26.10.2001

 



La Justicia argentina rechaza recurso de amparo a familiares de desaparecidos estafados por corredor de bolsa.


Carlos Sanz (Asociación de Familiares): Fuimos reparados -así se llama técnicamente- por la desaparición forzada de nuestros familiares, eufemismo para nombrar una ejecución extrajudicial del estado terrorista que dominó a la Argentina de los años 70. Sencillamente nos planteábamos que esos bonos iban a asegurar el futuro de nuestros hijos, que lo iba a hacer más digno, simplemente eso. Ayer vencía la caución: se solicitó penalmente una acción de amparo pero el juez la denegó contra la opinión del fiscal que decía que había que pararla.


EN PERSPECTIVA
Viernes 26.10.01, Hora 8.13.


EMILIANO COTELO:
Después de largos años de procesos judiciales, familiares de uruguayos desaparecidos durante la dictadura argentina recibieron una indemnización de parte del estado del vecino país. Pero el pago no se les efectuó en efectivo sino mediante bonos del Estado, deuda pública, depositados en la Bolsa de Valores de Buenos Aires. Ahora acaba de saberse que, sin informar a los propietarios de esos papeles, el corredor de bolsa que administraba esos valores comercializó por su cuenta esos documentos para invertirlos en un negocio particular que fracasó. Recién cuando ya no había nada que hacer el corredor de bolsa informó de lo sucedido a los familiares de desaparecidos.

La maniobra, que supera el millón y medio de dólares, tomó estado público este miércoles a través del diario La República y desde entonces se han ido conociendo otros detalles. Entre otras cosas, las gestiones que realizan los perjudicados ante la justicia penal argentina, ante la cancillería uruguaya e incluso ante la Comisión para la Paz de nuestro país.

Vamos a conocer en profundidad de qué se trata esta situación. Para ello comenzamos a dialogar con Carlos Sanz, integrante de la Asociación de Familiares y uno de los principales damnificados.

En primer término, ¿de qué manera fueron indemnizados ustedes?

CARLOS SANZ:
Fuimos reparados -así se llama técnicamente- por la desaparición forzada de nuestros familiares, eufemismo para nombrar una ejecución extrajudicial del estado terrorista que dominó a la Argentina de los años 70. Fuimos reparados con bonos de la nación argentina, comercializables en bolsa y recuperables en 10 años, cuota a cuota, un cientoveinteavo del monto por mes más los intereses acumulados. Esos bonos son virtuales, son certificados que nos obligan a depositar en una sociedad de bolsa. Es como si yo te dijera "te doy exis cantidad de dinero pero tú tienes que depositarlos en el Banco República".

EC - ¿A partir de qué momento ustedes iban a poder empezar a cobrar mensualmente?

CS - Esos bonos se empezaron a cobrar mensualmente en enero de este año. Cuando las reparaciones fueron saliendo en 1998, 1999, alguna gente las comercializó a mal precio, por las cotizaciones. Cuando los bonos ya tenían más de un 40% de acumulación de intereses se comercializaban a 80 centavos. Además estamos hablando de que el estado argentino dice repararnos por U$S 224.000, pero en realidad nos da bonos por U$S 170.000, U$S 180.000, U$S 160.000, dependiendo del momento en que se da el certificado. Son bonos que ya tienen acumulado un interés, es decir que empiezan cumpliendo la ley robándonos.

EC - Es un sistema realmente complejo. En definitiva implicaba que ustedes iban a ir cobrando durante 10 años mensualmente.

CS - Exacto. Los que ahora hemos sido estafados somos gente trabajadora. Hemos vivido de nuestro trabajo y pretendemos seguir haciéndolo como lo hemos hecho toda la vida. Sencillamente nos planteábamos que esos bonos iban a asegurar el futuro de nuestros hijos, que lo iba a hacer más digno, simplemente eso. Entramos en un mundo que no conocemos: el de la Bolsa de Valores, que soslayamos. Algunos vendieron los bonos, tienen el dinero en el banco y no saben qué hacer con él, salvo ir gastándolo, comprarse una casita o cumplir con las necesidades más acuciantes en el caso de algunos que no tienen trabajo.

EC - En este caso concreto estamos hablando de 27 familiares de desaparecidos uruguayos. Ustedes tenían depositados esos papeles en la firma Capital Service SA.

CS - Exactamente.

EC - ¿Qué fue lo que les informó el titular de esa empresa la semana pasada?

CS - Este señor nos llama y nos dice: "Sus bonos están caucionados, es decir están puestos en garantía de una operación financiera que estoy haciendo. Es una operación de imagen, yo estoy queriendo vender mi empresa -de hecho ya la tengo vendida-. La operación se cierra el 6 de noviembre y necesito que ustedes me firmen que aceptaron la caución para no ir preso y poder vender la firma. Estoy en una situación crítica en este mercado y tomé sus bonos porque ustedes son rentistas, son gente que no los está utilizando". El tema es que nosotros nos somos rentistas, somos hijos de desaparecidos, personas a las cuales se vuelve a lastimar. En mi caso yo tengo 53 años y cuando las desapariciones ocurrieron era un militante político que había llegado a la militancia conscientemente, pero la mayoría de estos muchachos que tienen ahora entre 20 y 30 años eran niños que perdieron a sus padres ilegalmente, a los que se repara y otra vez ilegalmente se les quita la reparación.

EC - Sí, porque el corredor de bolsa, Carlos Gómez, no les había solicitado autorización para realizar la operación con los papeles de ustedes.

CS - En absoluto. El hombre la va de personaje decente y dice "pero si yo los quisiera robar no los estaría llamando". El tema es que en la práctica, en teoría, no nos puede robar porque no hemos firmado nada, es evidente que él es el ladrón.

EC - Ustedes no aceptaron la transacción que les proponía.

CS - Por supuesto que no. Eso significaría que los que caucionamos los bonos somos nosotros, no él. Es como si usted tiene $ 10.000 en el bolsillo, vamos al club, nos desvestimos juntos, hacemos deportes, salimos y yo a la pasada saco de tu bolsillo y me lo meto en el mío. Tú te das cuenta que te robaron, pero yo te digo "no, Emiliano, no te robaron, yo me tomé prestados los $ 10.000 pesos. Firmame acá que tú me los prestaste y yo te voy a pagar intereses". Eso sería avalar su ilegalidad y sacarlo de la cana.

EC - La deuda es por más de U$S 1.500.000.

CS - U$S 1.500.000 es lo que él obtuvo a cambio de aproximadamente U$S 3 millones nominales en bonos, ése es el valor en bolsa. Se caucionan por el dinero al valor a que se cotizan ese día. Si mañana querés levantar la caución y la cotización subió tienes que poner más dinero, si bajó los puedes levantar con menos.

EC - ¿Qué acciones han iniciado ustedes desde que se culminó mal esa reunión con el corredor de bolsa?

CS - La primera fue ir a la auditoría. Para nuestra sorpresa, la auditoría dice que hay un fondo de garantía y que lo primero que va a hacer ese fondo es salvar la operación, es decir que garantiza la operación. El señor nos robó y el fondo garantiza primero pagarle al reducidor, que además ni siquiera sabemos quién es. Finalmente dijo que era un holding -puede ser una empresa que el señor haya comprado, una de esas sociedades anónimas que están durmiendo y que se compran-, dice venderle a esa sociedad anónima -que puede ser él mismo o sus secuaces- y el dinero directamente se volatiliza. El tema es que ayer se vencía la caución, se solicitó penalmente una acción de amparo para que la acción se parara y se investigara, pero el juez la denegó contra la opinión del fiscal que decía que había que pararla.

EC - ¿En resumen cuál es la situación hoy entonces?

CS - La situación es que si la operación ayer no se paró... He estado intentando comunicarme con los compañeros que viajaron, que se habían ido del hotel a las 7 de la mañana y no tengo información. La información de anoche es que se negó, es decir que esos bonos van a salir a la venta en bolsa y joderse y tomar quinina.

EC - En definitiva ustedes están perdiendo el dinero, al menos de acuerdo a los últimos datos de ayer.

CS - Sí; recuperarlo puede llevarnos un buen tiempo y tal vez recuperemos la cuarta o la quinta parte, con suerte y viento a favor.

EC - Ustedes han hecho gestiones ante la cancillería uruguaya y la Comisión para la Paz; ¿qué apoyo han recibido?

CS - El apoyo existe. El tema es cuál es la presión concreta que se puede hacer. Si el juez penal no detiene la operación la cosa pasa y todo lo demás después van a ser declaraciones. Quiero decir que éste es el sistema en el que nos están obligando a vivir: un sistema que no me gusta, que intenté cambiar -porque he soñado con un mundo mejor- y es el sistema que les pudre la vida a los uruguayos, a los argentinos, a los habitantes de esta aldea global. No nos dejan vivir en paz, ésa es la cuestión. Se les quitan a estos niños sus familiares ilegalmente, se les quita la reparación ilegalmente y después se los va a acusar de terroristas. ¿Cuál es el asunto? Lo único que pretendemos es vivir en paz, vivir de nuestro trabajo. Nunca pensamos que ese dinero nos fuera a arreglar la vida, pero tampoco pensamos que nos la fuera a desarreglar tanto.

No sé si se comprende que cuando iniciamos estos juicios en el año 1994, colateralmente esto implicaba, sobre todo y primero que nada, la admisión por parte del estado argentino de la desaparición forzada de nuestros familiares. Eso era lo primero: el dinero era colateral, en todo caso venía después. Ese reconocimiento del terrorismo de estado es la primera cuestión que importa. Otra vez se nos vuelve a hacer terrorismo, esta vez por parte de un corredor de bolsa, un chanta ilustrado conectado online que aprieta teclitas y saca el dinero que se suponía estaba bajo su custodia. Además está en tránsito el robo y el juez mira para el costado. Hay sólo dos posibilidades: al juez lo coimearon o lo coimearon.

Ahora estamos pidiendo que el estado argentino se haga cargo de esto y que el Estado uruguayo también haga un intento por defendernos. Creo que no nos defiende nadie, así como no se defiende al que no tiene trabajo, así como no se defiende al que no tiene un seguro de salud. Nosotros somos 27 (familias) más dentro de una situación; hablar de miles de dólares... ¿quién se va a ocupar de esta gente? Es una injusticia más que le pudre la vida a un pueblo, porque detrás de los 27 hay otro montón de gente que siente que le tiran misiles de todo tipo.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo






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