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Las
señales más importantes
que dió el congreso del FA
Análisis
del politólogo Oscar A. Bottinelli.
EN PERSPECTIVA
Viernes 28.09.01, Hora 8.40.
EMILIANO COTELO:
El fin de semana pasado se realizó el IV Congreso Ordinario
del Frente Amplio (FA), que aprobó un documento político
que en gran medida recoge las propuestas de Tabaré Vázquez
sobre actualización ideológica. Además eligió
al ex rector de la Universidad de la República, Jorge Brovetto,
como vicepresidente de la coalición de izquierdas.
Este es el tema que nos propone para el análisis de hoy el
politólogo Oscar A. Bottinelli, director de Factum:
las señales más importantes que dio el congreso del
FA.
***
EC - ¿Comenzamos
hablando de Tabaré Vázquez, por ejemplo?
OSCAR A. BOTTINELLI:
Sin duda el congreso tenía mucha importancia en cuanto a
la señal que implicaba sobre la vitalidad del liderazgo de
Tabaré Vázquez en el ámbito que representa.
¿Qué queremos decir con esto? En primer lugar, recordemos
que al analizar el FA hay que hablar siempre de tres escenarios
distintos en que se mueve esta fuerza desde adentro. Uno es el electorado
frenteamplista, esas cerca de 800.000 personas que votaron al FA,
o un poco más de 800.000 que votaron al Encuentro Progresista
(EP). Por otra parte, hay un escenario de 140.000 o 150.000 personas,
un centenar y medio de millares de afiliados, los que votan en las
elecciones internas como las que se hicieron en setiembre de 1997
o las que se realizarán en el próximo otoño.
El tercer escenario es el de los militantes, que no llegan a 10.000
personas y que por su presencia en los comités de base son
quienes participan decididamente en la elección de los delegados
al congreso. El congreso, en esencia, es una representación
de la militancia frenteamplista.
Cada escenario
para Tabaré Vázquez es muy diferente. En el electorado
tiene un liderazgo muy claro. Hoy recoge el 66% de la intención
de voto de la opinión pública en la hipótesis
imaginaria de que hubiera elecciones competitivas dentro del FA.
El liderazgo es indiscutido: recoge él sólo los dos
tercios y el otro tercio se divide entre varias personas, incluyendo
una buena cantidad que no opina. Con relación a los afiliados,
o más bien relacionado a la estructura, Vázquez se
mueve, en general, con comodidad y logra, sobre todo cuando las
cosas se le ponen difíciles, jugar entre que la decisión
pasa por el FA o por el EP, manejar cada vez con mayor comodidad
su liderazgo. El desafío estaba en este congreso.
Hay dos señales
que marcan con fuerza lo que podemos llamar esa revitalización
del liderazgo de Vázquez: la aprobación del documento
y la designación de Jorge Brovetto como vicepresidente. El
documento es un documento negociado, tranzado. Hay sectores que
pueden decir "hemos logrado esto y hemos impedido esto otro",
lo cual es correcto. Pero lo importante es que el grueso del documento,
la flecha hacia donde se encamina, más allá de párrafos
determinados, fue el impulsado por Tabaré Vázquez.
Parece que ésa es la señal significativa y la aprobación
de esas grandes líneas que impulsó. Y esa aprobación
fue hecha en forma abrumadoramente mayoritaria en el congreso.
La segunda señal
tiene que ver con Jorge Brovetto, el anterior rector de la Universidad
de la República, cuya elección vino muy comprometida
porque levantó una muy fuerte resistencia, particularmente
en militantes del Movimiento de Participación Popular (MPP).
Aquí la elección notoriamente necesitó, para
revalidar ese liderazgo de Tabaré Vázquez, la apoyatura
de otro liderazgo interno, que en este caso concreto fue el del
senador José Mujica Cordano.
EC - Recordemos
que el doctor Tabaré Vázquez le pidió al senador
Mujica que argumentara dentro del congreso a favor de la candidatura
de Brovetto.
OAB - Exacto.
Pero tengamos en cuenta que eso no significa que su liderazgo fuese
debilitado. Los liderazgos se ejercen sin intermediación,
con la masa, o a través de intermediarios que otorgan apoyo
y conceden ese liderazgo. En este congreso se dieron las dos cosas,
sobre todo cuando no estamos hablando de la masa votante, de la
masa de opinión pública, sino de un sector de militantes
que en general tienden a ser más críticos, más
independientes que un votante común. La opinión pública
está más lejana de la participación política
cotidiana. Es importante ver lo que implicó el papel de Mujica
que también sale muy fortalecido como un articulador necesario
en la interna del FA. Desde el punto de vista de Tabaré Vázquez
, Mujica sale como un articulador confiable al que se le pueden
pedir y obtener resultados, hacia la revitalización o el
fortalecimiento de su liderazgo por un lado y hacia ese camino,
esa flecha de esta reactualización del FA.
***
EC - Te parecía
importante dedicar un párrafo aparte a la elección
de Brovetto.
OAB - Sí.
Quizás la mayor importancia sea que es la primera vez que
el FA elige un vicepresidente desde su fundación. Al poco
tiempo de ser fundado eligió a Seregni presidente y a Crottogini
vicepresidente. Crotoggini ejerce el cargo duranrte largo tiempo,
todo el período del régimen militar. Luego renuncia
y muere siendo miembro, a título personal, lo que se llama
una personalidad del Plenario Nacional. La vicepresidencia quedó
vacante. Hubo muchos intentos de designar vicepresidente. En un
momento Seregni intentó que los vicepresidentes fueran Tabaré
Vázquez y Danilo Astori conjuntamente, lo que no caminó.
Más adelante, ya con Tabaré Vázquez, hubo distintas
propuestas de nombramiento que tampoco anduvieron. En un momento
hizo una propuesta operativa de designar tres vicepresidentes, propuesta
ésta que tampoco caminó sino que se aceptó
la designación de delegados de la presidencia con fuertes
poderes -Olesker, Macedo y la actual senadora Mónica Xavier-,
pero no fueron vicepresidentes. Es la primera vez que el Frente
Amplio llena el cargo de vicepresidente del grupo político.
EC - Y otra
vez lo hace con alguien venido de la Universidad de la República.
OAB - Esto es
una señal interesante: cómo la Universidad de la República
se está transformando en una catapulta política. Recordemos
la trayectoria del rector anterior a Brovetto, Samuel Lichtensztejn,
que del Rectorado pasó a la candidatura a la Intendencia
Municipal de Montevideo por el Partido por el Gobierno del Pueblo,
Partido Demócrata Cristiano y Unión Cívica,
lo que fue el viejo Nuevo Espacio. Luego se incorporó al
PGP, fue candidato al Senado. No fue electo pero pasa a ocupar el
Ministerio de Educación y Cultura. Y ahora, en un cargo de
designación estrictamente política, ocupa la embajada
en México. Es una trayectoria opuesta a la de Mario Cassinoni,
un hombre muy fuerte en la historia de la Universidad, que siendo
diputado socialista renuncia a la banca para postularse al Decanato
de Medicina y luego pasa a ser rector de la Universidad. Recordemos
también la trayectoria de Crottogini: un antiguo rector de
la Universidad que es cooptado por el FA en su fundación
para proyectarlo como vicepresidente. También la de Hugo
Villar, director del Hospital de Clínicas con gran suceso
en aquel momento a raíz de una serie de hechos, que va a
la Intendencia de Montevideo. Y la de Astori, decano de Ciencias
Económicas que salta a la actividad política. En alguna
medida, si hablamos ya no de la Universidad institucionalmente sino
de figuras de gran prestigio académico y universitario, que
también salta a la actividad política desde lo académico,
podemos citar a Alberto Couriel o, fugazmente -ya que no ha vuelto
a la actividad política- el economista José Manuel
Quijano, que fue candidato a vicepresidente con Batalla, en aquel
viejo Nuevo Espacio.
Hay que inscribir
esto en un fenómeno que en Uruguay ya tiene cuatro décadas:
la búsqueda de figuras políticas desde fuera del sistema.
En determinado momento el sistema político empezó
a buscar recambios en figuras militares -los generales Gestido,
Aguerrondo, Seregni-, en sindicalistas -José D'Elía-,
en empresarios -Jorge Sapelli-. Ahora se ve que la Universidad es
un lugar importante para esto.
Además
hay que ver qué pasa. Aparece aquí, fugazmente -y
hay que ver si después tiene importancia o no-, un dúo:
un presidente del FA, Tabaré Vázquez, y un vicepresidente,
Jorge Brovetto. ¿Qué quiere decir esto? No lo sabemos.
Vamos a ver cómo van ocurriendo los hechos en los próximos
meses, cuál es el papel que cumple Brovetto. Pero sin duda,
con una figura como Tabaré Vázquez, que aparezca un
rector de la Universidad vicepresidente, fortalece mucho toda esa
imagen presidencial. Es una forma de compensar fórmulas,
aunque aquí estemos hablando de fórmulas de conducción
de un grupo político y no de fórmulas electorales
en principio, que se ha usado en Uruguay y en el mundo. De alguna
manera la fórmula Lacalle-Gonzalo Aguirre, entre otros de
los continentes que tuvo- fue llevar a una persona que era vista
como el gran cerebro pensante, académico, más bien
jurista; Brovetto tiene un perfil completamente distinto. Es un
tema no menor la aparición de Jorge Brovetto detrás
de Tabaré Vázquez, aunque como vicepresidente del
FA, y hay que esperar para ver qué quiere decir esto.
***
EC - Vamos a
las conclusiones.
OAB - El FA
acaba de dar un gran paso, mirando en el plano simbólico
-que es muy importante- un gran paso que es el que tradicionalmente
debe dar y da todo partido que viene de la periferia hacia el centro
del sistema político, que da generalmente cuando se siente
a pocos pasos del gobierno. Es el mismo paso dado por el Partido
Socialdemócrata alemán en 1957, por otros partidos
europeos y otros partidos latinoamericanos, tanto de izquierda como
de derecha. Sin este paso se ha demostrado que el gobierno es necesariamente
esquivo. Por eso la importancia de este paso que han dado el FA
y Tabaré Vázquez.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
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