Fitch también
bajó la calificación a la deuda pública uruguaya.
¿Cuáles son las principales repercusiones de esa decisión?
Análisis económico de Tea, Deloitte & Touche.
EN PERSPECTIVA
Jueves 14.03.02, 08.40.
EMILIANO COTELO:
Hace casi un mes, la agencia calificadora de riesgo Standard &
Poor's bajaba la calificación a la deuda pública uruguaya,
que para esa agencia dejaba de tener grado de inversión.
Ayer, Fitch tomó la misma decisión. Son ahora dos
las agencias calificadoras que consideran a la deuda pública
uruguaya como de grado especulativo. Sin dudas, esta decisión
es de especial relevancia para nuestro país, y por esa razón
será el tema para el análisis económico de
hoy con el economista Horacio Morero, de Tea Deloitte y Touche.
Horacio, no les sorprendió la decisión de Fitch,
¿verdad?
HORACIO MORERO:
No: era una decisión previsible. Fitch mantenía una
perspectiva negativa para la deuda pública uruguaya, lo cual
constituye de por sí una advertencia clara de que la calificación
de la deuda puede ser recortada.
Además, el contexto macroeconómico actual es claramente
adverso. La economía se encuentra en un cuarto año
consecutivo de caída del PBI, y los números fiscales
no son para nada alentadores. Era previsible entonces que Fitch
rebajara la calificación, como finalmente lo hizo ayer.
EC - ¿Qué elementos tuvo en cuenta Fitch para esa
decisión? ¿Hay diferencias importantes en relación
al comunicado de Standard & Poor's?
HM - No hay diferencias sustanciales. Standard & Poor's había
sido crítico en relación a la calidad de las medidas
de ajuste adoptadas por el gobierno, y Fitch, en cambio, no se pronunció
sobre las medidas en sí. Al margen de esa diferencia, hay
tres aspectos claves que están presentes en ambos comunicados.
Primero, la actividad económica está cayendo sensiblemente,
y la relación deuda - PBI crece en forma significativa, porque
cae el PBI en términos reales y porque bajan los precios
medidos en dólares, y recordemos que el PBI en dólares
es la medida relevante, puesto que la deuda pública está
nominada en su totalidad en moneda extranjera.
Segundo, ambos comunicados reconocen los esfuerzos del gobierno
para reducir el déficit fiscal pero sostienen que esos esfuerzos
no son suficientes.
Y tercero, las dos calificadoras advierten sobre la lentitud del
proceso de reformas estructurales.
EC - ¿Cómo reaccionaron los mercados ante la decisión
de Fitch, ayer?
HM - Inicialmente hubo una caída sensible de los títulos
de deuda pública uruguaya en los mercados internacionales,
pero luego se recuperaron y a mitad de la jornada registraban un
descenso leve en relación al cierre del martes.
Pensamos que los mercados tenían más o menos descontada
esta decisión de Fitch. Sucedió que a primeras horas
hubo un poco de confusión: no estaba claro si la deuda había
bajado un escalón, como finalmente ocurrió, o más
de uno. Despejadas esas dudas, la reacción del mercado fue
moderada.
EC - En otras ocasiones hablamos del rol que juegan las agencias
calificadoras de riesgo. Pero en las últimas semanas han
sido varios los oyentes que nos llamaron con diversas críticas
a estas agencias. Recuerdo, por ejemplo, que uno de ellos se preguntaba
si era conveniente apostar a cuidar el grado de inversión,
o si de ese modo no se estaría afectando otros intereses
nacionales.
HM - Está claro que estas agencias han recibido muchas críticas
en nuestro país a partir de que decidieron bajar la calificación
de riesgo de Uruguay y quitarnos el grado inversor.
Sin embargo, nos parece que hay que tener en cuenta varios aspectos.
Lo que hay que tener presente es que estas agencias son asesores
de inversores. Nos guste o no nos guste, quienes toman decisiones
financieras se asesoran. Y estas agencias pueden llegar a ser, en
algunas circunstancias (no siempre), muy influyentes en los mercados.
Hay inversores institucionales en Estados Unidos que directamente
no invierten en títulos que no tengan el grado de inversión.
Nuestro país no está obligado a aceptar las recomendaciones
que hacen estas agencias. Lo que sí debemos aceptar es que,
si el país decide hacer caso omiso de las recomendaciones
de estas agencias, deberá aceptar que luego habrá
menos inversores dispuestos a financiar al gobierno. Y si hay menos
fuentes de financiación para el gobierno, a la corta o a
la larga, el gobierno deberá mantener un gasto público
menor o deberá cobrar más impuestos para reducir el
déficit fiscal. Pero nada nos obliga a proceder de la forma
que las agencias entienden sería más conveniente para
el país.
EC - El otro elemento que se me parece importante es entender por
qué algunos inversores toman en cuenta la opinión
de las agencias.
HM - De nuevo: alguien podría pensar que los inversores
no deberían tener en cuenta la opinión de las agencias.
A nuestro juicio, sin embargo, y más allá de que se
trate de un tema opinable, las agencias calificadoras de riesgo
consideran en sus análisis el comportamiento de algunos indicadores
objetivos que están relacionados con la probable capacidad
de pago que tienen los emisores de títulos públicos.
En concreto, la preocupación que han señalado las
agencias por el alto nivel de déficit fiscal, por la falta
de crecimiento de la economía y por la trayectoria descendente
de los precios en dólares en nuestro país, a nuestro
juicio resulta compartible.
En otras ocasiones señalamos que era necesario hacer un
esfuerzo de ajuste fiscal más importante. Si bien se puede
entender que los recortes en el gasto público pueden llevar
a una caída del nivel de actividad, también puede
ocurrir que no hacer esos recortes genere un deterioro de expectativas
con efectos igualmente recesivos, o aún peores.
EC - Me llamó la atención un aspecto del comunicado
de Fitch: señaló que cuanto mayor la caída
de los precios en dólares en nuestro país, mayor debería
ser el esfuerzo fiscal. ¿Por qué?
HM - Lo que sucede es que, cuanto más caigan los precios
en dólares en nuestro país, menor será la capacidad
de recaudar impuestos, medida esa capacidad en dólares. Siempre
hay que recordar que toda la deuda del gobierno está nominada
en moneda extranjera: el corolario es que, cuanto mayor es la caída
de los precios en dólares, más subirá el ratio
deuda-PBI.
Y este es un punto a tener en cuenta. Se podrá discutir
si el gobierno ha hecho todos los esfuerzos de reactivación
económica que eran posibles o no. Se podrá discutir
si es necesario una mayor corrección cambiaria o no, para
permitir un aumento más importante de las exportaciones.
Pero, a esta altura de los acontecimientos, parece claro que no
hay alternativas posibles al camino de reducción del déficit
fiscal.
EC - De todas formas, tengamos en cuenta que el gobierno lanzó
recientemente un nuevo ajuste fiscal para bajar el déficit.
HM - Es cierto, pero ahora habrá que ver los resultados.
Tengamos en cuenta que la decisión de Fitch de bajar la calificación
de la deuda y de mantener la perspectiva negativa se aprobó
con pleno conocimiento de las medidas adoptadas por el gobierno.
Nuestras dudas, seguramente compartidas por otros analistas (quizá
también por los analistas de las calificadoras), es la capacidad
que tendrá este año el gobierno para recaudar impuestos
en un contexto fuertemente recesivo. Este es el punto clave.
-----------------
Transcripción: TD&T
Edición: Jorge García Ramón
|