Grupo
de Rio: "una gran dosis de realismo"
Canciller Didier Opertti: El riesgo de estas
reuniones es caer en la retórica. Nuestro valor
también está en hacer las cosas como se debe,
y no ignorar que muchas cosas no sólo nos vienen
del mundo exterior, sino también del manejo
de los propios países.
EN PERSPECTIVA
Lunes, 20.08.01, hora 08.45.
EMILIANO COTELO:
La agenda de la XV Cumbre del Grupo de Rio,
que firmaron en Santiago el sábado, quedó marcada
por la crisis económica argentina y por la
posibilidad de equilibrar el gasto en armamentos.
En este último punto, los presidentes reiteraron
su firme propósito de reducir los gastos militares,
para liberar recursos con destino al desarrollo
económico y social de los pueblos.
Ninguno de estos asuntos figuraba en la agenda
oficial de la cita de dos días, en la que los
gobernantes abordarían la manera de insertar
a sus países en la nueva economía y la globalización.
Pero la situación de Argentina, envuelta en
un severo ajuste que ha desatado una ola de
protestas, terminó proyectándose sobre la Cumbre
un día antes de la inauguración, cuando los
presidentes Eduardo Lagos (Chile) y Vicente
Fox (México) lanzaron un llamado a la comunidad
internacional para respaldar los esfuerzos
del gobierno de Fernando de la Rúa. Esta iniciativa
se amplió al día siguiente en un comunicado
conjunto cuando se inició la conferencia, en
el que llamaron a que los organismos financieros
internacionales adopten las medidas financieras
necesarias para solventar los requerimientos
que exige la economía argentina.
En la clausura de la Cumbre, Lagos llamó telefónicamente
a su par de Estados Unidos, George Bush, y
le manifestó esta preocupación en nombre del
bloque. En respuesta, Bush envió a los países
latinoamericanos un mensaje conciliador, y
coincidió con sus gobiernos en la necesidad
de encontrar una solución sustentable a la
brevedad, para traer tranquilidad a los mercados
internacionales, según lo transmitió Lagos
al clausurar la cita de Santiago.
Los presidentes del Grupo de Rio habían resuelto
también coordinar posiciones con vistas a algunas
reuniones internacionales próximas, como la
Asamblea del Fondo Monetario Internacional
y del Banco Mundial, o la segunda ronda de
la Organización Mundial del Comercio, prevista
para noviembre en Qatar.
Todo esto llevó al presidente Jorge Batlle
a realizar esta evaluación al regresar a territorio
nacional:
(Grabación)
JORGE BATLLE:
"Creo que fue una reunión muy positiva en sus
resultados, con dos discursos muy importantes,
muy trascendentes del presidente Lagos, en
la apertura y el cierre, en medio de un clima
de conversación y camaradería que nos permitía
aunar opiniones en temas tan difíciles como
los económicos, financieros y comerciales.
"Creo que esto es mucho más que todo lo que
nos podíamos imaginar cuando estas reuniones
son miradas muchas veces con escepticismo,
como reuniones de las cuales no se obtiene
resultados".
(Fin de la grabación)
EC - Estamos ahora en comunicación con el ministro
de Relaciones Exteriores, doctor Didier Opertti.
¿Sorprendido usted también?
DIDIER OPERTTI:
Pienso que cuando uno ve este tipo de reunión,
la primera aproximación que tiene es la que
da la propia agenda. Y la agenda, en este caso,
nos marcaba como temas centrales la nueva economía,
la sociedad de la información, la brecha digital
(esa distancia que se está produciendo entre
las economías que han logrado introducir los
nuevos procedimientos en materia electrónica,
a distancia, y creando con ellos una suerte
de comunicación privilegiada, a la que no toda
la población de América latina puede acceder
en las actuales circunstancias).
Sin embargo, si esa fue la primera aproximación,
el desarrollo de la reunión fue dirigiéndose
a temas de la agenda internacional actual,
y dominó como una idea central la necesidad
de la coordinación entre los 19 países del
Grupo de Rio para una actuación unívoca en
la OMC, como usted lo mencionaba al comienzo,
en el seno del Alca, también en una conferencia
de financiamiento para el desarrollo convocada
por las Naciones Unidas para marzo próximo,
en México, y que significa la reapertura de
una línea de acción de las Naciones Unidas
que hace ya muchos años que no empleaba, habiendo
disminuido sensiblemente su participación en
el desarrollo.
Quedó de manifiesto entonces que había dos
déficit de la región, dos problemas, entre
otros, que están actuando fuertemente sobre
su economía: la dificultad de acceso a los
mercados (un tema vinculado obviamente a las
regulaciones del comercio, en particular en
relación a la agricultura) y por otro lado
la dificultad de acceso al crédito (fuentes
de financiamiento privado o multilateral),
lo que determina una disminución de la capacidad
de desarrollo tanto de la industria como de
los servicios y la producción, y coloca a los
países de esta región en una distancia cada
día mayor.
En ese contexto, la situación de Argentina
fue vista también con detalle...
EC - Quizá como el factor más urgente que está
incidiendo en ese panorama.
DO - Y como un elemento que también llama la
atención sobre varias cosas, no sólo sobre
las que acabo de mencionar (que en el caso
argentino es muy patente, muy palpable en lo
que refiere al crédito) sino también en la
conveniencia, o mejor aún en la urgencia de
observar cómo funciona esta nueva arquitectura
financiera internacional, en la cual unas agencias
u operadores tienen facultades de calificación
de las economías de los países y de su marcha,
y con sus valoraciones, con los famosos investment
grade, establecer si un país tiene o no condiciones
favorables en el desarrollo de su economía.
Este es un tema que no se puede desconocer:
ha nacido y se ha desarrollado un procedimiento
(no en estos meses, porque ya tiene sus años),
que ha adquirido una fuerza, una potencialidad
de la que adolecía en el pasado, y establece
una relación de dependencia entre lo que puede
ser la valoración de la economía por los estados
en los que estas agencias u oficinas operan,
y aquellos sobre los cuales operan.
Nadie duda de la importancia de estas calificadoras
de riesgo, pero indudablemente se ha llegado
a un punto en que se hace necesario establecer
procedimientos, regulaciones a las que también
ellas estén sometidas, y a cuyo resultado se
pueda asignar por tanto un valor formal, oficial
si usted quiere, mayor o diferente del que
hoy día puede acreditársele, porque en el fondo
son valoraciones de naturaleza puramente privadas.
EC - Si entiendo bien surgió en esta deliberación
del Grupo de Rio una suerte de rebeldía ante
el accionar de las calificadoras de riesgo.
Sé que el término no es el más diplomático...
DO - No, pero usted no está introduciendo el
término. En el discurso de cierre, el presidente
Ricardo Lagos expresó que no se trataba de
una rebeldía frente a la necesidad de mantener
determinadas reglas, sino rebeldía frente a
la injusticia social, que es la que de algún
modo está marcando a fuego el cuestionamiento
a todos estos mecanismos de la nueva economía.
Diría que se trata de una acción política en
la cual hay una coincidencia entre los gobiernos
de la región en el sentido de que algo en esta
materia hay que cambiar. No fue una reunión
de pura reflexión sobre lo que existe sino
de proyección de cambio de lo que existe. Como
usted lo señalaba, el tema argentino constituyó
una especie de test, un efecto prueba necesario
para observar cómo se puede llegar a estas
situaciones.
Para salir del plano general le doy un ejemplo
concreto. Se habló bastante de cómo se compone
la valoración del endeudamiento de los países.
En ese concepto de endeudamiento se incluyen
las deudas que los países contraen para realizar
obras, para construir puentes, carreteras,
hospitales, para hacer obras en sus respectivos
países; esas deudas que los gobiernos contraen
con organismos multilaterales de crédito o
eventualmente a través de la propia asistencia
financiera privada son tomadas por el FMI y
el BM como deuda pura y no como inversión,
lo que aumenta el nivel de endeudamiento y
genera políticas de ajuste impuestas o indicadas
por estos organismos. Yo no soy un experto
en esto, lógicamente mi visión de los temas
es la que puede tener un ciudadano, en este
caso comprometido con el accionar del gobierno,
pero es muy claro que no se pueden poner en
una misma balanza el tema del endeudamiento
que se contrae para efectuar inversiones de
carácter social, básicamente destinadas a satisfacer
necesidades de la población y lo que se contrae
como deuda puramente financiera.
EC - ¿Estas preocupaciones van a ser planteadas
en la próxima reunión del FMI y el BM con una
coordinación de posiciones del Grupo de Rio?
DO - Efectivamente. Hubo una fuerte convocatoria
en ese sentido, a llevar a los organismos de
crédito esta posición como posición única de
la región. Del mismo modo que con respecto
a la nueva ronda en materia de comercio que
se abriría en Qatar en noviembre de este año;
allí la OMC tiene una instancia muy difícil
porque si esa ronda fracasa, como ocurrió con
Seattle, lo que va a quedar cuestionado no
será la agenda de la OMC sino su capacidad
de conducción, administración y regulación
del comercio internacional.
Por lo tanto le diría que los 15 años del Grupo
de Rio fueron una oportunidad para que el grupo
se mirara a sí mismo y viera cuál es el grado
de participación que debe tener como interlocutor
en los grandes temas no sólo regionales sino
también mundiales. Al respecto recuerdo haber
participado en una reunión del grupo en Veracruz,
en México, en la que una de las discusiones
fue si debía ocuparse o no de la agenda extrarregional,
de los temas que suceden fuera de la región.
Recuerdo que algunos países, entre ellos Uruguay,
sostuvimos la necesidad de que así fuera, porque
en una economía globalizada, en una sociedad
mundializada como ésta en la que hoy vivimos
resultaba un tanto ficticio ocuparnos sólo
de los temas regionales porque los temas del
mundo afectan directamente a la región. A esta
altura ese concepto ya está consolidado, si
observamos la agenda, las declaraciones y los
documentos que dimanaron de la reunión de Santiago
se verá que hay una fuerte participación de
los temas internacionales, sin mengua de algunos
temas específicos de la región que fueron más
que nada desarrollados en la reunión previa
de cancilleres.
EC - ¿Cómo definiríamos al Grupo de Río? ¿Son
los países latinoamericanos? ¿Esa es la manera
de resumirlo?
DO - Son los países latinoamericanos sin el
Caribe completo, que estaba representado por
Guyana, que en este caso hace la representación
de los 14 países que integran el CARICOM. El
resto son los 19 países de América Latina,
excepto Cuba. Esto quiere decir que allí estaba
América Latina. Si tuviera que definir el grupo
diría que es la bancada de países latinoamericanos
que quieren actuar como bancada, como un grupo
políticamente concertado en los diferentes
escenarios internacionales en los que le toca
actuar.
EC - No era algo esperable necesariamente,
al punto de que el presidente Jorge Batlle,
cuando salió de Montevideo rumbo a Santiago,
habló de su idea de tener reuniones -aprovechando
esta cumbre- con los presidentes del Mercosur
para que éste llevara posiciones coordinadas,
tanto a la asamblea del FMI como a la OMC.
Ahora resulta que será el Grupo de Rio entero
el que llevará una posición coordinada.
DO - Efectivamente. Lo interesante estuvo en
que ese pronóstico se cumplió en lo que hace
al Mercosur y se extendió a la totalidad del
Grupo de Rio. Le digo más: a nivel del Mercosur
mantuvimos reuniones en los dos niveles, tanto
de cancilleres como de presidentes, y particularmente
en la de cancilleres -que era la que se constituía
como una reunión de tipo operativo, práctico-
hubo una reunión ad hoc del Consejo, integrado
en este caso sólo por cancilleres, no por los
ministros de Economía.
Fue una reunión un tanto específica en la que
tratamos el programa de trabajo de lo que se
viene desarrollando durante el semestre de
la presidencia uruguaya y de las cuestiones
que nos quedan pendientes y los objetivos que
queremos alcanzar. Esto le permitió al gobierno
uruguayo regresar de Santiago con una guía
de trabajo, con un programa totalmente consultado
con sus socios en forma personal y directa
y con la participación de todos. Eso tiene
una expresión muy concreta que es bueno que
los oyentes conozcan: en los primeros días
de setiembre tendremos una reunión del Grupo
Cairns en Uruguay, el grupo de los productores
agrícolas; se reunirán aquí en Uruguay 19 países
agrícolas. Se manejó la posibilidad de que
el Mercosur, aprovechando esa reunión, convoque
al representante de Estados Unidos, al secretario
de Comercio de ese país, que estará presente
en Uruguay, para que iniciemos de una vez la
negociación del llamado cuatro más uno, vale
decir de los cuatro países del Mercosur y Estados
Unidos. Esta iniciativa, que puede tener efectos
muy importantes, tiene una condición: la dificultad
de que el presidente Bush en este momento está
enfrentado al Congreso en cuanto a obtener
autorización para negociar.
EC - Para tener el "fast-track".
DO - Para tener lo que en su momento se llamó
fast-track y ahora se llama autoridad para
negociar en forma rápida. En definitiva esa
autoridad que aún no ha obtenido el presidente
Bush parece constituirse en uno de los objetivos
centrales de la administración Bush para sus
relaciones con América Latina; tanto nuestra
prensa como la argentina le ha destinado mucha
atención a este tema en las últimas semanas.
De manera que aquí tenemos un ejemplo concreto.
En esta reunión del Grupo Cairns el Mercosur
también tendrá oportunidad de actuar en la
forma concertada a que antes hicimos referencia.
En sus alcances, en los compromisos políticos
contraídos, en el tema abordada, en la inmediatez
de la acción política concertada entre sus
miembros en las diferentes ocasiones en que
habrán de reunirse, esta última reunión marca
a un Grupo de Rio activo y no testimonial,
que ya no se ocupa de los temas más o menos
de consenso en el mundo sino de temas que hoy
están confrontando una vez más a los países
de las economías más desarrolladas con los
de regiones ubicadas en zonas de emergencia.
***
EC - En ese plan de acciones coordinadas de
los países latinoamericanos integrantes del
Grupo de Río a mí en particular -y creo que
en general a los observadores- me llamó particularmente
la atención la gestión que se hizo ipso facto
ante el presidente de Estados Unidos por el
caso Argentina. Los presidentes habían formulado
un llamado para que los organismos financieros
internacionales adoptaran las medidas financieras
necesarias para solventar los requerimientos
que la economía argentina requiere. Además
le encomendaron al presidente anfitrión, Ricardo
Lagos, que mantuviera una conversación telefónica
sobre ese mismo tema con el presidente de Estados
Unidos. Se hicieron los trámites y el sábado
de mañana ese diálogo se concretó. ¿Por qué
se actuó de esta manera?
DO - Creo que todos reconocemos que la situación
argentina tiene influencia no sólo al interior
de ese país, como lo hemos visto palpablemente
en todas estas semanas, sino que tiene un efecto
expansivo sobre nuestra región, ni qué hablar
sobre nosotros, sobre Chile, sobre Brasil y
Paraguay, por lo tanto es un tema que nos preocupa
a todos.
EC - ¿La preocupación vino por los rumores
que habían circulado el jueves en la prensa
internacional en cuanto a que Washington se
oponía a otorgar nuevos recursos a Argentina?
DO - Usted habrá visto que en estos días ha
habido declaraciones diferentes y que las últimas
horas muestran unas declaraciones del señor
O'Neill en el sentido de que las bases por
las cuales el financiamiento de la situación
argentina podría producirse tienen como base
que tenga un carácter sustentable, lo que significa
que tenga algunas condiciones que aseguren
su estabilidad, su permanencia y que no se
vaya a un puro blindaje financiero como ocurrió
hace unos meses. Está claro que Argentina está
negociando bajo condiciones bastante severas,
por lo que era necesario dar un mensaje claro
de solidaridad y hacer un llamado para que
los organismos financieros internacionales
tomen las medidas que permitan a la economía
argentina superar el momento en que se encuentra.
EC - ¿Qué se le reclamaba concretamente a Estados
Unidos?
DO - Argentina es un jugador fuerte en la economía
internacional, particularmente en la regional,
por lo tanto los presidentes vieron la necesidad
de ayudar a Argentina en su trabajo dentro
del sistema financiero multilateral y de poner
de relieve la importancia de fortalecer el
sistema multilateral de comercio y mejorar
el sistema financiero en su conjunto para atender
los requerimientos de países de economías emergentes.
Creo que el caso argentino fue un acicate para
una concepción muy activa de los países de
la región.
Esta reunión tuvo una gran dosis de realismo,
que creo que fue lo que el presidente Batlle
caracterizó al regresar. El riesgo de estas
reuniones es caer en la retórica, el tono declarativo
que las poblaciones muchas veces ven con escepticismo...
EC - Por eso me llamó la atención el gesto:
una llamada telefónica. Se buscó al presidente
Bush, que se sabe que está de vacaciones en
su rancho en Texas...
DO - Fue una gestión inmediata cumplida por
el presidente Lagos, de la que dio cuenta en
la mañana del sábado en el cierre de la reunión.
EC - Leí unas declaraciones del presidente
mexicano, Vicente Fox, que decían: "Sólo deseamos
que el asunto se atienda con rapidez"; también
una alta fuente del gobierno chileno que citó
el diario El Mercurio, de Santiago, que decía:
"Si esto no resulta quiere decir que 350 millones
de habitantes no valemos nada".
DO - Quizás eso sea una síntesis un tanto más
dramática o rotunda de lo que nosotros mismos
pudiéramos pensar. Nuestro valor no está sólo
en que nos atiendan, está también en hacer
las cosas como se debe en cada uno de nuestros
países. Tampoco se trata de que ignoremos que
muchas cosas que a todos los países les suceden
no tienen como única fuente la responsabilidad
del mundo exterior, también hay elementos de
manejo y de conducción que deben ser tomados
en cuenta por los propios países internamente
y conforme a su sistema de autoridades. En
esa materia las diferencias que pueda haber
entre los distintos países así lo señalan.
En cualquier caso es muy importante subrayar
que esta reunión nos anima a pensar que este
grupo, que nació para resolver un problema
de la paz en Centro América, en otro momento
y con objetivos distintos, hoy día se está
convirtiendo progresivamente en un interlocutor
político de la región.
-----------------------------
Transcripción: Jorge García Ramón y María Lila
Ltaif
Edición: Jorge García Ramón
Grupo de Rio: "una gran dosis de realismo"
Canciller Didier Opertti: El riesgo de estas
reuniones es caer en la retórica. Nuestro valor
también está en hacer las cosas como se debe,
y no ignorar que muchas cosas no sólo nos vienen
del mundo exterior, sino también del manejo
de los propios países.
EN PERSPECTIVA
Lunes, 20.08.01, hora 08.45.
EMILIANO COTELO:
La agenda de la XV Cumbre del Grupo de Rio,
que firmaron en Santiago el sábado, quedó marcada
por la crisis económica argentina y por la
posibilidad de equilibrar el gasto en armamentos.
En este último punto, los presidentes reiteraron
su firme propósito de reducir los gastos militares,
para liberar recursos con destino al desarrollo
económico y social de los pueblos.
Ninguno de estos asuntos figuraba en la agenda
oficial de la cita de dos días, en la que los
gobernantes abordarían la manera de insertar
a sus países en la nueva economía y la globalización.
Pero la situación de Argentina, envuelta en
un severo ajuste que ha desatado una ola de
protestas, terminó proyectándose sobre la Cumbre
un día antes de la inauguración, cuando los
presidentes Eduardo Lagos (Chile) y Vicente
Fox (México) lanzaron un llamado a la comunidad
internacional para respaldar los esfuerzos
del gobierno de Fernando de la Rúa. Esta iniciativa
se amplió al día siguiente en un comunicado
conjunto cuando se inició la conferencia, en
el que llamaron a que los organismos financieros
internacionales adopten las medidas financieras
necesarias para solventar los requerimientos
que exige la economía argentina.
En la clausura de la Cumbre, Lagos llamó telefónicamente
a su par de Estados Unidos, George Bush, y
le manifestó esta preocupación en nombre del
bloque. En respuesta, Bush envió a los países
latinoamericanos un mensaje conciliador, y
coincidió con sus gobiernos en la necesidad
de encontrar una solución sustentable a la
brevedad, para traer tranquilidad a los mercados
internacionales, según lo transmitió Lagos
al clausurar la cita de Santiago.
Los presidentes del Grupo de Rio habían resuelto
también coordinar posiciones con vistas a algunas
reuniones internacionales próximas, como la
Asamblea del Fondo Monetario Internacional
y del Banco Mundial, o la segunda ronda de
la Organización Mundial del Comercio, prevista
para noviembre en Qatar.
Todo esto llevó al presidente Jorge Batlle
a realizar esta evaluación al regresar a territorio
nacional:
(Grabación)
JORGE BATLLE:
"Creo que fue una reunión muy positiva en sus
resultados, con dos discursos muy importantes,
muy trascendentes del presidente Lagos, en
la apertura y el cierre, en medio de un clima
de conversación y camaradería que nos permitía
aunar opiniones en temas tan difíciles como
los económicos, financieros y comerciales.
"Creo que esto es mucho más que todo lo que
nos podíamos imaginar cuando estas reuniones
son miradas muchas veces con escepticismo,
como reuniones de las cuales no se obtiene
resultados".
(Fin de la grabación)
EC - Estamos ahora en comunicación con el ministro
de Relaciones Exteriores, doctor Didier Opertti.
¿Sorprendido usted también?
DIDIER OPERTTI:
Pienso que cuando uno ve este tipo de reunión,
la primera aproximación que tiene es la que
da la propia agenda. Y la agenda, en este caso,
nos marcaba como temas centrales la nueva economía,
la sociedad de la información, la brecha digital
(esa distancia que se está produciendo entre
las economías que han logrado introducir los
nuevos procedimientos en materia electrónica,
a distancia, y creando con ellos una suerte
de comunicación privilegiada, a la que no toda
la población de América latina puede acceder
en las actuales circunstancias).
Sin embargo, si esa fue la primera aproximación,
el desarrollo de la reunión fue dirigiéndose
a temas de la agenda internacional actual,
y dominó como una idea central la necesidad
de la coordinación entre los 19 países del
Grupo de Rio para una actuación unívoca en
la OMC, como usted lo mencionaba al comienzo,
en el seno del Alca, también en una conferencia
de financiamiento para el desarrollo convocada
por las Naciones Unidas para marzo próximo,
en México, y que significa la reapertura de
una línea de acción de las Naciones Unidas
que hace ya muchos años que no empleaba, habiendo
disminuido sensiblemente su participación en
el desarrollo.
Quedó de manifiesto entonces que había dos
déficit de la región, dos problemas, entre
otros, que están actuando fuertemente sobre
su economía: la dificultad de acceso a los
mercados (un tema vinculado obviamente a las
regulaciones del comercio, en particular en
relación a la agricultura) y por otro lado
la dificultad de acceso al crédito (fuentes
de financiamiento privado o multilateral),
lo que determina una disminución de la capacidad
de desarrollo tanto de la industria como de
los servicios y la producción, y coloca a los
países de esta región en una distancia cada
día mayor.
En ese contexto, la situación de Argentina
fue vista también con detalle...
EC - Quizá como el factor más urgente que está
incidiendo en ese panorama.
DO - Y como un elemento que también llama la
atención sobre varias cosas, no sólo sobre
las que acabo de mencionar (que en el caso
argentino es muy patente, muy palpable en lo
que refiere al crédito) sino también en la
conveniencia, o mejor aún en la urgencia de
observar cómo funciona esta nueva arquitectura
financiera internacional, en la cual unas agencias
u operadores tienen facultades de calificación
de las economías de los países y de su marcha,
y con sus valoraciones, con los famosos investment
grade, establecer si un país tiene o no condiciones
favorables en el desarrollo de su economía.
Este es un tema que no se puede desconocer:
ha nacido y se ha desarrollado un procedimiento
(no en estos meses, porque ya tiene sus años),
que ha adquirido una fuerza, una potencialidad
de la que adolecía en el pasado, y establece
una relación de dependencia entre lo que puede
ser la valoración de la economía por los estados
en los que estas agencias u oficinas operan,
y aquellos sobre los cuales operan.
Nadie duda de la importancia de estas calificadoras
de riesgo, pero indudablemente se ha llegado
a un punto en que se hace necesario establecer
procedimientos, regulaciones a las que también
ellas estén sometidas, y a cuyo resultado se
pueda asignar por tanto un valor formal, oficial
si usted quiere, mayor o diferente del que
hoy día puede acreditársele, porque en el fondo
son valoraciones de naturaleza puramente privadas.
EC - Si entiendo bien surgió en esta deliberación
del Grupo de Rio una suerte de rebeldía ante
el accionar de las calificadoras de riesgo.
Sé que el término no es el más diplomático...
DO - No, pero usted no está introduciendo el
término. En el discurso de cierre, el presidente
Ricardo Lagos expresó que no se trataba de
una rebeldía frente a la necesidad de mantener
determinadas reglas, sino rebeldía frente a
la injusticia social, que es la que de algún
modo está marcando a fuego el cuestionamiento
a todos estos mecanismos de la nueva economía.
Diría que se trata de una acción política en
la cual hay una coincidencia entre los gobiernos
de la región en el sentido de que algo en esta
materia hay que cambiar. No fue una reunión
de pura reflexión sobre lo que existe sino
de proyección de cambio de lo que existe. Como
usted lo señalaba, el tema argentino constituyó
una especie de test, un efecto prueba necesario
para observar cómo se puede llegar a estas
situaciones.
Para salir del plano general le doy un ejemplo
concreto. Se habló bastante de cómo se compone
la valoración del endeudamiento de los países.
En ese concepto de endeudamiento se incluyen
las deudas que los países contraen para realizar
obras, para construir puentes, carreteras,
hospitales, para hacer obras en sus respectivos
países; esas deudas que los gobiernos contraen
con organismos multilaterales de crédito o
eventualmente a través de la propia asistencia
financiera privada son tomadas por el FMI y
el BM como deuda pura y no como inversión,
lo que aumenta el nivel de endeudamiento y
genera políticas de ajuste impuestas o indicadas
por estos organismos. Yo no soy un experto
en esto, lógicamente mi visión de los temas
es la que puede tener un ciudadano, en este
caso comprometido con el accionar del gobierno,
pero es muy claro que no se pueden poner en
una misma balanza el tema del endeudamiento
que se contrae para efectuar inversiones de
carácter social, básicamente destinadas a satisfacer
necesidades de la población y lo que se contrae
como deuda puramente financiera.
EC - ¿Estas preocupaciones van a ser planteadas
en la próxima reunión del FMI y el BM con una
coordinación de posiciones del Grupo de Rio?
DO - Efectivamente. Hubo una fuerte convocatoria
en ese sentido, a llevar a los organismos de
crédito esta posición como posición única de
la región. Del mismo modo que con respecto
a la nueva ronda en materia de comercio que
se abriría en Qatar en noviembre de este año;
allí la OMC tiene una instancia muy difícil
porque si esa ronda fracasa, como ocurrió con
Seattle, lo que va a quedar cuestionado no
será la agenda de la OMC sino su capacidad
de conducción, administración y regulación
del comercio internacional.
Por lo tanto le diría que los 15 años del Grupo
de Rio fueron una oportunidad para que el grupo
se mirara a sí mismo y viera cuál es el grado
de participación que debe tener como interlocutor
en los grandes temas no sólo regionales sino
también mundiales. Al respecto recuerdo haber
participado en una reunión del grupo en Veracruz,
en México, en la que una de las discusiones
fue si debía ocuparse o no de la agenda extrarregional,
de los temas que suceden fuera de la región.
Recuerdo que algunos países, entre ellos Uruguay,
sostuvimos la necesidad de que así fuera, porque
en una economía globalizada, en una sociedad
mundializada como ésta en la que hoy vivimos
resultaba un tanto ficticio ocuparnos sólo
de los temas regionales porque los temas del
mundo afectan directamente a la región. A esta
altura ese concepto ya está consolidado, si
observamos la agenda, las declaraciones y los
documentos que dimanaron de la reunión de Santiago
se verá que hay una fuerte participación de
los temas internacionales, sin mengua de algunos
temas específicos de la región que fueron más
que nada desarrollados en la reunión previa
de cancilleres.
EC - ¿Cómo definiríamos al Grupo de Río? ¿Son
los países latinoamericanos? ¿Esa es la manera
de resumirlo?
DO - Son los países latinoamericanos sin el
Caribe completo, que estaba representado por
Guyana, que en este caso hace la representación
de los 14 países que integran el CARICOM. El
resto son los 19 países de América Latina,
excepto Cuba. Esto quiere decir que allí estaba
América Latina. Si tuviera que definir el grupo
diría que es la bancada de países latinoamericanos
que quieren actuar como bancada, como un grupo
políticamente concertado en los diferentes
escenarios internacionales en los que le toca
actuar.
EC - No era algo esperable necesariamente,
al punto de que el presidente Jorge Batlle,
cuando salió de Montevideo rumbo a Santiago,
habló de su idea de tener reuniones -aprovechando
esta cumbre- con los presidentes del Mercosur
para que éste llevara posiciones coordinadas,
tanto a la asamblea del FMI como a la OMC.
Ahora resulta que será el Grupo de Rio entero
el que llevará una posición coordinada.
DO - Efectivamente. Lo interesante estuvo en
que ese pronóstico se cumplió en lo que hace
al Mercosur y se extendió a la totalidad del
Grupo de Rio. Le digo más: a nivel del Mercosur
mantuvimos reuniones en los dos niveles, tanto
de cancilleres como de presidentes, y particularmente
en la de cancilleres -que era la que se constituía
como una reunión de tipo operativo, práctico-
hubo una reunión ad hoc del Consejo, integrado
en este caso sólo por cancilleres, no por los
ministros de Economía.
Fue una reunión un tanto específica en la que
tratamos el programa de trabajo de lo que se
viene desarrollando durante el semestre de
la presidencia uruguaya y de las cuestiones
que nos quedan pendientes y los objetivos que
queremos alcanzar. Esto le permitió al gobierno
uruguayo regresar de Santiago con una guía
de trabajo, con un programa totalmente consultado
con sus socios en forma personal y directa
y con la participación de todos. Eso tiene
una expresión muy concreta que es bueno que
los oyentes conozcan: en los primeros días
de setiembre tendremos una reunión del Grupo
Cairns en Uruguay, el grupo de los productores
agrícolas; se reunirán aquí en Uruguay 19 países
agrícolas. Se manejó la posibilidad de que
el Mercosur, aprovechando esa reunión, convoque
al representante de Estados Unidos, al secretario
de Comercio de ese país, que estará presente
en Uruguay, para que iniciemos de una vez la
negociación del llamado cuatro más uno, vale
decir de los cuatro países del Mercosur y Estados
Unidos. Esta iniciativa, que puede tener efectos
muy importantes, tiene una condición: la dificultad
de que el presidente Bush en este momento está
enfrentado al Congreso en cuanto a obtener
autorización para negociar.
EC - Para tener el "fast-track".
DO - Para tener lo que en su momento se llamó
fast-track y ahora se llama autoridad para
negociar en forma rápida. En definitiva esa
autoridad que aún no ha obtenido el presidente
Bush parece constituirse en uno de los objetivos
centrales de la administración Bush para sus
relaciones con América Latina; tanto nuestra
prensa como la argentina le ha destinado mucha
atención a este tema en las últimas semanas.
De manera que aquí tenemos un ejemplo concreto.
En esta reunión del Grupo Cairns el Mercosur
también tendrá oportunidad de actuar en la
forma concertada a que antes hicimos referencia.
En sus alcances, en los compromisos políticos
contraídos, en el tema abordada, en la inmediatez
de la acción política concertada entre sus
miembros en las diferentes ocasiones en que
habrán de reunirse, esta última reunión marca
a un Grupo de Rio activo y no testimonial,
que ya no se ocupa de los temas más o menos
de consenso en el mundo sino de temas que hoy
están confrontando una vez más a los países
de las economías más desarrolladas con los
de regiones ubicadas en zonas de emergencia.
***
EC - En ese plan de acciones coordinadas de
los países latinoamericanos integrantes del
Grupo de Río a mí en particular -y creo que
en general a los observadores- me llamó particularmente
la atención la gestión que se hizo ipso facto
ante el presidente de Estados Unidos por el
caso Argentina. Los presidentes habían formulado
un llamado para que los organismos financieros
internacionales adoptaran las medidas financieras
necesarias para solventar los requerimientos
que la economía argentina requiere. Además
le encomendaron al presidente anfitrión, Ricardo
Lagos, que mantuviera una conversación telefónica
sobre ese mismo tema con el presidente de Estados
Unidos. Se hicieron los trámites y el sábado
de mañana ese diálogo se concretó. ¿Por qué
se actuó de esta manera?
DO - Creo que todos reconocemos que la situación
argentina tiene influencia no sólo al interior
de ese país, como lo hemos visto palpablemente
en todas estas semanas, sino que tiene un efecto
expansivo sobre nuestra región, ni qué hablar
sobre nosotros, sobre Chile, sobre Brasil y
Paraguay, por lo tanto es un tema que nos preocupa
a todos.
EC - ¿La preocupación vino por los rumores
que habían circulado el jueves en la prensa
internacional en cuanto a que Washington se
oponía a otorgar nuevos recursos a Argentina?
DO - Usted habrá visto que en estos días ha
habido declaraciones diferentes y que las últimas
horas muestran unas declaraciones del señor
O'Neill en el sentido de que las bases por
las cuales el financiamiento de la situación
argentina podría producirse tienen como base
que tenga un carácter sustentable, lo que significa
que tenga algunas condiciones que aseguren
su estabilidad, su permanencia y que no se
vaya a un puro blindaje financiero como ocurrió
hace unos meses. Está claro que Argentina está
negociando bajo condiciones bastante severas,
por lo que era necesario dar un mensaje claro
de solidaridad y hacer un llamado para que
los organismos financieros internacionales
tomen las medidas que permitan a la economía
argentina superar el momento en que se encuentra.
EC - ¿Qué se le reclamaba concretamente a Estados
Unidos?
DO - Argentina es un jugador fuerte en la economía
internacional, particularmente en la regional,
por lo tanto los presidentes vieron la necesidad
de ayudar a Argentina en su trabajo dentro
del sistema financiero multilateral y de poner
de relieve la importancia de fortalecer el
sistema multilateral de comercio y mejorar
el sistema financiero en su conjunto para atender
los requerimientos de países de economías emergentes.
Creo que el caso argentino fue un acicate para
una concepción muy activa de los países de
la región.
Esta reunión tuvo una gran dosis de realismo,
que creo que fue lo que el presidente Batlle
caracterizó al regresar. El riesgo de estas
reuniones es caer en la retórica, el tono declarativo
que las poblaciones muchas veces ven con escepticismo...
EC - Por eso me llamó la atención el gesto:
una llamada telefónica. Se buscó al presidente
Bush, que se sabe que está de vacaciones en
su rancho en Texas...
DO - Fue una gestión inmediata cumplida por
el presidente Lagos, de la que dio cuenta en
la mañana del sábado en el cierre de la reunión.
EC - Leí unas declaraciones del presidente
mexicano, Vicente Fox, que decían: "Sólo deseamos
que el asunto se atienda con rapidez"; también
una alta fuente del gobierno chileno que citó
el diario El Mercurio, de Santiago, que decía:
"Si esto no resulta quiere decir que 350 millones
de habitantes no valemos nada".
DO - Quizás eso sea una síntesis un tanto más
dramática o rotunda de lo que nosotros mismos
pudiéramos pensar. Nuestro valor no está sólo
en que nos atiendan, está también en hacer
las cosas como se debe en cada uno de nuestros
países. Tampoco se trata de que ignoremos que
muchas cosas que a todos los países les suceden
no tienen como única fuente la responsabilidad
del mundo exterior, también hay elementos de
manejo y de conducción que deben ser tomados
en cuenta por los propios países internamente
y conforme a su sistema de autoridades. En
esa materia las diferencias que pueda haber
entre los distintos países así lo señalan.
En cualquier caso es muy importante subrayar
que esta reunión nos anima a pensar que este
grupo, que nació para resolver un problema
de la paz en Centro América, en otro momento
y con objetivos distintos, hoy día se está
convirtiendo progresivamente en un interlocutor
político de la región.
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Transcripción: Jorge García Ramón y María Lila
Ltaif
Edición: Jorge García Ramón
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