DGI: ¿"El principio del
fin de la inamovilidad"?
Ministro
Bensión: El proyecto no es enteramente trasladable al resto
de la Administración Pública, pero puede ser el comienzo
de experiencias que se vayan extendiendo al resto de la Administración
Pública: contratación a término, incompatibilidad,
dedicación horaria, evaluación permanente, y al cabo
puede no renovarse el contrato".
Presidenta
de la Asociación de Funcionarios de la DGI, Amparo González.
Proponemos desde 1985 la incompatibilidad con un sueldo acorde,
pero sucesivos gobiernos no lo aplicaron. Rechazamos el proyecto
en general, una reforma que va en sentido contrario a lo que se
hace en todo el mundo.
EN PERSPECTIVA
Viernes, 26.10.01, 07.30.
EMILIANO COTELO:
Para el ministro
de Economía y Finanzas, Alberto Bensión, la reforma
de la Dirección General Impositiva "marca
el inicio de un camino hacia el fin de la inamovilidad de los funcionarios
públicos". Tras explicar ayer por segunda vez el proyecto
ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes,
Bensión lanzó esta aseveración poniendo el
dedo sobre una de las cuestiones más urticantes de la reforma
del Estado. Sobre la inamovilidad se ha hablado mucho pero, hasta
ahora, se ha hecho poco.
¿Cuál
es la novedad en cuanto a la relación del Estado con sus
funcionarios, a qué otros organismos podría trasladarse
esta experiencia? Vamos a conversarlo con el ministro de Economía
y Finanzas, contador Alberto Bensión.
ALBERTO BENSION:
El proyecto propone una nueva forma de relación contractual
entre el Estado y una parte de los funcionarios públicos,
particularmente una parte de los funcionarios de la DGI.
EC - ¿En
qué consiste esa nueva forma?
AB - No soy
abogado, así que se lo voy a describir en términos
aproximados (quizá algún jurista me pueda rectificar
con mayor precisión). Hasta ahora, la incorporación
de funcionarios a la Administración Pública se hacía
en un régimen de inamovilidad. En sus grandes líneas,
porque hay excepciones, pero un empleado era contratado por el Estado
y entraba en el régimen de inamovilidad que establece nuestra
Constitución. Por lo tanto, salvo falta grave o algunas definiciones
precisas sobre el particular, quedaba en la Administración
Pública de por vida.
En este proyecto,
por circunstancias muy especiales de la DGI, que por eso creo que
no son enteramente trasladables al resto de la Administración
Pública pero puede ser el comienzo de algunas experiencias
puntuales que se vaya extendiendo, el proyecto propone la contratación
de una parte importante de los funcionarios de la DGI en un régimen
precisamente de contratación a término, mediante determinadas
exigencias muy fuertes de incompatibilidad, de dedicación
horaria, y de evaluación permanente que, al cabo del período
del contrato pueden concluir en la no renovación en un número
determinado de casos.
EC - Estamos
hablando del llamado "cuerpo de élite" de la DGI.
AB - Bueno:
ese es un nombre que yo no le puse. Yo le puse Cuerpo Técnico
Tributario.
EC - A ese cuerpo
se incorporarían funcionarios actuales de la DGI pero ya
con un régimen distinto, un régimen de contrato.
AB - Se incorporarían
funcionarios de la DGI, según una propuesta que está
debatiendo la Comisión de Hacienda, y funcionarios que contrataríamos
del resto de la sociedad uruguaya, en un llamado abierto a todo
tipo de profesionales que cumplan determinadas características,
para formar el Cuerpo Técnico Tributario que estaría
compuesto por aproximadamente 430 personas.
EC - Pero en
particular los que provengan de la DGI cambiarán su vínculo
con el Estado: dejarán de ser "funcionarios presupuestados"
para ser contratados.
AB - No sólo
los que provengan de la DGI sino también los que vengan de
afuera.
EC - Lo que
está previsto es que el sistema de ascensos se base en las
calificaciones que estos funcionarios contratados vayan obteniendo.
Al 20% peor calificado no se le renovará el contrato.
AB - El 20%
que esté en la franja interior de calificación no
renovará su contrato, salvo que se presente a la nueva instancia
que está prevista, y concurse nuevamente en igualdad de condiciones
con otros que quieran ingresar a este cuerpo (igualdad de condiciones
en relación al concurso, porque ya tendrá un antecedente
sin duda valioso, en la medida en que haya sido calificado aceptablemente
aunque no esté entre los mejores).
EC - ¿Cada
cuánto serán evaluados?
AB - Las evaluaciones
serán permanentes: cada seis meses debe haber un pronunciamiento,
y la duración de los contratos está prevista para
un plazo de tres años.
EC - ¿Por
qué razón se establece este sistema de evaluación
permanente?
AB - Todo esto
forma parte de la concepción que estamos presentando respecto
a una DGI del futuro, con funcionarios que en cargos de responsabilidad
tengan total incompatibilidad de trabajo profesional en el sector
privado, para lo cual tenemos que asegurarles sueldos importantes
en comparación con la administración pública.
Por el debate que en estos meses se ha dado en el país, inmediatamente
razonamos que está bien que se pague bien a determinados
cargos de la Administración Pública, pero eso es incompatible
en un alto grado con la inamovilidad. En consecuencia, pasamos al
régimen de contratación y después debemos asegurarnos
de que el régimen de contratación no sea la perpetuación
del régimen de inamovilidad pero de otra forma.
EC - Entendido
el fundamento, ¿la consecuencia negativa no puede ser una
complejidad administrativa demasiado grande, esto de estar evaluando
permanentemente, puntuando, etcétera, no genera una nueva
burocracia?
AB - Creo que
es una forma equivocada de verlo, pero mi respuesta es muy rotunda:
es lo que pasa en la actividad privada. A los empleados de la actividad
privada los pueden echar mañana.
EC - ¿Efectivamente
el Poder Ejecutivo entiende que estos cambios en la DGI pueden ser
el banco de prueba, la plataforma de lanzamiento de un nuevo esquema
de relación entre el Estado y sus funcionarios? ¿"El
comienzo del fin de la inamovilidad"?
AB - Yo lo entiendo
así. Entiendo que esta es una experiencia que se puede ir
extendiendo a otras áreas de la Administración Pública.
En esto no puedo hablar a nombre de todo el Poder Ejecutivo, porque
obviamente mi área de competencia es el Ministerio de Economía,
y en particular en este caso la DGI. Pero lo hemos hecho con la
conciencia de que estamos presentando a la sociedad uruguaya una
solución innovadora, en un momento en que el tema de la inamovilidad
está en discusión o, como usted decía, en un
momento en que el tema de la inamovilidad vuelve a estar en discusión.
Y nos parece que es un camino que vale la pena explorar en otras
áreas de la actividad pública.
EC - Usted,
en particular, ¿está pensando en alguna como segundo
escalón de este proceso? Después de la DGI, ¿qué?
AB - Tengo tantos
problemas por día que en este momento no estoy pensando más
que en la DGI más los otros problemas que tengo.
EC - Pero, seguramente,
en algún momento ha pasado por su cabeza por dónde
podría continuar este proceso.
AB - No, no.
Le confieso que no. La reforma del Estado tiene una comisión
especial, el Comité Ejecutivo para la Reforma del Estado
(Cepre), tiene una referencia especial en la Oficina de Planeamiento
y Presupuesto (con la que tengo un diálogo muy fluido y muy
enriquecedor), así que obviamente será un tema que
abordaremos en las próximas semanas. De lo que sí
estamos convencidos quienes trabajamos en la preparación
de este proyecto es de que esta solución es innovadora, es
en cierto modo revulsiva en la experiencia uruguaya, pone a la sociedad
uruguaya frente a una experiencia importante, en la que los pronunciamientos
políticos y sociales pueden enriquecer hacia el futuro y,
desde mi punto de vista, puede ser un buen punto de partida para
otras experiencias similares.
EC - En estas
dos presencias suyas en la Comisión de Hacienda de la Cámara
de Representantes, ¿qué ambiente político encontró?
¿Sale este proyecto?
AB - No me atrevería
a decirlo. Vamos a ponerlo en estos términos: no me gusta
interpretar posiciones primarias de distintos sectores políticos;
toda esta relación Poder Ejecutivo - Parlamento es bien compleja,
y hay que tener mucho respeto por el proceso de formación
de opiniones de los diputados que, como bien dijeron ayer, están
entrando en un terreno muy complejo en el que el Ministerio lleva
la ventaja de haber trabajado durante cuatro o seis meses, de modo
que no quisiera decir con certeza lo que puede estar pasando por
la mente de los diputados que integran la Comisión de Hacienda.
Pero diría dos cosas: la primera, que existe la convicción
generalizada sobre la necesidad de reformar la DGI, las bases institucionales
de la tradicional DGI; la segunda, que un pilar fundamental de esa
transformación debe ser la incompatibilidad absoluta del
desempeño profesional público y privado en ese ámbito
especial de la DGI y particularmente del cuerpo técnico tributario...
EC - No estar
"de los dos lados del mostrador".
AB - Exactamente.
Y la tercera es que hasta ahora hemos recibido distintas preguntas
que marcan por lo menos cierta duda sobre algunas soluciones que
hemos propuesto. De aquí al final, no me atrevo a vaticinar
resultados.
***
EMILIANO COTELO:
Recibimos la llamada de la presidenta de la Asociación de
Funcionarios de la Dirección General Impositiva, Amparo González,
quien quiere formular una serie de precisiones a raíz de
la entrevista que realizamos hace unos minutos con el ministro de
Economía, Alberto Bensión.
Recordemos que
el ministro Bensión dijo ayer, tras comparecer por segunda
vez en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes,
que el proyecto de reestructura de la DGI aporta un cambio realmente
trascendente en la forma de contratación de los empleados
públicos, que apunta al fin de su inamovilidad, y agregó
que en el futuro este enfoque puede extenderse al resto de la administración
pública. ¿Qué dice usted?
AMPARO GONZÁLEZ:
Queríamos precisar algunas cosas. Primero, los funcionarios
de la DGI estamos absolutamente de acuerdo con la necesidad de hacer
una reforma en nuestra organización, queremos mejorar la
DGI; no corporativamente para los funcionarios, sino para el Estado
en general. Segundo, compartimos la incompatibilidad del funcionario
de la DGI con cargos en el sector privado, desde el año 1985.
Pero sistemáticamente decisiones de los sucesivos gobiernos,
por razones de poder o no poder pero decisiones políticas,
no la han implementado.
EC - ¿Cuál
es, entonces, la posición del sindicato respecto a la incompatibilidad
del trabajo de funcionarios de la DGI también en el sector
privado?
AG - Ahora está
de moda decir "está de los dos lados del mostrador";
nosotros reclamamos la incompatibilidad, aplicar la ley que nos
rige con una remuneración acorde, porque un funcionario de
DGI, con el sueldo que gana, no puede quedarse sólo con ese
sueldo. Porque, además, no recibimos la parte de capacitación
que paga cada uno de nosotros para poder después enfrentar
las inspecciones que se debe hacer a los distintos contribuyentes.
Por lo tanto,
decimos que por supuesto debe haber incompatibilidad para todos
en la línea de mando y con la remuneración acorde,
porque de otro modo es privación de la libertad de conseguir
trabajo o ganar decentemente para poder vivir. Defendemos esto desde
1985.
Respecto a lo
que plantea el señor ministro sobre el Cuerpo Técnico
Tributario, creemos que los funcionarios de ese cuerpo, ante la
movilidad, ante el hecho de que perderá el contrato el 20%
peor calificado -lo que no quiere decir que sea malo-, va a salir
vorazmente a fiscalizar. Y los rehenes de esa voracidad van a ser
los pequeños y medianos empresarios que no tienen la posibilidad
de pagar a las grandes asesorías para que los asesoren correctamente
ante la tributación. Por otra parte, el funcionario va a
tender a mejorar su productividad -por eso hablamos de su voracidad-,
va a tender a ser más obediente y "más eficiente",
porque si no, se queda sin trabajo y con un cartel en su frente
de "el peor contador de la DGI" para buscar trabajo afuera.
EC - ¿Esas
son las consecuencias que ustedes imaginan de este cambio en la
DGI?
AG - No solamente
las imaginamos sino que en años anteriores, en la década
del 70, se vivió una situación similar, incluso un
poco más leve en la medida en que el funcionario no quedaba
sin trabajo. Así y todo, con regímenes muy estrictos
que se aplicaban en esa época, como todos conocemos, los
funcionarios tenían que salir a pedir lo máximo. Además
no existen normas reglamentadas en la DGI, lo que hace que el sistema
sea un poco a la deriva.
EC - En definitiva
ustedes rechazan esta reforma.
AG - Sí,
rechazamos esta reforma, no el hecho de reformar la DGI. Creemos
que estuvo mal planteada desde el punto de vista de una reforma
institucional como la que propone el señor ministro. Acordamos
que es un organismo extremadamente sensible para el país
y creemos que necesariamente deben ser tomadas en cuenta las opiniones
de los empresarios, de la Universidad y de los funcionarios. Además
estamos absolutamente asombrados de que ante un cambio institucional
tan importante el Poder Ejecutivo plantee que es una propuesta innovadora;
cuando está en contra de todas las reformas administrativas
tributarias que se están planteando por el mundo.
EC - Aureliano
Folle estuvo ayer en la conferencia de prensa del ministro.
AURELIANO FOLLE:
Cuando salió de la comisión, preguntado si se iba
a reunir con ustedes, qué contacto iba a tener con la Asociación
de Funcionarios, dijo que no recordaba la fecha pero que se iba
a reunir entre hoy y pasado el fin de semana, lunes o martes. ¿Ustedes
tienen alguna confirmación de esto? ¿Están
dispuestos a hablar con él?
AG - Estuvimos
reunidos con el señor ministro, a solicitud de la Asociación
de Funcionarios, para entregar formalmente el documento con los
motivos por los que rechazamos la propuesta. Ya estuvimos reunidos
con el ministro y al finalizar esa reunión, lamentablemente,
nos advirtió que tengamos en cuenta que, si rechazamos frontalmente
el proyecto, él se va a ver obligado a actuar en forma autoritaria
con los funcionarios. Ese fue el final de la entrevista con el señor
ministro, que tuvo lugar anteayer.
EC - Curiosamente
ayer, en la conferencia de prensa, el ministro pareció marcar
nuevas posibilidades de diálogo.
AF - El dijo
que no recordaba la fecha, qué día y a qué
hora, pero que en el futuro se iba a reunir con ustedes. ¿No
tienen información de eso?
AG - No, pero
como siempre, estamos abiertos a dialogar con todas las fuerzas
sociales, con todo el Poder Ejecutivo, con todo el Poder Legislativo,
porque queremos una buena reforma para este país, que todo
el país salga favorecido con una buena reforma en la administración
tributaria.
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Transcripción: Jorge García Ramón y María
Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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