¿Cuál
será el blanco de la represalia?
Análisis
del politólogo uruguayo Juan Rial.
EN PERSPECTIVA
Lunes 17.09.01, hora 08.17.
EMILIANO COTELO:
En momentos en que sigue ingresando información sobre los
preparativos de Estados Unidos para responder al atentado del martes,
estamos nuevamente en comunicación con el politólogo
uruguayo Juan Rial, desde Nueva York. ¿Con qué ambiente
amanece la ciudad, cuando allí son las 7.17?
JUAN RIAL:
Cuando son las 7.17 la gente se está acercando a la isla
Manhattan para trabajar y tratando de hacerlo de la forma más
normal posible. No es sencillo, porque el tránsito en la
zona sur de la isla todavía no va a ser regular. Uno de los
túneles principales que conecta con Jersey, el Holland, sigue
cerrado; el que conecta hacia el sur con Staten Island sigue cerrado;
y el puente Brooklyn, que quienes han visitado Nueva York probablemente
conozcan más, también. Además, gran parte de
los subterráneos no puede parar en algunas de las estaciones
del sur, hay correcciones en las direcciones en que se mueven los
buses, con lo cual mucha gente llegará tarde.
La gran expectativa
es qué pasa con la reanudación de las actividades
financieras en la bolsa, después de que, por razones de horario,
ya se hayan clausurado las actividades en Asia, que se saben fueron
en baja, y que todavía están en curso las europeas,
también en baja.
EC - Otro de
los focos de atención en esta jornada es la zona de Afganistán
y Pakistán. Una delegación del gobierno pakistaní
entregó hoy al gobierno talibán de Afganistán
un mensaje que aparentemente sería de este estilo: "O
entregan a Osama bin Laden o se arriesgan a un ataque demoledor".
Algunas versiones hablan de que el mensaje procedente del gobierno
de Estados Unidos tendría plazo -tres días-, pero
casualmente en estas mismas horas se ha conocido un comunicado de
Osama bin Laden que dice: "Yo estoy viviendo en Afganistán,
he hecho un juramento de lealtad al líder del movimiento
talibán, Mohamad Omar, que no permite hacer tales cosas de
Afganistán", desmintiendo cualquier participación
o relación con los atentados de Nueva York y Washington.
"Se nos ha culpado en el pasado pero no estuvimos involucrados".
¿Cómo
se ha tomado esta declaración en Estados Unidos?
JR - La declaración
ha sido difundida ya desde ayer con bastante frecuencia, pero no
hubo una respuesta contundente al respecto. Hay que tener en cuenta
que, como siempre en los grandes conflictos, en el interior del
gobierno suele haber distintas posiciones. Prácticamente
hay tres personas que constantemente son entrevistadas: el propio
presidente Bush, el fiscal general Ashword y el secretario de Estado
Collin Powell. Es interesante una inversión de roles que
ha ocurrido a partir de la crisis del martes entre la situación
del secretario Powell y la de la señora Condolisa Right,
la presidenta del Consejo Nacional de Seguridad. Hasta ese día
parecía que la conducción de la política exterior
de Estados Unidos era llevada en la práctica por la señora
Right, y que el señor Powell no hablaba. Las cosas se han
invertido y ahora es Powell quien suele hacer referencia sobre todos
estos temas. El propio secretario de Defensa, señor Runsell,
un personaje muy importante, ha sido muy parco también, ha
hablado muy pocas veces en todo este proceso...
EC - ¿Cuál
es tu interpretación a propósito de ese cambio?
JR - El señor
Powell fue el primero en señalar a Osama bin Laden como responsable;
hay que ver que al principio Bush tardó mucho tiempo en identificar
a un posible grupo como autor de los atentados. Powell lo hizo prácticamente
casi de inmediato, y recién a fines del viernes también
Bush se refirió al señor Osama bin Laden. Parecería
que Powell -recordemos que es un general retirado, que fue el jefe
de la Junta del Estado Mayor Conjunto en tiempos de la guerra del
Golfo- es partidario de llevar adelante una represalia militar de
tipo clásico, tradicional, y dentro de lo posible tratando
de restringirla a un solo blanco. O sea, un manejo tradicional de
lo que sería la actividad política-militar de Estados
Unidos.
No queda claro,
en cambio, cuál es la posición de la señora
Right, que era una experta en el mundo soviético, que conoce
bien cómo funciona toda esa área; no se sabe si ella
apoya una actitud de otro tipo, mucho más abierta, que probablemente
abarque una represión muy fuerte, que no tenga un blanco
preciso en una nación sino que apunte más hacia hombres
y organizaciones dentro de un conjunto de naciones.
EC - Estos comentarios
tuyos vienen a propósito de la consulta que yo te hacía
sobre cómo había caído el comunicado de Bin
Laden deslindando toda responsabilidad, ¿entonces?
JR - Lo que
Bin Laden trató de hacer sería tratar de proteger
al gobierno de Afganistán sustancialmente (aparte de a sí
mismo), y tratar de diluir la responsabilidad de modo que, en tal
caso, Estados Unidos pierda lo que hasta ahora era su base estratégica:
confrontar a lo sumo sólo uno o dos conflictos al mismo tiempo.
En cambio, si se impone la idea de una amplia coalición para
combatir el terrorismo y bajo nuevas formas, el blanco no sería
una nación determinada sino que podría ser un conjunto
de naciones. De ahí las declaraciones del vicepresidente
Cheney de a noche, que decía que el blanco puede abarcar
desde Egipto, donde también funciona un grupo islámico
entre cuyos líderes está el hermano del oficial del
ejército que mató al antecesor del actual presidente
Mubarak, Anwar el Sadat en su momento, hasta llegar a Afganistán,
incluyendo en el medio a organizaciones que sustancialmente actúan
en actividades terroristas en casi toda la zona.
JOSÉ
PEDRO DÍAZ:
En términos generales se está hablando de una ofensiva
contra el terrorismo, el enemigo al que se identifica es el terrorismo.
Además el propio presidente Bush ha hablado de prepararse
para una guerra de largo aliento, que no va a ser relámpago.
¿Esto estaría dando la pauta de que la tesis dominante
es que vamos a enfrentar una serie de acciones múltiples
en varios lugares?
JR - Esa es
la gran duda. Parecería que internamente hay una puja muy
fuerte entre dos sectores, entre los que quieren -como en el caso
de lo que inicialmente propuso el secretario de Estado Powell- una
acción mucho más tradicional, focalizada en un país
que considera apoyo de un grupo de terrorista y limitándola
a este caso, y aquellos que quieren ampliarla a toda una serie de
grupos terroristas que Estados Unidos identifique como enemigos.
EC - ¿Tú
dices que ese dilema no está resuelto todavía?
JR - Todavía
no parece claramente resuelto. Lo que podría verse es que
podrían ganar las dos tesis, que se pondrían en marcha
las dos al mismo tiempo, que se haga al mismo tiempo una acción
militar muy fuerte presumiblemente contra Afganistán -de
ahí las acciones de presión sobre Pakistán,
el trabajo que se ha hecho sobre los hindúes, el trabajo
para neutralizar cualquier posible oposición por parte de
Rusia-, pero al mismo tiempo se estarían preparando para
operaciones de largo plazo contra grupos.
La primera opción
llevaría a un uso fuerte de la armada y la fuerza área,
la segunda implicaría el uso de fuerzas especiales en operaciones
mucho más localizadas, en una cantidad indeterminada de países.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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