19.10.2001






Dos factores limitantes: el ramadán y el invierno

Roberto Pallarino (ministro de la Embajada de la República Argentina en Pakistán): A mediados de noviembre suceden dos hechos que creo van a ser determinantes en la demora del conflicto: por un lado se inicia el ramadán, el mes santo musulmán, y por otro el invierno, las temperaturas bajan a muchos grados bajo cero, es un clima árido, de montaña y muy nevado.


EN PERSPECTIVA
Viernes 19.10.01, Hora 8.05.


JOSÉ PEDRO DÍAZ:
La guerra contra el terrorismo continúa desarrollándose aunque la intensidad de los ataques parece estar modificándose. Las informaciones de las agencias internacionales ponen de manifiesto que los bombardeos han disminuido en intensidad. La propuesta a partir de este momento es aproximarnos a la zona de conflicto. Estamos en contacto telefónico con el señor Roberto Pallarino, ministro de la Embajada de la República Argentina en Pakistán. Nos gustaría que nos hiciera una descripción de cómo está la situación allí. Según las informaciones que referíamos, hoy seguían los bombardeos sobre Afganistán, pero para los musulmanes es un día particular.

ROBERTO PALLARINO:
Los bombardeos continuaron anoche y se suspendieron por el día viernes. De todas formas esos bombardeos han tenido mucho menor intensidad de la que tuvieron durante los últimos tres días. Básicamente porque según los entendidos ya quedan muy pocos blancos por abatir. Han salido los aviones rápidos de los portaaviones, los que se usan para blancos-oportunidad. Es decir, si encuentran un blanco en el camino lo atacan. Según hemos sabido, han regresado en varias oportunidades con la carga de munición completa, ya no encontraban blancos para abatir.

JPD - Las agencias de prensa nos hablan del inicio de las acciones terrestres directamente; ¿qué información tiene usted al respecto?

RP - En este momento aquí no hay información al respecto. Deben ser operaciones muy pequeñas. Como se indicó en la prensa y en el Pentágono, son tropas especiales más dirigidas al reconocimiento. Es una situación un poco compleja. Tenemos a la Alianza de Norte por una parte, a la que Pakistán ha pedido no se le dé mucho apoyo porque representa a las minorías étnicas y por lo tanto, en caso de avanzar, tomar las ciudades principales y estar en una situación de constituir gobierno, sería una minoría constituyendo un gobierno sobre la mayoría. Por otra parte, por lo que se sabe no ha habido bajas sustanciales en el poderío militar terrestre de los afganos, que si bien no es demasiado poderoso tiene una capacidad de combate individual muy reconocida, lo que genera un problema para el desplazamiento de tropas de tierra. En tercer lugar a mediados de noviembre suceden dos hechos que creo van a ser determinantes en la demora del conflicto: por un lado se inicia el ramadán, el mes santo musulmán, y por otro el invierno, las temperaturas bajan a muchos grados bajo cero, es un clima árido, de montaña y muy nevado.

JPD - A partir de este estado de situación ¿cómo evalúa personalmente que se puedan seguir desarrollando los acontecimientos?

RP - Debería hacerle la pregunta al Pentágono. Evidentemente la situación es muy complicada, básicamente -independientemente de la situación militar- por la situación humanitaria. Se han producido desplazamientos muy grandes hacia las fronteras. Los organismos de Naciones Unidas que se encargan de los refugiados tienen muchas dificultades para colocar alimentos en esa población, que no se encuentra del lado pakistaní sino del lado afgano. Además, por lo que se sabe hay desplazamientos, no confirmados, de algunos pashtunes de la zona de frontera hacia Afganistán, para integrarse a las fuerzas militares afganas. Es una situación muy complicada, que se vio agravada en los últimos días por los sucesos de Oriente Medio en el marco general y por los sucesos en la frontera indo-pakistaní, donde ha habido intercambio de disparos de artillería entre los dos países en la zona de separación de Cachemira.

JPD - Pakistán quedó como el jamón del sandwiche: además de la tensión en la frontera con Afganistán se reavivó en forma bastante violenta el conflicto de Cachemira, hubo varios tiroteos por ahí. Incluso el secretario de Estado estadounidense Colin Powell estuvo de gira en Pakistán tratando de desactivar ese frente y el presidente George Bush está en China, país que se supone juega su papel en ese conflicto.

RP - Sí, pero le diría que la incidencia de China en el conflicto indo-pakistaní es menor; el problema es India y Pakistán. El tema es que estos conflictos puntuales dentro de todo Oriente Medio y Asia Central afectan la acción que se pueda llegar a producir en el caso afgano. No veo una solución práctica a ninguno de los dos casos en el corto plazo, por lo que de alguna manera va a condicionar las acciones en Afganistán. Si las acciones no son breves se van a generar reacciones importantes en el mundo islámico. Hay muchos muertos civiles. Se va a incrementar ese tipo de conflictos. Todo se tiene que mover con un cuidado y una precisión casi quirúrgicos porque existen grandes posibilidades de que la cosa se vaya de madre.

JPD - Al mismo tiempo aumenta la tensión interna en Pakistán particularmente. ¿Usted ve algún riesgo para la estabilidad política de Pakistán?

RP - No por el momento. El gobierno ha consolidado su frente interno: ha removido de las fuerzas armadas a todos aquellos funcionarios que el presidente consideraba habían aplicado políticas protalibán en los últimos años. El cambio de gobierno descolocó a esta gente y a la política que estaba llevando adelante y se produjo un recambio. Pero la situación interna está muy controlada, los sectores religiosos islámicos y los partidos islámicos han generado movilizaciones casi todos los viernes. Es que como el viernes es el día religioso, de concentración, tienen la ventaja de que los mullah hablan con la gente en las distintas mezquitas y transmiten su opinión. Sin embargo, las últimas manifestaciones han sido más reducidas, si bien también más violentas. La problemática no está en estos viernes, en los que creo que la situación va a estar bajo control, sino en la medida en que el conflicto se prolongue. Si hay mucha resistencia por parte del ejército afgano, si no se liquida el problema con cierta velocidad, quizás comience una reacción que creo no se va a limitar a Pakistán sino que se extenderá a algunos otros países islámicos.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo






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