El
Nuevo Espacio en la encrucijada
Análisis a cargo del politólogo Oscar
A. Bottinelli.
EN PERSPECTIVA
Viernes 24.08.01, Hora 8.40.
EMILIANO COTELO:
El 6 de octubre el Nuevo Espacio (NE) reunirá
a su Convención Nacional para dar un
paso trascendente: autorizar o no a su dirección
a iniciar contactos formales con el Encuentro
Progresista-Frente Amplio (EP-FA) y otras fuerzas
políticas. El propósito de estos
contactos sería formar un gran bloque
político alternativo a los partidos
tradicionales. Frente a esta tesis, defendida
por Rafael Michelini, se alza la postura de
quienes defienden la vigencia de un cuarto
espacio independiente, o sea mantener el lugar
que el NE hoy ocupa.
El
politólogo Oscar A. Bottinelli, director
de Factum, nos propone como análisis
para hoy: "El Nuevo Espacio en la encrucijada".
***
EC
- Comenzamos con algunos breves antecedentes
del Nuevo Espacio.
OSCAR
A. BOTTINELLI:
Recordemos que el Nuevo Espacio surge básicamente
como una escisión del Frente Amplio
(FA) conformada por el Partido por el Gobierno
del Pueblo (PGP) liderado por Hugo Batalla
de la 99, más el Partido Demócrata
Cristiano (PDC) y la Unión Cívica
(UC), una antigua escisión de la Democracia
Cristiana que venía independiente. Esto
operó como una coalición de grupos
políticos en la que el PGP actuaba con
una enorme autonomía.
EC
- Se creó después de que el PDC
y el PGP se fueron del Frente.
OAB
- Claro, se creó como producto de la
salida del FA, esos grupos políticos
componen ese espacio político al que
llamaron Nuevo Espacio. Hacia las elecciones
de 1994 el PGP, con Hugo Batalla a la cabeza
y el respaldo de la mayoría del partido,
da el gran paso de aliarse con el Partido Colorado
y conformar la fórmula Sanguinetti-Batalla.
Eso produce una ruptura en el PGP y a su vez
el fin de ese Nuevo Espacio. La mayoría
de la 99 va al Partido Colorado, otra minoría,
encabezada por Díaz Maynard, emprende
el camino de juntarse con el FA y conformar
el Encuentro Progresista, y el PDC recorre
ese mismo camino. En esa situación de
conflicto y vacío es que, con el liderazgo
de Rafael Michelini, se construye este nuevo
Nuevo Espacio. Es decir, se reconstruye ese
cuarto espacio político pero ya como
un partido político.
EC
- Antes era una coalición y a partir
de ese momento pasó a ser un partido.
OAB
- Cuando se lanza ese nuevo partido político,
a mediados de 1994, estaba luchando por obtener
una banca en la Cámara de Diputados.
A fines de agosto de ese año detectamos
en una encuesta Factum -que comentamos oportunamente
en El Espectador- un salto espectacular que
lo llevaba a disputar con comodidad un senador.
Finalmente consiguió un senador y cinco
diputados.
Aquí
hay un hecho que es crucial en la interpretación
del tema. En la legislatura anterior el NE
tuvo un papel estelar, producto de que tenía
la llave en muchas decisiones parlamentarias.
EC
- La llave de los dos tercios.
OAB
- En efecto, sin el NE los partidos tradicionales
no lograban dos tercios en la Cámara
de Diputados ni en la Asamblea General. Sin
el NE el EP-FA no lograba el tercio en la Cámara
de Diputados para poder interpelar. Incluso
en la Cámara de Senadores, si fallaba
-como pasó en algunas oportunidades-
Carlos Julio Pereyra los partidos tradicionales
perdían los dos tercios, mientras que
el EP-FA con Pereyra y Michelini llegaba al
tercio para interpelar. Esa casualidad matemática
de 63 diputados de los partidos tradicionales
y 31 del EP-FA dejaba al NE con una fuerza
formidable; incluso le sobraban diputados,
con usar sólo dos ya tenía esta
llave.
Veamos
qué ocurrió en el ciclo electoral
1999-2000. Primero hubo una baja electoral
del 5% al 4,5%. Aquel partido que surge como
un impulso de gente muy joven, como una gran
aventura a la intemperie, desafiando a los
tres grandes partidos y que saca espectacularmente
un 5%, no obtuvo con aquel 5% un piso de arranque
para seguir con saltos formidables sino que
no logra repetir esa votación. Eso ya
fue un golpe. Esa votación significa
que de un senador y cinco diputados queda con
uno y cuatro, pierde un diputado. Pero lo más
importante es que el EP-FA supera holgadamente
el tercio, lo que significa que interpela como
y cuando quiere en cualquier cámara,
no hay dos tercios para nada sin el acuerdo
del EP-FA, por lo tanto el NE dejó de
tener llaves para interpelar y para los dos
tercios. En otros términos, no sólo
cuantitativamente se reduce y no queda como
un partido en expansión sino que además
pierde ese protagonismo político que
en los cinco años anteriores llevó
a ver el funcionamiento de cuatro partidos,
tres de gran tamaño e iguales en número
y un cuarto que por su posición en la
escena política, por lo clave en la
adopción de decisiones equiparaba lo
que era un menor peso cuantitativo. Ese sistema
de cuatro partidos desapareció en esta
legislatura; prácticamente están
jugando tres partidos, dos en un bloque de
gobierno y uno en la oposición.
Recordemos
que el NE y el FA parten de una misma familia.
En la época de Seregni y Batalla el
FA era un poquito más del doble del
NE; ya con Vázquez en 1994 el EP-FA
llegó a ser seis veces más que
el NE de Michelini, y en 1999 pasó a
ser nueve veces.
EC
- Es un dato fuerte: hoy el EP-FA es nueve
veces el NE.
OAB
- Claro, el EP-FA es el doble de lo que era
en aquella época y el NE la mitad.
Veamos qué pasó en el balotaje.
En el momento del balotaje el NE estaba en
el medio de los dos bloques que se oponían,
entre Batlle y Vázquez. Ese fue un tema
crucial para el NE porque su gente tenía
más lejanías o más cercanías
respecto a uno y otro: no era un partido que
podía tomar con facilidad la decisión
de jugarse con uno o con otro. Ocurrió
que como partido tomó una decisión
que un partido político no puede tomar
en una elección, que fue decir "en
esta mano yo paso". Rafael Michelini como
líder se jugó al apoyo a Vázquez,
pero se jugó él pero no fue un
apoyo partidario. Eso también da una
señal de debilidad dentro de un partido,
su líder tomó una decisión
pero el partido no. Según los estudios
de Factum en aquel momento, 3 puntos porcentuales
del 4,5% que votó al NE se inclinó
por Vázquez y 1,5% por Batlle. Hoy el
EP-FA ya captó casi 2 de esos 3 puntos
nuevoespacistas que votaron a Vázquez
en el balotaje. Es decir que en la historia
posterior a la elección ha sido muy
difícil para el NE, ante el avance su
propio electorado del EP-FA.
EC
- ¿Cómo le iría al NE
si hubiera elecciones hoy?
OAB
- Recordemos que manejamos esto en programas
anteriores, cuando hicimos los informes, y
vimos que daba una intención de voto
expresada del 2%. En el estudio que hicimos
tratando de volcar a los indecisos el porcentaje
se acercaba al 3%, sin alcanzarlo.
EC
- ¿Qué implicaría esto?
OAB
- Que hoy el NE ya tiene un fuerte riesgo de
perder la banca en la Cámara de Senadores
y quedar sólo con dos o tres diputados.
***
EC
- Mencionaste el pasar el cambio de escenario
que implicó la introducción del
balotaje en las últimas elecciones,
el cambio en el sistema político; ¿cómo
afectó al NE?
OAB
- Se esperaban algunos resultados, algunas
apuestas, un poco la teoría de hace
50 años del politólogo francés
Maurice Duverger de que estos sistemas de elección
mayoritaria a dos vueltas ayudan al multipartidismo
y a los partidos chicos.
EC
- No ocurrió tal cosa.
OAB
- La realidad es que no sólo fue el
balotaje. La reforma, que también creó
las elecciones internas, las precandidaturas,
creó esta elección presidencial
que llamamos por eliminatoria, en tres etapas,
presidencializó muchísimo la
competencia electoral, centró toda la
visualización de la opinión pública
en la disputa presidencial. En los partidos
grandes esto ahogó a los grupos chicos,
sobre todo en los partidos tradicionales, y
además ahogó a los partidos chicos.
El NE quedó asfixiado por el nuevo sistema
electoral, lo que se vio además en la
elección municipal que lo llevó
a no tener un solo edil en ninguno de los 19
departamentos. El NE tuvo un impacto no esperado
de la reforma constitucional. En cuanto a la
forma en que se dio el balotaje, el hecho de
que los partidos tradicionales formaran una
especie de coalición electoral apoyando
a Batlle en la definición contra Vázquez,
dejó en Uruguay ya mucho más
consolidada que en el período anterior
la existencia de dos grandes bloques políticos.
Se diría que hay una especie de rebipartidización
del país: por un lado un gran partido,
un partido federativo, con alas muy estructuradas,
con corrientes muy formales, incluso con ideologías
diferentes, que es el EP-FA, y por otro una
coalición de dos partidos tradicionales
que se mueven de lo que claramente aparece
como otro bloque, con fronteras entre uno y
otro bloque. El país pasó del
viejo bipartidismo blanco y colorado a estar
en un proceso de construir esto que podemos
llamar un bibloque.
EC
- ¿Entonces cuál es el dilema
del NE?
OAB
- El NE tiene dos posibilidades: una es formar
parte de uno de los bloques y construir uno
nuevo; y la otra es resistir la polarización,
pararse frente a ella, persistir en un cuarto
espacio, buscar convocatoria de gente que resista
la polarización del país, la
división en dos bloques para tener lo
que sería casi un tercer espacio entre
dos bloques y no un cuarto espacio entre tres
partidos. Esto es lo que está dividiendo
al NE. Por un lado tiene a Rafael Michelini,
fuertemente impulsor de la línea de
intentar la construcción de un nuevo
gran bloque que sea alternativo de los partidos
tradicionales; por el otro Iván Posada,
diputado número dos del NE en 1999,
que largó su propia lista, la 1999,
en las elecciones pasadas, es un fuerte contendor
de esta línea política; también
contiende con esta línea política
el que fue candidato a vicepresidente de la
República y primer diputado del NE,
Pablo Mieres. Por aquí están
básicamente los dos grandes alineamientos.
***
OAB
- Este paso implica dos grandes temas a discutir.
Uno es el tema de lo programático, de
las visiones de país, las soluciones
para el país e incluso de los estilos
políticos que puede haber entre el EP-FA
y el NE. Naturalmente el EP-FA es muy grande,
es un abanico muy extenso dentro del cual puede
haber sectores que por su estilo y sus propuestas
tengan mayor coincidencia con el NE y otros
que estén muy lejanos. Recordemos que
el NE puede ubicarse como un partido que sintoniza
más ortodoxamente con la socialdemocracia
europea que el EP-FA, cuya visión de
país está mucho más distante,
que tiene a su vez una visión mucho
más fuerte del papel del Estado y de
las demandas a realizar al Estado que la que
tiene, por ejemplo, el NE.
EC
- Ese es uno de los temas a profundizar.
OAB
- Da para todo un análisis.
EC
- ¿Y el otro?
OAB
- El otro es el tema de arquitectura política,
qué se puede y cómo se puede
construir. La apuesta que hace Rafael Michelini,
para la que espera tener apoyo el 6 de octubre,
para la que ya se ha anunciado una serie de
apoyos que le darían una holgada mayoría
en la convención y por lo tanto sería
todo el partido oficialmente el que estaría
en esta negociación, es por un lado
apuntar al EP-FA y por otro buscar aliados
en los partidos tradicionales. No parece que
se vean interlocutores de peso en el Partido
Colorado, en el Partido Nacional todos los
intentos informales han sido canalizados hacia
Ramírez, pero las declaraciones de este
último han cerrado bastante las puertas.
Si bien Ramírez por un lado ha dado
señales muy críticas respecto
a su propio partido y a la coalición
de gobierno, ha dado señales bastante
claras en cuanto a que su camino es pelear
dentro de su propio camino.
EC
- ¿Entonces?
OAB
- Lo que queda de este bloque es básicamente
una negociación entre el EP-FA y el
NE.
EC
- Una posibilidad que dentro del propio EP-FA
despierta resistencias.
OAB
- En primer lugar despierta resistencias en
el EP-FA. En segundo lugar el problema es la
dificultad de tamaño. Y por otra parte,
hay algo que parece muy importante: a Michelini
y el NE les es muy difícil concebir
el tema como una incorporación al EP-FA.
Aquí hay un matiz que no es menor: una
cosa es que Michelini o el NE se plieguen al
EP-FA, se adhieran al mismo y sean parte de
una estructura ya existente, y otra es que
sean partícipes de la construcción
de un nuevo bloque político. Esto es
muy importante y depende de la voluntad que
haya en el EP-FA y el NE para dar un paso de
esta naturaleza, que de darse sería
la sustitución del EP por una nueva
formulación política, a la vista
de que el FA es un poco inamovible por las
fuertes adhesiones simbólicas que despierta
en los seguidores y el electorado de esa fuerza
política. Es una negociación
relativamente desigual. Desde el punto de vista
del EP-FA la llave estaría en el interés
que vean Tabaré Vázquez y la
dirigencia de la fuerza política en
valorar al NE como una carta que lo lleve más
hacia el centro político.
EC
- Más allá de lo cuantitativo
estrictamente que a priori se pueda visualizar
en el NE.
OAB
- Lo cuantitativo no es menor, en una elección
que se está definiendo por orejas, en
la que el que saca la oreja más adelante
gana la Presidencia. Nadie desprecia que alguien
le aporte una oreja. Pero además, desde
el punto de vista cualitativo es limar aristas
del EP-FA y posicionarlo más hacia el
centro.
EC
- ¿Por qué? ¿Cómo
es el escenario para el año 2004?
OAB
- El escenario para el año 2004 daría
esto que aparece dicho por mucha gente: el
que para ese año termine ocupando el
centro político es el que tiene más
posibilidades de ganar la elección.
Aquí estaría la clave del éxito
o no de una negociación entre el NE
y el EP-FA.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
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