26.02.2002






¿Qué dificultades enfrenta Japón, la segunda economía mundial, que no puede escapar de una crisis que ya lleva muchos años?

Análisis económico de Tea, Deloitte & Touche

EN PERSPECTIVA
Martes 26.02.02, 08.30.


EMILIANO COTELO:
La visita que hizo a Japón el presidente de los Estados Unidos, George Bush, mereció recientemente la atención de la prensa mundial. Bush, recordemos, visitó Japón la semana pasada en el marco de una gira que realizó por Asia y que incluyó a China y Corea del Sur. Esta visita de Bush a Japón estaba planeada para el año pasado, pero fue postergada por los atentados del 11 de setiembre.

Cada tanto parecería que es necesario referirse a este país tan particular. Japón, como ustedes ya sabrán, es la segunda economía del mundo cuando uno considera el tamaño de su producción, y sólo es superada por los Estados Unidos. Pero en los últimos tiempos esta potencia económica se debilitó.

En este marco, trataremos de tener una actualización de los problemas que sufre Japón y también explorar sus perspectivas, con el economista Horacio Morero, de la consultora Tea Deloitte & Touche. Del fenomenal auge económico de post-guerra a la crisis actual; esto es Japón.

HORACIO MORERO:
Sí. La historia económica en Japón comenzó a cambiar a principios de los años 90, cuando estalló una aguda crisis financiera que repercutió en los sectores productivos. Cuando aparecen serios problemas financieros, siempre se resiente la producción. Lo que está pasando hoy en Argentina es un ejemplo contundente de esto.

Recordemos, para tener un marco de referencia, que la economía japonesa creció a tasas muy elevadas una vez que se inició la reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial. En los años 60, 70 y 90 Japón creció a una tasa promedio anual cercana al 7%. ¡¡Siete por ciento anual, y eso acumulado durante más de 30 años!! Algo formidable. Pero la historia cambió a principios de los años 90, como decías.

EC - Ahí empezó un ciclo recesivo en Japón.

HM - Bueno: si bien a nivel de la prensa se hace referencia muchísimas veces a la recesión japonesa, es más adecuado decir que Japón entró en una fase de estancamiento, que quiere decir que el producto dejó de crecer.

En 1991 Japón registró por última vez una tasa de crecimiento superior al 3%. A partir de ese año la economía creció siempre a tasas pequeñas, muchas veces cercanas a cero.

EC - Así que, en realidad, el PBI prácticamente no cayó nunca.

HM - Cayó en 1995, un ínfimo 0,1% y habría caído 0,4% el año pasado. Y adelanto que se proyecta una nueva contracción para este año, lo que conformaría ahora sí dos años consecutivos de recesión.

Pero más allá de este dato coyuntural, tiene que quedar claro que Japón pasó de un ciclo de 40 años de "boom" económico a una situación de estancamiento que ya se extiende por más de 10 años. Fue, realmente, un cambio muy drástico.

Y no es sólo esto. También hay problemas en el mercado laboral, ya que la tasa de desocupación llegó a 5,6% en diciembre, el registro más alto desde la Segunda Guerra Mundial. Y en materia de precios, a partir de 1999 empezó a observarse un fenómeno deflacionario, es decir, una caída generalizada de los precios. Los precios al consumidor están cayendo todos los meses desde hace dos años; y lo mismo pasa con los precios mayoristas pero desde hace más de tres años. Y un proceso continuo de caída de los precios trae muchos problemas.

EC - ¿Cuáles, por ejemplo?

HM - Un proceso deflacionario genera un círculo vicioso que puede atentar contra la recuperación económica, porque si los precios están bajando constantemente, las familias y las empresas pueden postergar sus decisiones de consumo e inversión, lo que termina debilitando aún más a la economía.

Además, la baja de los precios incrementa el valor real de las deudas, y esto afecta la solvencia de quienes están endeudados. Lógicamente, aquí la principal preocupación pasa por la situación de las empresas, que tienen que vender sus productos cada vez más baratos y por lo tanto las deudas y los intereses que tienen que pagar resultan cada vez más difíciles de afrontar. El año pasado, según un artículo que publicó la revista The Economist, más de 19.000 empresas fueron a la quiebra.

EC - Ante este panorama, siempre surge la pregunta del millón: ¿y qué pasó en Japón para que se llegara a esta situación tan complicada?

HM - Sin dudas debe haber muchas causas detrás de una crisis tan compleja. Pero muchos analistas pusieron énfasis en el sistema bancario, principalmente en los grandes bancos japoneses. En la época de "boom" económico, las grandes instituciones prestaron dinero sin realizar las consideraciones de riesgo pertinentes y las previsiones adecuadas. Cuando en Japón comenzó a observarse una baja importante del precio de los activos, los bancos empezaron a darse cuenta que no tenían garantías suficientes para recuperar los créditos. Cayeron los precios de los inmuebles, cayeron las acciones... fue el fin de lo que habitualmente se llama una "burbuja".

Si al fin de la "burbuja" que se observaba en los mercados de activos se agrega casi 10 años sin crecimiento, entonces los problemas quedaron sin solución; y algunos se agravaron a pesar de todos los esfuerzos que hizo el gobierno en los últimos años para que la economía salga de la recesión. En otras oportunidades hablamos de la expansión del gasto público que se hacía para estimular la economía y también de la reducción de las tasas de interés, a tal punto que la tasa de referencia está en 0%. Obviamente, ya no puede bajar más.

EC - ¿Y cuáles son las perspectivas? ¿Qué pasará en Japón?

HM - Hay mucha expectativas por nuevas medidas que anunciará esta semana el gobierno. Los analistas esperan que las medidas apunten principalmente a reducir la cartera vencida de los bancos para limpiar sus balances. Además, se espera que el gobierno lance un plan de recompra de bonos públicos que incremente la emisión monetaria, en un intento de estimular la demanda y salir de la deflación de precios. Cuando conozcamos las medidas podamos quizás extendernos sobre este tema.

No obstante, me gustaría terminar citando algunos puntos que reflejan la gran preocupación internacional que hoy existe por el caso japonés. Me parece interesante citarlas, porque son muchos temas que también predominan la discusión económica en nuestro país.

EC - Interesante. Terminemos entonces citando esos temas de preocupación.

HM - En primer lugar preocupa el elevado endeudamiento que tiene el gobierno, y que llega al 130% del Producto Bruto Interno. Recordemos que en nuestra región, y estoy pensando tanto en Brasil como en Argentina y Uruguay también ahora está en estos ratios, decía que en nuestra región el ratio deuda pública/PBI está en torno de 50%, y enfrentamos serios problemas. Bueno: el gobierno japonés no tiene una deuda de 50% del PBI, sino de 130%.

EC - Preocupante.

HM - Sí, y por esta razón Japón ya perdió la máxima calificación que una deuda puede recibir (que es AAA). Y, hace pocos días, la agencia calificadora Moody's puso la calificación actual a revisión con perspectiva negativa, por lo que la nota podría seguir bajando y por supuesto que esto colocaría a Japón en una posición muy incómoda dentro del Grupo de los 7 países más desarrollados. Alta deuda, calificación en baja... Temas que aquí en Uruguay son muy actuales.

Además, el 1° de abril termina la garantía universal que existe hoy sobre los depósitos bancarios, garantía que rige desde 1998. Como estas garantías se limitarán ahora, los depositantes tendrán que elegir el banco a quien le confían sus ahorros con mucho más cuidado. Son problemas que enfrentan hoy los japoneses.

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Transcripción: TD&T
Edición: Jorge García Ramón

 








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