12.09.2001






Preguntas


Comentario a cargo de Emiliano Cotelo


Apertura En Primera Persona
EN PERSPECTIVA
Miércoles 12.09.01 - Hora 07.00


Primero, por supuesto, la gente. ¿Cuántos miles y miles de personas murieron ayer en Nueva York y Washington? ¿Cuántos miles de hombres, mujeres y niños resultaron heridos? ¿Cuántos miles terminaron tan gravemente lesionados que cargarán por el resto de sus vidas con la invalidéz o con discapacidades gravísimas? ¿Cuántos hogares destrozados? ¿Cuántos proyectos personales o familiares truncados para siempre de la manera más abrupta e injusta que se pueda imaginar?

Después, lo político. ¿Qué fue esto de ayer? ¿Cómo hay que interpretarlo? A ciencia cierta sólo sabemos que dos aviones comerciales se estrellaron contra las torres gemelas de Nueva York, provocando su destrucción, que una tercera aeronave se lanzó sobre el Pentágono en Washington, y que una cuarta cayó cerca de Pittsburgh, en Pensilvania.

Todo el mundo supone que no fueron meros accidentes.

Todo el mundo supone que se trató de actos terroristas y, si es así, sus autores demostraron una contundencia, una organización y una precisión nunca antes vistos. Porque en menos de una hora, atacaron a la primera potencia del mundo destruyendo el símbolo de su poder económico y dañaron severamente el símbolo de su poder militar.

Pero si esa es la hipótesis más razonable, falta saber cómo fue posible. ¿Cómo se explica que hayan fallado de manera tan flagrante los sistemas preventivos de seguridad?

Y fundamentalmente falta saber quién lo hizo, por qué y para qué. Hasta ahora estas preguntas tampoco tienen respuesta. Y eso es terrible, porque aparentemente estamos ante una declaración de guerra, pero que no viene de ningún país, ni siquiera de ningún movimiento. Un desafío bélico planteado a Estados Unidos por un enemigo que puede estar en cualquier parte y atacar en cualquier momento a cualquier blanco que desee elegir.

La agenda de la Administración Bush cambió súbitamente, y ya nadie sabe por cuánto tiempo. Y toda la población del planeta aguarda ahora, nerviosa, cuál será la respuesta de Washington.

El temor es a que la respuesta sea también violenta. ¿Pero contra quién? ¿Y aplicada dónde? La maquinaria bélica más numerosa y calificada del planeta está calentando sus motores, pronta para atacar, pero ¿con qué responsabilidad se le asignará un blanco, o dos o tres blancos? ¿Qué tranquilidad tenemos de que Estados Unidos no va a eligir arbitrariamente un grupo de víctimas, tanto solo para lavar su honor en un acto simbólico, cueste lo que cueste?

Y, aún suponiendo que el enemigo haya sido correctamente identificado, ¿qué consecuencias tendrá, a su vez, esa represalia? ¿Qué alianzas se producirán de un lado y del otro? ¿Qué nueva y diabólica lógica violentista empezará a retroalimentarse a partir de este momento? ¿Hasta dónde llegaría esa espiral de bombas y sangre?

Y las dudas siguen amontonándose. Hasta llegar incluso al plano económico.
¿Cuánto miles de millones de dólares suman las pérdidas directas ocasionadas por los episodios de ayer? Pienso en los edificios y sus infraestructuras; pienso en lo que implica esta paralización del tráfico aéreo, una medida nunca antes tomada en la historia de EEUU; pienso en lo que significó un día sin actividad en las bolsas de Nueva York; pienso en las pólizas de los seguros; pienso, claro, en el valor que pueda asignársele a las vidas que se perdieron.

Pero además: ¿Cuál es el impacto más a largo plazo en la actividad económica de los Estados Unidos? Y aquí me detengo en las decenas de empresas que tenían sus oficinas instaladas en las torres gemelas y que ahora ven cancelado su giro, algunas temporalmente, otras quizás para siempre.
Y me refiero, por último, a los efectos económicos indirectos, ejemplificados en lo que fue ayer el comportamiento de las bolsas de casi todo el mundo, que entraron en pánico y experimentaron pérdidas muy altas. ¿Cómo afecta todo esto a la economía de Estados Unidos que, según todos los expertos, estaba ingresando en una fase de recesión que, ya se sabía, iba a afectar al resto del planeta?

A lo largo de esta mañana, EN PERSPECTIVA, vamos a procurar ir buscando respuestas a algunas de estas preguntas tan inquietantes.
Hoy la agenda de nuestro programa tiene casi un único tema. Esto que acaba de suceder en Estados Unidos, y que parece marcar el comienzo de una nueva era, justo cuando el siglo XXI recién estaba despuntando.








En perspectiva
l Dinámica Rural l Deportes l Página principal

Para escuchar la radio en vivo necesita el Real Player
Optimizado para Internet Explorer a 800x600
Copyright Espectador.com All Rights Reserved