquema creo que las cosas se hicieron bien. Lo que ocurre es que el desorden desde el punto de vista político que se creó en la República Argentina llevó a mantener unas tarifas excesivamente bajas, que a su vez hicieron un efecto dominó desde la electricidad hacia el gas, donde los productores de gas no vieron un horizonte de inversiones útiles porque su precio era el más bajo del mundo, y en este momento tenemos una situación de coyuntura difícil.
EC - Yo entiendo lo que usted decía en cuanto a que apostar al gas natural argentino era una decisión hasta podría decirse que ineludible. Pero insisto en saber por qué no abrimos otras alternativas, porque perfectamente con esa producción de gas en la República Argentina podían darse inconvenientes, como estos que se están dando ahora, por ejemplo, que una determinada circunstancia político - económica interna llevara a la caída en las inversiones o a un excesivo consumo dentro del país que nos dejara a nosotros vulnerables. Entonces, ¿por qué además de jugar la carta del gas natural argentino, no abrimos más la interconexión eléctrica con Brasil? Porque hoy tenemos una pero tengo entendido que es mínima. ¿Por qué no jugamos también la carta de Paraguay, que hoy tiene complicaciones pero que quizás llevada adelante con más tiempo, con más plazo, podría haberse consolidado? ¿Por qué no invertimos más dentro del país en usinas generadoras de energía eléctrica?
AB - Pretendí responder la última pregunta que me hace en el sentido de la estrategia de apertura de mercados. Cuando uno abre el mercado trata de que vengan inversores; para eso tiene que dar cierta seguridad jurídica, que es lo que estamos haciendo. La tendencia es a hacer contratos con la República Argentina porque estamos excelentemente bien conectados con ellos.
Por estas razones no se han hecho desde el Estado movimientos específicos en generación. La última vez se llamó a inversores extranjeros para la provisión de energía: se compraba energía, no se sabía de dónde; si se ponía o no la central en el país era un tema del inversor.
***
EC - ¿Por qué no hemos invertido nada desde 1991? Usted decía que se hizo la apuesta a que vinieran inversores privados a generar energía eléctrica; pero esa apuesta no tuvo eco.
AB – Exacto. Hay una ley, se hizo en su momento una apertura, se creó la Ursea, se creó la Administradora del Mercado Eléctrico (AME); todas estas cosas se han hecho en el mundo (Argentina, por ejemplo, las hizo muy, pero muy bien), entonces se podía ver a lo largo de la década un muy buen resultado en tener una interconexión con Argentina de 2.000 megavatios, como la que tenemos, en abrir el mercado para tener nosotros mismos inversión y no tener que hacerla desde el Estado. Yo no digo que esta haya sido una política desde entonces hasta ahora; digo simplemente que esa fue la tesitura que tomó Uruguay en su momento.
EC - Claro, pero ocurrió que no vinieron los inversores privados. Paralelamente UTE pretendió, a comienzos de este período de gobierno –lo recuerdo bien–, hacer por sí misma la inversión de la central de ciclo combinado, y el Poder Ejecutivo no la autorizó.
AB - Correcto; porque se estaba dentro de los lineamientos de la ley de apertura. El año pasado se la autorizó al ver que la otra alternativa fracasaba; se comenzó a trabajar en hacer nuestra central de ciclo combinado, para lo cual UTE recibió mucha ayuda del ministerio en el sentido de poder hacer un pliego a nivel internacional, que fue uno de los problemas más graves que tuvieron los intentos anteriores de hacer centrales en Uruguay. El mercado internacional del sector energético es muy variable y muy particular... Yo trabajé específicamente en eso durante muchos años, trabajé en Irak, en Tashekistán, en muchos lugares, desde Milán, Italia, y tiene una dinámica muy particular, si usted hace un llamado a licitación que no está de acuerdo con la realidad del mercado, no le viene absolutamente nadie, que me parece que fue lo que pasó en su momento, al inicio de todo esto.
EC - De todos modos, lo cierto es que perdimos años.
AB - Sí; ahora los estamos recuperando a marchas forzadas.
EC - ¿Cuándo se supone que va a estar pronta, en el mejor de los casos, la central de ciclo combinado de UTE?
AB - Hay muchos pasos intermedios. Recién estamos recibiendo las ofertas; luego va a haber una fase financiera, luego comenzarán los trabajos. También estamos pensando en luchar contra nuestro “take or pay” en el contrato de gas, sobre el cual Villar sabe muchísimo más que yo porque participó específicamente de los contratos que se hicieron con la República Argentina. Pero andamos muy bien en los tiempos y tenemos una cosa que no habíamos tenido antes: la concurrencia de las mejores empresas, de los mayores fabricantes para el rango de potencia de que estamos hablando, de 350 a 400 megavatios.
EC - Esa potencia es casi equivalente a la que tenemos contratada con la República Argentina, que en estos días se nos ha recortado.
AB - Sí, y un poco más, previendo un cierto crecimiento.
EC - Es una central de ciclo combinado. ¿Qué quiere decir?
AB - Tiene varias alternativas. La más clásica es el dos más uno, o sea dos turbinas de gas que mandan sus vapores calientes a una caldera que a su vez genera vapor, entonces aparece un tercer generador eléctrico que permite generar mientras las dos turbinas están funcionando. La otra alternativa puede ser uno más uno, o sea un generador de gas importante con una caldera asociada a su salida, que toma los gases de escape y tiene un generador eléctrico colgado de una turbina a vapor. También podría ser el mono.eje... Hay distintas alternativas.
EC - Esas centrales ¿pueden funcionar también sin gas?
AB - No, no; necesariamente con gas. La alternativa es que pueden funcionar a fueloil o a gasoil, dependiendo de los quemadores. Normalmente tomamos esas precauciones.
EC - Claro, porque ante un escenario como este que hoy se nos presenta, esa central podría seguir produciendo con otro combustible.
AB - Sí, sin ningún inconveniente.
***
EC - Se incorpora a la mesa el ministro de Industria, Energía y Minería, José Ignacio Villar.
Tengo una última pregunta para formularle al ingeniero Bermúdez, para pasar después a consideraciones más generales, si se quiere más políticas. Yo le estaba preguntando cómo ha ido quedando definida en los hechos la matriz energética uruguaya; faltaba saber por qué no hemos ampliado la interconexión con Brasil.
AB - Había quedado claro que con Argentina tenemos una vinculación importantísima y evidentemente dentro de mi política energética la integración con Brasil es fundamental. La asimetría es lo peor que nos puede pasar.
EC - Hoy con Brasil tenemos una conexión vía Rivera que, según Antmann, no es muy significativa; pero además está en un lugar donde el sistema eléctrico brasileño es muy débil.
AB - Yo tendría algo para decir al respecto. En principio tenemos un gran problema con Brasil, que es la diferencia de frecuencia. Con Argentina directamente tenemos un cuadrilátero, que es un cable conectado de un lado al otro por el cual recibimos o transferimos energía sin ningún inconveniente. En el caso brasileño hay que poner un dispositivo que es muy caro, es un edificio con transformadores y ciclocompensadores, para poder cambiar de 50 a 60 ciclos. Lo hicimos, tenemos un equipo excelente en muy buenas condiciones, que el año pasado para ponerlo en funcionamiento; la gente está muy motivada y de hecho eso permitió que en días, con la ayuda del secretario de Energía de Brasil, en contacto directo con el ministerio, pudiéramos ponerlo en servicio el jueves a la medianoche; yo estuve en Rivera viendo pasar los 70 megas que para nosotros son fundamentales.
Tenga en cuenta que solamente para hacer esa inversión, para tener 70 megas en un sentido y en otro –también le vendimos a Brasil, lo que estamos haciendo ahora es recuperar energía que le vendimos en su momento–, invertimos 40 millones de dólares. No es igual el nivel de inversión que tenemos que hacer para integrarnos a Argentina que el que tenemos que hacer para integrarnos a Brasil.
EC - De todos modos, ¿está en los planes ampliar esa interconexión con Brasil, está en los planes solucionar los inconvenientes con Paraguay?
AB - Lo inmediato que tenemos con Brasil es ampliar la potencia en la misma conversora de Rivera; lo estamos estudiando, incluso con Diprode, de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Es un tema técnico –y por supuesto financiero–, estamos manejando la posibilidad de ampliar a 150 megas. Evidentemente tenemos otros planes mucho más interesantes de los que eventualmente podemos hablar con más espacio.
EC - Pero si entiendo bien, si todavía no se llega a una interconexión más amplia con Brasil es por dificultades para concretar las inversiones necesarias.
AB - Exactamente, se necesita mucho más dinero.
EC - Porque son inversiones que debió haber hecho el Estado, directamente. ¿No había otra alternativa?
AB - Justamente, es un mercado muy interesante. Pero quería responderle también respecto al tema de las líneas. En realidad las líneas del lado brasileño tienen una potencia de cortocircuito muy superior a la nuestra: nosotros somos los que eventualmente tenemos problemas cuando queremos venderles a ellos. Ahora recibimos sin ningún tipo de problemas los 70 megas, pero si tuviéramos que vendérselos tendríamos algunos problemas. Por eso tenemos que mejorar las líneas. Incluso para subir la potencia en Rivera tendríamos que mejorar primero las líneas y luego hacer la inversión en la conversora.
EC - O sea que estamos hablando de problemas también en la distribución.
AB - Las líneas se van haciendo a medida que se va desarrollando el país, y esa zona específicamente no tiene una gran industrialización; a pesar de todo tenemos líneas muy interesantes que llegan a este nivel de potencia, porque Uruguay es uno de los países que más han invertido en electrificación.
EC - Sigamos hablando de la interconexión, además de Brasil.
AB - El tema Paraguay se planteó con el ministro Villar en Buenos Aires, en agosto del año pasado, y tuvimos un “no” muy cerrado, ya que hay algunos problemas serios entre Brasil y Argentina por el tema de Yaciretá, que no viene al caso especificar. Eso genera serias dificultades que estamos tratando de ver cómo solucionar.
EC - En resumen: una interconexión Uruguay - Paraguay depende del pasaje por Argentina.
AB - Exacto; sería muy original en el mundo, generalmente los países no permiten el pasaje de energía a través de sus líneas.
EC - ¿Usted entiende que hay alternativas?
AB - Las estamos estudiando.
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EC - ¿Cómo reducimos nuestra dependencia en materia de energía de la República Argentina? Ya conocemos más o menos por qué llegamos a la situación en la que estamos hoy; la pregunta apunta ahora al futuro y apunta tanto al director nacional de Energía como al ministro José Villar. ¿Qué está previsto?
JOSÉ IGNACIO VILLAR:
Sin duda que en todo lo que roce lo técnico va a ser mucho más eficiente la contestación del ingeniero Bermúdez, pero la propia pregunta tiende a sacar la conclusión, después del análisis muy claro que se hizo, de que tras este problema en Argentina es ineludible mejorar la interconexión con Brasil. Esto es así y además está relacionado con otro aspecto –que por cierto también conoce mejor Bermúdez que yo–, que es lo complementario, si se puede llamar así: la parte hidráulica. Si estamos interconectados con ese país enorme que es Brasil, que tiene en lo hidráulico un porcentaje muy significativo, se supone que las probabilidades de crisis hidráulicas coincidentes en todo Brasil con la parte Sur son menores. Tomando en forma simplificada todos los recursos hídricos en su conjunto lo que sucede es lo que está pasando hoy: hoy ellos están bien desde el punto de vista hidráulico y en Argentina y Uruguay estamos mal.
EC - Entonces ¿cuáles son los pasos para mejorar?
JIV - Mejorar la interconexión. Acá se había hecho un proyecto (yo no estaba), un proyecto con empresas privadas que ponían una central en el Norte de Uruguay y se trazaba la interconexión, creo que hasta por 2.000 megas, desde Paysandú a Brasil; la empresa Alton ponía la central y todo se justificaba a partir de una central térmica a gas que en definitiva imponía una interconexión que hoy no tenemos.
EC - En principio era una interconexión para que esa central térmica ubicada en Paysandú pudiera venderle a Brasil.
JIV - Correcto.
EC - Pero esa interconexión iba a funcionar en sentido contrario si fuera necesario.
JIV - Exactamente. El tema pasa por ahí, creo que es el rumbo adecuado.
EC - Pero ¿qué posibilidades de concreción tiene a corto o mediano plazo, ahora?
JIV - No sé a qué le llama corto plazo; del corto - corto plazo olvídese. Es un orden de infraestructura que requiere esfuerzos económicos que en estos países, en el nuestro y en Argentina, no abundan en el momento, y además en materia de tiempo requeriría algo de que hoy no disponemos. Hay que reactualizar estas cosas, uno puede tener políticas, pero a veces se agudizan; también las políticas son dinámicas. A veces hay que ajustar los ritmos y, ¿por qué no?, también la dirección.
Esto ya estaba pensado, se veía la necesidad y hay que seguir ese rumbo. Como cosa grande en esa materia lo que vemos es eso.
EC - Pregunta un oyente a propósito de algo que señaló al pasar, más temprano, el ingeniero Bermúdez: “¿Qué fundamento hay para que hoy en día siga vigente la prohibición de utilizar energía nuclear en Uruguay? Levantar esa prohibición legal, porque es una ley, ¿no sería una medida que permitiría independizar la matriz energética de la coyuntura económica? ¿No haría que no se dependiera de temas climáticos y además fomentaría una energía más barata, que podría potenciar la creación de industrias?”. ¿Qué dicen ustedes?
AB - La energía nuclear tiene que ser tomada como una alternativa más. Lo que ocurre es que cuando usted tiene una ley que lo prohibe específicamente ya es un tema parlamentario. Los países del mundo, como por ejemplo Francia, tuvieron esta discusión en el pasado y frente a las tremendas alternativas de Europa, que en su momento no tenía ni siquiera gas –el gasoducto ruso solucionó el problema–, optaron por la energía nuclear que en este momento está en el orden del 80 por ciento y más en la matriz energética francesa. No así en Italia, donde se tomó una determinación por referéndum por la cual se renunció a toda la energía nuclear, adquiriendo la energía a países como Francia, que sí la generan y que si tienen un accidente también Italia lo va a sufrir. Es todo un tema de discusión que la gente empieza a tener cuando las tarifas suben, cuando hay situaciones difíciles, cuando se empieza a ver a la energía nuclear en otras alternativas. Aparte hay otras alternativas que habría que estudiar, en las no se tiene que trabajar con el combustible nuclear.
EC - A eso iba, porque el caso de la energía nuclear es uno de un espectro de posibilidades. ¿Por qué no recurrir a otras fuentes de energía?
AB - Sí, la eólica.
EC - Por ejemplo, la energía eólica, por citar un caso.
AB - Fotocélulas; tenemos una cantidad, nosotros estamos estudiando y las estamos alentando.
EC - O la alconafta, que tanto desarrollo tuvo en Brasil; o el biodiesel, que está en el debate.
AB - Sí; lo que ocurre es que cada una de esas alternativas –esto daría para otro programa– tiene puntos flacos. En el caso de la energía eólica, si no viene una onda muy grande de inversión desde Brasil –digo Brasil porque es lo más probable– es muy difícil que se desarrolle en el país, además en este momento le tendríamos que dar un subsidio que, se puede imaginar, no le podemos dar. Estamos sin ninguna posibilidad de pagar subsidios. Aunque tenemos fondos, estamos paliando esta crisis con fondos que se había previsto para esto, por eso quiero desdramatizar un poco la situación.
EC - No entiendo; ¿qué quiere decir?
AB - Que si bien no estamos en condiciones de subsidiar energías nuevas, como podría ser la eólica u otras alternativas, sí estamos trabajando en ese sentido y hay cosas que podemos mostrar. Nosotros hemos previsto fondos, UTE tiene fondos que son los que estamos utilizando para no trasladar las consecuencias de esta crisis a tarifas, y tenemos reservas de combustible, por eso la situación no es tan dramática para Uruguay, porque el país previó este tipo de situaciones.
EC - ¿Cuál es el resumen entonces sobre otras opciones energéticas?
AB - Tenemos que ir esperando el avance de la técnica y el abaratamiento de los equipos, y tenemos que ir alentando cada vez más la inversión extranjera en el sentido de que pueda generar no sólo energía eléctrica sino que también pueda producir puestos de trabajo; eso se está estudiando seriamente.
JIV - Cuando se dan situaciones críticas como ésta, comienzan, como es natural, muchos cuestionamientos, y son una buena cosa porque del análisis pueden surgir soluciones y prevenciones que eventualmente se pudieran tomar.
EC - Por correo electrónico llega un cuestionamientos de varios oyentes: ¿no pudimos prever esto de Argentina? Sabíamos desde hace tiempo que no se estaba invirtiendo suficiente en las gasíferas argentinas; nos faltó tomar decisiones con anticipación. Ese tipo de preguntas está en la cabeza de la gente.
JIV - Yo digo que no, y acá no hay milagros. Uruguay tiene una matriz hidráulica que anda en el entorno del 70 por ciento, que está prácticamente optimizada, y el resto es energía térmica. Existe lo eólico, el biodiesel, en fin, pero imaginar que eso ocupe en el futuro un espacio importante dentro de la matriz uruguaya es una ilusión, por más de una razón. La realidad nos dice que esa matriz de 70-30 va a ir cambiando en menos lo hidráulico con el crecimiento del país, porque como no se puede aumentar, seguramente va a ir cubriendo el crecimiento la producción térmica. Uruguay desde hace algunos años tomó la previsión de incorporar el gas, se hizo con sacrificio y es una buena cosa, más allá de la crisis de hoy, y va a seguir siendo una excelente alternativa de uso importante, más económica y mejor que el petróleo. Lo que no implica que no se mantengan como respaldo las usinas de petróleo o de gasoil.
EC - Queda claro que sí hubo un déficit por el lado de incrementar la interconexión con Brasil, eso parece evidente.
JIV - Sí, pero estas cosas no son sencillas, no se hacen de un año para otro. Argentina tiene interconexión con Brasil, si no me equivoco tiene 2.000 megas de ida que se transforman en 500 megas para ingresar a Argentina; es lo que se está discutiendo ahora, esa infraestructura tiene que ser mejorada, cambiada; fíjese que hoy Argentina está con la crisis y si llegara a un acuerdo, en el mejor de los casos no va a poder recibir más de 500 megas, que sería el equivalente a 35 para Uruguay. De cualquier manera lo analizó el ingeniero y usted, por sentido común nada más, dedujo después el panorama. Todo esto pasa a nivel del futuro en un trabajo intenso hacia la interconexión con Brasil, por las razones que tenemos hoy y algunas otras también.
EC - La otra pregunta es: ¿qué pasa que en Uruguay no se ha desarrollado una cultura del ahorro o de la racionalización del consumo de energía eléctrica? Por ejemplo, ¿por qué no cumplimos con lo que es una costumbre en muchos países desarrollados, que es cambiar el horario en verano, lo que permite reducir significativamente el consumo de energía en sus distintas variantes, pero sobre todo eléctrica en esa época del año?
JIV - No voy a inventar una contestación: ignoro la evaluación, no la he tenido; en Brasil se hace, en Argentina no, se estuvo hablando de que se iba a hacer frente a esta crisis, pero quedó en la nada.
EC - En los países europeos se hace hoy mismo. Este fin de semana acaba de cambiar el horario en España, por citar un caso.
AB - Yo tendría una respuesta técnica al tema. Si usted le hubiera preguntado a la gente del despacho de carga en este verano, con las alternativas que teníamos, le hubiera dicho que lo más acertado era no hacerlo porque en ese momento teníamos el respaldo en firme y estábamos en una condición positiva, no teníamos esos problemas, y a veces no conviene correr el horario de pico porque genera otro tipo de inconvenientes que no viene al caso discutir. En Europa el tema es más fundamental porque hay una marcada diferencia climática, nosotros no pasamos del verano a un invierno con nieve y un consumo muchísimo mayor, se maneja de otra manera; además tienen matrices un poco distintas de la nuestra.
Pero si esta situación que ha estallado hace días se prolongara en el tiempo, cosa que pensamos que no va a suceder, evidentemente nos llevaría a eso; de hecho se ha hecho en el pasado cuando realmente se ha justificado.
EC - Tampoco hemos visto, ni siquiera en las épocas de más gravedad de la crisis económica y financiera, en particular del gasto público, que se optara por restringir, por ejemplo, la iluminación nocturna en los edificios públicos, cosa que en el pasado se había dado en otras coyunturas del país. Recuerdo cuando vino la crisis después de la rotura de la tablita, en los años 1982-1983. ¿Esas medidas no se pueden tomar, ni siquiera como una medida puntual ante tal situación, sino ver dónde estamos gastando inútilmente, dónde estamos gastando de más?
JIV - Usted fue puntual, habló de la iluminación de edificios públicos. Le voy a ser totalmente sincero en esto: no tengo la evaluación exacta, pero uno que ha viajado ve que en esa materia ésta es una ciudad oscura. Mire que acá no se despilfarra; le diría más: como ciudadano me gustaría verla más iluminada.
EC - Yo estoy de acuerdo con usted, pero en una coyuntura crítica…
JIV - En una crisis uno igual sale a la calle, pero no creo que pase por ahí; usted se refería puntualmente a la crisis económica, como un elemento de ahorro significativo. Seguramente hay otros ítems con mucho más margen de ahorro que el iluminario y que afecte menos la imagen y la sensación de vida más adecuada que le queda al ciudadano cuando está iluminada la ciudad. Soy muy crítico en eso, creo que Uruguay es un país muy oscuro.
AB - Además usted mismo lo dijo: esos dos años tuvimos una excelente hidraulicidad, teníamos 200 por ciento sobre el promedio del siglo, y la alternativa era probablemente abrir los vertederos.
EC - Pero ¿hay algo previsto para mejorar la cultura uruguaya en cuanto al uso de la energía eléctrica en especial?
JIV - Se licitó y ya empezó la tarea la Fundación Field, sobre eficiencia energética.
AB - Ya desde el año pasado venimos trabajando con el Banco Mundial (BM) y la OPP, hicimos unos workshops en el Radisson que tuvieron máxima asistencia y apoyo también de la Asociación de Ingenieros y de los industriales, se hizo un cierre con el ministro [Pedro] Bordaberry, [el presidente de UTE, Ricardo] Scaglia y la dirección, tuvimos mucho éxito en el tema eficiencia energética específicamente. Tomamos la experiencia de los países más avanzados en ese sentido, entre ellos Brasil y México; estamos trabajando muy fuerte y hemos logrado –falta muy poquito, va a tener que firmarlo el ministro– recibir un apoyo a fondo perdido de 2 millones de dólares del BM para el desarrollo de técnicas en eficiencia energética, donde van a estar también la Ursea y todos los actores del mercado y vamos a poder lograr una eficiencia en las pequeñas y medianas industrias para consumir menos energía por unidad de producto. Pero también va a haber planes de etiquetado, va a llegar un momento en que en la escuela los chicos van a defender el tema de la eficiencia energética.
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Notas relacionadas:
UTE firmó el preacuerdo con Gasoducto Cruz del Sur S.A para generar electricidad a partir del gas natural. Entrevista con su presidente, Ricardo Scaglia (07.07.00).
UTE, asociada con Alston (Alemania) y Endesa (España), proyecta interconectarse con Brasil y exportarle U$S 230: anuales. Entrevista con el presidente de la empresa, Ricardo Scaglia (01.08.00).
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
Fotos: Caterina Notargiovanni
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