Otra
vez Argentina
Comentario a cargo de Emiliano Cotelo.
Portada En Primera Persona
EN PERSPECTIVA
Lunes 03.12.01 - Hora 07.00
Comenzamos a recorrer las últimas cuatro semanas de este
2001, otro año dificil, el tercero de recesión ininterrumpida
que, por lo visto, ya sobre el final sigue teniéndonos en
vilo con algunos de los factores externos que nos han afectado seriamente
en estos últimos tiempos.
Una vez más,
en Argentina este fue un fin de semana sísmico, donde el
gobierno del presidente Fernando De la Rúa tuvo que trabajar
a marcha forzada.
El sábado de noche anunció un nuevo paquete de medidas
económicas a raíz del viernes negro, negrísimo,
en el que las confianza se hizo trizas en medio de cifras escalofriantes
de retiro de depósitos.
Las autoridades no confiscaron los depósitos, pero anduvieron
cerca, poniendo topes muy bajos a los retiros de efectivo que los
argentinos pueden realizar por semana de sus cuentas bancarias y
agregando directivas orientadas a promover la bancarización
de la actividad económica.
Y, claro, uno se pregunta: Con esos pasos, ¿se mejora la
confianza o se la tira definitivamente por la borda? Aunque, claro,
¿había otra alternativa? Pero, de todos modos, uno
se pregunta: ¿Habrá sido suficiente?
Por otra parte,
se dispuso que de ahora en adelante sólo se podrá
conceder créditos en dólares, buscando así
desterrar las altísimas tasas de interés que se estaban
cobrando en pesos, por miedo a la devaluación.
Así que al tiempo que se ratificaba la convertibilidad, se
incrementaba la dolarización. ¿Cómo se entiende
una cosa junto con la otra? ¿No es contradictorio? Aunque
parezca confuso, la respuesta es no. Para Cavallo, más pragmático
que nunca, la confirmación de la convertibilidad requería,
en este momento, eliminar el peso argentino nada menos que de los
préstamos bancarios.
Es que, una
vez más, hay que reconocerle al ministro Domingo Cavallo
su creatividad y su tenacidad.
Como "gato entre la leña", sigue peleando por evitar
una catástrofe que en buena medida tiene su origen en la
gestión de los últimos gobiernos de su país,
y en particular en el gobierno del propio De La Rúa, pero
que, además, tiene otros responsables. Y aquí estuvo
uno de los puntos interesantes de su retórica de este fin
de semana. En su discurso de anoche, cuando solicitaba paciencia
a los argentinos por las incomodidades que pueden generar las nuevas
medidas, Cavallo acusó sin vueltas como los principales enemigos
de la Argentina a los llamados "fondos buitres", dedicados
a la especulación financiera, que -afirmó- no hace
mucho atacaron Rusia y luego Ecuador, haciéndolos quebrar
y enriqueciéndose con sus penurias.
Con el énfasis
puesto en ese enemigo externo, difuso y maléfico, el ministro
intentó inyectar mística patriótica al enésimo
intento por desarticular la devaluación y el default, una
catástrofe que hundiría a su país, pero que,
por supuesto, también nos arrastraría a nosotros,
los vecinos de este lado del río.
Aunque, claro,
lo que se resolvió este fin de semana para evitar el colapso
también nos afecta. ¿Cómo? No es fácil
contestarlo ahora.
Entre otras cosas, nos interesa saber cómo esta pequeña
revolución afectará a nuestra inminente temporada
turística. Los uruguayos teníamos la expectativa de
captar una proporción importante de los viajeros argentinos
que, debido a la situación generada por los atentados del
11 de setiembre, no van a trasladarse a Miami y al Caribe. Cuando
estábamos tendiendo todas las redes disponibles a esos efectos,
justo cuando los ministros de Exteriores de Uruguay y Argentina
aprobaban nuevas normas destinadas a facilitar el libre tránsito
de personas entre los dos países, en ese mismo momento surgían
estas nuevas resoluciones de De la Rúa y Caballo que imponen
restricciones fuertes al movimiento de dinero en efectivo que puede
hacer un turista argentino, para lo cual se van a realizar controles
aduaneros especiales.
Entonces, ¿está la actividad turística uruguaya
suficientemente volcada a las tarjetas de crédito como soportar
estas limitaciones? Es una de las varias preguntas importantes que
quedan para responder cuanto antes.
Sobre ese y
otros aspectos vamos a trabajar hoy y los próximos días
aquí EN PERSPECTIVA.
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