Incertidumbre en Argentina: ¿A
qué obedece la volatilidad del tipo de cambio? ¿Volverá
la hiperinflación? ¿Qué consecuencias tendrá
sobre nuestro país?
Análisis económico de Tea, Deloitte & Touche
EN PERSPECTIVA
Jueves 28.03.02, 08.40.
EMILIANO COTELO:
En los últimos días, se observó en Argentina
una sorprendente volatilidad del tipo de cambio. El lunes el dólar
llegó a cotizarse a 4 pesos, en medio de una jornada marcada
por largas colas frente a los bancos. Al día siguiente, el
dólar bajó a poco más de 3 pesos y ayer cerró
a 3 pesos en el mercado libre.
Sin dudas, este comportamiento errático del tipo de cambio
en Argentina trae más incertidumbre sobre nuestro país,
que de por sí está sufriendo los efectos de la crisis
argentina a través de una fuerte caída de las exportaciones
al país vecino y de la actividad turística. En este
contexto adverso, cabe preguntarse entonces cuáles son las
causas de esa volatilidad del tipo de cambio en Argentina. ¿Qué
perspectivas debemos incorporar para los próximos meses?
¿Se disparará la inflación en Argentina, anulando
la ganancia de competitividad registrada con el abandono de la convertibilidad?
Estamos en diálogo con el economista Pablo Rosselli, de
la consultora Tea Deloitte y Touche. ¿Se sorprendieron con
el comportamiento del dólar en Argentina esta semana?
PR - Sin dudas, la volatilidad observada en estos últimos
días siempre genera algo de sorpresa. El dólar cotizaba
hace una semana en torno a 2,60 pesos aproximadamente. El viernes
pasado saltó a 3,10 y el lunes llegó a 4 pesos. En
dos jornadas solamente, tuvimos un incremento de 50% en el tipo
de cambio en Argentina. El martes el dólar registraba un
retroceso apreciable y ayer, como tú adelantabas, cerró
en 3 pesos en el mercado libre, lo cual siempre es sorpresivo. A
pesar de ello, el balance es de una muy fuerte devaluación
en lo que va del año.
Ahora bien: más allá de esa sorpresa propia de la
magnitud de la devaluación y de la volatilidad del tipo de
cambio, está claro que no debe sorprender lo que está
sucediendo en Argentina, una vez que se incorporan el comportamiento
de los fundamentos macroeconómicos en ese país.
EC - ¿Cuál es el balance de ese análisis de
los fundamentos, como tú les llamabas?
PR - La economía se encuentra en proceso de caída
libre. El PBI caerá este año aproximadamente 10% porque
la economía argentina se encuentra en medio de una falta
absoluta de financiamiento externo. A su vez, la quiebra del sistema
financiero y de la cadena de pagos impide toda chance de reactivación
aún si aumentaran, como se prevé, las exportaciones.
Y además, la desvalorización de los ahorros de las
familias, cuyos depósitos fueron pesificados, y la incertidumbre
jurídica general que prevalece en Argentina desalienta todavía
más el consumo y la inversión.
En ese contexto extraordinariamente recesivo, el déficit
fiscal va a ser muy importante y deberá ser financiado con
emisión monetaria, porque el gobierno no cuenta con financiamiento
genuino en los mercados de crédito. Por otro lado, el llamado
"goteo" del sistema bancario obliga al Banco Central a
expandir el crédito a los bancos. Esto del "goteo"
significa que, como los bancos enfrentan retiros de depósitos
todos los días (más allá de que está
todo muy controlado hay retiros) y no tienen fondos para pagarlos,
terminan solicitando crédito al Banco Central, y eso determina
una nueva expansión de la cantidad de dinero. En dos meses
y pocos días, la cantidad de dinero se había expandido
ya un 25%, y la expectativa es de mayor expansión en los
meses siguientes. En ese marco, no se podía esperar otra
cosa que un fuerte incremento del tipo de cambio.
EC - Y las ventas de divisas que ha realizado el Banco Central
argentino, ¿no pueden evitar la tendencia al alza del tipo
de cambio?
PR - Circunstancialmente sí, por períodos breves.
En Argentina, el gobierno ha perdido el control del tipo de cambio
porque ha perdido el control de la emisión monetaria: necesariamente
debe emitir para cubrir déficit fiscal y para darle créditos
al sistema bancario. Las ventas de divisas frenan transitoriamente
la suba del tipo de cambio, pero en tanto haya nuevas emisiones,
habrá nuevas subas del dólar. Se trata de una política
que puede postergar lo que a la larga será inevitable si
aparecen nuevas emisiones monetarias, pero lo hace a expensas de
perder reservas internacionales.
En estos días hubo nuevos elementos. Además de las
ventas que realizó el Banco Central, la autoridad monetaria
argentina obligó a los exportadores a liquidar divisas por
operaciones que habían sido concretadas tiempo atrás,
y obligó también a las instituciones a vender divisas
cuando sus tenencias superaban ciertos topes que había fijado
el propio Banco Central. Lógicamente, esas ventas de divisas
a las que forzó el Banco Central contribuyeron a deprimir
la cotización. Se trata de medidas eficaces en el corto plazo,
pero si hay nuevas expansiones de la cantidad de dinero, el dólar
volverá a subir.
Finalmente, la volatilidad que observamos es el otro ingrediente
del contexto cambiario, y se explica por el alto grado de incertidumbre
que hay en Argentina y que en parte al menos se traduce en múltiples
modificaciones en las regulaciones que aplica el Banco Central.
EC - ¿Qué ocurrirá con la inflación
en Argentina? ¿Vendrá una hiperinflación que
eche por tierra la ganancia de competitividad que logró en
estos primeros meses del año?
PR - En realidad hay dos preguntas allí, con dos respuestas
separadas.
Es muy probable que en Argentina tengamos niveles muy elevados
de inflación este año, porque la expansión
monetaria será, todo lo indica al menos, muy fuerte. Todavía
es difícil saber si se llegará pronto a una hiperinflación,
o si habrá una inflación muy alta que no llegue al
grado de hiperinflación, a episodios como los que hubo en
1989 y 1990.
De todas maneras, desde la perspectiva de Uruguay, está
claro que Argentina ha ganado fuertemente competitividad y que esa
competitividad será muy duradera, como lo está siendo
la que tuvo Brasil con la devaluación del 99. Es muy difícil
que la competitividad ganada por Argentina se revierta de una manera
sustancial, que nos haga cambiar el diagnóstico, porque cuando
la economía se encuentra sin financiamiento externo como
se encuentra ahora ese país, será necesario el mantenimiento
de un tipo de cambio elevado en términos reales, que permita
un nivel de exportaciones también muy elevado, porque esa
es la única forma de financiamiento que tiene la economía.
Y ese resultado será, muy probablemente, independiente de
la dinámica de los precios nominales que tengamos en Argentina.
En otros términos, deberíamos esperar que, si la inflación
se dispara en Argentina, también se observen nuevas e importantes
subas en el tipo de cambio.
En síntesis, y más allá de la volatilidad
cambiaria que inevitablemente tendremos en lo que queda de este
año en Argentina, los precios en dólares en ese país
han registrado una fuerte caída que pensamos será
muy duradera, aún si se acelerara drásticamente la
inflación.
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Transcripción: TD&T
Edición: Jorge García Ramón
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