Retirada israelí complicada
por atentados
Ana Jerozolimski,
corresponsal en Jerusalén.
EN PERSPECTIVA
Lunes 29.10.01, 08.20.
EMILIANO COTELO:
Las tropas israelíes han completado esta madrugada su retirada
de las localidades cisjordanas de Belén y Beit Jala, en un
repliegue que se ha llevado a cabo sin incidentes según destacan
las agencias internacionales. Pese a esta decisión -según
fuentes palestinas- el ejército israelí está
concentrando fuerzas en torno a las ciudades de Jenin y Tulkaren,
en el norte de Cisjordania, agrega una versión que publica
hoy el diario El País de Madrid.
En torno a este
panorama vamos a consultar a nuestra corresponsal en Jerusalén,
Ana Jerozolimski.
Hoy se está
recordando el sexto aniversario del asesinato de Isaac Rabin; ¿cómo
juega esa conmemoración en este contexto que yo estaba mencionando?
ANA JEROZOLIMSKI:
Realmente se combinan aquí los elementos para agregar una
sensación de decepción a la congoja general por el
duelo del asesinato de Isaac Rabin, que sienten en especial quienes
compartían su camino político y consideran ahora que
se viene una crisis tremenda, tan contraria a lo que Rabin quería
conseguir. Pero también lo sienten aquellos que no concordaban
con él desde el punto de vista político, sobre cómo
resolver el proceso de paz, pero consideran que fue una catástrofe
que un primer ministro haya sido asesinado.
Digo que los
elementos se combinan, porque al dolor del asesinato se agrega la
sensación de que el asesino -recordemos que fue un compatriota
de Isaac Rabin, un extremista de derecha radical- logró su
cometido. Porque, con diferentes vaivenes en el camino, con los
altibajos que hubo en la historia de Israel desde ese oscuro sábado
por la noche cuando fue perpetrado el asesinato, el hecho tuvo una
dinámica tal que nos condujo a la situación actual,
en la que el proceso de paz no es la realidad que viven israelíes
y palestinos. Y no porque Isaac Rabin pensara que aquí iba
a haber un paraíso o un idilio si hubiera tenido éxito
en ese plan de lograr la paz con los palestinos. Estaba claro de
antemano que iba a haber obstáculos, pero la situación
de hoy es algo muy lejano a los problemas que podían surgir;
es algo que hace sentir que casi se olvidó el proceso de
paz aunque ambas partes siguen diciendo que la paz es posible, cada
una exigiendo a la otra que cambie en forma drástica su visión,
su enfoque de cómo lograrla. La sensación hoy, en
medio de la crisis que se está viviendo y en medio de los
análisis profundos, es que el asesino logró su cometido:
logró desbaratar la situación de forma tal que precipitó
una dinámica posterior al asesinato que trajo a esta región
la crisis actual, en la que el proceso de paz no es el elemento
central ni mucho menos.
EC - Las últimas
señales preocupantes en cuanto al proceso de paz fueron,
en estas últimas semanas, el asesinato del ministro israelí
de Turismo y, como consecuencia, las operaciones de tropas israelíes
en varias localidades cisjordanas. En estas horas Israel ha completado
el retiro de esas ciudades.
AJ - Es verdad.
Desde un principio Israel dijo que su intención no es volver
a ocupar en forma permanente territorios autónomos palestinos,
aunque la Autoridad Nacional Palestina (ANP) lo ha acusado oficialmente
no sólo de querer reocupar las partes de Cisjordania (que
le había entregado en el marco del proceso de paz, precisamente
lanzado por Isaac Rabin), sino también de tener interés
de precipitar la caída del gobierno de Yasser Arafat. Israel
lo desmintió desde un comienzo diciendo sus portavoces oficiales
que la intención era llevar a cabo operativos de seguridad
para cuyo logro era esencial ingresar a esos territorios autónomos.
También
hay aquí un debate muy profundo acerca de si los logros planteados
por Israel, más allá de arrestos de figuras clave,
de peces gordos o menos gordos relacionados a la preparación
de atentados, fueron alcanzados como para hacer posible la retirada
de Belén.
EC - Estaba
jugando de manera muy fuerte la presión del gobierno de Estados
Unidos para que se concretara ese retiro.
AJ - Sin duda
ése fue un elemento. Hay una expresión en hebreo cuya
traducción literal sería "entraste por una puerta
abierta"; Estados Unidos le decía a Israel "tiene
que sacar sus tropas de inmediato", a Israel no le gustó
el tono, dijo "no queremos dictámenes, estamos ahí
por seguridad, y de todos modos no queremos quedarnos ahí".
La pregunta era cuándo salir. La presión estadounidense
al menos aceleró el proceso, pero Israel habría salido
también sin esa presión, no sólo porque políticamente
no tenía interés en quedarse en los territorios autónomos
palestinos, sino porque sabía que esto podía ser empantanarse
en una situación de la cual luego surgirían nuevos
problemas, y no soluciones a los problemas existentes.
EC - Ahora que
el retiro se concreta, que "se vuelve al escenario anterior"
a las últimas dos semanas -de ninguna manera las cosas son
iguales, ha corrido mucho agua bajo los puentes-...
AJ - Siempre
se agrega desconfianza y hostilidad, sin duda.
EC - Muertes
además.
AJ - Precisamente
por eso, por las muertes.
EC - ¿En
qué está hoy por hoy el diálogo Israel - ANP?
AJ - Hay que
recordar las proporciones de las cosas cuando hablamos de esta retirada
completa. Uno dice "Qué bueno: esta etapa pasó".
No es que ahora todo se esté por solucionar y las partes
vuelvan a las negociaciones de paz. Todavía estamos en la
etapa previa anterior al éxito que sería lograr sentarse
a hablar sobre cómo imponer en el terreno un verdadero cese
al fuego. Después de lograr eso -que parece aún muy
lejos, porque en Beit Jala y Belén hubo silencio un día
y por eso las tropas se retiraron, el día anterior no hubo
calma y cada parte acusa a la otra de la situación- después
del cese al fuego verdadero en todas las zonas en conflicto, que
por ahora parece lejano, vendrá una época de congelamiento
o de enfriamiento para ver cómo funciona el alto al fuego
y recién después las partes podrían sentarse
a negociar. Eso es lo determinado no por israelíes y palestinos
sino por esa Comisión Mitchell de la que hace tiempo no hablamos,
la que vino a investigar los orígenes de la violencia en
la Intifada entre israelíes y palestinos y propuso ciertos
parámetros para solucionar., O sea que mucho agua correrá
aquí todavía bajo los puentes.
EC - Los palestinos
temen que hoy sea una jornada de represalias israelíes debido
a los ataques que ayer causaron la muerte de cuatro mujeres judías
y un soldado, ataques protagonizados por guerrilleros o terroristas
de origen palestino. ¿Qué hay en esta materia?
AJ - Ante todo,
está claro que hay concentración de tropas alrededor
de Jenin, aunque de hecho hay tropas israelíes desde hace
unos 12 días en el territorio autónomo palestino de
Henin, todo a raíz de los operativos a partir del asesinato
del ministro de Turismo. Hay concentración de tropas ahora,
nuevamente, porque los dos terroristas responsables del atentado,
una balacera que hubo frente a una parada de ómnibus en Jadera,
en la que murieron cuatro mujeres israelíes y resultaron
heridas más de 40 personas, ambos terroristas venían
de Jenin. Lo interesante es que eran por un lado miembros del Yihad
islámico, un grupo radical integrista palestino que no duda
tampoco en desafiar a Arafat -cuando éste dice "alto
al fuego" ellos dicen "No, ahora no nos viene bien"-,
pero eran también policías palestinos, aunque está
claro que actuaron como miembros del Yihad islámico y no
como policías palestinos.
Hay que ver
qué deparan las próximas horas. Cabe suponer que Israel
tratará de arrestar a miembros del Yihad islámico
en esa zona, conocida como un nido muy peligroso de células
militantes. De toda esa zona de Jenin salieron varios atentados
con víctimas. Habrá intento de arrestos... Si se pasará
a mayores, a un ataque de mayor envergadura, no se sabe. Me cuesta
creerlo, ahora que se logró concretar la retirada de Belén
y la intención es bajar la tensión.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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