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Para Bayardi, el Poder Ejecutivo debería
llamar a Cordero a responsabilidad penal
Diputado José Bayardi (Frente Amplio): En mi valoración
el terrorismo, tiende a estimular las fuerzas más reaccionarias
de la sociedad. La única orden que hoy invoca el coronel
Manuel Cordero es de la segunda mitad de la década del 80.
El propio ministro de Defensa negó el viernes que hubiera
una orden en ese sentido. Creo que el Poder Ejecutivo debería
llamarlo a responsabilidad y eventualmente responsabilidad penal
EN PERSPECTIVA
Miércoles 03.10.01, Hora 8.04.
EMILIANO COTELO:
El coronel retirado Manuel Cordero reivindicó la intervención
de grupos irregulares para combatir al terrorismo, porque "es
la única manera de hacerlo. Es un tema de acción reacción,
porque si usted no lo hace y de su éxito depende la seguridad
de los habitantes de un país y del propio Estado ¿quién
lo va a hacer?", dijo el militar retirado que formuló
declaraciones al semanario Búsqueda motivado por los ataques
a las torres gemelas de Nueva York, los cuales, según comentó,
le recordaron hechos similares ocurridos en Uruguay hace casi 30
años. Cordero, uno de los militares frecuentemente imputado
de haber violado derechos humanos durante el régimen militar,
mayoritariamente por presuntas acciones desarrolladas en Argentina
en 1976, negó durante la entrevista haber participado en
aquellos hechos. Opinó que las acusaciones que lo involucran
las armó la izquierda con la anuencia de políticos
de todos los partidos porque ante la salida democrática se
pedían algunas cabezas. Sostuvo que en las luchas que las
fuerzas del Estado libran contra grupos de acción irregulares
es preciso usar métodos que escapan a la guerra regular y
a normas jurídicas como los tratados de Ginebra, que establecen
límites a los Estados cuando entran en guerra. Cuando se
le preguntó si esos métodos implican matar, torturar,
secuestrar o hacer desaparecer personas Cordero respondió
"yo creo que sí, porque es la única manera. Estados
Unidos lo está preconizando y su Congreso por unanimidad
lo facilita". El militar valoró como una incongruencia
total que ex guerrilleros ocupen bancas en el Parlamento, dijo que
no comprende cómo esos legisladores les explican a los militantes
que estuvieron en la cárcel o que perdieron bienes o familiares
que ahora son legisladores dentro del sistema contra el cual combatieron.
Cuando dimos
cuenta de este reportaje agregamos que seguramente iba a dar que
hablar, que iba a generar polémica. Efectivamente eso ha
ido ocurriendo en estos días. Vamos a detenernos en algunas
de las repercusiones.
***
EC - Una de
las repercusiones vino a partir de una de las respuestas de Cordero
en el reportaje. El periodista le preguntó: "Si usted
no tiene nada que ocultar, ¿por qué no se presenta
a la justicia a declarar voluntariamente?", a lo que Cordero
contestó: "No puedo, hay una orden del comando. Todo
lo ocurrido durante el régimen militar es un problema de
los mandos, aunque quisiera no podría, sería sancionado".
Estas explicaciones del coronel Cordero fueron respondidas por el
ministro de Defensa Nacional, Luis Brezzo, que negó que exista
un impedimento para que el militar declare.
Pero a partir
de esa reacción del ministro de Defensa Nacional y de otros
comentarios que han surgido en estos días, tanto desde el
Encuentro Progresista como de organizaciones de madres y familiares
de detenidos desaparecidos, Cordero decide volver a la opinión
pública y lo hace con una
carta que hoy se publica en más de un matutino
-por ejemplo en El País y La República-, que dice,
al dirigirse al director del órgano de prensa correspondiente:
"Me
dirijo a usted con referencia a la nota periodística que
me realizara el semanario Búsqueda y que fuera publicada
en la edición de dicho semanario del pasado 27 de setiembre.
Como
bien afirma el periodista en el acápite de la misma, dichas
declaraciones fueron efectuadas en relación a "los ataques
a las torres gemelas de New York" y lo publicado constituye
"una síntesis de la entrevista" que tuvo, alternativamente,
una duración de varias horas.
Sin embargo, mis declaraciones han sido utilizadas luego para que
se pongan en mi boca cosas que no dije en ningún momento.
Mis afirmaciones, fruto de la instrucción recibida y de mi
experiencia militar y personal, apuntan a sostener que no se puede
jugar al fútbol en cancha de basquetbol.
Es obvio que aun partiendo de premisas verídicas se puede
derivar en conclusiones falsas y ni qué decir de si se parte
de premisas falsas, creando un silogismo de falsa oposición.
Como es de su conocimiento, en su hora, promoví al amparo
del código de honor y de las normas entonces vigentes de
nuestro Código Penal, que se me hiciera lugar a duelo contra
el doctor Federico Fasano, quien me acusaba en la misma forma que
--por razones espurias-- lo hace actualmente. En aquella oportunidad
se me contestó, por parte del Tribunal de Honor, que no se
hacía lugar al duelo, en función de que los hechos
que se me atribuían no eran siquiera de mi responsabilidad,
sino de la de los mandos superiores de las Fuerzas Armadas".
Y agrega
seguidamente:
"Otro tanto ocurrió con las citaciones judiciales
(en forma previa al plebiscito, por el cual el Soberano laudó
definitivamente estos temas), las cuales no pudieron ser atendidas,
pues se encuentra en vigencia la orden del Comando del Ejército
Nº 7777 del año XLIV, que en lo medular señala:
"Este Comando General de acuerdo a la política oportunamente
fijada, no permitirá ninguna forma de revisionismo de lo
actuado por sus integrantes durante la guerra contra la subversión
y si alguna actividad reñida con los Derechos Humanos se
le adjudica, el suscrito se responsabiliza de haber dado la primer
orden en tal sentido, por su condición de Jefe..."
No
otra cosa, fue la que ocurrió en los demás países
del área, hoy insólitamente alineados en una normativa
común Mercosureña, donde sólo se llamó
a responsabilidad a los mandos superiores.
A mayor abundamiento, cabe recordar que el Poder Ejecutivo Nacional
argentino, dentro del ámbito de su Constitución, me
ha indultado --conjuntamente con otros funcionarios uruguayos--
respecto de los hechos que se me pretenden atribuir en operaciones
supuestamente realizadas en la república Argentina, cuya
actividad niego expresamente, pues nunca cumplí tal misión
en el referido país. Como dije en la nota periodística
que nos ocupa, la única misión que se me encomendó
y que cumplí fue la de 'nexo en temas de información'.
En consecuencia, solicito al señor Director que se sirva
publicar la presente en el lugar correspondiente, en función
de las normas legales vigentes.
Cnel.
Manuel C. Cordero"
.***
EC - Vamos a
dialogar con el diputado José Bayardi, de la Vertiente Artiguista,
Frente Amplio, en la medida que la Mesa Política de la coalición
de izquierdas emitió anteayer una declaración en torno
al reportaje que Búsqueda publicó con declaraciones
del coronel Cordero.
***
EC - ¿Usted
conocía esta carta?
JOSÉ
BAYARDI:
Me acabo de enterar ahora en la mañana. Es una carta que
aparentemente pretende fundamentar que lo que dijo o que lo que
apareció en el semanario Búsqueda el jueves pasado
fue sacado de contexto, no aclara absolutamente nada de lo que fue
la publicación del semanario. Más allá de lo
largo del reportaje, está contestando las respuestas publicadas
en el contexto actual, está contestando, explicando cómo
entiende que se debería llevar adelante lo que llama una
guerra contra el terrorismo que debe desarrollarse de manera irregular.
El viernes pasado ya dije que demuestra una falta de ética
total. No tiene ninguna referencia ética. Todas las respuestas,
todo lo que dice, tiene una carga ética negativa. Usted leyó
algunas preguntas del reportaje de la semana pasada en las que,
a mi criterio, ha tratado de fundamentar y justificar prácticas
pasadas pero también habla de aplicarlas al presente. Cuando
le preguntan si esos métodos implican matar, torturar, secuestrar
o hacer desaparecer personas dice "creo que sí, porque
es la única manera". Perdió todos los referentes
éticos. Las respuestas que da ahora son absolutamente colaterales.
No sé cómo se armó el reportaje, el tema de
las reglas de juego en una sociedad democrática está
pautado por la Constitución y por la ley en cada uno de los
países y por el Derecho Internacional. No sé a qué
viene el tema de sus promociones sobre tribunales de honor, trata
de justificar lo que a mi criterio -y creo que para la opinión
pública nacional- ha resultado absolutamente injustificable.
EC - El Frente
Amplio emitió ayer, a través de su Mesa Política,
una declaración
que en su primer punto señala su rechazo categórico
a "una intolerable apología del delito, al defender
el método de la tortura y la desaparición forzada,
que configuran crímenes de lesa humanidad". Ustedes
entienden que Cordero incurrió en apología del delito.
JB - Es absolutamente
pasible de haber incurrido en apología del delito en cuanto
hay fundamentos de prácticas violatorias de los marcos legales,
incluso estimula, tratando de dar contenido doctrinario, muchas
de las cosas que dice, en un escenario de combatir el terrorismo.
Si para combatir el terrorismo debemos caer en el terrorismo y el
terrorismo de Estado, esa guerra está perdida de antemano,
porque nos estaríamos transformando todos, desde el Estado,
en lo que se pretende combatir. En la medida en que se trata de
dejar la vigencia de la Convención de Ginebra, del Derecho
Internacional, de los derechos y garantías que tiene la Constitución,
hay un marco de ese tipo planteado, sin ningún lugar a dudas.
EC - ¿Eso
implica que el Frente Amplio prevé dar pasos parlamentarios
o judiciales en relación con estas declaraciones?
JB - En primer
lugar, una cosa es cuál es la valoración que nos merece
a nosotros el reportaje, y otra cosa es cuál es el titular
de llevar adelante los pasos. Mi posición personal y lo que
hemos estado discutiendo en el marco de la bancada -por lo menos
con algunos compañeros de la bancada-, es entender que estaríamos
elevando al coronel Cordero a un nivel de interlocución que
no le reconocemos. Creo que no sólo hay que ver el árbol,
que también hay que ver el bosque: por algo sale a hacer
las declaraciones que hace en este contexto histórico, tratando
de justificar el pasado y de traer, como justificación del
pasado, la necesidad de que eso se aplique en el presente.
EC - ¿Por
qué, para usted, Cordero sale a hacer estas declaraciones?
JB - Repito,
creo que el bosque es mucho más complejo que el árbol.
Aquí hubo un fenómeno, el del 11 de setiembre, llevado
adelante por acciones terroristas, con toda la carga ética
de este tipo de acciones. En mi valoración el terrorismo,
a través de su práctica, tiende a estimular y desarrollar
las fuerzas más reaccionarias y conservadoras al interior
de la sociedad. Después del 11 de setiembre estamos asistiendo
a nivel mundial, a nivel global en términos de los grandes
centros de decisión mundiales, incluso al interior de cada
una de las sociedades, a una ofensiva de los elementos más
conservadores, en algunos casos hasta reaccionarios...
EC - En ese
cuadro es que usted ubica las declaraciones de Cordero.
JB - Está
trayendo agua para el molino de quienes han bregado o han pretendido
y pretenden, sobre la base de los hechos del 11 de setiembre, exacerbar
lo más reaccionario y conservador de las sociedades.
EC - ¿Qué
pasos piensa dar el Frente Amplio?
JB - Desde el
punto de vista político no sólo hemos tenido una actitud
crítica respecto a las declaraciones sino que hemos tratado
de separar los niveles de responsabilidad. Creo que hay niveles
de responsabilidad del poder político. En este caso, me refiero
al mando superior de las fuerzas armadas, el ministro y el presidente
de la República. Creo que las acciones deben ser de naturaleza
política y que se debe llamar a acción y a responsabilidad
a quienes tienen la responsabilidad política en esta circunstancia.
EC - Concretamente,
¿el Frente Amplio entiende que Cordero debería recibir
sanciones?
JB - Creo que
el Poder Ejecutivo debería tener una actitud mucho más
agresiva en lo que tiene que ser el llamado a responsabilidad y
eventualmente el llamado a la propia responsabilidad penal. No alcanza
sólo con lo que dijo el señor ministro de Defensa,
que desautoriza la invocación a la orden que en esta nueva
carta saca el coronel Cordero, que aparentemente hace referencia
a una orden del mando que sería la orden 777, que todavía
no logré saber quién firmó. Creo que debe haberla
firmado el teniente general Medina en su oportunidad. Es una orden
de la década del 80, previo a la aprobación -como
Cordero dice- de lo que se dio en llamar el referéndum contra
la ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado,
es decir, contra la ley de impunidad. El señor ministro dijo
el viernes pasado que en realidad no había orden del mando...
EC - Según
Cordero sí la hay.
JB - Está
referencia a la orden 777, que calculo que es del 1986 o 1987.
EC - La fecha
no está clara.
JB - Pero es
muy probable que sea la que estoy mencionando porque la ubica cronológicamente
previo a la aprobación del plebiscito de la ley de impunidad
del 16 de abril. En realidad, la usa después para justificar
estar impedido de ir a declarar en Argentina. Aquí se impone
en primer lugar hacer el reconocimiento de que el Poder Ejecutivo
está muy mal parado en lo que tiene que ver con el tema de
los eventuales llamados a responsabilidad y los llamados a responsabilidad
del exterior. En este caso el coronel Cordero está siendo
reclamado incluso por el juez Canicoba Corral.
EC - Concretamente,
en la resolución de la Mesa Política del Frente Amplio
no se indica ningún paso a dar a nivel parlamentario ni judicial.
¿Qué entiende usted que el Frente Amplio debe hacer?
JB - Para el
Frente Amplio esta discusión y este tema están en
la esfera de lo político y hay que pensarlos en el plano
de lo político. Si se entiende que hay que operar sobre el
Ministerio de Defensa para que sea éste el que ante una declaración
que hace apología del delito lleve adelante la denuncia penal,
o ante la justicia para que actúe de oficio, eso es una cosa.
Otra cosa es poner en el área de la justicia penal de un
lado al Encuentro Progresista-Frente Amplio y del otro al coronel
Manuel Cordero que creo que es lo que él querría.
EC - O sea que
usted no es partidario de que el Frente Amplio, o senadores del
Frente Amplio, presenten una denuncia penal por apología
del delito. Esa posibilidad se manejó en algún momento.
Usted entiende que no es lo que corresponde, pero sí entiende
que Cordero debería ser juzgado por apología del delito.
JB - Entiendo
que incurrió en la zona de la apología del delito.
EC - Pero que
la iniciativa para ese juicio tendría que correr por parte
del Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Defensa nacional
o por parte de la propia justicia actuando de oficio.
JB - Exactamente.
O por parte de algún actor de la sociedad que entienda que
la debe llevar. Pero si llego al plano de que pongo a la principal
fuerza política del país desde el punto de vista de
la adhesión electoral, individualmente considerada, en disputa
con el coronel Manuel Cordero... Creo que en realidad eso es lo
que el coronel Manuel Cordero está esperando, es hacer el
favor de transformar en un actor del escenario político a
quien hoy creo que incluso carece de predicamento sustantivo al
interior de las propias fuerzas armadas.
EC - Con respecto
a si hay o no órdenes que impidan a un militar declarar ante
la justicia por cuestiones vinculadas con los derechos humanos,
¿cuál es la puntualización que ustedes están
requiriendo?
JB - La única
orden que hoy invoca como aclaración el coronel Manuel Cordero
es la que mencionábamos, de la segunda mitad de la década
del 80. El propio ministro de Defensa negó el viernes que
hubiera una orden en ese sentido. Creo que en todo caso hay un error
en cómo procede el poder político, en este caso el
Poder Ejecutivo, con relación a habilitar o no lo que han
sido los pedidos de extradición, pero no nos consta que haya
una orden en ese sentido en este momento. Si hubiera orden del mando
-no ya entendido el mando como el mando superior de la fuerza, léase
el presidente de la República y el ministro de Defensa- el
Poder Ejecutivo debería relevar al comandante en jefe porque
ha ido mucho más allá de sus atribuciones.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
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