Delegación
uruguaya evalúa positivamente la Conferencia Mundial contra
el Racismo
Romero Rodríguez
(Mundo Afro, Alianza Estratégica de Afrodescendientes para
América Latina y el Caribe): "El año pasado entramos
como negros americanos y salimos como afrodescendientes americanos.
La conquista de la identidad, el reconocimiento de la trata de esclavos
como un factor que impide el desarrollo a los 150 millones de negros
que vivimos en las Américas".
EN PERSPECTIVA
Lunes 10.09.01, hora 08.09.
EMILIANO COTELO:
En Durban, Sudáfrica, culminó este sábado la
Conferencia Mundial contra el Racismo, aprobando una declaración
que reconoce la injusticia de la esclavitud y el colonialismo y
el drama de los palestinos. Las deliberaciones terminaron después
de nueve días de acalorado debate y de repetidas amenazas
de fracaso del encuentro.
Los acuerdos
de transacción se lograron el día siguiente al que
estaba previsto como cierre de la conferencia: hubo que extender
unas horas más el trámite de este encuentro. Pero
los Estados árabes, aunque aceptaron la transacción
sobre Oriente Medio, registraron sus reservas por el hecho de que
la conferencia no hubiera condenado directamente a Israel por su
política hacia los palestinos.
En su sesión
de clausura, la conferencia aprobó un programa de acción
y declaración que tiene el propósito de servir de
programa global de lucha contra el racismo. De todos modos, los
temas más conflictivos terminaron empañando el desarrollo
de la reunión. Estados Unidos e Israel terminaron abandonando
la conferencia el lunes, después de que fracasó una
gestión de Noruega por hallar una solución de compromiso.
***
Pese a todas
esas fricciones e inconvenientes, algunos países y algunas
regiones del mundo salen particularmente satisfechos de esta Conferencia
Mundial contra el Racismo. Ese es el caso de América Latina
y en particular de Uruguay, según han dicho varios integrantes
de la delegación que viajó desde Montevideo.
Estamos en comunicación
con Durban para dialogar con Romero Rodríguez, director general
de Mundo Afro y coordinador general de la Alianza Estratégica
de Afrodescendientes para América latina y el Caribe.
¿Cuántos
integrantes tuvo la representación de nuestro país?
ROMERO RODRÍGUEZ:
Llegó a 28 personas en los 15 días que estuvimos;
en este momento quedamos nada más que cuatro que mañana
volvemos al país.
EC - ¿Cuántos
de esos 28 eran representantes del gobierno y cuántos de
organizaciones no gubernamentales?
RR - La sociedad
civil estuvo mayoritariamente representada. Por el gobierno estuvieron
el señor ministro de Educación y Cultura, Antonio
Mercader, dos asesores del Ministerio de Relaciones Exteriores y
un asesor del ministerio, más el embajador, unas seis o siete
personas con las que destacamos que pudimos trabajar conjuntamente
durante todas las jornadas.
EC - ¿Ese
es uno de los resultados positivos que dejó la conferencia
de Durban?
RR - Dejó
muchos resultados positivos. Para Uruguay especialmente debemos
destacar la conjunción y la fraternidad que reinó
en la delegación; además hay que recordar que veníamos
de un proceso de un año de debates y análisis con
varios actores políticos y miembros del gobierno. Se pudo
elaborar una declaración conjunta y de alguna forma algunas
acciones afirmativas para los afrodescendientes uruguayos. Eso nos
habla de lo bien que se está tratando el tema, un tema que
no es fácil, que es complejo, que tiene muchas aristas y
mucha historia. Felizmente para Uruguay podemos decir que el tema
se ha encarado, se lo ha visto y, en la medida en que se da el debate,
se va profundizando. Por lo tanto estamos muy contentos, la sociedad
civil debe estar contenta; por supuesto que ese papel se dio en
Durban y fue altamente reconocido por las delegaciones.
EC - Más
allá de ese aspecto estrictamente interno que hace a cómo
se están procesando todos estos temas en Uruguay, en particular
cómo se trabajó en la delegación de nuestro
país en la conferencia y yendo al conjunto de los debates
y las resoluciones, ¿usted también tiene una impresión
favorable, pese a todo el conflicto que se dio?
RR - Esta conferencia
es histórica porque se pone en escena un nuevo elemento,
que es la mirada racial sobre lo que está pasando en el mundo.
La racialización del conflicto es una realidad, estamos hablando
de racismo. Muchos actores quisieron confundir durante varias semanas
y que no se hablara de racismo, de reparación ni de responsabilidades.
Algunos temas muy candentes, como puede ser el de Oriente Medio
y el de Palestina, que tiene un tratamiento especial en algunos
departamentos de Naciones Unidas, ayudaron a perjudicar y confundir
más las cosas. En esto hay que ser muy claro y decir que,
en la medida en que se pudo resolver y analizar los temas de racismo
a nivel mundial, sus causas, sus consecuencias y el papel que han
jugado las víctimas, creo que hay un avance; en la medida
en que se quiso definir algunos elementos de conflictos que existen
en el mundo, ahí hubo un retroceso. Creemos que para América
Latina ha habido un avance, si bien algunas regiones no han podido
constatarlo.
EC - ¿Cuáles
fueron los avances para América Latina?
RR - Recuperar
el 70% - 80% del documento que los países del grupo latinoamericano
habían definido en Santiago. El acuerdo que logran Uruguay
y los demás países se dio porque habíamos tenido
una conferencia regional en Santiago de Chile el año pasado,
que fue altamente benéfica, y donde todos los sectores sociales
plantearon el tema. Recordemos que antes de la Conferencia de Santiago
los países latinoamericanos se negaban a hablar del tema.
En el caso concreto de nosotros, afrodescendientes, entramos a Santiago
de Chile el año pasado como negros americanos y salimos como
afrodescendientes americanos. La conquista de la identidad, el reconocimiento
de la trata de esclavos como un factor que explica que no tengamos
desarrollo a lo largo y a lo ancho de los 150 millones de negros
que vivimos en las Américas... Todo eso se analizó
en Santiago y fue lo que nos permitió llegar a Durban con
una plataforma concreta, defender objetivos concretos y con una
unidad que se expresa en el accionar entre los Estados y la sociedad
civil. Por lo tanto en aquellas regiones donde el racismo, la trata
de esclavos, sus consecuencias, el colonialismo, no fueron tratados
en profundidad, cayeron en una confusión que casi hace fracasar
la conferencia.
EC - Usted está
aludiendo a Oriente Medio concretamente.
RR - Claro que
sí. Tenemos que entender que si bien lo que está pasando
en esa región es algo que todos condenamos, porque todos
queremos que haya paz y se vuelva a la mesa de negociaciones, eso
se está discutiendo en otros organismos de Naciones Unidas.
Cuando se logró discutir sobre racismo, xenofobia, intolerancia,
discriminación, la conferencia pudo enderezarse y tener resultados.
EC - ¿Cómo
podemos valorar la resolución final? Reconoce la injusticia
de la esclavitud y el colonialismo, habla a propósito del
drama de los palestinos, pero ¿qué deja?
RR - Como positivo
deja el reconocimiento. Vamos a entendernos: en las cuatro preconferencias
hubo una negación total del proceso de la esclavitud y la
trata transatlántica; la Unión Europea se negó
permanentemente a reconocer ese factor como uno de los elementos
que han causado mayores desgracias y discriminación.
Por lo tanto,
si hoy reconocemos que el tema del racismo y la trata transatlántica
de esclavos fue un elemento importante y fundamental, eso nos permite
llegar a las reparaciones. Si un sector de la sociedad latinoamericana
llegó en ciertas condiciones, en un triángulo atroz
de tráfico de seres humanos. y a cinco siglos de esos hechos,
sobre 150 millones de afrodescendientes el 92% vive bajo la línea
de pobreza, hay ahí una causal de racismo bien real y objetiva.
Por lo tanto ahora se exige comenzar a ver el tema de las reparaciones
en concreto; en ese aspecto esta conferencia debería haber
profundizado mucho más.
EC - Estaba
leyendo un cable de la agencia Associated Press que dice: "No
quedó claro si la nueva terminología podría
utilizarse como argumento en la búsqueda legal de indemnizaciones,
pero varios europeos dijeron, a condición de mantener el
anonimato, que sus temores habían sido atendidos".
RR - Hay mucha
cosa, daría para hablar mucho, pero ahí juegan varios
elementos. Primero, juega que el continente africano, desde una
posición muy radical hace un año, ha venido cambiando
sustancialmente en el tema de las reparaciones, los Estados plantean
cómo tratar el tema de la deuda económica o la deuda
externa que tienen.
En el caso de
América latina el tema de las reparaciones está muy
bien enfocado; Santiago también ayudó en esa línea
y llegamos a un acuerdo, a un consenso entre todas las fuerzas sociales
y los actores políticos y sociales que nos reunimos, de que
cada país vería su fórmula como la está
viendo Uruguay, con acciones afirmativas, con un planteo concreto
en cuanto a profundizar la educación multicultural, etcétera.
América latina lo viene resolviendo bastante bien; creo que
en Africa van a tener grandes conflictos, varios especialistas estamos
tratando de entender cómo se va a resolver el tema de las
reparaciones en Africa.
Estados Unidos
ha presentado la Iniciativa Africa para el desarrollo africano,
que en cierta medida es contradictoria con lo que plantea la declaración
final de Durban. Por lo tanto vamos a ver mucha cosa: creo que esta
conferencia es histórica porque por primera vez encauza las
relaciones humanas y mundiales a partir del concepto raza. Esto
es importante: ya no es el concepto biológico que dominaba
hasta el momento, ahora es un planteo, un concepto social que señala
que buena parte del mundo vive en la pobreza, en la exclusión,
en su mayoría negros, indígenas, etcétera.
A nuestro entender ese tema fue el centro de la conferencia, y es
por ahí que se van a tener que realizar y profundizar algunos
cambios.
EC - La conferencia
no implicó un cierre sino un comienzo: se ha creado comisiones
con el fin de realizar un seguimiento en el mundo respecto al tema
del racismo.
RR - Sí.
Nuestra estadía en Durban por unos días más
se debe a que estamos discutiendo a dos niveles. En las comisiones
de seguimiento regionales, Uruguay está presentando un plan
alternativo para generar esta comisión de seguimiento. Y
a nivel de los afrodescendientes se está discutiendo la muy
probable creación de un Consejo Mundial de Africanos y Afrodescendientes
que entra en escena para resguardar, vigilar y monitorear que lo
que se hizo y se votó aquí sea cumplido.
Ayer se formalizó
la comisión de seguimiento de América Central y dentro
de un mes, el 13 de octubre, se formalizará en Buenos Aires
la del Mercosur. En todas partes se están formalizando comisiones
de seguimiento para hacer un monitoreo concreto de esto, del significado
del plan de acción y la declaración, de cómo
será aplicado en nuestros países, de lo que en estos
momentos somos responsables.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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