La
Justicia argentina rechaza recurso de amparo a familiares de desaparecidos
estafados por corredor de bolsa.
Carlos Sanz (Asociación
de Familiares): Fuimos reparados -así se llama técnicamente-
por la desaparición forzada de nuestros familiares, eufemismo
para nombrar una ejecución extrajudicial del estado terrorista
que dominó a la Argentina de los años 70. Sencillamente
nos planteábamos que esos bonos iban a asegurar el futuro
de nuestros hijos, que lo iba a hacer más digno, simplemente
eso. Ayer vencía la caución: se solicitó penalmente
una acción de amparo pero el juez la denegó contra
la opinión del fiscal que decía que había que
pararla.
EN PERSPECTIVA
Viernes 26.10.01, Hora 8.13.
EMILIANO COTELO:
Después de largos años de procesos judiciales, familiares
de uruguayos desaparecidos durante la dictadura argentina recibieron
una indemnización de parte del estado del vecino país.
Pero el pago no se les efectuó en efectivo sino mediante
bonos del Estado, deuda pública, depositados en la Bolsa
de Valores de Buenos Aires. Ahora acaba de saberse que, sin informar
a los propietarios de esos papeles, el corredor de bolsa que administraba
esos valores comercializó por su cuenta esos documentos para
invertirlos en un negocio particular que fracasó. Recién
cuando ya no había nada que hacer el corredor de bolsa informó
de lo sucedido a los familiares de desaparecidos.
La maniobra,
que supera el millón y medio de dólares, tomó
estado público este miércoles a través del
diario La República y desde entonces se han ido conociendo
otros detalles. Entre otras cosas, las gestiones que realizan los
perjudicados ante la justicia penal argentina, ante la cancillería
uruguaya e incluso ante la Comisión para la Paz de nuestro
país.
Vamos a conocer
en profundidad de qué se trata esta situación. Para
ello comenzamos a dialogar con
Carlos Sanz, integrante de la Asociación de Familiares y
uno de los principales damnificados.
En primer término,
¿de qué manera fueron indemnizados ustedes?
CARLOS SANZ:
Fuimos reparados -así se llama técnicamente- por la
desaparición forzada de nuestros familiares, eufemismo para
nombrar una ejecución extrajudicial del estado terrorista
que dominó a la Argentina de los años 70. Fuimos reparados
con bonos de la nación argentina, comercializables en bolsa
y recuperables en 10 años, cuota a cuota, un cientoveinteavo
del monto por mes más los intereses acumulados. Esos bonos
son virtuales, son certificados que nos obligan a depositar en una
sociedad de bolsa. Es como si yo te dijera "te doy exis cantidad
de dinero pero tú tienes que depositarlos en el Banco República".
EC - ¿A
partir de qué momento ustedes iban a poder empezar a cobrar
mensualmente?
CS - Esos bonos
se empezaron a cobrar mensualmente en enero de este año.
Cuando las reparaciones fueron saliendo en 1998, 1999, alguna gente
las comercializó a mal precio, por las cotizaciones. Cuando
los bonos ya tenían más de un 40% de acumulación
de intereses se comercializaban a 80 centavos. Además estamos
hablando de que el estado argentino dice repararnos por U$S 224.000,
pero en realidad nos da bonos por U$S 170.000, U$S 180.000, U$S
160.000, dependiendo del momento en que se da el certificado. Son
bonos que ya tienen acumulado un interés, es decir que empiezan
cumpliendo la ley robándonos.
EC - Es un sistema
realmente complejo. En definitiva implicaba que ustedes iban a ir
cobrando durante 10 años mensualmente.
CS - Exacto.
Los que ahora hemos sido estafados somos gente trabajadora. Hemos
vivido de nuestro trabajo y pretendemos seguir haciéndolo
como lo hemos hecho toda la vida. Sencillamente nos planteábamos
que esos bonos iban a asegurar el futuro de nuestros hijos, que
lo iba a hacer más digno, simplemente eso. Entramos en un
mundo que no conocemos: el de la Bolsa de Valores, que soslayamos.
Algunos vendieron los bonos, tienen el dinero en el banco y no saben
qué hacer con él, salvo ir gastándolo, comprarse
una casita o cumplir con las necesidades más acuciantes en
el caso de algunos que no tienen trabajo.
EC - En este
caso concreto estamos hablando de 27 familiares de desaparecidos
uruguayos. Ustedes tenían depositados esos papeles en la
firma Capital Service SA.
CS - Exactamente.
EC - ¿Qué
fue lo que les informó el titular de esa empresa la semana
pasada?
CS - Este señor
nos llama y nos dice: "Sus bonos están caucionados,
es decir están puestos en garantía de una operación
financiera que estoy haciendo. Es una operación de imagen,
yo estoy queriendo vender mi empresa -de hecho ya la tengo vendida-.
La operación se cierra el 6 de noviembre y necesito que ustedes
me firmen que aceptaron la caución para no ir preso y poder
vender la firma. Estoy en una situación crítica en
este mercado y tomé sus bonos porque ustedes son rentistas,
son gente que no los está utilizando". El tema es que
nosotros nos somos rentistas, somos hijos de desaparecidos, personas
a las cuales se vuelve a lastimar. En mi caso yo tengo 53 años
y cuando las desapariciones ocurrieron era un militante político
que había llegado a la militancia conscientemente, pero la
mayoría de estos muchachos que tienen ahora entre 20 y 30
años eran niños que perdieron a sus padres ilegalmente,
a los que se repara y otra vez ilegalmente se les quita la reparación.
EC - Sí,
porque el corredor de bolsa, Carlos Gómez, no les había
solicitado autorización para realizar la operación
con los papeles de ustedes.
CS - En absoluto.
El hombre la va de personaje decente y dice "pero si yo los
quisiera robar no los estaría llamando". El tema es
que en la práctica, en teoría, no nos puede robar
porque no hemos firmado nada, es evidente que él es el ladrón.
EC - Ustedes
no aceptaron la transacción que les proponía.
CS - Por supuesto
que no. Eso significaría que los que caucionamos los bonos
somos nosotros, no él. Es como si usted tiene $ 10.000 en
el bolsillo, vamos al club, nos desvestimos juntos, hacemos deportes,
salimos y yo a la pasada saco de tu bolsillo y me lo meto en el
mío. Tú te das cuenta que te robaron, pero yo te digo
"no, Emiliano, no te robaron, yo me tomé prestados los
$ 10.000 pesos. Firmame acá que tú me los prestaste
y yo te voy a pagar intereses". Eso sería avalar su
ilegalidad y sacarlo de la cana.
EC - La deuda
es por más de U$S 1.500.000.
CS - U$S 1.500.000
es lo que él obtuvo a cambio de aproximadamente U$S 3 millones
nominales en bonos, ése es el valor en bolsa. Se caucionan
por el dinero al valor a que se cotizan ese día. Si mañana
querés levantar la caución y la cotización
subió tienes que poner más dinero, si bajó
los puedes levantar con menos.
EC - ¿Qué
acciones han iniciado ustedes desde que se culminó mal esa
reunión con el corredor de bolsa?
CS - La primera
fue ir a la auditoría. Para nuestra sorpresa, la auditoría
dice que hay un fondo de garantía y que lo primero que va
a hacer ese fondo es salvar la operación, es decir que garantiza
la operación. El señor nos robó y el fondo
garantiza primero pagarle al reducidor, que además ni siquiera
sabemos quién es. Finalmente dijo que era un holding -puede
ser una empresa que el señor haya comprado, una de esas sociedades
anónimas que están durmiendo y que se compran-, dice
venderle a esa sociedad anónima -que puede ser él
mismo o sus secuaces- y el dinero directamente se volatiliza. El
tema es que ayer se vencía la caución, se solicitó
penalmente una acción de amparo para que la acción
se parara y se investigara, pero el juez la denegó contra
la opinión del fiscal que decía que había que
pararla.
EC - ¿En
resumen cuál es la situación hoy entonces?
CS - La situación
es que si la operación ayer no se paró... He estado
intentando comunicarme con los compañeros que viajaron, que
se habían ido del hotel a las 7 de la mañana y no
tengo información. La información de anoche es que
se negó, es decir que esos bonos van a salir a la venta en
bolsa y joderse y tomar quinina.
EC - En definitiva
ustedes están perdiendo el dinero, al menos de acuerdo a
los últimos datos de ayer.
CS - Sí;
recuperarlo puede llevarnos un buen tiempo y tal vez recuperemos
la cuarta o la quinta parte, con suerte y viento a favor.
EC - Ustedes
han hecho gestiones ante la cancillería uruguaya y la Comisión
para la Paz; ¿qué apoyo han recibido?
CS - El apoyo
existe. El tema es cuál es la presión concreta que
se puede hacer. Si el juez penal no detiene la operación
la cosa pasa y todo lo demás después van a ser declaraciones.
Quiero decir que éste es el sistema en el que nos están
obligando a vivir: un sistema que no me gusta, que intenté
cambiar -porque he soñado con un mundo mejor- y es el sistema
que les pudre la vida a los uruguayos, a los argentinos, a los habitantes
de esta aldea global. No nos dejan vivir en paz, ésa es la
cuestión. Se les quitan a estos niños sus familiares
ilegalmente, se les quita la reparación ilegalmente y después
se los va a acusar de terroristas. ¿Cuál es el asunto?
Lo único que pretendemos es vivir en paz, vivir de nuestro
trabajo. Nunca pensamos que ese dinero nos fuera a arreglar la vida,
pero tampoco pensamos que nos la fuera a desarreglar tanto.
No sé
si se comprende que cuando iniciamos estos juicios en el año
1994, colateralmente esto implicaba, sobre todo y primero que nada,
la admisión por parte del estado argentino de la desaparición
forzada de nuestros familiares. Eso era lo primero: el dinero era
colateral, en todo caso venía después. Ese reconocimiento
del terrorismo de estado es la primera cuestión que importa.
Otra vez se nos vuelve a hacer terrorismo, esta vez por parte de
un corredor de bolsa, un chanta ilustrado conectado online que aprieta
teclitas y saca el dinero que se suponía estaba bajo su custodia.
Además está en tránsito el robo y el juez mira
para el costado. Hay sólo dos posibilidades: al juez lo coimearon
o lo coimearon.
Ahora estamos
pidiendo que el estado argentino se haga cargo de esto y que el
Estado uruguayo también haga un intento por defendernos.
Creo que no nos defiende nadie, así como no se defiende al
que no tiene trabajo, así como no se defiende al que no tiene
un seguro de salud. Nosotros somos 27 (familias) más dentro
de una situación; hablar de miles de dólares... ¿quién
se va a ocupar de esta gente? Es una injusticia más que le
pudre la vida a un pueblo, porque detrás de los 27 hay otro
montón de gente que siente que le tiran misiles de todo tipo.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
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