Tabaré
juega con sorpresivos movimientos
EN PERSPECTIVA
Viernes 10.08.01 - Hora 8.45
EMILIANO COTELO:
En las últimas semanas Tabaré Vázquez y el Encuentro Progresista
han generado una serie de iniciativas. Primero fueron iniciativas
temáticas y sectoriales -me refiero al Plan de Emergencia, la reunión
con la Cámara de Industrias y más recientemente, esta semana, al
encuentro con la Federación Rural-, pero también estuvieron los
movimientos políticos sorpresivos, como el diálogo con el doctor
Luis Alberto Lacalle y el pedido de una audiencia a Julio María
Sanguinetti.
Vamos a conversar, a propósito de este tema, con Oscar A. Bottinelli,
director de Factum.
Comenzamos
con los antecedentes.
OSCAR A. BOTTINELLI:
Vamos a ver cómo se caracterizó el juego político en los períodos
anteriores. En la primera administración Sanguinetti tuvimos un
juego que se podría llamar de tríadas o de triángulos, donde había
tres piezas en el tablero, dos más importantes desde el punto de
vista cuantitativo: el gobierno del Partido Colorado con el presidente
de la República y el vicepresidente Tarigo, la otra correspondía
al Partido Nacional, con Wilson Ferreira Aldunate, y la tercera
al Frente Amplio. El juego de triángulos da la posibilidad de que
el gobierno acuerde con uno, que en determinado momento también
lo pueda hacer con otro o que los dos de la oposición puedan hacer
un acuerdo entre sí que presione o bloquee al gobierno; abre el
juego.
En el caso de la administración Lacalle hubo sobre todo un acuerdo
plurisectorial del Partido Nacional con sectores colorados -la 15,
Pacheco, y el Foro-; no fue un juego de dos partidos porque la 15
y el pachequismo tuvieron un tipo de relación, mientras que el Foro
tuvo otro y no se caracterizó por demasiados juegos hacia el Frente
Amplio ni hacia el Nuevo Espacio entonces liderado por Hugo Batlla.
En la segunda administración Sanguinetti hubo una coalición fuerte
Partido Colorado-Partido Nacional, con un Frente Amplio marginado;
no hubo gran negociación y el Nuevo Espacio jugó un papel muy importante
en su rol de bisagra que daba o quitaba los dos tercios para posibilitar
o bloquear medidas clave que la coalición de gobierno pretendió
llevar adelante.
EC - Llegamos a esta administración.
OAB - En esta administración Batlle ha jugado un juego bipolar,
por un lado se presenta la coalición de gobierno con el presidente
de la República a la cabeza, y del otro lado la oposición y su jefe:
Batlle y Tabaré mano a mano. Así se empezó a dar este juego que
duró un poco más del primer año de la administración de gobierno
de Batlle.
EC - Vengamos a las últimas jugadas, a éstas que motivan el análisis
de hoy. ¿Cuál es el contexto en el que se desarrollan?
OAB - El contexto básico para que los juegos políticos cambien,
para que los movimientos en el tablero varíen, puede ser definido
desde dos o tres puntos de vista: uno, la crisis económica y ocupacional
del país, que es percibida como muy grave por el grueso de la población;
dos, actores corporativos como industriales o agremiaciones de productores
rurales que están en una posición muy dinámica, muy activa y muy
crítica a la acción de gobierno; y tres, la opinión pública que
ya no le da al presidente los extraordinarios niveles de apoyo con
que inició su getión.
EC - ¿Cómo juega el Partido Nacional?
OAB - Aquí hay varios aspectos. Uno es ese síndrome que tiene el
Partido Nacional por el que todavía no llega a ponerse de acuerdo
en qué fue lo que lo afectó electoralmente, si las acusaciones de
tipo ético contra figuras del partido, si el hecho de haber participado
en el cogobierno o si fue la lucha interna. Sin tener todavía claro
qué fue, en muchos pesa la idea de que ese cogobierno tan intenso,
el hecho de haber quedado tan "pegado" al gobierno, lo afectó mucho.
Además está la necesidad de salir hacia afuera con iniciativas,
de "huir" hacia adelante para dejar atrás el internismo y sus problemas.
Por otra parte, el Partido Nacional tiene una persistente queja,
prácticamente desde que se inició la administración Batlle, en cuanto
a una falta de entendimiento con el presidente, al principio se
decía que éste se preocupaba más por entenderse y dialogar con Tabaré
Vázquez que con su socio, el Partido Nacional. Finalmente ha venido
marcando diferencias con la forma de aplicar la política económica,
con medidas llevadas adelante por el Ministerio de Economía o por
el Poder Ejecutivo en general, y sobre todo ha marcado una distancia
muy fuerte haciendo una crítica ligada a la falta de acción, de
rumbo y de iniciativa del gobierno. Por ahí han estado las líneas
de ataque, sobre todo de crítica del Partido Nacional, de independencia
de actitud y por lo tanto la necesidad de ir dando pasos que traduzcan
en hechos ese despegue o separación en relación a una coalición
tan fuerte y sin fisuras como la del período anterior.
***
SEGUNDA PARTE
EC - Veamos ahora los movimientos que están haciendo el Encuentro
Progresista y particularmente Tabaré Vázquez.
OAB - El primer dato es lo que podemos llamar el fin de la conveniencia,
para Tabaré Vázquez y el Frente Amplio, del noviazgo Tabaré Vázquez-Jorge
Batlle que fue la gran nota del año pasado. Esto se debe a la necesidad
de recoger la expresión de un segmento de la opinión pública que
casi siempre estuvo desconforme con esta administración. La gran
mayoría de los votantes del Encuentro Progresista-Frente Amplio,
la gran mayoría de la gente de izquierda, nunca sintonizó con esta
seducción que Jorge Batlle ejerció sobre la dirigencia del Encuentro
Progresista-Frente Amplio y de la izquierda intelectual. Recordemos
que Tabaré Vázquez, Guarga y algunos sectores del Frente como la
Vertiente y Asamblea Uruguay, expresaban una gran simpatía, una
gran cercanía en relación a Batlle, opuestas a ese sector de la
opinión pública. Hay un momento en que las dirigencias tienen que
reflejar su propia opinión, en que la disociación no puede seguir
por más tiempo. Además el Encuentro Progresista-Frente Amplio tiene
la necesidad de un protagonismo, más allá de la mera oposición y
la mera protesta. Dicho de otra manera: hoy a la gente no la seduce
que le digan "mire qué mal que está la cosa, aguante porque en el
2005 usted cambia de gobierno y las cosas van a mejorar". Esto ocurre
por dos razones, la primera porque la gente tiene una visión menos
mágica hoy que hace dos años atrás de lo que pueden implicar los
cambios de gobierno, puede apostar a cambiar el gobierno o no, pero
cuando lo hace no es con la idea tan clara de que ya al otro día
las cosas van a ser totalmente distintas, que el desocupado va a
conseguir trabajo, que el que gana poco va a pasar a tener una mejor
remuneración, lo que lleva a una idea más gradual de las respuestas
frente a las dificultades. La otra razón es que la gente tiene la
percepción de que su nivel de dificultades no admite que le digan
que dentro de cuatro años va a tener respuestas, siente que tiene
que empezar a tenerlas en lo inmediato. Entonces el Encuentro Progresista-Frente
Amplio debe posicionarse dando respuestas, buscándolas para hoy
y no con un plan de alternativa de gobierno para cuatro años después.
EC - Veamos al Foro batllista.
OAB - La situación del Foro es muy complicada desde el punto de
vista de la geografía política. Por un lado, tiene la necesidad
de apuntalar al gobierno colorado con un sentido de partido, más
allá de rivalidades entre sectores, de zancadillas recíprocas, tiene
que defender al gobierno. Eso condiciona todo lo demás. Pero lo
demás son las relaciones tensas -lo que no quiere decir no saludarse
o hablar en mal tono-, una tensión de oposiciones estables entre
Jorge Batlle y Julio María Sanguinetti. Hay un claro juego de desgaste
emprendido contra Sanguinetti desde la propia Presidencia de la
República -recordemos lo que fue el comienzo de la gestión de Fernández
Ameglio en Salud Pública, la de Varela respecto a Benito Stern en
el Ministerio de Turismo, la de la 15 en relación a la Intendencia
de Canelones y toda una serie de iniciativas políticas de Batlle
que muchas veces dejan traslucir o expresan explícitamente que esto
es terminar con el gobierno anterior- Se dice que en Uruguay hubo
mucho tiempo de permisividades que ahora se terminan, que hubo ocultamientos
que ahora se terminan, todos tiros por elevación contra su contendor
interno y el gobierno anterior. El Foro siente, o dice, que hay
un fuego cruzado de Jorge Batlle, del Partido Nacional, del Frente
Amplio contra él, algunos dicen que hoy hay fuego contra Sanguinetti
como el que hubo contra Lacalle en el período anterior, como que
el expresidente pasa a ser la cabeza de turco para el ataque del
resto del sistema político. Pero también hay diferencias reales
de concepción, entre el Foro y la 15, sobre el papel del Estado,
la interpretación de la laicidad de la enseñanza, las políticas
sociales y las medidas económicas. Todo esto le genera al Foro un
panorama complicado para moverse en el tablero.
***
EC - Veamos ahora cómo juega Tabaré Vázquez.
OAB - Juega con un Plan de Emergencia que marcó sintonías muy fuertes
con una gran parte de la Cámara de Industrias y con los rurales,
particularmente con la Federación Rural. Con estos movimientos se
rompe el papel de vértice del presidente de la República que deja
de ser quien juega con todos los actores, esos actores empiezan
a jugar entre sí, limitando el poder del presidente y condicionándolo.
Vázquez siente la conveniencia de aislar al presidente en un momento
difícil para éste, en un contrajuego de acción política que coincide
con la conveniencia para Lacalle -por lo que señalamos- y que complica
al Foro, a Sanguinetti -algo le sirve y algo no, hay que ver cuánto
actúa en función de sus propios intereses y de su racionalidad y
cuánto en función de la línea de marcar un permanente distanciamiento
y contraposición a Tabaré Vázquez y el Frente Amplio-. Lo cierto
es que Vázquez ha descolocado el tablero. A Sanguinetti le resulta
difícil rechazar un diálogo, jugar a contrapunto de Tabaré Vázquez
en una iniciativa que viene precedida del diálogo con Lacalle, y
con esto Vázquez ha logrado sentarse en el tablero político y hacer
movimientos, ya no es tan fácil la descalificación a toda su propuesta
que fue el movimiento inicial del gobierno, "todo este plan no sirve,
de esto no hay que hablar". Vázquez logró que industriales, rurales
y el Partido Nacional, coincidiendo o discrepando, hablen de sus
soluciones y de su Plan de Emergencia.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mariana Viera Cherro
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