El
Afganistán que espera un ataque (II)
Dr. Marco
Tulio Boasso (Organización Internacional para las Migraciones):
Hay una escasez enorme de comida, agua, bienes primarios. En un
país con 25 millones de habitantes, cinco millones dependen
de la distribución alimenticia de la comunidad internacional.
Y no es que el resto tenga capacidad de subsistir: no ha sido seleccionado
como beneficiario.
EN PERSPECTIVA
Jueves 27.09.01, hora 09.09.
EMILIANO COTELO:
Mientras la comunidad internacional sigue esperando un
ataque sobre Afganistán, que cada vez parece más
cercano y evidente, en el corazón de ese país de Asia
Central se está desencadenando una crisis humanitaria de
enormes proporciones. Una situación que ya era pésima,
ahora empeora rápidamente.
¿De qué
estamos hablando cuando decimos crisis humanitaria? ¿Cuáles
son las estrategias para seguir ayudando a una población
ya sumamente castigada? ¿Cómo están reaccionando
los organismos internacionales? Vamos a conversarlo con el doctor
Marco Tulio Boaso, desde Ginebra. El doctor Boaso, con quien ya
hemos hablado antes, es uruguayo, abogado, desde 1994 trabaja
en la Organización Internacional para las Migraciones vinculado
a temas de ayuda humanitaria; es senior emergency officer y está
encargado de la zona de Asia Central. Ha estado 10 veces en Afganistán
en los últimos años.
En estos últimos
días hemos escuchado muchas veces decir que la situación
en Afganistán ya era desastrosa antes del suceso de los atentados
en Estados Unidos. ¿Podemos describir en grandes líneas
cuál era el panorama humanitario de Afganistán antes
del 11 de setiembre?
MARCO TULIO
BOASSO:
Antes del 11 de setiembre, Afganistán enfrentaba la peor
sequía de toda su historia; una sequía que se viene
prolongando ya por más de tres años, en un país
que ya de por sí tiene problemas de aguadas, con una orografía
montañosa, arenosa, con altas temperaturas en verano y primavera,
y que había visto desmantelados los resabios de su economía
en estos últimos años.
A eso usted
le agrega 20 años de conflicto, que podemos señalar
desde el ingreso de la ex Unión Soviética al país,
momento a partir del cual todo quedó prácticamente
desmantelado. Afganistán carece totalmente de infraestructura
de toda naturaleza. En su momento fue un país turístico
que ofreció a los visitantes una especie de viaje al medioevo
en condiciones de seguridad; hoy no recibe más que personal
de organismos internacionales que vienen a ayudar.
La situación
es realmente mala, hay una escasez enorme de comida, escasez de
agua, escasez de bienes primarios y cinco millones de la población
dependen de la distribución alimenticia que hace la comunidad
internacional. En un país que, según el último
censo, tiene 25 millones de habitantes hay cinco millones que dependen
de la distribución alimenticia establecida en diferentes
puntos del país. No es que el resto tenga capacidad de subsistir,
pero más o menos tiene una mejor condición y no ha
sido seleccionado como beneficiario.
EC - ¿Qué
cambió después del 11 de setiembre: por dónde
vino el agravamiento de este panorama?
MTB - La comida
escasea aún más, porque mucha gente -la poca que tiene
acceso a la comida- empieza a hacer stock. La distribución
de comida de la comunidad internacional ha cesado completamente
en la mayoría de los puntos, a los que ya era difícil
acceder.
Además,
se viene agravando un fenómeno que ya existía por
razones de conflicto y fundamentalmente económicas, agravadas
por la sequía: los desplazados internos. Le diría
que hay tres categorías de grupos poblacionales vulnerables:
Por un lado
están los desplazados internos, aquellos que se mueven de
una parte a otra del país buscando mejores posibilidades
de subsistencia. Últimamente habían llegado a recuperar
un poco los niveles de vida porque la comunidad internacional había
establecido campamentos de desplazados donde se los alimentaba,
se los atendía desde el punto de vista de la salud y se les
daba una serie de beneficios, incluso ropa.
Después
están los migrantes, aquellos desplazados internos que han
logrado cruzar la frontera del país y se dirigen a los países
vecinos. En Pakistán se ha contado más o menos tres
millones de refugiados, aunque más que de refugiados yo hablaría
de migrantes irregulares, entre los cuales existe un porcentaje
alto de refugiados por razones políticas y de conflicto.
De modo que no todos son refugiados, la mayoría son migrantes
por razones económicas. Del lado iraní hay una población
de aproximadamente un millón de esos migrantes, entre los
cuales también hay un porcentaje de refugiados. Al norte
y al noroeste, en Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán,
hay también una presencia importante de grupos, pero no tanto
como en Pakistán e Irán.
La tercera categoría
está compuesta por los más damnificados, que son los
atrapados internos, como se los llama, que son individuos tan pobres,
cuya situación es tan difícil, que ni siquiera han
podido salir de las comunidades de montaña donde viven. En
esta situación se encuentra un gran porcentaje de la población
y va a ser muy difícil acceder a ellos para poder brindarles
la ayuda del caso.
Esas tres categorías
componen los grupos vulnerables de Afganistán. No olvidemos
que el resto de la población no se encuentra en mucho mejor
situación.
EC - A todo
este panorama se ha agregado una noticia negativa después
del 11 de setiembre por otro lado: el cierre de fronteras.
MTB - Efectivamente.
Con todo el tema del terrorismo, los países tienen temor
de abrir las fronteras porque temen a la infiltración fundamentalista
en sus países a través de ese flujo de poblaciones
móviles de migrantes y refugiados.
Además
hay un tema económico: mantener a ese grupo de individuos
que se asientan en los territorios nacionales de estos países
es de por sí un problema muy serio. Las organizaciones como
la nuestra y otras de la comunidad internacional tratan de ayudar
a los países a manejar esta situación y llevar bienes
y servicios a los lugares donde esta gente se asienta. Se ha establecido
un sistema -que vamos a empezar a implementar dentro de poco- que
es un corredor de ayuda a través de Irán, por el cual
la comunidad internacional espera poder organizar convoys de comida
y víveres para algunas de estas poblaciones.
EC - ¿Hay
alguna frontera abierta hoy en Afganistán?
MTB - No hay
ninguna frontera abierta: hay un corredor humanitario, que es distinto.
EC - ¿Puede
explicar la diferencia?
MTB - La frontera
abierta es donde la normalidad del fenómeno migratorio se
produce a través de cualquier punto de frontera, con algunos
puntos de comprobación y de gestión. Cuando la frontera
se cierra hay un despliegue de tropas a lo largo de toda su extensión;
estamos hablando de una frontera con Irán de 800 quilómetros,
que está totalmente vigilada. Sin embargo, frente a la catástrofe
que se espera, la comunidad internacional ha logrado que Irán
establezca un corredor humanitario a través del cual no va
a dejar ingresar a cualquier afgano que quiera salir del país,
pero va a dejar pasar convoys de camiones cargando comida, víveres,
medicamentos, etcétera, elementos de primera necesidad para
ayudar a estas poblaciones. Ese tipo de ayuda se va a distribuir
a través del personal de organizaciones internacionales de
nacionalidad afgana que trabajaban con nosotros en el país,
y que han quedado a cargo de las operaciones que estábamos
desarrollando antes del 11 de setiembre.
EC - ¿Qué
ha pasado con los funcionarios de organismos internacionales que
desarrollaban su tarea en Afganistán?
MTB - Todos
los funcionarios internacionales han debido ser evacuados. Es una
norma y una política de los organismos no dejar presencia
internacional cuando se produce este tipo de guerra, conflicto o
enfrentamiento. Afganistán era una excepción: allí
había una pequeña presencia de organismos internacionales
con un número muy limitado, por razones de seguridad, que
eran los que administraban todo este tipo de operación. Pero,
con motivo de la amenaza de invasión, bombardeo o de lo que
sea que vaya a ocurrir, han debido abandonar el país. Incluso
la Cruz Roja, que tiene un mandato fijado para intervención
en períodos de guerra brindado por la Convención de
Ginebra, también ha optado por dejar el país porque
la situación es demasiado inestable. Es imprecedentemente
inestable la circunstancia que se vive en Afganistán para
que cualquier persona que no sea afgana pueda permanecer allí.
EC - El solo
hecho de estar hablando por un teléfono satelital implica
poner en riesgo la vida hoy en Afganistán; ¿es verdad?
MTB - Exactamente.
Hay que entender que para los talibán ésta es una
guerra, entonces los altos sistemas de comunicación que la
comunidad internacional había establecido fueron totalmente
prohibidos por las autoridades: se emitió un bando que advertía
que cualquiera que fuese sorprendido hablando por radio HF o por
teléfono satelital sería ejecutado en el momento.
De manera que eso interrumpió durante mucho tiempo la comunicación
con los colegas de Afganistán.
En algunas zonas,
como la ciudad de Herat, provincia de Herat, casi fronteriza con
Irán, al noroeste de Afganistán, se ha podido seguir
estableciendo contacto gracias a un acuerdo al que se llegó
con las autoridades, pero en las otras áreas de intervención
el contacto es prácticamente imposible.
Hemos recibido
informes muy escuetos de algunos colegas que han llevado los teléfonos
a la frontera y los han pasado a otros colegas de la comunidad internacional;
con esos informes hemos podido efectuar una planificación
para una ayuda que debe rondar los U$S 500 millones para empezar
a asistir y responder a las necesidades básicas de estas
poblaciones.
EC - ¿De
qué manera están trabajando las organizaciones de
ayuda, los organismos internacionales para enfrentar este agravamiento
de la situación humanitaria del pueblo afgano, tanto sea
el que está adentro como el que ha logrado salir? Por un
lado usted mencionó la creación de un corredor humanitario
en la frontera con Irán para permitir el ingreso de camiones
con víveres y otro tipo de asistencia; ésa es una
de las líneas de acción. ¿Qué otras?
Se lo pregunto porque, a pesar de que se ha producido el cierre
de fronteras. la ONU teme que 1,5 millón de personas huirán
de Afganistán. La mayoría de los desplazados, unos
900 mil, llegaría a Pakistán, mientras otros 400 mil
podrían dirigirse a Irán y unos 50.000 a Turkmenistán
y Tayikistán.
MTB - Esos son
los movimientos poblacionales a los cuales me refería. Creo
que sí, que eso puede ocurrir. Veo muy difícil que
1,5 millón de afganos pueda forzar la guardia de frontera
en Pakistán; lo que puede ocurrir es que, a través
de las negociaciones políticas que se siguen desarrollando,
se logre la reapertura de las fronteras o por lo menos admitir un
porcentaje de esta gente dentro del país. Recordemos que
la aceptación de población inmigrante es un derecho
soberano de cada Estado, y así se mantiene: si un Estado
decide no dejar entrar a nadie, nadie entra.
EC - ¿Cuántos
afganos se han ido y hoy están acampados, tanto en Pakistán
como en Irán, Turkemistán y Tayikistán?
MTB - Tenemos
unos 4, 5 millones de afganos en los países fronterizos.
EC - Y ahora
se habla del riesgo de que esa cifra aumente en 1,5 millón.
MTB - Exactamente.
Le digo que lo dudo; el riesgo está, y por eso estamos planeando
cómo responder a ese flujo de poblaciones que puedan cruzar
las fronteras y llegar a estos países. Pero desde el punto
de vista fáctico es muy difícil cruzar fronteras,
incluso sin guardias que las protejan porque la orografía
no lo permite con facilidad y la población está muy
débil, no tiene víveres, no puede desplazarse. Estamos
hablando de que hay lugares donde no hay ni carreteras, hay caminos.
Veo muy difícil que estas poblaciones, ya debilitadas, puedan
moverse de un lado a otro. También veo muy difícil
que, aunque puedan congregarse en las zonas fronterizas, tengan
la posibilidad de pasar a través del despliegue militar que
ya existe en estos países, sobre todo en Irán y Pakistán,
que han sido los más afectados por la presencia de inmigrantes
afganos. Esa es nuestra posición.
Usted me preguntaba
qué medidas se están tomando. El corredor humanitario
es la única medida; la otra es la negociación con
los países del área -Tayikistán, Turkmenistán
y Uzbekistán- para que permitan otro corredor humanitario
similar al de los iraníes, ¿y por qué no los
pakistaníes?, para poder asistir a la población que
queda dentro del país, que va a ser definitivamente la más
vulnerable. Los que están afuera ya están siendo atendidos
desde hace 20 años, ya tenemos generaciones enteras que han
nacido en el exilio, en campos de refugiados e incluso muchos que
ya son pakistaníes e iraníes porque han sacado su
ciudadanía.
EC - ¿Esa
gente ha logrado construir algún esquema de vida más
o menos sustentable?
MTB - Muchos
de ellos lo han hecho. Según la Convención de Ginebra,
el refugiado también tiene derecho a trabajar, tiene derecho
a un estatus especial, de manera que no se le prohíbe el
trabajo, tratar de insertarse en la sociedad. Que no sea fácil
es otra cosa, pero desde el punto de vista jurídico el refugiado
puede salir del campo, puede ir a trabajar.
Cuando hablamos
de campos de refugiados estamos hablando de verdaderas ciudades.
Por ejemplo un campo de desplazados que existe en Herat, que se
llama Maslak, está considerado la quinta ciudad más
grande de Afganistán: tiene calles, servicios, etcétera.
De manera que hay que tener en cuenta esa dimensión y que
el proceso de salida de las poblaciones afganas ha sido permanente,
ha sido un flujo permanente. Algunos vuelven, pero otros vuelven
a salir también, algunos entran pero regresan al país
vecino. No es una situación estática sino un proceso
permanentemente recurrente.
EC - ¿Queda
algo por decir en cuanto a lo que puede hacerse y está en
los planes de las organizaciones internacionales de ayuda?
MTB - No, todo
ha estado cubierto. Hay que seguir negociando, buscando la buena
voluntad de los países. Como dato le digo que una catástrofe
similar sólo se vivió durante la guerra del Golfo,
cuando hubo una salida tremenda de refugiados y de poblaciones que
salían por razones de la guerra. Se hace todo lo que se puede,
pero es difícil. Hemos recibido informes de oficinas que
han sido robadas, saqueadas; bodegas de comida que estaba destinada
a estas poblaciones han sido violentadas. Uno no tiene control de
lo que pasa en un país al cual no se puede acceder y con
el cual es difícil comunicarse. Se hace lo que se puede y
esperamos que todo sea salga lo mejor posible.
------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
|