Los medios uruguayos y la información
internacional
Para la prensa
toda guerra implica problemas. Está el riesgo de la censura,
de la prohibición de acceso a lugares y fuentes informativas
y, por si eso fuera poco, también el riesgo de la información
falsa, o manipulada, con la intención de confundir al enemigo
o no alarmar a la población. Ayer comentábamos que
todos esos riesgos comienzan a vislumbrarse ahora, cuando se prepara
esta nueva "guerra" o lucha contra el terrorismo que está
en curso después de los atentados del 11 de setiembre.
Pero esa no
es la única preocupación profesional que desvela hoy
por hoy a los periodistas. En Estados Unidos, por ejemplo, esta
crisis llevó a los medios de comunicación a revisar
su cobertura de los sucesos internacionales.
En estos días,
un artículo de The New York Times analizó algunas
discusiones que están planteadas hoy entre los ejecutivos
de las cadenas de televisión. En los últimos tiempos
habían apostado a las noticias "blandas" y locales,
fundamentalmente sobre ciencia y tecnología. Al mismo tiempo
relegaban la información más "dura" sobre
hechos políticos y militares extranjeros. Incluso redujeron
el número de corresponsales en forma importante. ¿Cuál
fue la consecuencia? Que cuando los aviones atacaron Manhattan los
americanos no sabían casi nada de Bin Laden, el régimen
Talibán y Afganistán.
Chris Cramer, presidente de CNN International Networks, definió
la situación en términos dramáticos, afirmando
que algunas cadenas de noticias habían cometido "el
peor crimen del periodismo: no habían logrado que lo importante
fuera interesante". Lo importante, a la luz de los ataques,
era la historia política, militar y terrorista de la región
del Golfo y especialmente de Afganistán y Pakistán.
Sin esa información, poco difundida en los últimos
tiempos, el público estadounidense está hoy muy poco
preparado para comprender cabalmente lo que está sucediendo.
Ahora, yo creo
que también los periodistas uruguayos deberíamos estar
planteándonos discusiones de este tipo. Me parece que también
el público uruguayo, en su mayoría, asistió
perplejo a los acontecimientos de las últimas dos semanas,
y descubrió que sabía poco y nada de Osama Bin Laden,
los Talibán, Afganistán, Pakistán, Irán,
los matices entre los países árabes, etc.
Y es evidente que ese desconocimiento colectivo se debe a que buena
parte de los medios uruguayos descuidan la información internacional.
Y a que, dentro del escaso espacio que dedican al tema, estaban
prestándole poca atención a todo lo que ocurre fuera
de Estados Unidos, América Latina y Europa. El resto del
mundo, y sobre todo el mundo musulmán, casi no figuraba en
la agenda. O quizás figuraba, pero meramente por la vía
de la acumulación de noticias, sin agregar un esfuerzo analítico
serio que permitiera entender qué había detrás
de tal o cual episodio aislado.
Aclaro: Cuando
digo esto no estoy colocándome en un pedestal y acusando
a los colegas. Los periodistas de EN PERSPECTIVA y de Radio El Espectador
también estamos examinando nuestra política editorial
en temas internacionales.
Algo ya comentamos
sobre estas cuestiones el martes en La Tertulia, cuando Claudio
Paolillo, editor general de "Búsqueda", planteó
inquietudes similares. Uno de los debates pasa por saber si los
medios informan poco de estas cuestiones porque sí, o porque
perciben que el público es más bien refractario a
estos asuntos, en principio tan lejanos, complejos, plagados de
organizaciones y hombres de nombres difíciles e incomprensibles.
Puedo trasladar ya mismo la pregunta a la audiencia: Cuando aquí
EN PERSPECTIVA, antes del 11 de setiembre, tratábamos un
tema internacional, ¿ustedes ponían la misma atención
que cuando enfocábamos cuestiones locales? Yo conozco a muchos
oyentes que cuando la nota sale de nuestras fronteras, directamente
cambian el dial.
El tema es difícil. Pero aún cuando haya responsabilidad
compartida entre los medios y la audiencia, me quedo con esa frase
de Chris Cramer, de CNN: el peor crimen del periodismo es no lograr
que lo importante sea, también, interesante.
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