25.10.2001





Los gobiernos latinoamericanos y el combate a la pobreza en los años 90¿Cómo se comportó el "gasto social"?

Análisis económico

EN PERSPECTIVA
Jueves 25.10.01, 08.30.


EMILIANO COTELO:
Semanas atrás la Comisión Económica para América latina y el Caribe, la Cepal, divulgó su informe Panorama Social de América latina. El informe marcó un descenso de los porcentajes de pobreza e América latina durante la década del 90. Aquí, En Perspectiva, estuvimos analizando esas cifras tanto para el continente en su conjunto como para el caso específico de nuestro país.

La propuesta para el análisis económico de hoy es continuar con este tema desde otro ángulo. En concreto, desde la perspectiva de los esfuerzos que han realizado los gobiernos de nuestro continente en el combate a la pobreza. Para eso nos vamos a concentrar en la evolución del gasto social en América latina, según cifras del mismo informe.

Estamos en diálogo con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte y Touche. Simplemente para situar a las oyentes, recordemos cómo se comportó la pobreza en el conjunto de América latina en los años 90.

PABLO ROSSELLI:
Si consideramos el porcentaje de personas en situación de pobreza, se observó a lo largo de la década de los 90, una disminución de la pobreza: en 1990 un 48% de la población latinoamericana se encontraba en situación de pobreza y ese porcentaje cayó a 44% en el 99. Sin embargo, como la población crece, eso no impidió que en términos absolutos se produjera una suba del número de personas pobres. El número de personas en situación de pobreza pasó de 200 millones en 1990 a 211 millones en 1999.

De todos modos, si bien es cierto que en términos absolutos el número de personas en situación de pobreza aumentó, se hace una evaluación favorable porque se redujo el porcentaje de personas en situación de pobreza. Esto se debe a que la población pobre creció bastante menos que el conjunto de la población.

EC - Con esas cifras, la pregunta evidente apunta a buscar explicaciones para esa reducción de la pobreza. ¿Qué esfuerzos hicieron los gobiernos y cuánto contribuyó el desempeño macroeconómico general?

PR - La pregunta es muy pertinente pero no tenemos una respuesta muy precisa. Es evidente que el contexto macroeconómico es fundamental. En los años 80 la economía latinoamericana registró un crecimiento promedio anual casi nulo, con un episodio de fuerte crisis al comienzo, la crisis de la deuda externa, y una recuperación lenta después. El balance de esa década fue muy malo. La pobreza aumentó fuertemente: en 1980 la pobreza alcanzaba a un 40% de la población y diez años más tarde afectaba, como decía recién, a 48%. En los 90 hubo una mejora pero no fue suficiente para volver a los porcentajes de 1980. Y para que quede más claro aún, los avances en los años 90 se produjeron sobre todo en la primera mitad de la década. Después la economía del continente sufrió los efectos de varios shocks negativos (el "tequila", la crisis asiática, la crisis rusa) y los avances en la reducción de la pobreza fueron menores. Entonces, el contexto macroeconómico importa mucho, pero no podemos cuantificar con precisión su contribución.

De todas maneras, el informe sí aporta un buen estudio del llamado gasto social. El gasto social no debe confundirse con los programas de reducción de la pobreza. porque el gasto social es más amplio, pero de todos modos da una idea de los esfuerzos que los gobiernos realizan para corregir resultados indeseables del funcionamiento de la economía.

EC - ¿Y cómo se comportó el gasto social en América latina durante los años 90?

PR - Medido por habitante, el gasto social (que en la definición de Cepal incluye el gasto público en educación, salud, nutrición, seguridad y asistencia social, vivienda, agua y saneamiento)creció 50% en términos reales. Comparando el bienio 1990-1991 con el bienio 1998-1999. En términos del PBI, pasó de 10,4% a 13,1%. Quiere decir que los países fueron dedicando una mayor fracción de sus ingresos al área social durante la década.

EC - ¿Cómo se financió ese gasto social? Con mucha frecuencia escuchamos hablar de las restricciones de la política fiscal, de la necesidad de cuidar los equilibrios macroeconómicos, etcétera.

PR - El informe de la Cepal presenta algunos cálculos. Sin dudas, el crecimiento de la economía genera mayores ingresos tributarios en términos reales y permite incrementar el gasto público social sin hacer ninguna reasignación de prioridades. Este factor explica un 40% del incremento en términos reales del gasto social durante toda la década. Por otra parte, se observó un aumento de la presión fiscal: creció el gasto público en relación al PBI y eso también permite aumentar el gasto social sin reasignar el gasto. Este factor tuvo una incidencia de 20% en el incremento total. Y, finalmente, hubo una reasignación importante del gasto público priorizando el área social, y eso explica el 40% restante de la suba del gasto social.

EC - Para terminar: ¿el informe de Cepal estima el impacto que tuvo ese mayor gasto social?

PR - Sí, presenta estimaciones del efecto del gasto social en la distribución del ingreso. De alguna manera, constituye un indicador de la eficacia del gasto social, porque se supone que ese gasto procura, como decía, corregir situaciones de inequidad que deja el funcionamiento de la economía.

Las cifras de Cepal muestran que en general el gasto social tiene un impacto progresivo importante en la distribución del ingreso, corrige inequidades. Considerando el promedio de ocho países para los cuales se tiene suficiente información, el impacto del gasto social en el 20% más pobre de la población alcanza a una cifra equivalente al 75% del ingreso del hogar. Para que se interprete bien, si en esos hogares más pobres el ingreso es 100, la suma de gastos sociales que se destinan a apoyar al hogar a través de transferencias directas y de diversos servicios como la educación y la salud alcanza a 75. Quiere decir que el bienestar de ese hogar se incrementa sustancialmente como consecuencia del gasto social. En cambio, el gasto social representa menos del 10% del ingreso del 20% de hogares más ricos.

En síntesis, el gasto social tiene un importante efecto redistributivo en América latina, aunque se advierte diferencias muy significativas de un país a otro. Y esas diferencias se asocian a un hecho clave que es la composición del gasto social. No todos tienen el mismo impacto: los gastos en educación primaria y secundaria y en salud y nutrición son fuertemente redistributivos; en cambio, los gastos en seguridad social y en educación terciaria son menos eficaces en términos del objetivo de redistribución progresiva del ingreso.

EC - Se me ocurre que esto que acabas de decir es de particular importancia para nuestro país, que tiene un presupuesto elevado en seguridad social. Te propongo que en una próxima oportunidad abordemos esta temática desde la perspectiva uruguaya.

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Transcripción: TDyT
Edición: Jorge García Ramó








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