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El
clima político se enrarece
Análisis político
EN PERSPECTIVA
Viernes 31.08.01, hora 08.50.
EMILIANO COTELO:
El clima político parece entrar en un clima
crecientemente ríspido, y ese es el tema de
la que nos propone conversar ahora el
politólogo Oscar Bottinelli, director de Factum.
OSCAR A. BOTTINELLI:
El clima político está más o menos como el
clima atmosférico. En los últimos días o semanas
se fueron dando hechos que van enrareciendo
el clima político. Uno diría que no sólo el
sistema político sino el sistema de poder en
general, incluyendo todo lo que rodea al Estado
y al sistema político, está dando algunas señales
de despegue en relación a las preocupaciones
de la gente: una especie de internismo, un
debate sobre una serie de temas por un lado,
y por otro va el conjunto de preocupaciones
de la gente (el individuo común, industriales,
comerciantes, productores).
Hay un conjunto de hechos cada uno de los cuales
daría para un examen en profundidad, pero vamos
a hacer una especie de inventario para dar
un panorama global. Por un lado, estuvo la
polémica desatada en torno a los pases en comisión,
que puso al tema como si fuera el más grave
que vivió en ese momento el país.
EC - Una polémica que todavía no se ha agotado.
OAB - No. Segundo, el gobierno que formula
anuncios como el lanzamiento de una política,
anuncios que quedan en el camino, se enredan,
desaparecen: la rebaja del precio de los combustibles,
esta corta vida estelar del Cofis, que todavía
no empezó a funcionar y se anuncia que progresivamente
empieza a eliminarse, el anuncio de la flexibilización
laboral del que no se ha sabido más nada, la
rebaja del IVA básico, el aumento del IVA mínimo
y la eliminación de exoneraciones que, después
de un anuncio como el de una política al estilo
de "ahora las cosas cambian así", recién empieza
una negociación que nadie sabe adónde va ni
en qué termina.
EC - ¿Qué otros ejemplos?
OAB - La relación entre la Justicia y la política.
En los años 1996 y 1998 dedicamos algunos espacios
aquí a ese juego de doble partida donde por
un lado los actores políticos juegan una parte
del partido político en el Poder Judicial,
con derivaciones hacia ese poder en forma permanente,
y por otro lado jueces con intervenciones que
en sentido estricto son políticas (no partidarias
pero sí políticas), que se dieron mucho en
esos años.
Esta situación parece repetirse: colorados
y frenteamplistas se empiezan a enviar temas
a través de la Justicia, o a incitar a la Justicia
a actuar en determinados temas; por otro lado
hay jueces que emiten fallos que tienen importancia
muy fuerte en el devenir político y del Estado,
y por otro lado está lo que pasa en Maldonado,
que parecería una especie de caso extraterrestre;
una jueza inicia una investigación penal por
unas declaraciones públicas que describen un
fenómeno de clientelismo, uno de los fenómenos
más viejos que hay en Uruguay como que la designación
directa de funcionarios corresponde a nueve
de cada 10 funcionarios públicos, incluidos
los jueces que ingresan, todos, por designación
directa.
Como trasfondo está el anuncio del aumento
de la desocupación, de la baja de los ingresos
de los hogares, mientras la industria, el comercio
y el agro siguen dando señales de preocupación,
lo que indica que hay un país con un conjunto
de indicadores que preocupan mucho, y paralelamente
un sistema que está viviendo este internismo
al que hacíamos referencia.
EC - Pasemos entonces a los aspectos políticos.
OAB - En el aspecto estrictamente político
vemos, por un lado, que la competencia dentro
del Partido Nacional, que lo llevó al internismo
durante más de un año, se ha debilitado, ha
bajado en decibeles; no hay los niveles de
enfrentamiento personal que había hasta hace
algunas semanas. En cambio surgen dos niveles
de enrarecimiento del clima.
Uno se viene dando ya desde hace mucho tiempo,
prácticamente desde que se instaló este gobierno:
hay una confrontación con el Foro Batllista
de sus aliados del Partido Colorado, del Partido
Nacional y del Encuentro Progresista - Frente
Amplio, que lleva a una permanente rispidez
del Foro Batllista con los grupos políticos
que lo enfrentan permanentemente. Y hay un
segundo nivel que es una confrontación particular
del Encuentro Progresista con el Foro.
En esta confrontación y en los últimos tiempos
habría que hacer tres niveles o items de lo
que ha ocurrido en los últimos días.
EC - Eso en cuanto a la confrontación Frente
Amplio - Foro Batllista.
OAB - El EP-FA viene en una línea de enfocar
sus baterías fundamentalmente contra las figuras
foristas y contra el propio Julio María Sanguinetti.
Pero dentro de las figuras foristas es notorio
que está eligiendo todo lo que entiende que
está más cercano a Sanguinetti, que puede rodearlo
y afecta a Sanguinetti. Por ahí vienen algunas
explicaciones a cuestionamientos que hubo tiempo
atrás a Opertti con sus convocatorias a comisión
a la Cámara de Senadores, los ataques a Brezzo,
al subsecretario Yavarone (quien es el titular
de la banca cuyo suplente es Julio Luis Sanguinetti),
los ataques a Julio Luis Sanguinetti. En esos
niveles de ataque no aparecen Luis Hierro López
(una figura que en su momento analizamos, que
está actuando con un perfil bastante propio
e independiente), ni el ministro del Interior,
Guillermo Stirling.
Una de las tres áreas es el análisis de los
temas en sí mismos: el robo de municiones en
la Armada, las declaraciones de Nin Novoa,
cosas que llevan a uno a atacar al otro. Una
segunda área tiene que ver con cuál es la razón
de este funcionamiento. Se podría decir que
es de tipo político electoral, o de competencia
política: en principio se observa que tanto
el Foro Batllista como el EP-FA ven al otro
como el más probable enemigo en el 2004. Para
el EP-FA, erosionar a Julio María Sanguinetti
con la finalidad de que llegue muy deteriorado,
y en lo posible que no se presente a las elecciones,
sería una forma de asegurarse un triunfo electoral,
de llegar a una elección casi sin competencia.
Para Sanguinetti, hay como una obsesión en
erosionar a este enemigo, un camino de erosión
que ha tenido éxitos y fracasos. Exitos en
cuanto ha impedido que Tabaré Vázquez ganara
las elecciones en 1994 y en 1999, pero que
no ha significado erosión desde el punto de
vista de las adhesiones y los apoyos populares,
porque Vázquez ha crecido sostenidamente.
Más allá de la explicación que pueda haber
en relación a esto, hay un tercer elemento:
hay una cuestión de piel, una falta total de
empatía, de entendimiento entre Sanguinetti
y Tabaré Vázquez. Si recordamos la primera
administración de Sanguinetti, sin perjuicio
de que el país vivía una situación política
muy peculiar con la salida del régimen de facto,
entre Seregni y Sanguinetti, entre la vieja
dirigencia comunista y Sanguinetti, había un
entendimiento entre Sanguinetti y la 99 (que
tenía mucho peso en el Frente en aquel momento),
un feeling que en parte era recíproco. Hoy
ocurre todo lo contrario: las líneas de entendimiento
que va más allá de lo racional, de lo ideológico,
de lo que tiene que ver con formas de ser parecidas,
se da más entre Jorge Batlle y Tabaré Vázquez.
Entonces, más que los relacionamientos tácticos
y estratégicos, consideramos que ni el más
frío ajedrecista puede con sus filias y sus
fobias, y que la empatía y falta de empatía
juegan mucho a la hora de hacer este tipo de
planteos.
***
EC - ¿Algunas consideraciones más sobre este
clima político que se enrarece?
OAB - No vamos a analizar los hechos puntuales
en sí mismos, pero estamos viendo dos tipos
de cosas.
Por un lado lo que tiene que ver con si las
partes no están pasando los límites de las
reglas de juego. En estas últimas acusaciones
del EP-FA sobre hechos del Ministerio de Defensa,
que afectan entre otros al subsecretario Yavarone,
aparece una serie de nombres sin que haya elementos
de indicio o de prueba. Son acusaciones que
en una interpelación no aparecerían como elementos
probatorios. El ministro de Defensa las derivó
a la Justicia para que ésta intervenga.
Por otro lado, el Foro replica relacionando
unas declaraciones de Nin Novoa, que aunque
pueden ser consideradas imprudentes no tuvieron
demasiado eco, en las cuales hace una defensa
-algunos dicen que una "incitación a las ocupaciones",
por lo menos considera que son una manera lícita
de lucha-, con la ola de ocupaciones que ocurrió,
y crea una especie de causa y consecuencia
entre las declaraciones y sucesos de violencia
como los del liceo 12.
Parecería que esta línea de juego en la que
cada una de las partes empieza a hacer acusaciones
sin que haya hilos conductores muy fuertes
entre un acontecimiento y las conclusiones
supone un muy duro enrarecimiento del clima.
Siempre hay que advertir que cuando se van
enrareciendo los climas se entra en espirales
que llevan a niveles muy altos de los cuales
a veces es difícil salir.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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