¿A qué responde el descenso del tipo de cambio en
Brasil? ¿Cuáles son las perspectivas para el próximo
año?
Análisis económico
EN PERSPECTIVA
Martes 18.12.01, 08:40.
EMILIANO COTELO:
Como ustedes saben, 2001 fue un mal año para nuestro país
en términos económicos. A las consecuencias de la
aftosa se sumó un fuerte deterioro de la situación
regional, fundamentalmente en Argentina (a la cual le hemos dedicado
una buena parte de nuestro tiempo aquí En Perspectiva), pero
también en Brasil.
Justamente,
en el análisis económico de hoy nos importa examinar
el desempeño reciente de la economía brasileña.
Porque en las últimas semanas se produjo un descenso importante
del tipo de cambio, que abre perspectivas un poco más favorables
para Uruguay.
Estamos en diálogo
con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Tea Deloitte
& Touche. Comencemos con un repaso breve del comportamiento
del dólar en Brasil.
PABLO ROSSELLI:
Tú adelantabas que el dólar registró un descenso
apreciable en Brasil durante las últimas semanas. Recordemos
que al cierre de 2000 el tipo de cambio se había situado
en torno de 1,95 reales por dólar. Ello suponía una
devaluación acumulada de 60% desde el quiebre del Plan Real,
frente a una inflación también acumulada de solamente
15%. Lógicamente, con esos números nuestro país
había sufrido un duro golpe en términos de competitividad
frente a Brasil entre 1999 y 2000. Y, francamente para sorpresa
de todos, la historia de 2001 fue todavía más negativa
porque el dólar registró una tendencia prácticamente
ininterrumpida de subas, llegando a cotizar a fines de setiembre
a 2,80 reales.
En ese contexto,
las exportaciones uruguayas a Brasil cayeron fuertemente en el transcurso
de 2001 (14% según cifras a setiembre).
EC - Pero en
los últimos meses la tendencia del dólar en Brasil
se revirtió. Luego de esos máximos de setiembre, el
dólar comenzó a bajar y actualmente se sitúa
en 2,35 reales.
PR - Es así.
Hubo entonces un descenso muy importante, de 15%.
Sin dudas, se
trata de algo positivo, que está permitiendo una recuperación
de algunas exportaciones en los últimos dos meses, pero hay
que ser claros en esto: aún con los valores actuales del
tipo de cambio en Brasil, se produjo este año una desvalorización
importante de la moneda, de 20%, que más que duplica el crecimiento
de los precios internos en Brasil. Por eso, la conclusión
en términos de precios relativos es bien clara: los precios
relativos son muy desfavorables para las empresas uruguayas que
exportan a Brasil o que compiten en nuestro mercado interno con
productos brasileños.
EC - Queda clara
la conclusión. De todas maneras, no deja de sorprender este
comportamiento tan volátil del dólar en Brasil. ¿Cómo
se explica esa suba tan fuerte y ese retroceso parcial que se dio
en los últimos dos meses?
PR - Yo decía
recién que fue sorprendente, pero con las cartas vistas se
puede ver las explicaciones. Fueron varios los factores que en el
transcurso del año propiciaron la desvalorización
del real. En primer lugar, la crisis energética generó
un enlentecimiento de la economía, al punto que el nivel
de actividad se encuentra prácticamente estancado desde mediados
de año. Además, la crisis argentina generó
temores fuertes de que Brasil siguiera un camino similar. Temores
que al menos en parte también encontraban sustento en la
situación fiscal muy frágil de Brasil. El déficit
fiscal supera de manera sistemática los cuatro puntos del
PBI desde el año 1994 o 95. Y en ese marco, también
se produjo un descenso de la inversión extranjera en Brasil.
De todos modos,
en las últimas semanas, se ha producido una mejora apreciable
en el clima de expectativas. Se empezó a levantar parcialmente
las restricciones al consumo de energía, el saldo comercial
mostró mejoras importantes y se prevé que cierre el
año con un superávit de U$S 2.000 millones, frente
a expectativas a inicios del año de un déficit de
2.000 millones. Y finalmente, desde setiembre a la fecha, las tasas
de interés en Estados Unidos bajaron en dos puntos porcentuales,
lo cual contribuyó a la recuperación del real porque
el Banco Central de Brasil no acompañó los recortes
de la Fed, sino que mantuvo su principal tasa de interés,
la Selic, en 19% anual.
EC - A partir
de esta caída del dólar en Brasil, ¿cómo
ven las perspectivas de exportación de nuestro país
para el año próximo?
PR - En relación
a hace unos meses, las perspectivas comerciales de nuestro país
en Brasil han mejorado un poco. Como decía hace unos minutos,
las exportaciones estaban cayendo 15% hasta setiembre pero estarían
mostrando algunas señales de recuperación desde entonces.
De todas maneras,
hay un par de consideraciones que nos obligan a ser cautelosos.
No estamos previendo una recuperación importante de las exportaciones
a Brasil el año que viene. Por lo menos, no parece prudente
montar las estrategias de las empresas sobre un supuesto de recuperación
sostenida de las exportaciones a Brasil el año próximo.
EC - ¿Cuáles
son esas consideraciones que les llevan a ser, por lo menos, cautelosos
en relación a Brasil?
PR - Aclaremos
que es muy difícil hacer proyecciones sobre el tipo de cambio
en un país como Brasil, que tiene un régimen de flotación
cambiaria y que depende sustantivamente de los flujos de capitales.
De todas maneras,
pensamos en primer lugar que no habrá en Brasil un crecimiento
económico importante en 2002. Las tasas de interés
se encuentran en niveles muy elevados en términos reales,
lo cual desalienta el consumo y la inversión; persisten todavía
restricciones al consumo de energía; la situación
fiscal es muy frágil y tenemos una elevada incertidumbre
cuando pensamos más allá de 2002, porque el año
próximo habrá elecciones nacionales. Entonces, no
vemos un crecimiento muy fuerte del PBI en Brasil para el año
próximo, sino más bien una suba moderada, de entre
1 y 2%. Y al mismo tiempo, y a pesar del descenso reciente del dólar,
los precios relativos siguen siendo muy desfavorables para las empresas
uruguayas.
Por eso, y aún
cuando tengamos el año que viene alguna recuperación
de las ventas a Brasil, en principio estimamos que no serían
muy importantes. Por eso, la conclusión que adelantábamos.
Las estrategias de las empresas, en principio (y sin entrar en los
detalles sectoriales) no deberían contemplar una recuperación
fuerte de las ventas a Brasil.
Cuando miramos
en una perspectiva de mediano plazo, vemos que entre las cifras
de 2001 y las que teníamos en el 98, antes del quiebre del
Plan Real, las exportaciones a Brasil cayeron 50%. Es decir que
al cabo de estos años perdimos unos 450 millones de dólares
de exportación. Eso representa más de 2% del PBI;
y entonces, las eventuales recuperaciones de ventas deben situarse
en ese contexto. Ya en la situación actual, las ventas a
Brasil son tan bajas que los efectos reactivadores de una recuperación
moderada no pueden ser, reitero, en términos generales, muy
significativas en un plazo tan corto como un año.
---------------
Transcripción: TD&T
Edición: Jorge García Ramón
|