12.09.2001






Torres Gemelas: no hay sistemas de seguridad para situaciones imprevisibles

Ingeniero Federico Cvetreznick: Los sistemas contra incendio no pueden contemplar el derrame de más de 30 mil litros de "nafta de aviación". La estructura colapsa a 600º, que se alcanzan rápidamente. En condiciones normales, la evacuación demora 90 segundos por piso lo que implicaría más de una hora.


EN PERSPECTIVA
Miércoles 12.09.01, hora 08.55.


EMILIANO COTELO:
Federico Cvetreznick es ingeniero industrial, especialista en seguridad de incendios, profesor en la Facultad de Arquitectura, miembro de la National Fire Protection Association de Estados Unidos. Ayer conversamos con usted por primera vez a propósito de lo que había pasado, sobre todo en cuanto a los derrumbes de las dos torres. Hubo interpretaciones a propósito de que los edificios tenían explosivos colocados en su interior. Usted tenía otra lectura, que obviaba la necesidad de explosivos. Ahora que tiene más información, que ha podido evaluar los acontecimientos con más distancia, ¿qué piensa?

FEDERICO CVETREZNICK:
Por lo que he visto, mantengo mi hipótesis. De todos modos es algo que me llama la atención. Por la manera en que se desploman las torres no se ve una explosión desde los pisos inferiores: los primeros movimientos son desde los pisos siniestrados hacia abajo, se ve que los pisos van cayendo uno sobre el otro. Por ahora sigo manteniendo mi tesis, pero lamentablemente es de estas cosas que uno más aprende.

EC - ¿Qué podría haber ocurrido?

FC - Hay dos causas mayores: una es el impacto tremendo de esa aeronave con un peso de aproximadamente 140 toneladas. El impacto sobre los pilares estructurales del edificio tiene que haber causado consecuencias muy importantes en la resistencia estructural. Por otro lado la acción del fuego, de la temperatura sobre los pilares, que si bien están revestidos con un material aislante e ignífugo, a causa del impacto del avión deben haber perdido buena parte de ese aislamiento térmico y los hierros quedaron expuestos a las llamas.

EC - Más temprano el comandante Fernando Zas, piloto de Boeing 767 en Pluna, señalaba que un avión de este tipo pesa aproximadamente 160 toneladas -las estimaciones pueden variar- y que probablemente llevara 30 toneladas de combustible: que de las 160 toneladas 30 o 40 podían llegar a ser de combustible.

FC - Exacto, eso implica un material de una inflamabilidad pavorosa.

EC - Tenemos aviones muy pesados, viajando a una velocidad formidable y cargados de 30 o 40 toneladas de combustible.

FC - O sea 30 mil litros de la llamada "nafta de aviación", el queroseno refinado JP1. Hay que entender bien qué es lo que esto puede llegar a producir dentro de un edificio: las temperaturas que se pueden desarrollar son tremendamente importantes. Eso obviamente afecta las características resistentes del hierro; el acero se vuelve dúctil después de los 600°. Se llega muy rápidamente a los 600º, el acero es gran conductor del calor. Si pierde el revestimiento aislante, inmediatamente llega a esa temperatura y colapsa.

Eso es lo que se ve, estamos hablando de que entre el impacto y el momento del colapso pasa aproximadamente una hora, y que están colapsando las torres en los pisos donde fueron impactadas. Por ahora mantengo mi hipótesis.

EC - O sea que cedió la estructura de pilares en los pisos directamente afectados por el impacto, y eso provocó que fueran cayendo las losas de los pisos superiores.

FC - Sí, eso provocó un impacto sobre las losas que todavía estaban resistiendo. Ese impacto produce un esfuerzo dinámico muy superior al esfuerzo estático para el cual están dimensionados los pilares. Los pilares están dimensionados para soportar un peso, pero no 10 veces ese peso, que puede ser el equivalente de la caída de todas esas losas sobre los pilares. Ahí puede haber comenzado un efecto de cascada, un efecto dominó de una losa sobre la otra y llegar a explotar.

Lo vamos a estar viendo y yo voy a estar muy atento a si hay alguna otra explicación, pero creo que por ese lado se puede explicar lo que sucedió.

EC - Por otro lado nos interesaba su conocimiento para tratar de entender qué podía haber pasado con la gente que se encontraba adentro de las Torres Gemelas, en qué medida tuvo capacidad y tiempo para escapar.

FC - Es un punto importantísimo. Ese tipo de edificios, como los de cualquier tipo está provisto de vías de evacuación. Los edificios verticales en particular son muy dificultosos de evacuar, justamente porque las vías de evacuación son muy prolongadas, las distancias son muy largas. Los tiempos de diseño para evacuación están en el orden de los 90 segundos por planta, y las vías de evacuación se dimensionan para evacuar una planta; el hecho de tener que evacuar todo el edificio significa muchos minutos, sumándose uno tras otro, de cada una de las plantas.

Estimo que la evacuación de edificios de ese tipo puede llevar horas: una, dos, tres horas. Incluso he escuchado algún testimonio de que en el atentado ocurrido en 1993 la evacuación del edificio llevó aproximadamente seis horas. También escuché algún otro testimonio de que se hicieron simulacros de evacuación de 45 minutos, pero yo estimo que la evacuación de ese edificio no debe tardar menos de una o dos horas. Y si tomamos en cuenta que entre el impacto y el derrumbe pasó aproximadamente una hora, con una población de 20.000 personas que a esa hora de la mañana podría estar ubicada en la mitad, estamos hablando de unos miles de personas que pueden haber quedado dentro.

EC - Por supuesto que los sistemas de agua previstos en los edificios de estas características para la hipótesis de incendio no están dimensionados para una catástrofe como ésta.

FC - No, no. Los sistemas de seguridad contra incendio o los sistemas de seguridad que dan las vías de evacuación no se dimensionan para un atentado terrorista ni para una situación de este tipo. La capacidad de los tanques de agua para extinguir un incendio se dimensiona en función de tomar un área máxima de aproximadamente unos 150 metros cuadrados, y proveerla durante un tiempo determinado, que puede ser de una o dos horas. Después de eso, el agua se termina y la tiene que proveer el bombero con sus propias bombas.

El tema es que en este caso tenemos toda una planta incendiada. Si se abren todos los rociadores, entonces, el tiempo en que disponemos de agua baja sensiblemente, a unos minutos. Si se abre todos los rociadores, de pronto no tenemos más que 20 minutos de reserva de agua, y ese tiempo puede ser insuficiente, sobre todo para la cantidad de combustible que agregó el avión en las plantas. Sin duda que salimos fuera del diseño de los sistemas de seguridad del edificio.

EC - ¿Hay algún otro aspecto que convenga destacar en este momento?

FC - Llama mucho la atención que haya sucedido un golpe tan catastrófico sin que nadie haya pensado que podía pasar, porque era una cosa muy fácilmente alcanzable, que realmente no requirió de sistemas sofisticados. Lo vamos a ir escuchando en los próximos tiempos, pero me llama la atención que haya sido algo no previsto.

------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón

 






En perspectiva
l Dinámica Rural l Deportes l Página principal

Para escuchar la radio en vivo necesita el Real Player
Optimizado para Internet Explorer a 800x600
Copyright Espectador.com All Rights Reserved