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¿Cómo volvemos a
la normalidad?
Comentario a cargo de Emiliano Cotelo.
Apertura En Primera Persona
EN PERSPECTIVA.
Lunes 17.09.01 - Hora 07.00
Después
de un episodio informativo muy fuerte, que atrapa y monopoliza la
atención de todos, ¿cómo y cuando vuelve a
la normalidad un programa como EN PERSPECTIVA?
Les aseguro que se trata de una decisión bien difícil.
En más de 15 años de trabajo periodístico,
el dilema se nos ha presentado unas cuantas veces. Tanto con temas
internacionales -como la Caída del Muro de Berlín
o la Guerra del Golfo Pérsico- como con temas nacionales,
como el resultado de las últimas elecciones nacionales y
el ballotage de fines del 2000.
En esta ocasión,
obviamente, el desacomodo lo provocaron los atentados del martes
en Nueva York y en Washington. El día mismo del ataque terrorista
El Espectador levantó buena parte de su programación
para seguir minuto a minuto los hechos y sus primeras derivaciones.
Y desde entonces las tres emisiones siguientes de EN PERSPECTIVA
se vieron prácticamente dominadas por el análisis
de lo que pasó y la exploración de las consecuencias.
No era para
menos. Nunca antes habíamos "vivido" un acto terrorista
de esta brutalida y de estas características. Y, como consecuencia,
el mundo se enfrenta ahora a un escenario nuevo, tanto en lo relativo
a la vida cotidiana de cada uno de nosotros, como en cuanto a las
relaciones internacionales, con la guerra que EEUU ha resuelto emprender
contra los autores de la agresión, quienes los protegen y
el terrorismo en general. Una "tercera guerra mundial",
dicen algunos. En cualquier caso, una "guerra" diferente
a todas las que hemos visto hasta el presente, y que involucrará,
de una u otra forma, a todos los países del planeta.
Pero, claro,
la gran pregunta desde el punto de vista de nuestro trabajo era:
¿hasta cuándo nos concentraríamos sólo
en esto? Si la respuesta dependía del material periodístico
disponible y de la variedad de enfoques a encarar, estaba claro
que debíamos seguir en ese tren. Sin duda que aquellos tres
días de la semana pasada no nos habían alcanzado para
dar cabida ni siquiera a una mínima parte de las interpretaciones,
los antecedentes y la prospectiva que en principio había
que abarcar.
Pero mientras tanto el Uruguay sigue su curso. Entonces, ¿cuándo
volveríamos a un mix más equilibrado entre lo nacional
y lo internacional?
De alguna manera,
el fin de semana nos permitió un momento de pausa y reflexión.
En la medida que no se precipitaron los acontecimientos que todos
aguardamos con ansiedad, sábado y domingo nos permitieron
"aflojar" la tensión. (Por lo demás, gracias
a esa calma tan particular, pudimos poner en el aire el sábado
una cobertura especial sobre el Día del Patrimonio, que no
queríamos descuidar para nada.)
Pero hoy es
lunes otra vez. Y entonces, ¿podemos volver tranquilamente
a una agenda como la anterior al 11 de setiembre?
En cuanto al
conflicto latente a nivel internacional el fin de semana fue tranquilo
pero no pasó en vano. Estados Unidos avanzó intensamente
en sus gestiones a nivel diplomático mientras que en el plano
militar continuó ajustando las acciones que prepara. Y el
día de ayer, domingo, fue particularmente relevante en materia
de comunicación. Varias de las principales figuras de la
Administración Bush participaron en entrevistas en espacios
destacados de la televisión norteamericana, adelantando algunas
pistas de lo que se está organizando y, sobre todo, "pasando"
una serie de mensajes a la comunidad internacional. Mientras tanto,
desde Afganistán y Pakistán surgían novedades
fuertes y significativas.
La sensación generalizada es que se aproxima la hora de las
decisiones.
Con esos antecedentes,
nuestro programa de hoy va a volver a tener como tema central el
fenómeno del terrorismo y esta "nueva guerra" a
la que nos encaminamos.
En todo caso, a diferencia de la semana pasada, ése no será
el único asunto de nuestra agenda. Procuraremos ir y venir,
intercalando también notas sobre algunas de las principales
cuestiones del panorama nacional.
Pero, por supuesto, siempre con un ojo puesto en Internet, la televisión
y las agencias de noticias. Porque es imposible predecir cuál
será el momento exacto del nuevo cimbronazo.
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