Encuentro Progresista - Frente
Amplio,
entre la inclusión y la exclusión
Análisis
político del profesor Oscar A. Bottinelli.
EN PERSPECTIVA
Viernes 30.11.01, 08.35.
EMILIANO COTELO:
La relación entre los partidos tradicionales y la izquierda
es ambigua. Hay diálogos y confrontaciones. Unos y otros
reclaman participación de la otra parte y demandan porque
consideran que el otro no le da el lugar que le corresponde o no
asume los compromisos que debería asumir. A propósito
de estas cuestiones el politólogo Oscar Bottinelli, director
de Factum, nos propone como título del análisis de
hoy: El Encuentro Progresista - Frente Amplio, entre la inclusión
y la exclusión.
Comenzamos definiendo
los conceptos de inclusión y exclusión en el caso
del sistema político.
OSCAR A. BOTTINELLI:
En el mundo hay dos tipos de sistema. Esto surge de la práctica,
no necesariamente de los ordenamientos jurídicos. Por un
lado está el modelo de gobierno y oposición excluyentes,
donde el que gana gana, el que pierde pierde, el que gana ejerce
todo el gobierno y el que pierde queda fuera de todo. Es el modelo
de Gran Bretaña, Margareth Thatcher hizo toda una gran reforma
sin contar ni consultar a la oposición.
Hay otro modelo
en el que no hay límites del todo precisos entre gobierno
y oposición y en el que la consulta, la participación
de la oposición es considerada algo necesario o conveniente.
Es el sistema que más o menos ha regido siempre en Uruguay.
Tanto es así que en la segunda mitad de la década
de los 80 una corriente politológica criticaba diciendo que
éste era un sistema sin alicientes desde el punto de vista
político, que aquí nadie gana ni pierde del todo.
Cualquiera de
los dos modelos puede ser bueno o malo. El tema es que en una sociedad
se acepta más un modelo o el otro. En el caso uruguayo es
evidente que, a lo largo de todo el siglo XX, la sociedad apuntó
a un esquema con búsqueda de consensos, de que no haya exclusiones,
de que todo el mundo tenga algún papel en la acción
de gobierno. Se dio a través de lo que se llamó la
coparticipación, la presencia de la minoría en órganos
ejecutivos pluripersonales: el colegiado, el Consejo Nacional de
Gobierno, el Consejo Departamental, los entes autónomos;
en el último medio siglo hubo siempre presencia de la minoría
en los entes autónomos, excepto durante el período
que va desde 1967 hasta la interrupción institucional, en
que los entes estuvieron en manos de la mayoría y luego en
el período actual, que vamos a analizar.
Durante el gobierno
de Lacalle fue frecuente, para los grandes temas como la creación
del Mercosur, la reforma de la seguridad social, reunir las cúpulas
políticas con participación de la totalidad de los
sectores políticos del país. En la segunda presidencia
de Sanguinetti las cúpulas fueron menos frecuentes, pero
las hubo en torno a la reforma constitucional. En la primera administración
de Sanguinetti existió un modelo de concertación y
un funcionamiento muy regular de las cúpulas políticas.
EC - En aquel
período incluso el Frente Amplio tuvo representación
en los entes autónomos.
OAB - Exacto:
hubo una representación de la totalidad del sistema político
en los entes autónomos, estuvieron la Unión Cívica
y el Frente Amplio.
Uno de los ángulos
para abordar el tema es que, desde los partidos tradicionales, existe
un reclamo hacia el Encuentro Progresista - Frente Amplio (EP-FA):
sostienen que le falta sentido negociador, que reclama pero no da,
como que está adentro y afuera al mismo tiempo, y pretende
incidir sin comprometerse. Esta es la formulación, un poco
simplificada, del reclamo que los partidos tradicionales le hacen
al Frente Amplio. Aclaro que cuando hablo del Frente Amplio me refiero
al Frente Amplio, al Encuentro Progresista e incluso de lo que en
un futuro pueda sustituir al Encuentro Progresista por un bloque
un poco más amplio.
EC - Falta ver
lo que ocurre en el período de gobierno actual.
OAB - Vamos
a señalar cómo existe un reclamo de los partidos tradicionales
-que puede analizarse con mucho detenimiento, en qué elementos
se fundamenta-, que a su vez tiene como problema que también
existe una actitud de exclusión del Frente Amplio, por parte
de estos partidos, en áreas en que no es tan nítida
la separación.
EC - ¿Por
ejemplo?
OAB - En primer
lugar la integración de la Corte Electoral y el Tribunal
de Cuentas, estos organismos no son órganos de gobierno sino
de contralor. La Corte Electoral en particular es la cabeza de la
Justicia Electoral y sus miembros son designados por la Asamblea
General, el Tribunal de Cuentas y cinco miembros de la Corte Electoral
son designados por dos tercios de la Asamblea General, los otros
miembros de la Corte Electoral se votan y corresponden dos al lema
más votado y dos al que le sigue en número de votos.
Esta es la composición jurídica; políticamente
venía de larga tradición cuatro para el gobierno,
tres para la principal oposición, y en la Corte Electoral
cinco y cuatro. Con la participación del Frente Amplio en
la actual Corte Electoral hay cuatro colorados, tres blancos y dos
frenteamplistas. A mediados del año pasado se había
acordado que el EP - FA llevaba tres cargos, el Partido Colorado
tres, el Partido Nacional dos y uno el Nuevo Espacio.
Este acuerdo
no se cumplió, quedó en aguas de borrajas. Hace unos
meses hicimos un análisis específico del tema aquí
En Perspectiva. Corría una versión suspicaz, que alarmaba
un poco al Frente Amplio, en cuanto a que la motivación central
era que los partidos tradicionales pretendían mantener seis
votos en la Corte Electoral -tres más dos les daba cinco,
según el acuerdo-, porque con seis votos se puede realizar
anulación total o parcial de elecciones o de resultados de
circuito. Esto alarma al EP - FA y hay un reclamo permanente en
cuanto a integrar la Corte Electoral y el Tribunal de Cuentas, que
por ahora se ve absolutamente paralizado.
EC - Sería
bueno puntualizar que esto sigue indefinido, que no se ha producido
acuerdo alguno, que no ha habido recambio de las autoridades de
la Corte Electoral.
OAB - No ha
habido recambio y el tema en sí está paralizado, tampoco
han continuado las negociaciones. Hay una congelación que
va camino, primero, a que no se renueve la Corte Electoral; y, segundo,
a que esto desemboque en planteos muy fuertes por parte del EP -
FA, que no va a aceptar muy calmadamente llegar a las elecciones
sin ese recambio.
Hay otros temas.
Las reuniones de cúpula no han aparecido, hubo un funcionamiento
Batlle-Vázquez como una excepción a todo esto, el
período de luna de miel del año pasado, pero ha habido
temas importantes-el contrabando, la aftosa, los atentados a las
torres gemelas y los hechos posteriores, la crisis ya un poco larga
que está viviendo el Mercosur- para cuyo tratamiento no se
han reiterado las reuniones de cúpula política. Además
en aquellas frecuentes reuniones entre Batlle y Vázquez el
EP - FA y su presidente han reclamado que no fueron atendidos.
También
está el tema, simbólico, de los viajes al exterior.
Durante el primer gobierno de Sanguinetti, en las delegaciones presidenciales
participaban todas las fuerzas políticas. Esto desapareció
con Lacalle, durante el segundo gobierno de Sanguinetti y se mantiene
con el gobierno de Batlle: las delegaciones oficiales no salen con
representación de todo el sistema político, lo que
también implica una forma de exclusión dentro de este
modelo. Obviamente, en otros países tampoco viaja la oposición,
pero en un modelo de reclamo de inclusión del Frente Amplio
hacia el sistema político éste es un detalle de exclusión.
EC - En definitiva
la única excepción a esta política de exclusión
es la Comisión para la Paz.
OAB - Sí,
la excepción es la Comisión para la Paz; también
lo fueron aquellos diálogos Batlle - Vázquez. La excepción
de la Comisión para la Paz es peculiarísima, porque
en última instancia no es una comisión que tenga que
ver con ámbitos de gobierno sino un ámbito de resolución
de un problema que sólo se puede dar si hay distintas partes
políticas involucradas. Más que una inclusión
del sistema político es una inclusión de una de las
partes, sin cuya aquiescencia es imposible que el tema funcione,
tiene todo otro sentido.
Nos queda pendiente
el análisis de un tema mucho más complicado: la presidencia
de la Cámara de Senadores cuando el vicepresidente de la
República no está.
Constitucionalmente,
esa presidencia corresponde al primer senador de la lista más
votada del lema más votado, es decir Reinaldo Gargano, quien
la ejerció entre el 15 y el 28 de febrero de 2000, quien
incluso le dio posesión del cargo a Batlle, pero luego no
ha vuelto a ser convocado. En su lugar se convoca al primer titular
de la lista más votada del Partido Colorado, en una interpretación
muy peculiar de la Constitución de la República, que
sin duda también genera una forma de exclusión e irritación
hacia EP - FA.
EC - ¿Cuál
es tu conclusión final?
OAB - La conclusión
es que Uruguay puede optar por un sistema de gobierno y oposición
tajante, como el británico, o continuar con el viejo modelo
de búsqueda de la consensualidad. Pero parece claro que todas
las partes deben ser coherentes en un camino y en el otro. Si alguien
reclama que nadie se excluya, ese alguien no debe excluir a nadie,
ni más tarde quejarse porque ese otro lo excluya. Y si alguien
reclama estar incluido, debe incluirse con todos los compromisos
que ello supone, y no excluir a nadie, ahora en los ámbitos
que tenga ni más adelante, si tiene ámbitos mayores.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Versión sin corregir
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