La Batalla de Punta del Este
Análisis
de Oscar Bottinelli, director de Factum.
EN PERSPECTIVA
Viernes 18.01.02, 08.40.
JULIO VILLEGAS:
Uno de los temas centrales de los últimos dos días
ha sido la decisión del Pit-Cnt de realizar una marcha sobre
Punta del Este, y la resolución gubernamental de limitarla.
A propósito de esto, el politólogo Oscar Bottinelli,
director de Factum, nos propone como tema de análisis político
para hoy: "La Batalla de Punta del Este"
OSCAR A. BOTINELLI:
La Batalla de Punta del Este, también llamada Batalla del
Río de la Plata, enfrentó hace 41 años, en
diciembre de 1939, a tres navíos de Su Majestad Británica
(Ajax, Achilles y Exeter) con el acorazado alemán Almirad
Graf von Spee; empezó frente a la península y terminó
con el hundimiento del Graf von Spee a las puertas de la Bahía
de Montevideo. Fue la primera batalla naval de la Segunda Guerra
Mundial y la última batalla exclusivamente naval de la historia
(las demás fueron aeronavales).
Esta otra Batalla
de Punta del Este, objeto del análisis de hoy, no tiene naves
ni cañones, pero es el producto de acciones y reacciones,
de hechos y contra hechos, que a partir de un episodio aparentemente
menor desemboca en un crudo enfrentamiento político.
JV - ¿Qué
puntas encontraste para el análisis?
OAB - El análisis
político puede hacerse en relación a los acontecimientos
en sí mismos, o ir más a fondo y tratar de desentrañar
el significado profundo de los hechos. Y para ello un punto de partida
indispensable es tratar de buscar para explicar lo que cada parte
hace, a partir de la estructura de valores, de la forma de pensar
de cada una de las partes.
La primera pregunta
que surge es cuál es el sentido de una marcha de protesta
sobre Punta del Este, una de las cosas que más sorprendió.
Sobre todo porque no son quienes trabajan en Punta del Este los
que realizan allí una protesta, sino que quienes trabajan
en Montevideo van a exhibir su protesta a Punta del Este, en plena
temporada turística, y además en una de las peores
temporadas que se recuerde.
Una segunda
pregunta es cuál es la relación entre esta protesta
y la industria turística. Si se recoge, clasifica y analiza
las declaraciones de las últimas 48 horas por parte de dirigentes
sindicales y de políticos frenteamplistas, se extraen dos
grandes líneas interpretativas.
Una surge de
esta frase: "La prohibición de la marcha satisface a
los que no quieren que los trabajadores molesten a quienes veranean
en Punta". Y en el contexto de otras frases se puede extraer
una idea básica: que en Punta del Este están veraneando
quienes tienen el poder de decidir el cambio de política
económica, que a su vez son unos pocos. La marcha, entonces,
va a golpear a sus casas, a conmover la intimidad de quienes tienen
el poder político o económico y por tanto la llave
para mantener o cambiar esta política económica. En
esta línea de pensamiento, el turismo o no existe o no es
importante, o es secundario a los efectos del fin buscado.
La segunda línea
interpretativa toma en cuenta a la industria turística y
ve la marcha como una forma de afectar a esa industria. En otras
palabras, así como en un conflicto de los trabajadores de
la carne son afectados los intereses de la industria frigorífica,
ahora el conjunto del movimiento sindical afecta los intereses de
la industria turística, a la que se ve lo suficientemente
poderosa como para presionar al gobierno a que haga cambios, a fin
de no ser perjudicada. O, como un matiz del razonamiento, se considera
que defender a la industria turística es un problema del
gobierno y del interés particular de los gobernantes como
para que éstos atiendan los reclamos.
En general,
esta visión tiende a ver al turismo como manejado por unas
pocas empresas o por un oligopolio de unos pocos grandes inversores.
JV - ¿Qué
destacas de ambas líneas de razonamiento?
OAB - Lo común
a ambas posiciones es:
a) Una actitud
minimizatoria del valor del turismo en su impacto sobre la economía
del país y sobre el empleo; o considerar que no afecta al
turismo la imagen de una movilización de protesta en medio
del balneario.
b) No considerar
si la acción sindical puede o no afectar a los trabajadores
de Maldonado, que en general son personas que tienen un muy bajo
nivel de sindicalización y de acción colectiva: no
existe una voz clara y altamente representativa de los trabajadores
de Maldonado.
Además,
este tema se relaciona con otro. La izquierda en general, tanto
la izquierda política como la sindical, exhiben una fuerte
tendencia a privilegiar como fuentes legítimas de actividad
económica y de empleo a la industria propiamente dicha, a
"la industria con chimeneas" para usar un término
antiguo, así como a las actividades primarias como el agro
o la pesca. Hay una gran desconfianza respecto a los servicios,
que se ha manifestado en múltiples manifiestos de rechazo
a "transformar el Uruguay en un país de servicios";
y dentro de los servicios una visión particularmente negativa
del turismo. A tal punto, que el candidato frenteamplista a la Intendencia
Municipal de Maldonado tuvo, hasta bastante avanzada la última
campaña electoral, un discurso contrario al turismo (luego,
obviamente, lo cambió). Y esta actitud de la izquierda se
da pese al formidable esfuerzo que dentro del Encuentro Progresista
y del Frente Amplio realizan militantes vinculadas a la actividad
turística para que la izquierda asuma la importancia que
esa actividad tiene para la economía del país y para
la generación de puestos de trabajo.
Pero hay en
definitiva una visión que, si no aparece tan clara en los
discursos, sí está en el subconsciente de sectores
de la izquierda.
JV - Una batalla
necesita de dos.
OAB - Efectivamente,
esta Batalla de Punta del Este del Siglo XXI, como toda batalla,
tiene otro actor. En este caso es el gobierno, el presidente de
la República y el ministro del Interior.
La prohibición
o limitación del recorrido de la marcha es un tema harto
controversial. Hay una posición que privilegia el orden,
y en tanto privilegia el orden legitima la medida gubernamental,
y otra posición que privilegia la libertad y en consecuencia
considera que no es legítima o conveniente la actitud del
gobierno. Cada una tiene sus fundamentos, su respectivo asidero
jurídico, y las diferencias son más que nada distinciones
ideológicas, y no hay posible acuerdo porque son desacuerdos
ideológicos, cada uno de los cuales basado en un fundamento
jurídico razonable.
Pero, desde
el punto de vista político, se observa que:
a) El gobierno
no contó en su ayuda con una acción clara, decidida
e inteligente de los operadores turísticos, quienes se limitaron
a múltiples declaraciones, algunas de ellas de tono muy duro,
muy subido, pero que demostraron escasa o nula capacidad de operar
(operar con otras cámaras empresarias, con el propio Pit-Cnt...
crear toda una acción que no va a la guerra por los medios
de comunicación). En eso, el gobierno quedó un poco
solo.
b) Y el gobierno
se demoró mucho en diseñar una estrategia, y cuando
lo hizo sus pasos fueron contradictorios. Hubo una conversación
con el Pit-Cnt en la que no apareció la idea de limitar la
marcha; a los pocos minutos de ese diálogo aparece la decisión
de limitarla; poco después siguen negociaciones y diálogo
en que el gobierno exhibió imágenes contradictorias,
en parte de dureza, en parte de búsqueda de conciliación.
JV - ¿Qué
resulta de todo esto?
OAB - La percepción
que tenemos es que las vacilaciones del gobierno han ayudado al
Pit-Cnt.
Pero la marcha
a Punta del Este puede tener un resultado sindical y otro político,
que no necesariamente son el mismo. Como uno de los objetivos de
toda movilización sindical es la creación de hechos
propagandísticos, "poner el tema encima de la mesa",
el Pit-Cnt ya ganó: mantuvo los titulares durante tres días
y los volverá a tener en las proximidades de la marcha. Y
ese éxito va más allá del resultado de las
convocatorias efectuadas para ayer, que tuvo eco en muchos barrios
pero en otras zonas de Montevideo pasó prácticamente
desapercibido. Pero el Pit-Cnt arriesga perder lo ganado si no comprende
que efectivamente ganó mucho en estas horas y si cree que
el resultado está realmente en poder marchar sobre la avenida
Gorlero. Porque si la marcha deviene en violencia, o aun sin violencia
provoca fuertes molestias a los turistas, entonces habrá
desperdiciado lo ganado hasta ahora, y hasta cosechar una derrota
luego de estar en una situación ganadora en este momento.
JV - ¿Y
cuál sería la lectura política?
OAB - Desde
el punto de vista político los resultados se miden a más
largo plazo y pueden ser diferentes. Porque el resultado estará
en qué mensaje resulte hacia la gente que vive del turismo,
hacia Maldonado en general. La imagen resultante podría afectar
al Encuentro Progresista - Frente Amplio, al que se identificado
con esta movilización. Así, entonces, la marcha a
Punta del Este podría servirle al Pit-Cnt y no al Frente
Amplio. Por ahora, este es el resultado más probable (por
supuesto dependiendo de lo que ocurra el mismo 24 de enero).
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón
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