EEUU: momento crucial, territorio conflictivo

Ya habría tropas norteamericanas en territorio afgano, pero los países vecinos no dan garantías. Análisis del politólogo uruguayo Fernando López Alves, desde Estados Unidos.

EN PERSPECTIVA
Lunes 15.10.01, hora 08.38.

JOSÉ PEDRO DÍAZ:
Ayer, domingo, comenzó la segunda semana de bombardeos contra Afganistán. Según la información de fuentes oficiales, se centró el objetivo en la ciudad sureña de Kandahar, cuartel general de los talibán. La ciudad quedó sin energía eléctrica y sin agua. Precisamente ayer, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reiteró su negativa a negociar con el régimen talibán en Afganistán. El régimen talibán había abierto la posibilidad de entregar a Osama bin Laden a un tercer país para que fuera juzgado.

Vamos a actualizar la información en diálogo con politólogo uruguayo Fernando López Alves, desde Estados Unidos. Más precisamente ¿dónde?

FERNANDO LÓPEZ ALVES:
Me encuentras en un tren, yendo de Washington, donde pasé el fin de semana, hacia Nueva York.

JPD - ¿No te animaste al avión?

FLA - No, creo que mucha gente no tomó avión; los trenes son muy buen negocio últimamente.

El fin de semana hubo una alarma bastante acentuada por algunos medios de prensa sobre la posibilidad de un ataque terrorista. Felizmente no ha pasado nada, pero hay síntomas bastante evidentes de que las cosas no han cambiado mucho, por lo menos en lo que tiene que ver con la capacidad de la gente de salir a la calle, de comprar, de hacer su vida normal. En Washington este fin de semana el metro y los ómnibus han sido gratis, algunos restaurantes en el centro de la ciudad han atendido a sus clientes gratis, ha habido postre gratis, una serie de incentivos para que la gente salga a la calle y haga su vida normal. A pesar de todo ello el resultado ha sido bastante flojo y mucha gente está pensando que si esto sigue así algunos restaurantes y otros comercios de servicios van a tener que cerrar.

JPD - Sumado a eso crece la psicosis con el tema del ántrax.

FLA - Sí; además ahora tenemos diferentes versiones. La versión que reina es que el tema del ántrax está conectado con la organización terrorista Al Qaeda y con Osama bin Laden. Hubo una nueva incidencia en Nevada: son todos medios de comunicación a los cuales han llegado cartas (una vino de Malasia). Hemos llegado a la idea de que es una organización, que es un plan, que no es un loco suelto sino que está fomentado por Al Qaeda y la organización terrorista.

JPD - ¿Esa es la visión oficial, del gobierno, de los organismos de seguridad?

FLA - No: es la opinión del común de la gente en el área de Washington y Nueva York, es el comentario de café que circula en la calle y de algunos periodistas fuera de los medios. Oficialmente, el gobierno todavía no ha permitido que los medios hagan este tipo de conjeturas respecto a estos incidentes.

Ahora, dos oficiales de policía más están infectados por el virus ántrax. Hay una solicitud del gobierno -que había pedido U$S 1.500 millones para comprar medicinas y estar en alerta- de U$S 200.000 millones. El presupuesto americano y la función del Estado han cambiado fundamentalmente: el Estado se vuelve mucho más interventor y más fuerte en la vida social del país.

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JPD - Cruzando al otro lado del mundo, en Afganistán los bombardeos arrecian, la ofensiva diplomática norteamericana también sigue siendo muy fuerte: se dice que ya se está preparando el ingreso de tropas por tierra. Me gustaría que hicieras una actualización de estos puntos.

FLA - Te digo algunas cosas que sé de fuentes no oficiales. Desde hace más o menos una semana y media hay tropas americanas dentro del territorio afgano. Dos de los países limítrofes por el norte -Kayiquistán y Uzbequistán- han tenido una actividad bastante intensa en infiltrar tropas americanas y de oposición dentro del territorio afgano, sobre todo en la parte norte, donde está precisamente la Alianza del Norte, que actúa como aliada. La entrada de tropas de tierra es inminente en los próximos días. Creo que en los próximos días vamos a ver otra serie de ataques aéreos para estar seguros de terminar de destruir los blancos que ya se ha tocado. Estamos esperando una guerra de tierra.

El balance más delicado es lo que pase entre India y Paquistán. A eso va Collin Powell, a tratar de hacer las paces entre esos dos países que tienen una reyerta muy vieja y tradicional por Cachemira, que es una zona musulmana; una guerra que ya lleva 12 años. Esto ahora aparece como uno de los puntos candentes en la relación entre India y Paquistán, dos poderes que tienen armas nucleares. Estados Unidos quiere estar seguro de que no va a haber ningún tipo de roce por ese lado.

JPD - Vamos a seguir por la frontera de Afganistán: las ex repúblicas socialistas que tienen frontera en el norte están sufriendo el impacto político por esta situación.

FLA - En esos países que pertenecieron a la ex Unión Soviética hay una historia muy larga y compleja. Allí cohabita una gran cantidad de grupos étnicos de diferentes tipos, siendo los musulmanes simplemente uno de ellos. Algunos de esos grupos musulmanes están a favor de Al Qaeda y creen que Osama bin Laden es un héroe; otros no. En esas repúblicas hay una resistencia interna a ayudar a Estados Unidos, pero de todas maneras los gobiernos han hecho un esfuerzo enorme por proveer una base logística y militar desde donde entrar a Afganistán. La ayuda real de estos gobiernos ha sido proveer aeropuertos, inteligencia militar, una base de inteligencia desde donde obtener información.

Pero esa área al norte de Afganistán, esas ex repúblicas que pertenecían a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, tienen graves problemas internos y la esperanza de que esta guerra los pueda solucionar. De alguna manera es una estrategia unirse con Estados Unidos contra el talibán en Afganistán, tratando de resolver la resistencia interna. De hecho algunos de esos gobiernos están en el poder desde hace cinco años, otros desde hace 10. Son todos países muy pobres a los que les ha ido muy mal después de la disolución de la Unión Soviética. Según una encuesta que se conoció anteayer, en dos de estos países el 42% de la población cree que estaba mejor bajo el régimen soviético. De modo que el descontento no viene solamente por la guerra, sino también por la historia a partir de la desaparición de la URSS.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón