A cuatro meses y medio de su implementación,
¿qué consecuencias está teniendo el "corralito"
sobre la economía argentina?
Análisis económico de Tea, Deloitte & Touche
EN PERSPECTIVA
Martes 16.04.02, 08.40.
EMILIANO COTELO:
Aunque lo más trascendente en Argentina ocurrió a
fines de año pasado y principios de este 2002, si pensamos
en los intereses de Uruguay, la evolución de los hechos en
el vecino país seguirá siendo motivo de interés.
En las últimas semanas, por ejemplo, se han puesto de moda
los viajes de uruguayos a Argentina para hacer compras rápidas,
aprovechando por supuesto los bajos precios que tienen los productos
en Buenos Aires tras la fuerte devaluación del peso. Uno
de los muchos coletazos que podríamos mencionar.
Hoy volveremos en este espacio económico a analizar lo que
está ocurriendo en Argentina, y pondremos la mirada en el
sistema financiero, para ver cómo está funcionando
el llamado "corralito", y también para explorar
las consecuencias que está teniendo sobre la economía
en general. Coincidirán en que pocas palabras han sido tan
mencionadas en los últimos meses en el campo económico
como esta, "corralito".
Hablamos de este tema con el economista Horacio Morero, de Tea
Deloitte & Touche. El gobierno de Duhalde ha mantenido el "corralito"
financiero a pesar de todas las críticas que recibieron esas
restricciones financieras que originalmente impuso el ex ministro
Cavallo. ¿Por qué se lo ha mantenido?
HORACIO MORERO:
Sí, es cierto. Con una normativa extremadamente compleja,
porque a veces ciertas disposiciones relacionadas con el "corralito"
cambiaron casi a diario, en un contexto de mucha incertidumbre tanto
para ahorristas como para deudores, con marchas y contramarchas
del gobierno, lo cierto es que el "corralito" sigue vigente.
¿Por qué? Bueno, la respuesta es que no hay salidas
simples. Por supuesto que se puede tomar medidas para terminar con
el "corralito", pero todas las propuestas que hemos escuchado
tienen algunos inconvenientes serios.
EC - Por ejemplo, ¿qué salidas podría elegirse?
HM - A menudo se menciona que el gobierno argentino podría
abrir el "corralito" y dejar que cada banco enfrente su
propia realidad. Algunos bancos podrán seguramente devolver
los depósitos (estoy pensando en algunos bancos extranjeros
que podrían recibir fondos de sus casas matrices), pero la
realidad es que la mayoría de los bancos no podría
devolverlos, y entonces esos bancos tendrían que cerrar sus
puertas y los ahorristas quedarían peor de lo que están
hoy.
Para evitar ese problema, algunos piden abrir el "corralito"
pero sugieren que el Banco Central ayude a los bancos a devolver
los depósitos emitiendo dinero. Bueno: si ocurriera esto,
se produciría una emisión monetaria fenomenal y el
precio del dólar se dispararía rápidamente.
Nuevamente los ahorristas perderían, porque solo unos pocos
podrían recuperar sus ahorros y al mismo tiempo comprar dólares
a los valores actuales. La mayoría se encontraría
con muchos billetes en pesos argentinos, pero con pocos dólares
a la hora de hacer la transformación.
Algunos analistas adhieren a una posición mixta: piden abrir
el "corralito" pero dicen que el Banco Central sólo
tendría que socorrer a los bancos nacionales. Los bancos
extranjeros tendrían que traer inexorablemente recursos del
exterior para devolver los depósitos. Bueno, esta opción
tiene la misma dificultad que la primera: podrían quebrar
muchos bancos, los extranjeros en este caso.
EC - Compleja situación. La semana pasada leí que
el Fondo Monetario Internacional también tiene su receta
para terminar con el "corralito".
HM - Sí. En la prensa argentina se publicó un documento
de trabajo del Fondo donde el organismo sugiere salir del "corralito"
a través de la emisión de títulos, o sea bonos,
que cada banco realizaría y que además podrían
cotizar en la bolsa.
¿Cuál es la idea? Los bancos tienen que pagar los
depósitos y no tienen dinero hoy, pero los bancos tienen
activos que son los créditos que concedieron. Entonces el
Fondo propone que a los ahorristas se les dé bonos, y el
valor de esos bonos en el mercado estará en relación
directa con la calidad de los créditos que concedió
el banco. Si un banco concedió malos créditos y no
puede recuperar el dinero prestado, entonces los bonos no valdrán
nada y el ahorrista habrá perdido todo. Por lo tanto, el
ahorrista en este esquema tendrá mucha incertidumbre, lógicamente
que en esa fórmula esos bonos serían a varios años,
y si un ahorrista los quiere vender enseguida en seguramente recuperará
poco dinero porque cotizarán en bolsa a un precio muy bajo.
Además, es este esquema sigue abierta la posibilidad de que
muchos bancos quiebren. Como notarás, Emiliano, no hay soluciones
mágicas.
EC - Por cierto que el tema es todavía más complejo.
Creo que por esa razón surgió mucha intranquilidad
aquí en Uruguay cuando surgieron rumores sobre la instauración
de un "corralito", y eso produjo un fuerte retiro de depósitos
en el primer trimestre del año. ¿Cómo se desarrollan
los hechos en Argentina en relación al "corralito"
teniendo en cuenta que ninguna de estas opciones se aplicó?
HM - Bueno, sin soluciones "mágicas", aparentemente
no las hay, y sin crédito internacional, la estrategia del
gobierno se apoyó en la "pesificación" de
los depósitos en dólares, y en la devolución
muy gradual de los mismos, lo que se conoce hoy como "el goteo
del corralito". Es decir, los depósitos que se van,
los retiros que se producen a diario de acuerdo con las normas vigentes.
En esta estrategia, el paso del tiempo es vital. Parecería
que el gobierno de Duhalde dijo que, como no hay soluciones mágicas,
apostemos a que el paso del tiempo irá lentamente solucionando
los problemas financieros y acallando la disconformidad de la población
afectada.
EC - Dijiste que la "pesificación" fue uno de
los elementos estratégicos.
HM - Claro. Doy algunos grandes números: antes de que empezara
la corrida bancaria, el sistema financiero argentino tenía
depósitos por unos 80.000 millones de pesos o dólares,
era lo mismo el año pasado. Más del 60% de esos depósitos
estaban nominados en dólares. Sabemos que en la corrida bancaria
y antes de que se instaure el "corralito" el sistema perdió
unos 20.000 millones de dólares de depósitos; luego
parte de los 60.000 millones que quedaron atrapados en el "corralito"
fueron pesificados a un tipo de cambio de 1,40; y en los últimos
meses se estuvieron yendo del sistema unos 3.000 millones de pesos
por mes (esto es lo que se llama el "goteo").
Después de todo esto, hoy el sistema financiero tiene depósitos
por unos 60.000 millones de pesos y solo quedan depósitos
por unos 3.000 millones de dólares que serían canjeados
por bonos.
Como habrás notado, de 80.000 millones de dólares
pasamos a unos pocos miles de millones en dólares, que están
inmovilizados totalmente, y a 60.000 millones en pesos. La magnitud
del problema del sistema financiero es diferente, es mucho más
chico.
EC - Y esos depósitos se están yendo del sistema
lentamente debido a las restricciones que siguen existiendo. Esta
es otra pata de la estrategia del gobierno de Duhalde según
dijiste antes.
HM - Sí. Como los depósitos fueron "pesificados"
en su mayoría, el Banco Central apareció como prestamista
de última instancia, un rol que podía jugar muy limitadamente
en los tiempos de la convertibilidad, porque lógicamente
el Banco Central argentino no puede emitir dólares. Pero
sí puede emitir pesos, entonces la estrategia actual implica
que ningún banco quiebra, implica que el Banco Central auxilia
a todas las instituciones que lo requieran para devolver los depósitos.
Es cierto que los depósitos sólo pueden salir lentamente,
pero esa salida lenta implica de todas maneras una emisión
monetaria muy, pero muy importante. Por eso en nuestra visión
Argentina tendrá una inflación alta en los próximos
meses; será muy alta si otros factores, como el déficit
fiscal y la falta de apoyo externo jugaran en contra, pero aún
en el mejor escenario todo indica que los precios ingresaron en
Argentina en una nueva dinámica, similar a la de los años
70 y 80. En el primer trimestre la emisión monetaria fue
de 40%, los precios del consumo crecieron sólo 10% pero hubo
importantes remarcaciones en las últimas semanas, y los precios
mayoristas crecieron más de 30% en el primer trimestre, lo
que es otra señal de fuertes presiones inflacionarias. Y
el dólar, como todos saben, va ganando "por robo"
en esta carrera, ya que subió 200% si tomamos un dólar
a 3, aunque durante alguna jornada de fin de marzo llegó
a 4.
EC - Y por último, mencionaste que el paso del tiempo es
también un elemento clave en la estrategia elegida por el
gobierno de Duhalde.
HM - Y sí, inexorablemente. Siempre en estas situaciones
la amenaza hiperinflacionaria está latente, pero el gobierno
debe tratar de evitar esto, porque si a los problemas actuales se
le agrega la hiperinflación, entonces el gobierno de Duhalde
corre serios riesgos. Por lo tanto, como la emisión de dinero
es imprescindible, es un dato, parecería que la mejor opción
para Argentina es tener inflación, pero controlada. Para
que este esquema funcione se necesita tiempo entonces, se necesita
una inflación controlada que vaya "licuando" el
circulante en pesos. Se necesita el llamado "impuesto inflacionario",
algo que en Argentina había desaparecido durante 10 años.
El problema es que, cuanto más se dilate la recuperación
de la confianza, del crédito, en definitiva cuanto más
se tarde en reconstruir el sistema financiero, más va a tardar
la recuperación de la actividad económica que también
es hoy uno de los puntos clave.
Pero hoy la realidad es esta: Argentina todavía no puede
pensar en la reconstrucción de su sistema financiero; todavía
no puede pensar en cómo crear instrumentos para canalizar
el ahorro y de esa manera ayudar al restablecimiento del crédito.
¿Por qué no se pueden pensar seriamente en estas cosas?
Porque de acuerdo con la estrategia elegida y que hemos comentado,
todavía quedan varios meses para desarmar el "corralito".
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Transcripción: TD&T
Edición: Jorge García Ramón
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