Cuando Mark Rothko sacudió al ambiente artístico neoyorkino
En marzo de 1970 Pablo Picasso donó a la ciudad de Barcelona un legado compuesto por más de mil obras de su autoría, en homenaje a su amigo y secretario Jaime Sabartés, fallecido dos años antes. Tiempo después, el suicidio con escándalo de otro artista, el expresionista abstracto nacido en Rusia, Mark Rothko, sacudió al ambiente artístico neoyorkino. Rothko se había destacado por sus pinturas obsesivamente simples y para muchos extravagantes.
Ese año, y pasando a otro tipo de riqueza, se produciría el hallazgo de petróleo en el Mar del Norte, tras cinco años de búsqueda por parte de más de cien compañías internacionales.
Y la música seguía su curso en ese año inaugural de la década del 70: hoy les traemos a Chicago, Deep Purple, los notables Crosby, Stills, Nash y Young, Gordon Lightfoot, otra vez los Carpenters, el regreso de Dionne Warwick, Stevie Wonder, Bread, el hit Cándida de Tony Orlando y Down y Simon & Garfunkel.
1970 en todo su esplendor en El Submarino Amarillo.