27.09.2001

 

Afganistán

La crisis olvidada
Barnett R. Rubin
1996

Claves para la comprensión del conflicto afgano.
Montserrat Boix, Diciembre 2000

Zona de riesgo

Huida desesperada


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



El Afganistán que espera un ataque (I)

Marco Tulio Boaso (Organización Internacional para las Migraciones): Los talibanes han prohibido aplaudir y cualquier forma de entretenimiento. Además, controlan la única estación de radio y toda la prensa, sin permitir el ingreso de la televisión ya que no admiten las imágenes. Desde hace 20 años el país vive en guerra interna, está afectado por la más severa sequía de su historia, con 900 mil desplazados internos y cinco millones de refugiados. Además alberga a Osama bin Laden, un multimillonario saudí que ha puesto toda su fortuna a disposición de su lucha contra occidente, especialmente Estados Unidos.


EN PERSPECTIVA
Martes 18.09.01, hora 09.05.


EMILIANO COTELO:
Después de los atentados del martes pasado contra las torres gemelas del World Trade Center y el Pentágono, después del señalamiento de Osama bin Laden como el principal sospechoso, Afganistán, el país donde éste se refugia, ha pasado a convertirse en el centro de todas las miradas. Aunque no se sabe todavía qué forma tendrá, parece claro que será allí, en Afganistán, donde comenzará esta nueva y larga guerra contra el terrorismo que Estados Unidos está a punto de lanzar en colaboración con un grupo de países aliados.

¿Qué características tiene Afganistán, ese país hasta ahora prácticamente desatendido? ¿Cómo estará viviendo la población de ese país este momento? ¿Cómo podría reaccionar ante un eventual ataque estadounidense? ¿Qué grado de apoyo tiene el gobierno talibán?

Para contestar estas y otras preguntas estamos en contacto con Marco Tulio Boaso, en Ginebra, un uruguayo que conoce en profundidad Afganistán. Es abogado, desde 1994 trabaja en la Organización Internacional para las Migraciones vinculado a temas de ayuda humanitaria; es senior emergency officer y está encargado de la zona de Asia Central. Ha estado 10 veces en Afganistán en los últimos años, la última hace un mes; inclusive tenía planeado un viaje para estos días, que obviamente tuvo que suspender. Antes trabajó en la OEA, también en proyectos vinculados a la ayuda humanitaria, pero en la zona de América Central.

En estos días hubo distintos informes de prensa que destacan que el régimen talibán ha prohibido la televisión y otro tipo de entretenimientos. ¿Hasta qué punto la población de Afganistán se encuentra aislada de la información internacional? ¿La gente tiene idea del futuro delicado que tiene por delante?

MARCO TULIO BOASO:
Quisiera hacer algunas consideraciones. En primer lugar, es cierto que los talibanes han prohibido todo tipo de entretenimiento. Para darle un ejemplo muy claro le digo que está prohibido aplaudir, de manera que el aplauso como manifestación de júbilo o expresión está absolutamente prohibido. Eso le da una pauta de cuán severo es el régimen implantado por los talibanes. Hay allí también una policía religiosa que se encarga de velar por todo ese tipo de prohibiciones, porque las mismas se cumplan; esta policía se ha llamado como "de Prevención del Vicio y Promoción de la Virtud".

Sin embargo, como todo régimen de corte totalitario, el talibán tiene sus medios de difusión, tiene el único medio de difusión existente en el país, que es la radio Sharia, que significa "Ley del Corán", a través de la cual difunde todo este tipo de propaganda.

EC - Permítame una precisión; ¿usted dice que el único medio de difusión es esa emisora de radio? ¿No hay, por ejemplo, otras radios, no hay canales de televisión?

MTB - Absolutamente no, ninguno. Está absolutamente prohibida por el régimen la difusión de películas, noticias, incluso de cualquier tipo de imagen; está prohibida la fotografía, la filmación; está prohibido tener imágenes de cualquier criatura viviente. Es una prohibición muy fuerte que está entroncada en los edictos que ha sacado el gobierno talibán. Todo esto no tiene nada que ver con el Islam.

EC - Para terminar de entender la situación en materia de prensa, ¿hay diarios, revistas?

MTB - Hay diarios, pero son todos manejados por el gobierno talibán. Los talibanes le han dado a toda esta confrontación un enfoque religioso, por eso creo que es bueno que se haga -como se está haciendo- la separación entre el Islam y los musulmanes del régimen talibán, dos cosas totalmente distintas. Lo que se ha disfrazado como una cuestión religiosa no lo es en absoluto, el Corán no dice que todo esto deba ocurrir de la manera en que los talibanes lo han interpretado. De manera que ésa es una salvedad importante a hacer.

¿Por qué los afganos están informados de la situación? Evidentemente el régimen se ha encargado de explicarles su versión de por qué eventualmente va a ocurrir un bombardeo, una invasión o una reacción de cualquier característica. Es muy simple, los edictos dicen simplemente que Afganistán, por ser un país islámico, va a ser nuevamente atacado. Fue atacado en el siglo XIX por rusos e ingleses, en el siglo XX por los soviéticos y lo será ahora -dicen ellos- por los americanos.

EC - Según lo que usted señala, la población tiene únicamente la información oficial procedente del gobierno. ¿Cuáles son las reacciones de la gente a partir de ese panorama, de esas advertencias que realiza el gobierno?

MTB - Hay reacciones de dos tipos. Hay una gran mayoría que evidentemente está enfrentando el terror; es un país que desde hace 20 años tiene una guerra interna, que además está afectado por la más severa sequía de su historia, que ya tiene 900 mil desplazados internos y que ha enfrentado a los países lindantes a un costo de cinco millones de refugiados. En este momento las agencias humanitarias que trabajamos en materia migratoria y de refugiados estamos previendo una salida hacia los países fronterizos de más o menos un millón de personas. Son números globales, estimativos, pero que indican que la mayoría de la población recibe todo esto con un gran terror, con una gran preocupación.

Hay otro sector de la población que participa del fundamentalismo talibán y del fundamentalismo religioso que los talibanes han impreso a Afganistán, que está preparado para apoyar cualquier medida preventiva o de defensa que los talibanes tomen contra esta eventual agresión, como la llaman. Para ellos no es una reacción a nada, consideran que no han hecho nada malo: para ellos es una agresión al Islam. Así es como lo viven y lo enmarcan en la Yihad (guerra santa).

EC - Justamente, ya que usted habla de la Internacional Yihad, el movimiento armado conformado por Bin Laden; ¿cuál es el perfil de este hombre; dónde reside su poder?

MTB - Bin Laden es un fenómeno, si se quiere, incluso fruto de la casualidad. En el año 1982, aproximadamente, se encuentra el pináculo de la acometida afgana contra las tropas de invasión soviéticas y se hace un llamado para que todos los musulmanes que se consideren tales y hombres religiosos vayan a ayudar a los afganos a liberarse de los infieles rusos. Llega allí a luchar una serie personas de países de todo el mundo del ámbito musulmán, desde Sudán hasta Filipinas, un amplísimo espectro.

Entre ellos llega Bin Laden con un gran apoyo de la monarquía de Arabia Saudita. Es hijo de Mohammad Bin Laden, un yemení sumamente rico, que apoya a su hijo y que ya venía apoyando la cruzada de los mujaidín (los guerreros afganos) contra los soviéticos. Bin Laden viste de gala la resistencia afgana contra las tropas soviéticas. Esto es muy claro porque hasta entonces quienes participan como ayuda a los afganos son gente común, gente como usted o como yo, taxistas, abogados, gente normal que se siente comprometida con el islamismo y va a defenderlo frente al ataque ruso. Cuando llega Bin Laden la resistencia se viste de gala porque es un príncipe, es alguien de abolengo, de familia rica, preparado, que adopta inmediatamente un liderazgo prácticamente absoluto de los que después se llamaron los árabes afganos, es decir gente del mundo árabe que fue a pelear la guerra afgana.

Allí empieza a constituirse el grupo de Bin Laden, el Yihad Internacional no es de su autoría, pero cobra la mayor fuerza y se genera la red más importante a partir de él.
Bin Laden lleva a la zona fronteriza entre Pakistán y Afganistán sus ingenieros, maquinaria, empieza a crear campos de entrenamiento, a construir una especie de catacumbas para ocultarse y ocultar armamento, consigue armamento. Es la primera vez que una persona pone a disposición de una empresa de esta naturaleza su fortuna personal y, por supuesto, su preparación: Bin Laden es un master en Business Administration de la Universidad de Asís, en Gerá; era una persona que rompía los cánones de los que participaban en la lucha. De ahí su liderazgo.

EC - Aclaremos un par de conceptos que han aparecido en estos minutos. Usted habló por un lado de la Internacional Yihad, y por otro existe el movimiento que directamente encabeza Osama Bin Laden, el denominado Alkaeda. ¿Cómo es la relación entre uno y otro?

MTB - Alkaeda es un grupo, una facción que participa de la Yihad o Guerra Santa Internacional, así como existen el Hamás y otros tantos en todo el mundo islámico, de norte a sur y de este a oeste. Alkaeda es uno de ellos, quizás el que últimamente ha tenido más fuerza por el poderío de Bin Laden, fundamentalmente económico, y también porque a partir de la presencia de Bin Laden en Afganistán hay que entender que 5.000 musulmanes o islámicos de todo el mundo participaron en la guerra de Afganistán. Bin Laden los conoció a todos y tiene esa red; el 90% de ellos fue entrenado en los campos que había puesto a disposición de estos musulmanes que venían a defender o ayudar a los afganos contra los rusos.

Además de eso se generaron unas escuelas en la frontera afgano-pakistaní, en las que han estudiado más de 100.000 islamistas ajenos a Afganistán, es decir árabes sudaneses, filipinos, malayos, etcétera. Toda esa red de gente, después de estudiar y combatir parte a sus países y conforma el Yihad Internacional. Muchos de ellos serán de Alkaeda, otros del Hamás, cada uno se refiere a un grupo, pero lo importante no es el grupo en particular sino el network de esos grupos y cómo se ayudan mutuamente para llevar a cabo este tipo de actos atroces.

EC - ¿En qué medida es posible separar a Bin Laden y su grupo Alkaeda, del gobierno de Afganistán? Parecería haber una influencia muy fuerte.

MTB - Es difícil separarlos. Es cierto que el fundamentalismo que han inspirado los talibanes en primer término -lo digo en honor a Afganistán- es totalmente atípico en Afganistán. Ese país ha tenido el islamismo más tolerante de toda la historia del Islam, ha convivido con hinduistas, budistas, judíos y cristianos a todo lo largo de su historia. Los talibanes traen una interpretación del Islam absolutamente extremista y que no condice con la tradición afgana. A esta tradición cerrada y que tiene una interpretación religiosa -errónea o no pero religiosa al fin- se agrega el fenómeno Bin Laden o el discurso de Bin Laden, que además de ser una interpretación cerrada de la religión, es una interpretación confrontativa con Occidente, particularmente con Estados Unidos. De alguna manera la presencia de las tropas estadounidenses en Arabia Saudita después de la guerra del Golfo ocasiona la partida de Bin Laden hacia Sudán y lo enfrenta a la monarquía de Arabia Saudita.

EC - Permítame detenerme en ese punto. ¿Cómo se explica el enfrentamiento, la ubicación de Estados Unidos como enemigo principal, como enemigo central del movimiento que encabeza Bin Laden, teniendo en cuenta que él mismo en su momento había sido entrenado por la CIA cuando a Estados Unidos le interesaba el derrocamiento del régimen prosoviético que gobernaba Afganistán? ¿De qué manera se da ese giro y cuál es el episodio desencadenante?

MTB - Después de la guerra del Golfo permanece en Arabia Saudita un contingente de 25.000 hombres de tropas estadounidenses. Bin Laden, que viene de su cruzada en ayuda a los afganos, del Yihad Internacional, vuelve a Arabia Saudita, se encuentra con 25.000 efectivos de las tropas estadounidenses, remanentes de la retirada de la guerra del Golfo, e intercede ante el rey para que las retire. Esto no ocurre, y Bin Laden se retira al Sudán en total disidencia con la monarquía de su país.

EC - Cuesta terminar de entender cómo se produce ese giro, cómo alguien que fue aliado de Estados Unidos, incluso formado por Estados Unidos a través de la CIA, se convierte en un enemigo de ese país. Por qué antes podía trabajar con Estados Unidos y de golpe entiende que es su enemigo.

MTB - Eso tiene una explicación: el proceso de Bin Laden a partir de su participación en el Yihad o guerra santa contra los rusos. Bin Laden llega como un musulmán más y se transforma en todo un orientador del pensamiento no sólo religioso sino también antioccidentalista, que es fundamentalmente la impronta del fenómeno. Eso le ocurre cuando está en Afganistán: vuelve a su país a iniciar actividades proselitistas que ya de por sí eran críticas de la monarquía de Arabia Saudita, cuando llega se encuentra con 25.000 efectivos de las tropas estadounidenses y acusa a la monarquía saudita de estar en connivencia con esas tropas, de estar vendida a Occidente y de querer occidentalizar el modo de vida del país.

Entonces se retira a Sudán, donde inicia todo un proceso de apoyo, con su fortuna personal y sus contactos con el mundo islámico y hace un llamado contra Estados Unidos y Occidente, particularmente contra Estados Unidos, al que considera el monstruo de Occidente.

EC - Volvamos a la pregunta que le hacía antes; ¿en qué medida, a partir de esa personalidad tan fuerte, del poder que por lo visto concentra, de sus vinculaciones internacionales, en particular con la Yihad Internacional, puede separarse a Bin Laden y su movimiento del gobierno talibán que encabeza las autoridades de Afganistán?

MTB - No se separa, yo diría que hay elementos de índole personal y elementos de pensamiento común. El pensamiento talibán es muy limitado, sumamente primitivo, ellos han recibido una educación religiosa abstracta, que no hace arraigo en ninguna cultura, ni en la antigua Persia de la que fue parte Afganistán, ni en ninguna parte de Asia Central. Unicamente creen en el Corán, en la ley del Corán interpretada por ellos. De por sí eso ya es una confrontación total con el modo de vida occidental, pero llega Bin Laden y les dice que el país que representa todo lo contrario de lo que ellos quieren imponer en el mundo es Estados Unidos. A la cuestión religiosa Bin Laden incorpora el aditamento de identificar a Estados Unidos como el principal enemigo del Islam. ¿Por qué? Porque el estilo de vida es totalmente contrario a la mujer que usa burka, porque el sistema económico es contrario o porque además Estados Unidos, según él, ha tenido una política de opresión contra el Islam, etcétera.

Entonces hay dos elementos: los talibanes tenían una visión absolutamente religiosa en términos de que si usted no hace lo que yo digo no es un buen musulmán y no lo queremos aquí -ése era el primitivismo inicial del gobierno talibán-, a la que Bin Laden agrega un enemigo, un representante máximo de todo lo que los talibanes detestan: Estados Unidos. Entonces hay una comunión total entre ambos elementos, uno traído por Bin Laden y otro que ya existía, que era el caldo de cultivo religioso.

EC - Para estrechar aún más el vínculo hay un parentesco entre Osama bin Laden y el líder de Afganistán, Mohammed Omar.

MTB - Exactamente, la hija de Bin Laden es la cuarta esposa de Mohammed Mullah Omar, de modo que allí hay una relación que es importante en el mundo musulmán definitivamente, particularmente para los afganos, y que otorga a Bin Laden la calidad de huésped eterno en Afganistán. Es un elemento importante, que no es demasiado conocido pero que es real; de ahí también que Bin Laden está en Afganistán pero nadie sabe dónde, se conocen las casas y lugares que ha habitado porque lo ha hecho al estilo árabe saudita, con un gran séquito, rodeado de su gente de Alkaeda, de sus discípulos y amigos, etcétera. Cuando Bin Laden se movía libremente no era él sino que era como ver venir a Madonna, había 500 alrededor. Eso ha desaparecido definitivamente, ahora se desplaza en las noches y durante el día está oculto.

EC - ¿Es posible pensar que el gobierno de Afganistán ceda ante el planteo de Estados Unidos de que entregue a Osama bin Laden?

MTB - En algún momento el gobierno de Afganistán jugó un poco con la figura de Bin Laden. Uno de los grandes estudiosos del tema afgano y del tema talibán, el profesor Ahmed Rashid, ha sostenido que en esos tira y afloje incluso se llegó a negociaciones en las cuales los talibanes decían a Estados Unidos "Yo te entrego a Bin Laden si me das el reconocimiento como Estado y como facción gobernante en Afganistán". Se ha hablado mucho de ese tira y afloje.

Hoy creo que es mucho más difícil, en primer lugar porque ningún país de Occidente va a dar el reconocimiento a los talibanes, entreguen o no a Bin Laden. Ojalá lo entreguen, pero eso no va a cambiar la opinión que el mundo entero tiene del gobierno de los talibanes en Afganistán. De manera que por un lado ya han perdido poder negociador.

Por otro es difícil que lo entreguen porque, como decía, tiene una relación afectiva y familiar con Mullah Omar, relación que es importante en el mundo musulmán.

Además hay otro factor importante; ¿por qué entregar a Bin Laden? Es un momento de gran triunfalismo para los miembros del Yihad Internacional. Cuando los afganos expulsaron a los soviéticos de Afganistán con todo el apoyo de los musulmanes que llegaron de todo el mundo se decía "Si los comunistas tenían la Internacional Comunista, nosotros bien podemos tener el Yihad Internacional". Eso fue lo que hicieron los musulmanes: echaron a la Unión Soviética, pero en ningún momento repararon en las causas por las cuales ésta se retiraba: el colapso del comunismo, la perestroika, etcétera. Eso no entró nunca en el análisis afgano o musulmán, que era muy primitivo; su sentimiento era "Le ganamos a una superpotencia porque estamos guiados por Alá".

Hoy en día siguen dentro de esa línea triunfalista porque acaban de proporcionar un enorme daño y producir una gran sorpresa al mundo entero pegándole al enemigo público número uno del Islam, según ellos, donde más le duele. Existe dentro de la facción fundamentalista afgana -que son los menos- un sentido de "vamos por el buen camino, Alá guía nuestros pasos -Dios guía nuestros pasos-, entonces no tenemos nada que perder". Visto desde Occidente parece un poco tonto, pero es absolutamente muy musulmán, muy afgano y muy de gente que hace un análisis totalmente aislado de la situación mundial. Esa gente no sabe lo que es la globalización ni mucho menos, su análisis es absolutamente microscópico.

EC - ¿En qué medida, en este plano de lo político y de las motivaciones de este conflicto, el enfrentamiento israelí - palestino y el apoyo de Estados Unidos a Israel ha jugado algún papel en esta lucha, sobre todo en el enfrentamiento de Osama bin Laden con Washington?

MTB - No tiene nexos directos. Si hubiese habido una intención de ayudar a los grupos fundamentalistas palestinos o a los grupos palestinos integrantes del Yihad Internacional -que los hay, como el Hamás-, el atentado hubiera estado dirigido directamente a Israel para enviar claramente el mensaje de que se estaba castigando a ese país. Creo que lo de Estados Unidos apunta a una estrategia mucho más globalizadora: Estados Unidos es el símbolo del anti-Dios.

EC - Entiendo el análisis, pero la pregunta viene, entre otras cosas, por el momento: ¿por qué se produce este atentado ahora, en setiembre del año 2001?

MTB - Creo que fue el momento de la planificación, el momento en que la gente que cometió el atentado sintió que estaba lista, madura para llevar a cabo la cosa. No creo que este atentado haya sido una reacción contra las últimas presiones militares o los últimos escarceos de Sharón contra los palestinos, porque no da el tiempo, esto se venía premeditando desde hacía mucho tiempo. Se había entrenado gente, se había estudiado una serie de elementos que hacen al atentado y éste, lamentablemente, ha resultado efectivo, eficaz. Esto no se prepara en seis u ocho meses para reaccionar rápidamente ante una escalada de la violencia en Palestina, de ninguna manera: ya estaba planeado. Cae en un momento en que además se percibe una escalada de violencia en Palestina y se da una reacción de algunos sectores palestinos de salir a festejar. Pero es una coincidencia. Personalmente, no creo que haya ninguna relación causa - efecto.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón






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