Antel, entre la rendición
y el repliegue
Análisis político del director de Fáctum,
Oscar A. Botinelli.
EN PERSPECTIVA
Viernes 15.03.02, 08.40.
EMILIANO COTELO:
El gobierno ha confirmado en estas últimas horas su iniciativa
para derogar los artículos 612 y 613 de la ley de presupuesto
relacionados con Antel y Ancel y, al mismo tiempo, mantener la iniciativa
de desmonopolización de las llamadas internacionales. Por
otro lado, en el caso de Ancap, no se iría a la derogación
de la ley que permite la asociación de la empresa estatal
con una petrolera extranjera, pero sí se agregaría
una disposición legal que abriría la importación
de combustibles refinados a partir del año 2004.
Sobre estos temas el politólogo Oscar A. Bottinelli, director
de Factum, nos propone: "Antel, entre la rendición y
el repliegue".
OSCAR A. BOTTINELLI:
El tema surgió cuando se presentaron las casi 700 mil firmas
y se vio que las mismas existían, que eran reales, más
allá de que no comenzó la verificación una
por una. Se viene de una sucesión muy grande de fracasos
en materia de intento de convocatorias a referendos y plebiscitos.
Por ejemplo, los dos intentos respecto de la ley que crea el marco
regulatorio del sistema energético, lo que tiene que ver
con el artículo 28 de la ley de inversiones sobre prescripción
y caducidad de los plazos laborales, el hecho de no haber alcanzado
las firmas para una reforma constitucional -poco más de 200
mil, casi la tercera parte- con el fin de derogar el sistema de
Afap y, recientemente, el fracaso (que estuvo muy cerca del éxito,
porque concurrió cerca de medio millón de personas)
en relación a un conjunto de disposiciones de la ley de urgencia
número uno. Eso encendió un poco el alerta, en el
sentido de que se trataba de disposiciones muy dispersas, muy confusas,
con una concurrencia en verano, en un día tórrido,
con una campaña de comunicación bastante mala, pero
sin embargo se arrimó mucha gente.
¿Por qué ahora hay capacidad de bloquear la ley,
cuando no la hubo antes? Primero, porque se eligió un camino
muy largo, que tuvo éxito, y segundo, porque las encuestas
de opinión y el feeling de los dirigentes poíticos,
que naturalmente coincide -las encuestas no hacen otra cosa que
medir y traducir a números un estado de opinión-,
adelantaban que la opinión pública está en
contra de las normas que refieren a Antel y Ancel.
Una vez presentadas las 700 mil firmas había una imposibilidad
política para que la Corte Electoral no convocase a referendo.
(Con esto no entro al análisis del tema de fondo, si tienen
razón quienes consideran que el referendo no es constitucional,
o si la tienen quienes dicen que lo es.) Desde el punto de vista
político, la opinión pública no ve a la Corte
Electoral en un pronunciamiento jurídico con la independencia
con que ve a la Suprema Corte de Justicia. Guste o no, esta es una
realidad. Por lo tanto, no había un juego poítico
que permitiera decir "no hay referendo porque es inconstitucional,
se pronunció la Corte".
Hace ya varios días, o varias semanas, en que había
rumores en cuanto a qué se hacía con este tema. Hubo
una sucesión de contactos el martes y el miércoles,
hasta el anuncio presidencial de ayer. Un anuncio que en las palabras
y los gestos está traduciendo un gobierno a la defensiva,
que se siente golpeado. No fue una decisión hecha con firmeza
y tranquilidad.
Sobre todo, es un poco sorprendente que se diga que se puede derogar
estos artículos porque no servían para nada. Esto
deja una interrogante: ¿para qué se dicta una ley,
no se acepta derogarla durante el período de negociación
que hubo entre gobierno y oposición, y luego se considera
inútil la existencia de esos artículos? Quizás
ésta sea una de las mayores señales de contradicción
que se da en el anuncio.
EC - Repasemos cómo fue el proceso de recolección
de firmas.
OAB - Fue un proceso extremadamente difícil. Recordemos
que orilló permanentemente la derrota porque se optó
por la llamada "vía larga", el camino lento de
recoger firmas, en lugar de la convocatoria a un prerreferendo,
que hubiera sido en torno al mes de setiembre, que auguraba mucho
éxito por el estado de opìnión pública
en general en relación al país y en relación
a Antel y Ancel.
Se optó por el camino lento porque unos querían jugar
este largo baño de movilización y bloqueo, y otros
porque creían que así se abría espacio a la
negociación. Negociación que realmente existió,
pero fracasó cuando se creyó que el nivel de recolección
de firmas iba camino al fracaso. Igualmente se llega a fin de año
con 480 mil firmas, muy lejos de lo necesario. La idea de que en
el verano y en menos de dos meses se iba a conseguir la mitad de
todo lo que se consiguió en los 10 meses anteriores, durante
el año normal de actividad del país, parecía
impensable. Hubo un fenomenal empuje en enero, y es notorio que
ese empuje coincide en gran medida con el anuncio del fin de la
estabilidad, de la devaluación, del rebrote inflacionario,
de la crisis argentina, de la crisis de la temporada turística.
Hay, sin duda, un empuje de la gente que está marcando una
profunda insatisfacción con el gobierno, entendido en sentido
amplio, o con los gobiernos.
EC - ¿Estamos ante una victoria de la oposición?
OAB - Esto es muy claro. Analíticamente es innegable que
si hay alguien que inicia un camino contestatario, llega a mitad
de camino y el otro contendor se retira, es porque ganó el
que inició la contestación y además hizo efectiva
esa capacidad de bloqueo.
EC - Capacidad de bloqueo que tiene distintas interpretaciones,
además.
OAB - En principio tiene dos interpretaciones. Para la visión
oficialista, bloquea la posibilidad de inversiones en el país.
Para la oposición bloquea el modelo privatizador, el llamado
modelo neoliberal. Hay que ver hasta dónde la capacidad de
bloqueo es en todas las rendijas que puede buscar el gobierno para
tratar de desbloquear la situación. Vale decir, por ejemplo,
entender que no existía un monopolio para las llamadas internacionales,
que no era un tema de Antel sino del Ministerio de Defensa, y que
por lo tanto siguen válidas -como lo anunció el presidente
Batlle- las concesinoes y por lo tanto no va a quedar afectado el
tema. Reducir toda la disucsión nada más que a la
creación de Ancel SA y la participación de capital
privado.
***
EC - En realidad estamos hablando de dos referendos, uno en marcha
y el otro empezando a gestarse.
OAB - El otro es el de Ancap, sobre el cual hay muchas señales
confusas.
Por un lado se está hablando de la búsqueda de derogar
la ley. El gobierno ayer hizo anuncios no del todo claros, hasta
que al final se resumió en un anuncio sobre liberar las importaciuones
a partir de 2004. Aparentemente el gobierno desiste de ir por el
camino de la asociación estratégica de Ancap y se
decide por otro mucho más fuerte, liberar las importaciones.
Aquí viene todo el camino llamado técnico o económico;
nos interesa el político. Si la ley no se deroga, la recolección
de firmas es válida y mientras exista esa recolección
de firmas y el gobierno no logre desactivarla, entendiendo que el
tema ya no está planteado, no queda fuera la posibilidad
de un referendo. Desde el punto de vista político, lo importante
es que si hay un referendo, independientemente del tema en sí
mismo, va a ser un referendo sobre la polìtica global de
este gobierno o de los últimos gobiernos, y va a ser una
especie de balotaje adelantado.
El gobierno no ha evitado del todo lo que quiso evitar; posiblemente
haya logrado simplemente postergarlo, quizás con la intención
de ir desactivándolo de a poco.
EC - O con la expectativa de que el resultado sea efectivamente
distinto, que el estado de la opinión pùblica no sea
el mismo con relación a Ancap que con relación a Antel.
OAB - Porque es un tema completamente distinto. Tan diferente,
que en la redacción de la ley de Ancap participaron, aunque
no la hayan votado, tres senadores de primera línea del Frente
Amplio como Danilo Astori, Enrique Rubio y Alberto Couriel, y en
el Frente Amplio hubo posiciones diferentes.
El tema es que el anuncio de que viene un proyecto para liberar
la importación de combustibles en el año 2004, no
da en el camino de querer dividir a la izquierda, a la oposición,
y dar argumentos a la población para que deslinde el tema
gobierno del tema Ancap o el tema Antel del tema Ancap, porque agrega
un nuevo elemento de irritación desde la óptica opositora,
como para fortalecer la campaña de recolección de
firmas y la campaña referendaria contra Ancap.
Desde este punto de vista, el gobierno da una señal muy
confusa, también a partir de una señal de rendición
o de repliegue, en la medida en que anuncia que de alguna manera
el camino que venía transitando Ancap se desactiva y va a
buscar otro que también es esencialmente controversial.
En este momento lo importante es que da una sensación de
temor a una confrontación electoral. Esto es lo que está
planteando, dentro de la coalición de gobierno, muy serias
dudas sobre la conveniencia del camino elegido, que no fue adoptado
por la unanimidad de la coalición ni en reuniones de toda
la coalición. Sin duda, desde el punto de vista estrictamente
político hoy hay una baza, un tanto ganado por la oposición
en la confrontación hacia el año 2004.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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