Lácteos:
buscan mercados alternativos a Brasil
Dr. Carlos
Arrillaga (Asociación Nal. de Productores de Leche): Uruguay
es competitivo en precio, tiene un volumen importante, el resto
de Latinoamérica tiene un déficit en el consumo...
pero se debe sortear las trabas de mercado.
EN PERSPECTIVA
Martes 25.09.01, hora 07.55.
EMILIANO COTELO:
Las exportaciones uruguayas a Brasil se ven complicadas permanente
y crecientemente. Ese mercado se aleja cada vez más, y en
particular en el caso del sector lácteo las puertas parecen
haberse cerrado y por largo tiempo. Los empresarios de esa rama
se encuentran en la búsqueda de nuevos mercados para la producción
lechera uruguaya. Por ejemplo, el presidente de la cooperativa de
productores Conaprole, Jorge Panizza, se encuentra en Perú
intentando por estos días colocar algunos rubros de exportación.
Panizza comunicó el fin de semana pasado a los productores
lecheros que no se contará con el mercado brasileño
por lo menos por dos años:
(Grabación)
"Fundamentalmente
Brasil, al cual le vendíamos U$S 60, 70, 80 millones por
año (que representaban) del 60 al 70% de las exportaciones,
por el efecto del cambio monetario no existe como mercado para Conaprole,
y prevemos que no existirá como mercado para lácteos
en los próximos dos años".
(Fin de
la grabación)
Así hablaba
ayer Jorge Panizza en declaraciones al Servicio Informativo de El
Espectador. A partir de esta situación, queremos consultar
al presidente de la Asociación Nacional de Productores de
Leche, doctor Carlos Arrillaga.
¿El problema
básico es la devaluación?
CARLOS ARRILLAGA:
Por supuesto: el mercado brasileño, como bien lo decía
el presidente de la cooperativa, ha venido sufriendo una serie de
irregularidades que agravan cada vez más el relacionamiento
comercial. Un sector netamente exportador como el lácteo,
que tuvo una "Brasil - dependencia" (y tuvo su porqué:
vendíamos el 70% de lo que exportábamos porque era
el mejor precio que podíamos lograr a nivel mundial, era
muy fácil exportar por vía terrestre y con las fronteras
sin ningún inconveniente como lo hicimos durante muchos años).
Tanto es así que Conaprole desarrolló una filial brasileña
que, lamentablemente, ha debido cerrar sus puertas e inclusive se
está analizando la posibilidad de que compre lácteos
en Brasil para etiquetarlo con nuestra marca y de esa forma mantener
alguna porción del mercado que tanto costó tener,
en especial en los segmentos de alto poder adquisitivo que tiene
Brasil pese a su crisis (por ejemplo en algunos barrios muy importantes
de alto poder de San Pablo), para colocar nuestra marca. Pero ese
es un tema que se irá analizando más adelante.
EC - La devaluación
del real no es un proceso que se haya iniciado ahora: viene de enero
de 1999, cuando se quebró el plan real, pero en lo que va
de este año la devaluación ha sido casi de 40%.
CA - Exactamente,
40%, y esto hay que agregarlo a un problema que traíamos
de atrás que fue, luego de aquella famosa denuncia de dumping
de Brasil contra Uruguay, Argentina y otros países, se resolvió
de la peor forma posible: un acuerdo de precios que dejaba a Uruguay
en posición muy desventajosa, teniendo que vender sus productos
lácteos (concretamente el más vendido, la leche en
polvo) a un precio por encima del promedio histórico: U$S
1.900 la tonelada, cuando históricamente estaba por debajo.
Es decir que también a partir de este año íbamos
a tener una traba arancelaria importante como esta. Y hoy tenemos
esa gran barrera para-arancelaria que sigue siendo una pared imposible
de franquear como la devaluación, con la que siguen cubriendo
todas estas grandes diferencias dentro del Mercosur. Están
mostrando claramente que el Mercosur no puede existir con estas
situaciones, y creo que de una vez por todas los líderes
políticos deberán que los acuerdos macroeconómicos
son lo primero a lograr para tener una zona verdaderamente integrada,
como se ha pretendido con el Mercosur.
EC - Pero mientras
eso se resuelve a nivel político, ¿qué alternativas
tiene Conaprole? Antes que nada: ustedes hablan de ¿dos años
de cierre del mercado brasileño?
CA - Como bien
lo decía el presidente Panizza, pensamos que esto no se va
a revertir de un día para el otro. Y volver a tener los niveles
de exportación que se tuvo llevará un tiempo prudencial.
De todas formas, Conaprole ha exportado históricamente a
más de 20 países. Hoy tenemos muchas expectativas
con el mercado mexicano, el venezolano, lo mismo con el resto de
los países latinoamericanos... El presidente se encuentra
hoy en Lima, Perú, tratando de hacer negocios importantes
si bien de menores volúmenes, pero quizá más
diversificados. En ese país falta mucha leche: a excepción
de Argentina y Uruguay, todos los países latinoamericanos
son deficitarios en el consumo de leche, y trataremos de agudizar
nuestro ingenio para lograr mercados que hasta ahora no habíamos
logrado.
EC - Pero ¿en
qué medida esas gestiones lograrán compensar las ventas
que fueron a Brasil, por ejemplo el año pasado? ¿Cómo
equilibrar ese agujero?
CA - Esa es
la gran tarea que tiene nuestra cooperativa, creo que el Uruguay
entero. Tratar de lograr nuevos mercados que suplanten el volumen
tan importante que se exportaba a Brasil. Lo mismo pasa con Argentina,
que está buscando...
EC - Pero ¿llegan?
¿Qué impresión tienen?
CA - La idea
es seguir trabajando. Hay una perspectiva muy buena de venta de
leche larga vida a Estados Unidos, y el mercado mexicano es totalmente
deficitario: se podría exportar volúmenes muy grandes.
Estamos a las espera de la liberalización total de los servicios
sanitarios, que todavía no se ha expedido oficialmente pero
sabemos que será positiva a esa apertura. Lo mismo en el
caso de Venezuela, donde la leche vale cinco veces más de
lo que se paga en Uruguay, y el consumidor venezolano (un país
con tantos recursos, que hoy tiene una reactivación importante)
consume no más de 30 o 40 litros de leche por año,
cuando lo mínimo establecido por la Organización Mundial
de la Salud es de 130 litros. Uruguay, por ejemplo tiene un consumo
potencial de 260 litros per cápita.
Creemos que
debemos agudizar el ingenio para la negociación con otros
países de Latinoamérica, y con la competitividad que
podemos seguir teniendo perfectamente podemos ingresar. Pero lamentablemente
el problema es el acceso al mercado, las trabas, las cuotas que
se nos impone... Tendremos que seguir luchando como lo ha hecho
el sector lechero durante toda su historia.
EC - Interin,
los productores, y en especial los remitentes a Conaprole, ¿qué
tipo de consecuencias experimentan en este momento?
CA - Hoy tenemos
un precio que ya ha implicado una nueva rebaja en el precio al productor,
relacionada con la poca venta que hubo desde la aftosa hasta el
momento. Nuestras exportaciones han disminuido muchísimo,
y estamos esperando la apertura de bocas de salida importantes,
como México, Venezuela y otros países, para poder
volcar nuestra producción que, hoy, tiene un precio internacional
acorde y bastante aceptable. Peor era la situación cuando
teníamos un precio internacional muy bajo y lográbamos
buenos negocios con Brasil.
EC - ¿Cuánto
más bajo es el precio al productor hoy con relación
a principios de año?
CA - Podemos
pensar entre precio de 5 a 10% menor que a principios de año,
cuando recién habíamos logrado una recuperación,
tuvimos un buen precio en el primer semestre del año pero
muy baja producción. Hoy tenemos un precio relativamente
aceptable y estamos logrando producciones importantes. Pero el problema,
en un producto como la leche donde el 60% es para la exportación,
está en la colocación dado que dependemos del mercado
interno pero fundamentalmente del mercado internacional.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón
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