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De la impronta Rama a la incertidumbre
Bonilla
Análisis
del politólogo Oscar A. Bottinelli, director de Factum.
EN PERSPECTIVA
Viernes 02.11.01, Hora 8.45.
EMILIANO COTELO:
A lo largo del último año la Administración
Nacional de la Educación Pública (ANEP) ha sido noticia
frecuente. Ha sido noticia por conflictos dentro de su Consejo Directivo
Central (Codicen), por diferencias entre el Codicen y los consejos
desconcentrados -Primaria, Secundaria y UTU-, y ahora por el rumor,
desmentido, de renuncia de su presidente, el sociólogo Javier
Bonilla.
A propósito de esta situación, el politólogo
Oscar A. Bottinelli, director de Factum, nos propone como análisis
político para hoy: "De la impronta Rama a la incertidumbre
Bonilla".
***
EC - Para introducirnos
en esta realidad, comencemos con el período Rama.
OSCAR A. BOTTINELLI:
El período Rama fue comunicacionalmente muy fuerte. Fue el
período llamado de "la reforma de la enseñanza".
Era presentada en singular, como una gran reforma, y efectivamente
se caracterizó por una comunicación muy fluida, muy
personalizada del presidente de ANEP, el profesor Germán
Rama. Esa comunicación tenía un sentido de difusión
de lo que se hacía, de convocatoria, de hacer una especie
de cruzada en torno a la reforma que estaba realizando. Este período
también se caracterizó por grandes cambios en materia
de educación preescolar, cambios fuertes en la educación
secundaria, en la división de los ciclos en tres y tres,
cambios en los institutos, institutos del primer ciclo liceal e
institutos del ciclo bachillerato y lo que se llamó los liceos
de la reforma. Es decir, toda una serie de instituciones que fueron
implementando un cambio fuerte, con extensión horaria, con
cambios en la forma de dar las materias y de reordenamiento y unificación
de materias.
EC - Una reforma
que tuvo una fuerte oposición.
OAB - Una oposición
muy fuerte por parte de los sindicatos de la enseñanza y
de algunos sectores de izquierda. No fue igual la oposición
dentro de todo el frenteamplismo,: hubo un degradé con figuras
importantes del Frente Amplio, vinculadas a la dirección
de la Vertiente Artiguista y al general Líber Seregni, que
participaron activamente de la reforma de la enseñanza. Sin
embargo, otros sectores estuvieron en una oposición muy fuerte,
muy dura.
EC - Una parte
de esa polémica se debía a la propia personalidad
de Rama, ¿no?
OAB - Hubo dos
enfoques de la oposición: uno es el que surge de los sindicatos
y de la izquierda, que se opone a la reforma en sí y a la
forma de gestión de Rama, y otro que se opone exclusivamente
a Rama. Por ejemplo, hubo conflictos internos a nivel de cuerpos
inspectivos que más allá de discrepancias sobre los
temas de fondo -que las había- había sobre todo un
problema de procedimiento, un problema de choque en la forma en
que Rama se movía que era recibida por los inspectores como
una forma autoritaria, poco participativa, que los relegaba a un
papel ejecutor de órdenes emanadas desde la dirección
general. Pero fuera del ámbito de la oposición normal
que fue generando esta reforma también se vio, a nivel de
opinión pública, a nivel de gente de filiación
blanca, una actitud dual de apoyo a la reforma pero de oposición
a la gestión de Germán Rama. No olvidemos que Rama,
por ejemplo, en aras de la defensa de su gestión, en un momento
embistió contra los productores rurales (por el cobro del
impuesto de primaria), lo que le fue generando rechines y resistencias
fuera del ámbito educativo propiamente dicho.
EC - ¿Cómo
culminó esa gestión Rama en términos de opinión
pública?
OAB - Terminó,
en una descripción a grandes líneas, de esta manera:
la reforma de la enseñanza termina el período con
cuatro de cada 10 personas a favor, tres en contra y tres en actitud
neutra, sea por no opinar o por decir más o menos. Es decir,
cuatro a tres a favor de la reforma. La gestión de Rama termina
exactamente al revés: tres de apoyo, cuatro en contra y tres
neutros, o sea que hay tres personas en contra de la reforma y de
la gestión, tres a favor de la reforma y de la gestión,
tres neutros y uno que está a favor de la reforma pero en
contra de la gestión.
***
EC - Pasemos
al análisis del período vigente, encabezado por Javier
Bonilla.
OAB - La primera
incógnita que surgió después de la elección
presidencial fue qué opción iba a hacer Batlle en
materia de enseñanza en general, lo que se reflejaría
en la persona que iba a elegir. Elige al sociólogo Javier
Bonilla, un profesional que estuvo muchísimos años
fuera del país, que no está vinculado a la estructura
de la enseñanza que comprende ANEP -Primaria, Secundaria
y UTU- y que no se había dedicado a la investigación
de temas educativos y de organización educativa, como en
el caso de Rama. Aquí viene una primera señal: buscar
una persona que esté lo más ajena al sistema posible,
lo que también tiene como lectura ajena a los intereses que
se mueven en torno al sistema.
El segundo dato
tenía que ver con qué discurso realizaría Bonilla
cuando asumiera el cargo, qué pistas daría. Fue muy
importante que la primera pista fue una minimización del
período anterior, habla de que va a continuar las distintas
reformas o las reformas que se han venido impulsando en los últimos
15 años. "La reforma" de Rama queda equiparada
con las distintas reformas, enmiendas, modificaciones, planes que
venían del período Pivel Devoto, Gabito, Rama, como
un período más, lo que implicaba continuidad total
de esto y segunda parte de esto no. Luego apareció claramente
una línea de marcar distancia con lo que había sido
la gestión de una persona muy vinculada al ex presidente
Sanguinetti y al Foro Batllista, como Germán Rama, como se
dio en otros lados -Ministerio de Turismo, Ministerio de Salud Pública-.
Hubo una serie de operadores ligados al presidente de la República
que jugaron rápidamente una línea de cuestionamiento
de la gestión anterior. En este caso fue primero de minimización
y luego de ir cuestionando muchas medidas y actos que se tomaron.
Además, ocurrió que las personas que ocupan cargos
designados de origen nacionalista actuaron en una línea también
muy dura hacia el período anterior, promoviendo investigaciones
y denuncias; ahí saltó el tema del faltante de computadoras
y algunos problemas administrativos que generaron la intervención
de la Auditoría Interna de la Nación y llevaron a
una polémica en términos políticos muy fuerte,
blancos y colorados por un lado y blancos y Foro Batllista, que
se venía dando entre la gente vinculada a la 15 y la gente
vinculada a Sanguinetti.
Por otro lado,
una cosa muy fuerte de este período de Bonilla ha sido la
ausencia de una política comunicacional como venía
del período anterior y la despersonalización de la
gestión. Javier Bonilla, que ha tenido que salir a la palestra
en estos últimos días a raíz de todas estas
versiones y rumores que referíamos anteriormente, ha tenido
un perfil muy bajo en este año y medio de gestión,
en contraposición a Germán Rama que era un actor mediático
permanente.
EC - En cualquier
caso, además, las veces que Bonilla ha aparecido en los medios
de comunicación no se ha caracterizado por afirmaciones tajantes,
por pronunciamientos polémicos.
OAB - No, ha
tenido un perfil poco polémico en la comunicación.
Como contrapartida ha sido una comunicación que se puede
llamar suave en el sentido de que la gente no tiene una idea clara
de adónde va la enseñanza, si sigue aquello, si no
sigue, cuánto sigue, cómo sigue, qué está
bien, qué está mal, cómo se evalúa.
Sin duda hay una gran falta de información como contrapartida
a la fuerte información -que algunos consideraban excesiva-,
que había en el período anterior. Hoy es muy difícil
preguntarle a la opinión pública si está de
acuerdo o en desacuerdo con lo que están haciendo las autoridades
de la enseñanza pública, porque la primera respuesta
que se obtiene es "¿qué está haciendo?".
No es que no está haciendo nada, pero no se sabe qué
está haciendo. Hay una falta de información de la
gente, lo que puede ser una política deliberada de las autoridades
de la enseñanza que, en general, quisieron quitar el nivel
de decibeles que tenía la gestión anterior.
Pero lo que
ha sido ausencia de conflicto hacia afuera se ha transformado, como
contrapartida, en fuertes conflictos hacia adentro. El Codicen,
que funcionó como un cuerpo compacto en el período
anterior, más allá de algunos roces que fueron más
que nada entre el Codicen y los consejos desconcentrados, en este
período está actuando con mucho conflicto interno,
mucho conflicto cruzado. Además ha habido conflictos entre
el Codicen y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC),
que es otro tema, producto de que el MEC ha tenido una actitud más
decidida de participación en los temas de la enseñanza,
que no tuvieron en todo el período anterior ni Lichtensztejn
ni Fau. Cuando hablo de la enseñanza me refiero a la no universitaria,
en la que tanto en el período anterior como en el actual
ha sido muy fuerte la intervención del MEC, particularmente,
en la educación terciaria universitaria de carácter
privado. En la enseñanza general hubo una abstención
en el período anterior y una intervención en el actual.
El tema es que
toda esta situación de conflictos da permanentemente ciertas
señales de incertidumbre sobre el manejo de la enseñanza:
hacia dónde va, cuáles son los planes y sobre todo,
qué estabilidad tiene esta conducción. Más
allá de que haya sido desmentido el rumor, hay un viejo chiste
en Estados Unidos que dice "nadie cree en Washington los rumores
hasta que sale el desmentido oficial", es decir que cuando
hay un desmentido es que el rumor algo tenía de cierto; aquí
hubo el rumor y hubo el desmentido. Por otra parte hubo el expreso
apoyo del presidente de la República. Cuando se da un apoyo
es porque ese apoyo se requiere, no se da un apoyo todos los días
a todos los ministros y funcionarios: se supone que cuentan con
ese apoyo. Cuando se da un apoyo es porque hay una controversia
o un cuestionamiento. Hubo este apoyo y la interpretación
que se puede hacer es que no es una señal de fortaleza sino
de debilidad. El director del Codicen tuvo la necesidad de un apoyo
presidencial para continuar en la gestión. Todo esto está
generando incertidumbre: los conflictos internos del Codicen, la
ausencia de comunicación sobre lo que está haciendo
y hacia dónde va la enseñanza, cuáles son los
planes, en qué queda la reforma, qué se va realizar
y qué continuidad va a tener esta gestión.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición:
Ernesto Kreimerman
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