Comisionada de la ONU reabre la polémica
sobre la "ley de caducidad"
Diputado
Alberto Scavarelli (Foro Batllista, P. Colorado): Sus comentarios
"no están en el marco de sus competencias"; "no
tiene la capacidad jurídica ni política internacional
respecto a sistemas de esta naturaleza".
Diputado
Jorge Orrico (A. Uruguay, EP - FA): Estas críticas no son
nuevas, sino las que siempre oímos en los foros internacionales.
Además, se incumple la propia ley en relación a secuestrados
y desaparecidos.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 24.10.01, 07.35.
EMILIANO COTELO:
La alta comisionada para Derechos Humanos de la Organización
de las Naciones Unidas, Mary Robinson, opinó ayer que sería
necesario rever la amnistía que otorgó la llamada
"ley de caducidad" para quienes intervinieron en violación
de derechos humanos durante la dictadura. "Tal vez el Parlamento
debe reconsiderar el tema de la responsabilidad", dijo al término
de la reunión que mantuvo con integrantes de las comisiones
de Derechos Humanos y de Asuntos Internacionales de la Cámara
de Representantes.
Esta manifestación
mereció la reprobación de legisladores del Partido
Colorado y "causó sorpresa" en la bancada nacionalista,
según informábamos ayer por la tarde.
Por un lado,
Robinson se refirió en forma elogiosa al trabajo que ha realizado
la Comisión para la Paz en procura de esclarecer la situación
de los desaparecidos. Esa labor, dijo la diplomática, "permitió
conocer la forma en que desaparecieron los ciudadanos, y además
que muchos murieron a causa de la tortura". No obstante, advirtió,
la llamada "ley de caducidad" impide investigar, y "eso
representa una traba para la Justicia". Formuló estas
consideraciones pocos minutos antes de que finalizara la sesión
de las comisiones parlamentarias, y luego las repitió en
rueda de prensa.
Estamos en comunicación
con dos parlamentarios que estuvieron ayer en este encuentro: Alberto
Scavarelli, del Foro Batllista, y Jorge Orrico, de Asamblea Uruguay,
Encuentro Progresista - Frente Amplio. ¿Les causaron sorpresa
estas declaraciones?
ALBERTO SCAVARELLI:
Sí. Primero, porque entre los ocho objetivos que surgen de
la propia creación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
en diciembre de 1993 no aparece la posibilidad de una postura como
la que se plantea, sobre todo cuando ella misma ha planteado en
este momento la importancia del trabajo de la Comisión para
la Paz, y al mismo tiempo estableció la existencia de una
norma ratificada por la ciudadanía, y al mismo tiempo sabe,
o debería saber, que se trata de un conjunto de normas de
amnistía, de renuncia de la pretensión punitiva del
Estado, que pacificaron al país y son la base del desarrollo
moderno del sistema democrático uruguayo.
Por lo tanto
creemos que fue más allá de sus competencias, y los
tomamos como dichos a título personal.
EC - ¿A
usted, diputado Orrico?
JORGE ORRICO:
Soy integrante de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento
Latinoamericano, en representación del Parlamento uruguayo.
Y debo decir que no me sorprenden en absoluto apreciaciones de este
tipo: quien representa al Uruguay en el exterior se encuentra siempre
con que nuestro prestigio está socavado por esta norma.
EC - Pero ¿esperaba
que la alta comisionada de la ONU hiciera estas apreciaciones en
el Parlamento uruguayo?
JO - Ni lo esperaba
ni lo dejaba de esperar. En realidad no sabía qué
tema se iba a tratar, en la medida en que era una reunión
de agenda abierta, pero lo cierto es que el tema preocupa a nivel
internacional.
Pero quiero
hacer un agregado: más allá de "ley de caducidad
sí - ley de caducidad no", que a nivel nacional sin
duda está resuelto, creo que el problema es cómo se
ha aplicado la mal llamada "ley de caducidad". Especialmente
en lo referido a los desaparecidos y raptados, y a los menores raptados,
a los que no se aplicó, pese a que el artículo 4º
ordena buscarlos. Especialmente en las administraciones de Julio
María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle nunca se hizo: el
presidente Sanguinetti, cubriendo las formas, para buscar a los
menores raptados ordenó la investigación al Instituto
Nacional del Menor, lo que es una especie de tomadura de pelo. Creo
que más que la ley en sí misma (de la que estoy en
contra), hubo una aplicación -y se pretende su extraterritorialidad-que
es lo que causa todos estos problemas.
EC - Pero ¿usted
dice que eso fue lo que preocupó a la funcionara?
JO - No: yo
estoy diciendo que, más que la ley en sí misma (que
es una carga que llevamos todos los que salimos a representar al
Uruguay en el exterior), hubo una aplicación excesiva de
la ley que la hace todavía más preocupante a nivel
internacional; que es una tapa que impide todo, más allá
de lo que la ley dice.
EC - Diputado
Scavarelli: le escuchaba de fondo diciendo "No, no".
AS - Está
claro que podremos debatir en cualquier escenario la larga exposición
de mi amigo Orrico, a quien aprecio muchísimo. Pero no guarda
ninguna relación con los dichos de la alta comisionada de
la ONU, ayer. Ella planteó específicamente el tema
de la responsabilidad de los autores de la violación de los
derechos humanos a los que cubrió la Ley de Caducidad de
la Pretensión Punitiva del Estado (y con ese mismo razonamiento
podríamos extenderlo al Movimiento de Liberación Nacional
y a otras personas que violaron derechos humanos en ese período).
La comisionada se refirió específicamente a eso, no
a otra cosa, y esos dichos de la comisionada afectan al orden jurídico
interno uruguayo y, lo que es peor, establecen un nivel de posible
expectativa que va más allá que la de los propios
familiares de desaparecidos respecto al "cómo, cuándo,
dónde y el porqué", porque al "quién"
renunciaron expresamente no porque no les interese sino porque saben
que existe una legislación consolidada, que la paz de los
uruguayos se construyó a partir de esto, y lo que están
buscando es el objetivo que persigue la Comisión para la
Paz creada por el presidente de la República. Por lo tanto,
generar un umbral de expectativa diferente al posible jurídica
y políticamente en el país, cuando las partes involucradas
que legitiman todo este tema han llegado a un punto muy claro de
acuerdo, en el momento en que la Comisión para la Paz y sus
integrantes están haciendo un formidable esfuerzo para correr
el telón y dejar que se cierre este capítulo de la
historia uruguaya, que todos sentimos tan duro y tan triste, creemos
que no coadyuva a la paz; con esos dichos no ha venido a ayudar
a la consolidación de la paz de los uruguayos; desconoce
(aún en el marco de las normas del derecho internacional
humanitarias) lo que tiene que ver con las normas de pacificación,
y lo más importante es que creo que no está en el
marco de sus competencias. Como dependiente del secretario general
de las Naciones Unidas en el marco de la resolución de diciembre
de 1993, sobre este punto no tiene la capacidad jurídica
ni política internacional respecto a sistemas de esta naturaleza.
EC - Para usted
¿se trató de una injerencia en asuntos internos?
AS - No tengo
la mínima duda. Si fueran a título oficial, lo que
generaría una situación diferente... Las tomo como
de alguien que, conmovida por la situación y el propio avance
de la Comisión para la Paz, entendió a título
personal un planteamiento de este tipo. En la vida, los funcionarios
actúan en el marco de sus competencias, y bueno: las competencias
que alto comisionado de las Naciones Unidas tiene desde diciembre
de 1993 nos dan una injerencia en este tipo de posicionamientos.
Y en las reuniones
que tuvo con la Comisión para la Paz, y en distintos escenarios
hasta ese momento, no había planteado ese punto. Incluso,
en la reunión con la Comisión para la Paz estableció
su satisfacción respecto del modo del procesamiento y de
la búsqueda de la verdad consolidada a través de ese
mecanismo.
EC - Diputado
Orrico: ¿le quedó claro por qué la comisionada
Robinson hizo ayer este planteo en la comisión parlamentaria?
JO - En absoluto,
porque además no fue motivo de una pregunta sino que fue
algo que vino a decir. Eso surge con mucha claridad...
EC - Pero ¿fue
poniendo el énfasis en las dificultades que la Comisión
para la Paz está encontrando para determinar las circunstancias
de algunas desapariciones?
JO - En realidad,
se estaba hablando de todo el proceso de pacificación, y
en términos muy breves porque la entrevista no fue algo de
horas. Lo sorprendente puede haber sido que en una entrevista casi
protocolar se dijera eso. Pero insisto: la comisionada Robinson
dijo lo que dijo, es clarísimo que criticó severamente
a la ley, y creo que está en plena libertad de hacerlo. No
lo objeto. Lo que digo es...
EC - Pero ¿cuál
fue para usted la clave de por qué la criticó?
JO - Por eso
vuelvo a lo de antes: criticó la ley y en definitiva está
diciendo que se necesita saber el "quién". Pero
creo (es una apreciación personal) que cuando uno va al exterior
este tipo de comentarios son muy comunes, de mucha gente y de muchos
partidos políticos (porque no provienen sólo de la
izquierda sino de todos lados: desde diputados radicales o peronistas
en Argentina, hasta diputados anti Chávez en Venezuela) que
hacen comentarios de este tipo: "Pero ¿cómo esta
ley? ¿Cómo Uruguay, con su tradición, hizo
esto?". Más allá de eso, creo que la actitud
de los presidentes de la República respecto a la aplicación
de la mal llamada Ley de Caducidad es lo que ha provocado un plus
de resistencia internacional.
Lo lamento mucho,
pero todos debemos hacernos responsables de las decisiones que tomamos,
y se sabía o por lo menos se debió presumir que esto
iba a traer problemas a Uruguay a nivel internacional, y trae problemas.
En materia de derechos humanos, Uruguay tiene una ley que los organismos
de derechos humanos "no la llevan", como se dice habitualmente.
Uruguay es un país soberano, aprobó su ley, hizo un
plebiscito... Hizo todo, pero encima de eso (y esto lo digo yo,
no la comisionada) la aplicación de la ley ha sido de una
rigurosidad desmedida que supera todo. Yo pediría que la
gente lea la "ley de caducidad", porque se la cita permanentemente
pero no se la lee: lo que caducó es "la pretensión
punitiva del Estado", pero se ha puesto una tapa y, más
allá de "la pretensión punitiva", se ha
hecho que caducara toda posibilidad de investigar nada. Eso fue
lo que sucedió durante 15 años, desde la creación
de la "ley de caducidad", hasta este período en
que se ha hecho algunos avances.
EC - Diputado
Scavarelli: un abogado especialista en derechos humanos nos hace
llegar en este momento que una apreciación como la de la
comisionada Robinson no debería sorprender, en la medida
en que los informes bianuales sobre derechos humanos que emite Naciones
Unidas han señalado a nuestro país en falta en esta
materia, debido a la "ley de caducidad".
AS - Queda claro
que la visita de la funcionaria no representa la opinión
formal de ninguno de los organismos de la ONU ni de su secretario
genera. Es un dato que hemos visto con claridad. Y yo digo más:
nos decía el diputado Orrico que la gente debería
leer. La gente hizo más que leerla: la votó, como
se votó en el Parlamento, en un Estado democrático
y en plenitud de derechos la amnistía general a presos que
denominamos "sociales" y restituimos carreras administrativas,
indemnizamos a gente... Ese fue un capítulo que el país
cumplió, cerró, y del que estamos muy orgullosos.
Este proceso
de averiguación de la verdad a efectos de llevar a la pacificación,
como lo está haciendo la Comisión para la Paz, es
hoy un objetivo central para la convivencia en la sociedad uruguaya
y cerrar este capítulo. Todo lo que se ponga en el medio
de ese proceso, que va más allá de lo que los propios
familiares están aspirando a conseguir, no coadyuva, ni beneficia,
ni apoya al alto propósito que todo el sistema político
sin excepción ha dado junto con la gran mayoría de
los interesados en este tema, como espacio de trabajo para la paz.
EC - Para terminar:
¿qué repercusiones, qué consecuencias le parece
que pueden tener estos comentarios de ayer?
AS - Lo que
quiero transmitir es que la alta comisionada además fue presidenta
de Irlanda, en este proceso de entrega de armas y de tapar con cemento
las "tatuceras" donde estaban las armas de fuego con las
que seguramente no se dio discursos políticos. En su propia
tierra se está llegando a un acuerdo que también dejará
por el camino un montón de derechos conculcados. Por eso,
en la vida las cosas no son tan simples ni tan claras, y me parece
que este tipo de planteamientos no es un factor que ayude a la pacificación
del país, ya consolidada. No creo que vaya a tener mayores
derivaciones, porque tampoco ha dicho que las haga a título
oficial, y como decía el diputado Orrico salió en
una conversación muy espontánea, en algo casi muy
sobre la marcha. Por tanto no creo que haya ningún tipo de
repercusión. De todos modos, si la hubiera, será el
gobierno nacional el que deberá evaluarlo.
EC - ¿Para
usted, diutado Orrico?
JO - Las que
ya tiene, porque estoy de acuerdo con el oyente: no debiera sorprendernos
porque en los foros internacionales, cuando se habla de la "ley
de caducidad", se dice que no cumple con las obligaciones que
impone por ejemplo el sistema latinoamericano en materia de derechos
humanos. El doctor Scavarelli dice que la gente no sólo leyó
la ley sino que además la votó, pero insisto: el que
no la leyó fue el presidente de la República, empezando
por el doctor Sanguinetti...
AS - No, no:
pero...
JO - ...que
jamás cumplió las disposiciones que la ley establece,
especialmente respecto al rapto de menores y con relación
a dónde están los desaparecidos. Porque el artículo
4º ordena (porque las leyes no piden permiso ni suplican),
ordena investigar. Y nunca lo hizo.
EC - Mi pregunta
era otra. Usted hace esta afirmación y me obliga a volver
al diputado Scavarelli...
JO - Porque
Scavarelli afirma que la ley fue votada. Estoy de acuerdo, pero
no puede decir que eso purifica todo, porque se votó determinada
ley cuyos cometidos no fueron cumplidos. Y ese es uno de los problemas
más serios que tiene el Uruguay: no sólo vota una
ley que de por sí causa escozor en los organismos internacionales,
y esto todo el Uruguay lo sabe, sino que además ni siquiera
cumple las obligaciones que surgieron de ella.
EC - Su última
intervención, diputado Scavarelli.
AS - Creo que
la cosa es muy sencilla. En el tema de fondo, no tengo la menor
duda de lo fuera de situación y exorbitado de los dichos
de quien nos visitara. Es una funcionaria que realmente fue más
allá de lo debido. Uruguay le debe mucho a la ONU en el tema
de los derechos humanos, y muchos uruguayos le deben hasta la vida
a los pasaportes que otorgó en aquel período. Período
que fue construido no sólo gracias a la acción del
presidente Sanguinetti sino de personalidades como Seregni, como
el renunciamiento de Wilson Ferreira Aldunate... todos quienes fueron
protagonistas en aquel momento. Y si alguien en el sistema político
entiende que esa ley debe ser derogada, y cree que tiene la capacidad
política y jurídica de hacerlo, no es un tema de discursos
sino de hacer el planteamiento que corresponde. Para la sociedad
uruguaya es un tema cerrado, un capítulo terminado, y la
Comisión para la Paz seguramente llevará la paz a
los espíritus, sobre todo de las personas que han sufrido
directamente este fenómeno.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón
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