24.09.2001






Ex rector Jorge Brovetto es el
vicepresidente del Frente Amplio

Senador José Mujica: "El vicepresidente tiene que ser un gran negociador adentro del FA, no tanto entre los sectores sino en los líos que se nos presentan en el seno de una militancia que, por suerte, tiene una cabeza independiente. Pero la independencia también crea sus problemas. Necesitamos un compañero sereno y negociador. Creo que Brovetto tiene esas condiciones, tendrá que generar oficio".

Entrevista con el senador José Mujica.

EN PERSPECTIVA
Lunes 24.09.01, Hora 08.44.

EMILIANO COTELO:
Uno de los puntos discutidos en el congreso del Frente Amplio (FA) que se realizó este fin de semana fue la designación del nuevo vicepresidente de la coalición de izquierdas. La decisión de nombrar al ex rector de la Universidad de la República, ingeniero químico Jorge Brovetto, para el cargo fue quizás la más debatida del congreso. Las crónicas de hoy recuerdan que el FA venía de dos congresos consecutivos en los que se frustraba la designación de vicepresidente, lugar vacante desde el fallecimiento del doctor Juan José Crottogini. El plenario del FA aprobó la postulación de Brovetto después de dos votaciones, con las abstenciones de la Corriente de Izquierda y varios delegados de base, en particular del interior, que reclamaban que el tema se discutiera en los comités de base.

En el plenario hubo un extenso debate, durante el cual se puso a consideración una moción para posponer la elección, pero esa posición recibió el respaldo de sólo 435 delegados en 1.699 presentes. Posteriormente el senador del Movimiento de Participación Popular (MPP), José Mujica, argumentó a favor del nombramiento de Brovetto. Según dijeron distintas fuentes frenteamplistas a los medios de prensa ayer, Mujica fue sugerido por Tabaré Vázquez como el orador más indicado para argumentar, debido a que se esperaba que los cuestionamientos partieran de los sectores del espectro político frenteamplista que justamente representa este senador.

Finalmente, la candidatura de Brovetto fue aprobada por 1.340 votos, en 1699 congresistas presentes.

Mujica, ¿efectivamente le solicitaron a usted que hiciera la argumentación a favor de Brovetto?

JOSÉ MUJICA:
Sí, efectivamente. Lo que pasa es que todos los sectores del FA habían sido oportunamente consultados... sondeados, sería la palabra. De esto hace más de dos meses. Yo, en nombre de mi sector, había expresado conformidad. No teníamos ninguna clase de cuestionamiento para con el compañero Brovetto y no se nos ocurría ningún candidato alternativo.

EC - Uno de los cuestionamientos a Brovetto es que no proviene de la orgánica del FA.

JM - Ese cuestionamiento, paradojalmente, tiene razón.

EC - Tiene razón, pero para usted es una virtud.

JM - ¿Cuál es la situación? Ya tenemos una experiencia, hemos hecho largas discusiones estableciendo el perfil que nos llevaron a que florezcan los candidatos. Entonces, a la hora de elegir, no podemos cumplir con lo que establece el reglamento, que necesita una alta votación. De modo que pasan los años y posponemos la designación de un puesto que cada vez se hace más necesario cubrir.

EC - Usted dijo ayer: "Seguramente, si Cristo viviera tampoco nos serviría para vicepresidente".

JM - Porque no iba a tener una visión materialista de la historia, por ejemplo, sería excesivamente espiritualista, lo que no iba a convencer a un grupo grande de compañeros. Lo dije en términos jocosos, para que nos posicionáramos en el medio del drama en el que estábamos.

EC - ¿Por qué el FA necesita vitalmente un vicepresidente y no puede seguir postergando el nombramiento?

JM - Porque se hace cada vez más pesada la tarea de dirección. A mayor responsabilidad, a mayor tamaño, a mayor cantidad de desafíos, más necesaria se hace una división de tareas en la jefatura del FA. Necesitamos un poco de capital más allá del bien y del mal, no sectorizado, que nos represente a todos. Cuando se tiene mucha responsabilidad, hay una especie de juego diplomático imprescindible.

EC - Usted utilizó esta otra frase: "El FA necesita a alguien que vaya a comer con los panzones".

JM - Claro que sí.

EC - ¿Qué es eso?

JM - No lo digo en el sentido peyorativo. En las discusiones, cuando decimos que tenemos que abrir los brazos a acuerdos sociales que tienen que ver con el trabajo del país, tenemos que tener íntimas relaciones con sectores que tradicionalmente no se sienten englobados en nuestras filas. Tenemos que dar una alternativa a esos sectores porque ellos son fundamentales para desarrollar la riqueza de este país, y si queremos atender a los más postergados tenemos que multiplicar la riqueza. Así como yo fui el otro día a discutir con Végh Villegas, que usted entenderá que no es santo de mi devoción…

EC - Es una de las sorpresas que tiene la vida política uruguaya últimamente.

JM - Sí, señor. Hay un conjunto de empresarios, como Zerbino y otros, a los que no puedo ir con el lenguaje de pintarles un ojo porque son una parte real de enorme peso en este país que tiene desafíos hacia delante, donde más allá de la definición concreta del voto tenemos que darnos cuenta de que debemos lidiar con todo eso, nosotros con ellos y ellos con nosotros, para multiplicar el haber de este país.

EC - Usted dijo que había que "fortalecer la dirección del FA y rodear a Tabaré. Hay que entender la soledad de la dirección del FA".

JM - Sí, señor, porque se crea un espacio de soledad. Puse algunas anécdotas: Tabaré no puede salir a la vereda porque lo asalta una multitud que lo abraza, que tiene que hacer clima, y si usted está en la vereda no puede ser descortés con la gente, pero el exceso de cariño puede matar. Es decir que hoy, paradojalmente, la popularidad, la pertenencia y la efusividad de nuestro pueblo crea una cantidad de problemas que hay que atender, y las relaciones con un mundo de sectores sociales que quieren hablar con la dirección del FA. Me doy cuenta -lo palpo, lo he vivido- de que (a Vázquez) no le da el tiempo, no le da la energía; el futuro presidente de la República necesita tiempo para estudiar y pensar.

EC - Esos argumentos podrían llevar al nombramiento de otro tipo de vicepresidente, con un perfil ideológico, político, con antecedentes diferentes, por decirlo de alguna manera -usted sabe que es una simplificación-, con un perfil más radical. ¿De alguna manera la selección de Brovetto es una señal por el lado de la actualización ideológica que estaba en juego este fin de semana?

JM - No, es una señal por el lado de la comodidad del presidente y para cumplir una función. Yo no incluiría a Brovetto como radical ni como moderado, antes que nada responde a un espacio universitario, de la materia gris de este país, de la que nosotros tenemos necesidad, entre muchas otras cosas. Además de ser inteligente, del espacio de la inteligencia -me parece que es eso lo que representa Brovetto-, también es un llamado a ese espacio. ¿Por qué no?

EC - ¿Discutió estas cuestiones en su grupo político? El grupo que usted integra era el más reticente a este nombramiento.

JM - No, creo que había compañeros reticentes por aquí y por allá, en todos los sectores. Tenían derecho porque desde el punto de vista formal somos muy discutidores y tenemos que estar muy informados. Muchos compañeros no tenían nada contra Brovetto sino contra el procedimiento, y desde ese punto de vista tenían razón. Aquí había un problema de prioridades de carácter político, si cumplimos con los procedimientos a cabalidad no podemos decidir, lo pautó la historia de los últimos congresos.

EC - Usted se refiere, por ejemplo, al rechazo que tuvo en primera instancia el sábado el planteo de Vázquez para nombrar a Brovetto, y al hecho de que se insistiera en una segunda votación el mismo día cuando en principio, según los estatutos, había que esperar un par de semanas.

JM - Sí, pero en el congreso anterior discutimos con tiempo y al final quedaron dos candidaturas, después de un largo proceso. Nos desgastamos y el congreso quedó bloqueado. Al candidato más votado en tres oportunidades le faltaron ocho o diez adhesiones y fue realmente doloroso, porque además sometimos a excelentes compañeros a una presión que no me parece prudente. Con esa experiencia en el lomo entendimos que había que impulsar, habiendo tanta necesidad, la candidatura de Brovetto.

EC - Por lo que decía recién, usted concibe al vicepresidente del FA en una gestión fundamentalmente hacia afuera.

JM - Y deberá tener una gran capacidad de negociación en la interna.

EC - Usted dijo ayer que uno de los defectos de Brovetto es que no conoce la interna del FA, y que quizás por eso tenga el coraje de aceptar esta "changuita".

JM - Le hice una broma a Brovetto, él me contestó que la conocía. Tradicionalmente el vicepresidente tiene que ser un gran negociador adentro del FA, negociador de la interna; no tanto entre los sectores sino en los líos que a veces se nos presentan en el seno de una militancia que, por suerte, tiene una cabeza independiente. Pero la independencia también crea sus problemas. Necesitamos un compañero sereno y negociador. Creo que Brovetto tiene esas condiciones, tendrá que generar oficio.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe

 






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