El Afganistán
que espera un ataque (I)
Marco Tulio
Boaso (Organización Internacional para las Migraciones):
Los talibanes han prohibido aplaudir y cualquier forma de entretenimiento.
Además, controlan la única estación de radio
y toda la prensa, sin permitir el ingreso de la televisión
ya que no admiten las imágenes. Desde hace 20 años
el país vive en guerra interna, está afectado por
la más severa sequía de su historia, con 900 mil desplazados
internos y cinco millones de refugiados. Además alberga a
Osama bin Laden, un multimillonario saudí que ha puesto toda
su fortuna a disposición de su lucha contra occidente, especialmente
Estados Unidos.
EN PERSPECTIVA
Martes 18.09.01, hora 09.05.
EMILIANO COTELO:
Después de los atentados del martes pasado contra las torres
gemelas del World Trade Center y el Pentágono, después
del señalamiento de Osama
bin Laden como el principal sospechoso,
Afganistán, el país donde éste se refugia,
ha pasado a convertirse en el centro de todas las miradas. Aunque
no se sabe todavía qué forma tendrá, parece
claro que será allí, en Afganistán, donde comenzará
esta nueva y larga guerra contra el terrorismo que Estados Unidos
está a punto de lanzar en colaboración con un grupo
de países aliados.
¿Qué
características tiene Afganistán, ese país
hasta ahora prácticamente desatendido? ¿Cómo
estará viviendo la población de ese país este
momento? ¿Cómo podría reaccionar ante un eventual
ataque estadounidense? ¿Qué grado de apoyo tiene el
gobierno talibán?
Para contestar
estas y otras preguntas estamos en contacto con Marco Tulio Boaso,
en Ginebra, un uruguayo que conoce en profundidad Afganistán.
Es abogado, desde 1994 trabaja en la Organización Internacional
para las Migraciones vinculado a temas de ayuda humanitaria; es
senior emergency officer y está encargado de la zona de Asia
Central. Ha estado 10 veces en Afganistán en los últimos
años, la última hace un mes; inclusive tenía
planeado un viaje para estos días, que obviamente tuvo que
suspender. Antes trabajó en la OEA, también en proyectos
vinculados a la ayuda humanitaria, pero en la zona de América
Central.
En estos días
hubo distintos informes de prensa que destacan que el régimen
talibán ha prohibido la televisión y otro tipo de
entretenimientos. ¿Hasta qué punto la población
de Afganistán se encuentra aislada de la información
internacional? ¿La gente tiene idea del futuro delicado que
tiene por delante?
MARCO TULIO
BOASO:
Quisiera hacer algunas consideraciones. En primer lugar, es cierto
que los talibanes
han prohibido todo tipo de entretenimiento. Para darle un ejemplo
muy claro le digo que está prohibido aplaudir, de manera
que el aplauso como manifestación de júbilo o expresión
está absolutamente prohibido. Eso le da una pauta de cuán
severo es el régimen implantado por los talibanes. Hay allí
también una policía religiosa que se encarga de velar
por todo ese tipo de prohibiciones, porque las mismas se cumplan;
esta policía se ha llamado como "de Prevención
del Vicio y Promoción de la Virtud".
Sin embargo,
como todo régimen de corte totalitario, el talibán
tiene sus medios de difusión, tiene el único medio
de difusión existente en el país, que es la radio
Sharia, que significa "Ley del Corán", a través
de la cual difunde todo este tipo de propaganda.
EC - Permítame
una precisión; ¿usted dice que el único medio
de difusión es esa emisora de radio? ¿No hay, por
ejemplo, otras radios, no hay canales de televisión?
MTB - Absolutamente
no, ninguno. Está absolutamente prohibida por el régimen
la difusión de películas, noticias, incluso de cualquier
tipo de imagen; está prohibida la fotografía, la filmación;
está prohibido tener imágenes de cualquier criatura
viviente. Es una prohibición muy fuerte que está entroncada
en los edictos que ha sacado el gobierno talibán. Todo esto
no tiene nada que ver con el Islam.
EC - Para terminar
de entender la situación en materia de prensa, ¿hay
diarios, revistas?
MTB - Hay diarios,
pero son todos manejados por el gobierno talibán. Los talibanes
le han dado a toda esta confrontación un enfoque religioso,
por eso creo que es bueno que se haga -como se está haciendo-
la separación entre el Islam y los musulmanes del régimen
talibán, dos cosas totalmente distintas. Lo que se ha disfrazado
como una cuestión religiosa no lo es en absoluto, el Corán
no dice que todo esto deba ocurrir de la manera en que los talibanes
lo han interpretado. De manera que ésa es una salvedad importante
a hacer.
¿Por
qué los afganos están informados de la situación?
Evidentemente el régimen se ha encargado de explicarles su
versión de por qué eventualmente va a ocurrir un bombardeo,
una invasión o una reacción de cualquier característica.
Es muy simple, los edictos dicen simplemente que Afganistán,
por ser un país islámico, va a ser nuevamente atacado.
Fue atacado en el siglo XIX por rusos e ingleses, en el siglo XX
por los soviéticos y lo será ahora -dicen ellos- por
los americanos.
EC - Según
lo que usted señala, la población tiene únicamente
la información oficial procedente del gobierno. ¿Cuáles
son las reacciones de la gente a partir de ese panorama, de esas
advertencias que realiza el gobierno?
MTB - Hay reacciones
de dos tipos. Hay una gran mayoría que evidentemente está
enfrentando el terror; es un país que desde hace 20 años
tiene una guerra interna, que además está afectado
por la más severa sequía de su historia, que ya tiene
900 mil desplazados internos y que ha enfrentado a los países
lindantes a un costo de cinco millones de refugiados. En este momento
las agencias humanitarias que trabajamos en materia migratoria y
de refugiados estamos previendo una salida hacia los países
fronterizos de más o menos un millón de personas.
Son números globales, estimativos, pero que indican que la
mayoría de la población recibe todo esto con un gran
terror, con una gran preocupación.
Hay otro sector
de la población que participa del fundamentalismo talibán
y del fundamentalismo religioso que los talibanes han impreso a
Afganistán, que está preparado para apoyar cualquier
medida preventiva o de defensa que los talibanes tomen contra esta
eventual agresión, como la llaman. Para ellos no es una reacción
a nada, consideran que no han hecho nada malo: para ellos es una
agresión al Islam. Así es como lo viven y lo enmarcan
en la Yihad (guerra santa).
EC - Justamente,
ya que usted habla de la Internacional Yihad, el movimiento armado
conformado por Bin Laden; ¿cuál es el perfil de este
hombre; dónde reside su poder?
MTB - Bin Laden
es un fenómeno, si se quiere, incluso fruto de la casualidad.
En el año 1982, aproximadamente, se encuentra el pináculo
de la acometida afgana contra las tropas de invasión soviéticas
y se hace un llamado para que todos los musulmanes que se consideren
tales y hombres religiosos vayan a ayudar a los afganos a liberarse
de los infieles rusos. Llega allí a luchar una serie personas
de países de todo el mundo del ámbito musulmán,
desde Sudán hasta Filipinas, un amplísimo espectro.
Entre ellos
llega Bin Laden con un gran apoyo de la monarquía de Arabia
Saudita. Es hijo de Mohammad Bin Laden, un yemení sumamente
rico, que apoya a su hijo y que ya venía apoyando la cruzada
de los mujaidín (los guerreros afganos) contra los soviéticos.
Bin Laden viste de gala la resistencia afgana contra las tropas
soviéticas. Esto es muy claro porque hasta entonces quienes
participan como ayuda a los afganos son gente común, gente
como usted o como yo, taxistas, abogados, gente normal que se siente
comprometida con el islamismo y va a defenderlo frente al ataque
ruso. Cuando llega Bin Laden la resistencia se viste de gala porque
es un príncipe, es alguien de abolengo, de familia rica,
preparado, que adopta inmediatamente un liderazgo prácticamente
absoluto de los que después se llamaron los árabes
afganos, es decir gente del mundo árabe que fue a pelear
la guerra afgana.
Allí
empieza a constituirse el grupo de Bin Laden, el Yihad Internacional
no es de su autoría, pero cobra la mayor fuerza y se genera
la red más importante a partir de él.
Bin Laden lleva a la zona fronteriza entre Pakistán y Afganistán
sus ingenieros, maquinaria, empieza a crear campos de entrenamiento,
a construir una especie de catacumbas para ocultarse y ocultar armamento,
consigue armamento. Es la primera vez que una persona pone a disposición
de una empresa de esta naturaleza su fortuna personal y, por supuesto,
su preparación: Bin Laden es un master en Business Administration
de la Universidad de Asís, en Gerá; era una persona
que rompía los cánones de los que participaban en
la lucha. De ahí su liderazgo.
EC - Aclaremos
un par de conceptos que han aparecido en estos minutos. Usted habló
por un lado de la Internacional Yihad, y por otro existe el movimiento
que directamente encabeza Osama Bin Laden, el denominado Alkaeda.
¿Cómo es la relación entre uno y otro?
MTB - Alkaeda
es un grupo, una facción que participa de la Yihad o Guerra
Santa Internacional, así como existen el Hamás y otros
tantos en todo el mundo islámico, de norte a sur y de este
a oeste. Alkaeda es uno de ellos, quizás el que últimamente
ha tenido más fuerza por el poderío de Bin Laden,
fundamentalmente económico, y también porque a partir
de la presencia de Bin Laden en Afganistán hay que entender
que 5.000 musulmanes o islámicos de todo el mundo participaron
en la guerra de Afganistán. Bin Laden los conoció
a todos y tiene esa red; el 90% de ellos fue entrenado en los campos
que había puesto a disposición de estos musulmanes
que venían a defender o ayudar a los afganos contra los rusos.
Además
de eso se generaron unas escuelas en la frontera afgano-pakistaní,
en las que han estudiado más de 100.000 islamistas ajenos
a Afganistán, es decir árabes sudaneses, filipinos,
malayos, etcétera. Toda esa red de gente, después
de estudiar y combatir parte a sus países y conforma el Yihad
Internacional. Muchos de ellos serán de Alkaeda, otros del
Hamás, cada uno se refiere a un grupo, pero lo importante
no es el grupo en particular sino el network de esos grupos y cómo
se ayudan mutuamente para llevar a cabo este tipo de actos atroces.
EC - ¿En
qué medida es posible separar a Bin Laden y su grupo Alkaeda,
del gobierno de Afganistán? Parecería haber una influencia
muy fuerte.
MTB - Es difícil
separarlos. Es cierto que el fundamentalismo que han inspirado los
talibanes en primer término -lo digo en honor a Afganistán-
es totalmente atípico en Afganistán. Ese país
ha tenido el islamismo más tolerante de toda la historia
del Islam, ha convivido con hinduistas, budistas, judíos
y cristianos a todo lo largo de su historia. Los talibanes traen
una interpretación del Islam absolutamente extremista y que
no condice con la tradición afgana. A esta tradición
cerrada y que tiene una interpretación religiosa -errónea
o no pero religiosa al fin- se agrega el fenómeno Bin Laden
o el discurso de Bin Laden, que además de ser una interpretación
cerrada de la religión, es una interpretación confrontativa
con Occidente, particularmente con Estados Unidos. De alguna manera
la presencia de las tropas estadounidenses en Arabia Saudita después
de la guerra del Golfo ocasiona la partida de Bin Laden hacia Sudán
y lo enfrenta a la monarquía de Arabia Saudita.
EC - Permítame
detenerme en ese punto. ¿Cómo se explica el enfrentamiento,
la ubicación de Estados Unidos como enemigo principal, como
enemigo central del movimiento que encabeza Bin Laden, teniendo
en cuenta que él mismo en su momento había sido entrenado
por la CIA cuando a Estados Unidos le interesaba el derrocamiento
del régimen prosoviético que gobernaba Afganistán?
¿De qué manera se da ese giro y cuál es el
episodio desencadenante?
MTB - Después
de la guerra del Golfo permanece en Arabia Saudita un contingente
de 25.000 hombres de tropas estadounidenses. Bin Laden, que viene
de su cruzada en ayuda a los afganos, del Yihad Internacional, vuelve
a Arabia Saudita, se encuentra con 25.000 efectivos de las tropas
estadounidenses, remanentes de la retirada de la guerra del Golfo,
e intercede ante el rey para que las retire. Esto no ocurre, y Bin
Laden se retira al Sudán en total disidencia con la monarquía
de su país.
EC - Cuesta
terminar de entender cómo se produce ese giro, cómo
alguien que fue aliado de Estados Unidos, incluso formado por Estados
Unidos a través de la CIA, se convierte en un enemigo de
ese país. Por qué antes podía trabajar con
Estados Unidos y de golpe entiende que es su enemigo.
MTB - Eso tiene
una explicación: el proceso de Bin Laden a partir de su participación
en el Yihad o guerra santa contra los rusos. Bin Laden llega como
un musulmán más y se transforma en todo un orientador
del pensamiento no sólo religioso sino también antioccidentalista,
que es fundamentalmente la impronta del fenómeno. Eso le
ocurre cuando está en Afganistán: vuelve a su país
a iniciar actividades proselitistas que ya de por sí eran
críticas de la monarquía de Arabia Saudita, cuando
llega se encuentra con 25.000 efectivos de las tropas estadounidenses
y acusa a la monarquía saudita de estar en connivencia con
esas tropas, de estar vendida a Occidente y de querer occidentalizar
el modo de vida del país.
Entonces se
retira a Sudán, donde inicia todo un proceso de apoyo, con
su fortuna personal y sus contactos con el mundo islámico
y hace un llamado contra Estados Unidos y Occidente, particularmente
contra Estados Unidos, al que considera el monstruo de Occidente.
EC - Volvamos
a la pregunta que le hacía antes; ¿en qué medida,
a partir de esa personalidad tan fuerte, del poder que por lo visto
concentra, de sus vinculaciones internacionales, en particular con
la Yihad Internacional, puede separarse a Bin Laden y su movimiento
del gobierno talibán que encabeza las autoridades de Afganistán?
MTB - No se
separa, yo diría que hay elementos de índole personal
y elementos de pensamiento común. El pensamiento talibán
es muy limitado, sumamente primitivo, ellos han recibido una educación
religiosa abstracta, que no hace arraigo en ninguna cultura, ni
en la antigua Persia de la que fue parte Afganistán, ni en
ninguna parte de Asia Central. Unicamente creen en el Corán,
en la ley del Corán interpretada por ellos. De por sí
eso ya es una confrontación total con el modo de vida occidental,
pero llega Bin Laden y les dice que el país que representa
todo lo contrario de lo que ellos quieren imponer en el mundo es
Estados Unidos. A la cuestión religiosa Bin Laden incorpora
el aditamento de identificar a Estados Unidos como el principal
enemigo del Islam. ¿Por qué? Porque el estilo de vida
es totalmente contrario a la mujer que usa burka, porque el sistema
económico es contrario o porque además Estados Unidos,
según él, ha tenido una política de opresión
contra el Islam, etcétera.
Entonces hay
dos elementos: los talibanes tenían una visión absolutamente
religiosa en términos de que si usted no hace lo que yo digo
no es un buen musulmán y no lo queremos aquí -ése
era el primitivismo inicial del gobierno talibán-, a la que
Bin Laden agrega un enemigo, un representante máximo de todo
lo que los talibanes detestan: Estados Unidos. Entonces hay una
comunión total entre ambos elementos, uno traído por
Bin Laden y otro que ya existía, que era el caldo de cultivo
religioso.
EC - Para estrechar
aún más el vínculo hay un parentesco entre
Osama bin Laden y el líder de Afganistán, Mohammed
Omar.
MTB - Exactamente,
la hija de Bin Laden es la cuarta esposa de Mohammed Mullah Omar,
de modo que allí hay una relación que es importante
en el mundo musulmán definitivamente, particularmente para
los afganos, y que otorga a Bin Laden la calidad de huésped
eterno en Afganistán. Es un elemento importante, que no es
demasiado conocido pero que es real; de ahí también
que Bin Laden está en Afganistán pero nadie sabe dónde,
se conocen las casas y lugares que ha habitado porque lo ha hecho
al estilo árabe saudita, con un gran séquito, rodeado
de su gente de Alkaeda, de sus discípulos y amigos, etcétera.
Cuando Bin Laden se movía libremente no era él sino
que era como ver venir a Madonna, había 500 alrededor. Eso
ha desaparecido definitivamente, ahora se desplaza en las noches
y durante el día está oculto.
EC - ¿Es
posible pensar que el gobierno de Afganistán ceda ante el
planteo de Estados Unidos de que entregue a Osama bin Laden?
MTB - En algún
momento el gobierno de Afganistán jugó un poco con
la figura de Bin Laden. Uno de los grandes estudiosos del tema afgano
y del tema talibán, el profesor Ahmed Rashid, ha sostenido
que en esos tira y afloje incluso se llegó a negociaciones
en las cuales los talibanes decían a Estados Unidos "Yo
te entrego a Bin Laden si me das el reconocimiento como Estado y
como facción gobernante en Afganistán". Se ha
hablado mucho de ese tira y afloje.
Hoy creo que
es mucho más difícil, en primer lugar porque ningún
país de Occidente va a dar el reconocimiento a los talibanes,
entreguen o no a Bin Laden. Ojalá lo entreguen, pero eso
no va a cambiar la opinión que el mundo entero tiene del
gobierno de los talibanes en Afganistán. De manera que por
un lado ya han perdido poder negociador.
Por otro es
difícil que lo entreguen porque, como decía, tiene
una relación afectiva y familiar con Mullah Omar, relación
que es importante en el mundo musulmán.
Además
hay otro factor importante; ¿por qué entregar a Bin
Laden? Es un momento de gran triunfalismo para los miembros del
Yihad Internacional. Cuando los afganos expulsaron a los soviéticos
de Afganistán con todo el apoyo de los musulmanes que llegaron
de todo el mundo se decía "Si los comunistas tenían
la Internacional Comunista, nosotros bien podemos tener el Yihad
Internacional". Eso fue lo que hicieron los musulmanes: echaron
a la Unión Soviética, pero en ningún momento
repararon en las causas por las cuales ésta se retiraba:
el colapso del comunismo, la perestroika, etcétera. Eso no
entró nunca en el análisis afgano o musulmán,
que era muy primitivo; su sentimiento era "Le ganamos a una
superpotencia porque estamos guiados por Alá".
Hoy en día
siguen dentro de esa línea triunfalista porque acaban de
proporcionar un enorme daño y producir una gran sorpresa
al mundo entero pegándole al enemigo público número
uno del Islam, según ellos, donde más le duele. Existe
dentro de la facción fundamentalista afgana -que son los
menos- un sentido de "vamos por el buen camino, Alá
guía nuestros pasos -Dios guía nuestros pasos-, entonces
no tenemos nada que perder". Visto desde Occidente parece un
poco tonto, pero es absolutamente muy musulmán, muy afgano
y muy de gente que hace un análisis totalmente aislado de
la situación mundial. Esa gente no sabe lo que es la globalización
ni mucho menos, su análisis es absolutamente microscópico.
EC - ¿En
qué medida, en este plano de lo político y de las
motivaciones de este conflicto, el enfrentamiento israelí
- palestino y el apoyo de Estados Unidos a Israel ha jugado algún
papel en esta lucha, sobre todo en el enfrentamiento de Osama bin
Laden con Washington?
MTB - No tiene
nexos directos. Si hubiese habido una intención de ayudar
a los grupos fundamentalistas palestinos o a los grupos palestinos
integrantes del Yihad Internacional -que los hay, como el Hamás-,
el atentado hubiera estado dirigido directamente a Israel para enviar
claramente el mensaje de que se estaba castigando a ese país.
Creo que lo de Estados Unidos apunta a una estrategia mucho más
globalizadora: Estados Unidos es el símbolo del anti-Dios.
EC - Entiendo
el análisis, pero la pregunta viene, entre otras cosas, por
el momento: ¿por qué se produce este atentado ahora,
en setiembre del año 2001?
MTB - Creo que
fue el momento de la planificación, el momento en que la
gente que cometió el atentado sintió que estaba lista,
madura para llevar a cabo la cosa. No creo que este atentado haya
sido una reacción contra las últimas presiones militares
o los últimos escarceos de Sharón contra los palestinos,
porque no da el tiempo, esto se venía premeditando desde
hacía mucho tiempo. Se había entrenado gente, se había
estudiado una serie de elementos que hacen al atentado y éste,
lamentablemente, ha resultado efectivo, eficaz. Esto no se prepara
en seis u ocho meses para reaccionar rápidamente ante una
escalada de la violencia en Palestina, de ninguna manera: ya estaba
planeado. Cae en un momento en que además se percibe una
escalada de violencia en Palestina y se da una reacción de
algunos sectores palestinos de salir a festejar. Pero es una coincidencia.
Personalmente, no creo que haya ninguna relación causa -
efecto.
------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
|