29.10.2001

 



Inversión en Uruguay: una estrategia posible

Presidente de la consultora Promesur, Carlos Garramón: Quiero pensar el país como un centro logístico y puerta de entrada al Mercosur, como un centro de la industria intensiva en conocimiento y manufactura inteligente, un centro regional. Como un centro de negocios internacional del Mercosur y como un centro de producción cultural. Esto implica una amplia gama de cosas, pero al menos estas cuatro plataformas son consistentes con los activos posicionales de que el país dispone.


EN PERSPECTIVA
Lunes 29.10.01, 08.50.


EMILIANO COTELO:
¿Qué debe hacer nuestro país para desarrollar la inversión, particularmente la extranjera? ¿Qué atractivos posee Uruguay para salir en busca de esa inversión? Son preguntas particularmente importantes en un país como el nuestro, que lleva ya tres años de recesión y en el que el desempleo abierto alcanza al 16% de la población económicamente activa.

La semana pasada tuvo lugar en Montevideo un foro destinado a analizar estas cuestiones, "El desarrollo de la inversión en Uruguay. Oportunidades y desafíos". Lo organizó la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa y las exposiciones coincidieron en destacar el potencial fuerte que tiene Uruguay como país receptor de inversión extranjera, al tiempo que profundizaron en los esfuerzos que debe realizarse para poder capitalizar ese potencial. Entre otras cosas se destacó la necesidad vital de conformar una visión - país que nos identifique en el mundo para después proyectarla a través de una estrategia de marketing a escala internacional.

***

A propósito de estos temas vamos a conversar con uno de los expositores en el Foro de ACDE, el doctor Carlos Garramón, presidente de la consultora Promesur. Esta firma está asociada a la consultora internacional Booz, Allen & Hamilton. Es ingeniero agrónomo y doctor en Economía Agraria por la Universidad de California, trabajó como docente e investigador del Departamento de Agricultura y Recursos Naturales de esa universidad y realizó trabajos de consultoría para varios organismos internacionales como el BID, la OEA y el Banco Mundial.

En su charla de la semana pasada usted dio la evolución de las cifras de la inversión en nuestro país. Cifras que no sólo muestran un deterioro marcado en los últimos años sino que parecen dejarnos en desventaja a nivel internacional. ¿Podemos ver esos datos?

CARLOS GARRAMÓN:
Lo que hicimos al inicio de la exposición fue destacar algunos hechos de la realidad en cuanto al proceso de inversión en Uruguay. Fue sin ánimo de diagnóstico, pero algunos elementos son muy relevantes y sirven para orientar el resto del razonamiento en torno a la posibilidad de reactivar este proceso en Uruguay.

Actualmente, la inversión en nuestro país es baja. Lo venía siendo, no había superado el 15% del Producto Bruto Interno en términos porcentuales, pero en estos últimos tres años este hecho se ha agravado porque la inversión ha caído. Estamos en el eje del 13%, e incluso para este año 2001 puede ser un poco menor, lo cual es bastante preocupante. Es más preocupante aún porque lo que cae es la inversión privada, que cae mucho más que la inversión en su totalidad, que es la suma de la inversión privada y la pública. En base a inversión pública hemos disminuido o compensado lo que podía haber sido una caída mayor.

EC - ¿Cómo quedamos con ese número del 13% del Producto como inversión en comparación con otros países del mundo? ¿Por qué ese número es inquietante?

CG - Lo importante es tener siempre una referencia mundial, compararnos con aquellos países exitosos, aquellas economías a las que hoy se llama de alto desempeño. La comparación resulta preocupante, o más preocupante que la cifra en sí misma, porque uno ve que cualquiera de estos casos exitosos como Irlanda, Nueva Zelanda, Singapur, Portugal o incluso Chile y Costa Rica en el continente latinoamericano, tienen índices de porcentaje de inversión mayores al 20%. Irlanda está en el 25,3%, Nueva Zelanda en el 21,7%, Singapur en el 32,8% y Portugal en el 27%. Son economías comparables, países chicos, muchos de ellos muy o igualmente distintas que nosotros de los mercados internacionales o de los grandes mercados, y han evolucionado desde modelos de economía extractiva, minera o agropecuaria, pero tienen origen bastante similar al nuestro. O sea que ahí hay una cifra que, relativizada en relación al Producto y comparada con estos casos de éxito es muy preocupante.

EC - Paralelamente es evidente que necesitamos que la inversión aumente: necesitamos inversión sobre todo del exterior porque no nos está yendo nada bien.

CG - Es lo que usted decía al principio: la preocupación por estos porcentajes de inversión en relación al Producto no es tecnocrática, sino que está determinando los actuales niveles de desempleo y de crecimiento. Este año estamos llegando a cifras que pueden ser nulas o negativas, e incluso ya hay previsiones en cuanto a una caída del Producto.

Esta es una preocupación no sólo económica sino fundamentalmente de tipo social. Creo que a esta altura, si hay un punto en el que tenemos acuerdo en este país y en el mundo entero, es que no es posible crecer sin un proceso vigoroso de inversión, fundamentalmente de inversión privada, ni es posible solucionar el problema del desempleo si no se crece. Estamos hablando del corazón de la problemática socioeconómica. Esa es la relevancia de hablar de la inversión: ésta es el centro de solucionar o de acercarnos a un bienestar mayor de la población uruguaya.

EC - Por lo tanto tenemos que discutir cómo fomentamos la inversión.

CG - Exactamente. Ahí viene lo que fue el tema del seminario: cómo dinamizamos ese proceso. Nuevamente comparándonos con países exitosos -creo que no hay otra forma de hacerlo-, aprendiendo de la realidad internacional, saliéndose del tema regional exclusivamente -que es lo que cubre el 100% de la polémica económica hoy- hay tres respuestas a esto: la globalización nos está jugando en contra, la región nos cancela cualquier posibilidad de crecimiento o no hemos hecho lo que han hecho otros países. Creo que esta última es la respuesta, realmente deberíamos dejar de lado las respuestas facilistas, aquellas que encuentran todos los males de nuestra economía afuera de las fronteras o del territorio nacional: es la región, es el mundo, es la globalización. No: hay países que en esos mismos contextos han sido capaces de desarrollar procesos de inversión vigorosos.

EC - Y tenemos activos competitivos, virtudes que se pueden jugar a favor de la captación de inversiones.

CG - Antes quiero agregar que, cuando uno analiza estos casos exitosos -yo lo hice en la exposición en base a tres comparaciones: con Nueva Zelanda, con Singapur y con Irlanda- ve que los mismos comparten rasgos muy definidos: todos han desarrollado una visión - país o un proyecto movilizador de la sociedad. Esto es en el fondo una visión - país: todos han seleccionado aquellos sectores a promover en base a esa visión, y fundamentalmente en base a lo que vamos a ver ahora, los activos competitivos de que el país dispone. Todos han desarrollado una estrategia de marketing, de cómo comunicar al mundo esa visión - país, y todos han desarrollado la estrategia de extraer la inversión externa en base a esa estrategia de marketing y a esa visión - país. Todos han desarrollado profundas reformas estructurales y de apertura, y todos han desarrollado programas en relación a los recursos humanos muy en serio, muy profundos y han destinado muchos recursos.

EC - Veamos el tema de qué tenemos para ofrecer. ¿Cuáles son los aspectos que hacen de nuestro país un mercado potencialmente interesante para inversores extranjeros; cuáles son las virtudes que Uruguay debería explotar?

CG - Vamos a tratar de resumir en cinco bloques lo que llamamos los principales activos competitivos. El primero de todos son los activos posicionales, aquellas cosas que Uruguay heredó por su posición geográfica. Hay una muy importante: somos la bisagra de lo que puede llamarse el corredor sur de América Latina. Este corredor nace en Rio de Janeiro y se extiende hasta Santiago de Chile, abarcando en su entorno la población de mayor per cápita del Cono Sur. Es realmente impresionante la diferencia de ingresos per cápita de ese corredor claramente definido. El otro activo posicional importante es el puerto, la bahía de Montevideo y todo lo que Uruguay puede desarrollar a partir del puerto.

Los activos naturales de que el país dispone son: claramente el clima, la fertilidad en sus suelos, el paisaje y sus playas; los recursos humanos: el país ha hecho una enorme inversión durante décadas para tratar de tener recursos humanos de máxima calificación en algunos casos, una población en general educada, con una buena base educativa. Creo que hubo un poco de deterioro en los últimos años, pero es un activo posicional realmente importante. El marco institucional es un activo importante en Uruguay.

EC - ¿Qué entendemos por marco institucional?

CG - Tenemos una estabilidad democrática por muchas décadas, hemos sido muy rigurosos en mantener todos los compromisos internacionales, fundamentalmente el de la deuda, y hoy tenemos un riesgo país muy bajo, que es un activo posicional tremendamente importante en este momento. La seguridad pública, la seguridad ciudadana. Tenemos instituciones que pueden ser confiables, lo que puede ser un elemento importante para el inversor.

Fundamentalmente, hemos desarrollado algunas habilidades empresariales, yo diría de base incipiente, pero que son un activo posicional de Uruguay hoy: la industria del software, alguna industria inteligente, la agroindustria de alto valor agregado, fundamentalmente el sector logístico. Creo que esas actividades incipientes son hoy un activo posicional, porque los activos posicionales son aquellos elementos de los cuales partimos en la concepción de lo que puede ser esa visión - país o ese país que queremos. El entendimiento de eso es absolutamente fundamental, saber cómo somos, como a nivel personal, qué somos antes de plantearnos qué queremos ser.

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EC - Ya vimos cuáles son, desde su óptica, los activos competitivos que Uruguay posee. Usted insistió en que es imprescindible, a partir de esos activos, generar una visión - país consensuada a nivel nacional. Vamos por partes: ¿qué es una visión - país?

CG - La definición más elemental: es un sueño. No hay nada más grave que los países dejen de soñar, que es lo que creo está pasando en nuestro país. Son tan graves los problemas que estamos enfrentando en el corto plazo que hemos dejado de soñar. Una visión - país es pensar en el largo plazo en el país que queremos, es un proyecto - país consensuado.

EC - ¿Por qué debe ser consensuado? ¿Por qué es importante que se procese de esa manera?

CG - Porque la visión - país es lo que debe atraer toda la energía del país en los próximos 10 años, si es que estamos pensando en una visión - país para los próximos 10, 15 o 20 años. Toda la energía institucional y social del Estado debe estar puesta en la implementación de esa visión - país. Esto es absolutamente fundamental para el inversor privado, porque cuando yo hago una inversión -en este caso lo digo como empresario- o un inversor externo hace una inversión, es muy importante conocer hacia dónde va ese país y qué va a ser dentro de 10 años. Trasmitir ese sueño, esa visión, ese proyecto consensuado -y que además sea consensuado- da una seguridad tremenda en el horizonte a quien invierte. Eso es lo que dinamiza el proceso inversor.

EC - Es importante, dice usted, que las instituciones, los gobernantes y la gente misma estén todos convencidos de ese proyecto.

CG - Claro, esto lo hacemos mucho a nivel de las empresas cuando trabajamos con las consultoras: la empresa define su visión, lo que quiere ser en un horizonte de tiempo dado -se define hasta cuantitativamente, no sólo cualitativamente- y la empresa en su conjunto, de la gerencia general o la presidencia hasta los últimos niveles, se compromete con esa visión. Ese compromiso de toda la sociedad es absolutamente fundamental para que la visión progrese en su implementación.

EC - ¿Y por dónde deberían pasar, a su entender, las principales líneas de nuestra visión - país?

CG - Creo que primariamente (esto debe ser muy trabajado) la visión - país debería estar conformada en torno a cuatro plataformas. Quiero definir una plataforma como la base sobre la que una sociedad se apoya para ingresar a la modernidad. Esto me parece bien importante en materia de visión, creo que habría al menos cuatro plataformas. Quiero pensar el país como un centro logístico y puerta de entrada al Mercosur, como un centro de la industria intensiva en conocimiento y manufactura inteligente, un centro regional. Como un centro de negocios internacional del Mercosur y como un centro de producción cultural. Esto implica una amplia gama de cosas, pero al menos estas cuatro plataformas son consistentes con los activos posicionales de que el país dispone. Con el punto de partida que tenemos, que es ese conjunto de activos posicionales, podemos pensar en visualizar un Uruguay en base a esas cuatro plataformas.

EC - ¿Podemos explicar cada una de esas cuatro plataformas?

CG - Quizás podamos explicarlas pasando al segundo elemento en el ejercicio que han hecho otros países, que es, a partir de estas plataformas, definir a qué sectores deberíamos seleccionar para promover y comercializar, para comunicar al mundo en cuanto a la atracción de inversiones que podemos generar.

De estas plataformas se derivan al menos 10 o 12 sectores bastante claros. Por ejemplo, el de la logística y el transporte. Esto ya está ocurriendo, hay un desarrollo importante: la inversión extranjera está yendo hacia ahí, lo marcan por ejemplo la playa de contenedores, Zona Franca de Montevideo, algunas otras empresas de logística que se están desarrollando; el inversor externo nos está definiendo esa ventaja comparativa y está atacando ese sector con mucho esfuerzo. Otros sectores son telecomunicaciones, industria del soft, manufactura inteligente, turismo y entretenimiento, agroindustria de alto valor agregado, servicios financieros, servicios compartidos.

EC - ¿Qué es esto?

CG - Esto es muy importante a nivel de empresas multinacionales. Son todos aquellos servicios que hacen al corazón administrativo de una empresa multinacional. Por ejemplo servicio profesional legal, contable, call-centers, todos aquellos servicios que las diferentes unidades de negocios de una multinacional pueden compartir de forma unificada, y están buscando lugares, países donde colocar esos servicios compartidos. Esto es muy normal en Irlanda: se está haciendo en Costa Rica, fundamentalmente con los call-centers y hay ya algunos emplazamientos de servicios compartidos en Zona Franca de Montevideo para algunas empresas, al menos a nivel de la región sur.

Finalmente la cultura, y yo diría que también todo el sector de convenciones, eventos y deportes. Creo que esos sectores de alguna manera están alineados a lo que podría ser una visión - país definida en base a estas cuatro plataformas.

EC - Habría que encarar esa visión - país ofreciendo, otras ventajas, además de esas ya adquiridas o ya características de nuestro país. ¿Uruguay tendría que avanzar por el lado de ventajas para atraer la inversión?

CG - Sí; porque como decíamos hoy, uno puede hablar de una visión y de un proyecto y de sectores a partir de las plataformas, pero lo más importante es un conjunto de elementos que unifican estos sectores y que tienen que ver con el entorno más macro. No es posible avanzar en la implementación de una visión - país, aunque la hayamos definido y consensuado, si no somos capaces de llevar adelante algunas reformas conducentes a generar un clima pro business, pro negocios.

EC - ¿Por ejemplo?

CG - Creo que tenemos que profundizar el proceso de apertura, fundamentalmente el proceso de reforma estructural y desregulación. No hay posibilidad de avanzar en la implementación de ninguna visión - país seriamente definida si no somos capaces de avanzar fundamentalmente en las desregulaciones. Es un país tremendamente regulado, lo que implica un análisis micro, por sector, tratando de identificar dónde están las regulaciones. La mayoría de ellas son regulaciones que traban la competencia, que dificultan la inversión, que han sido de alguna manera incorporadas al sector porque defienden algunos intereses o porque son barreras a la entrada generadas por los que ya entraron. Desregular es un elemento central para generar un entorno pro negocios, que es la base para que comience el proceso de inversión.

EC - ¿De qué manera se promueve una visión - país, una vez que se construye? Usted ha hecho una propuesta (puede terminar no siendo ésa): enfatizaba que la visión - país debe resolverse por la vía de un amplio consenso. Supongamos que tenemos una visión - país, que es ésa o una parecida; a partir de ese momento ¿cuáles son los pasos que hay que dar para promoverla?

CG - El tema de tener una visión - país tiene dos grandes ventajas. Primero, una visión - país consensuada es un proyecto movilizador de la sociedad, y la sociedad misma va buscando la forma de que se implemente. Segundo, permite generar e implementar una estrategia de comunicación, es la forma correcta que hoy el mundo tiene para comprar lo que pueden ser las ventajas que un país está ofreciendo para el proceso de inversión externa. En el caso de Uruguay -como de cualquier otro país- lo importante es comunicar al mundo esa propuesta de valores, esa visión - país, a través de disponer de una fuerte institución -como tienen los demás países- que conduzca ese proceso de comunicación.

EC - ¿No tenemos ya? ¿Qué es Uruguay XXI, qué papel está jugando?

CG - Como decía en el seminario de ACDE el propio director de Uruguay XXI, esa institución no dispone de los recursos de que debería disponer y tiene un conjunto enorme de interferencias y descoordinación. Su director decía que hay 51 agencias en el país que pretenden hacer lo mismo que Uruguay XXI. Eso es una cifra que nos dio el propio director de la institución. Cuando estamos hablando de una agencia hablamos de una agencia única, como en Irlanda. Es realmente formidable la forma en que esa agencia concentra todas las funciones de comunicar esa visión - país, de relacionamiento con el inversor externo y, lo más importante de todo, la forma en que esas agencias y esos países van a buscar al inversor externo. Van a buscar inversiones emblemáticas, porque a medida en que transcurre la implementación de la visión - país uno se hace cada día más selectivo en tratar de atraer y traer hacia el país a la empresa que le interesa traer en ese sector. Esa empresa -a las se llama empresas emblemáticas- es la que arrastra al resto.

Cuando yo traigo un call-center o una empresa como la que se traído para la playa de contenedores, con el mismo hecho de haberla traído estoy generando una dinámica en términos de las próximas empresas que pueden llegar en esos sectores al país. Ese marketing directo, proactivo es llevado adelante por empresas como el instituto irlandés.

EC - Ya que usted toma el ejemplo de Irlanda, ¿dos o tres características que obligatoriamente debe tener una institución como esta? ¿Estamos hablando de una institución estatal, de una institución privada? ¿Cómo se financia, etcétera?

CG - Estamos hablando de una institución que, independientemente de quién sea el capital, se maneje con el derecho privado, obviamente, que tenga un claro plan de desarrollo de sus recursos humanos, de profesionalismo. Para esto hay que tener un nivel de profesionalismo enorme, porque estamos interactuando con presidentes de empresas multinacionales o "multilatinas" -como se llama ahora a las empresas regionales que se han internacionalizado- que tienen que tener interlocutores muy inteligentes en el país. Estamos hablando de un staff de altísimo nivel, de profesionales capaces de transmitir correctamente y generar entusiasmo en la transmisión de esa propuesta - país. Estamos hablando de atraer inversión externa, entonces necesitamos un nivel muy fuerte, muy amplio de conocimiento de los profesionales que estén en esa área.

EC - ¿Cómo se financia un trabajo como este, la actividad de una agencia de promoción como esta?

CG - Como se financian muchas cosas, parte de las opciones que hayamos hecho. Por eso es importante tener un proyecto - país. Cuando destinamos U$S 150 millones al sector productor de commodities estamos haciendo una opción, no sé si atrás de eso hay una visión; espero que no, espero que la visión - país no sea la producción de commodities, espero que dejemos de decir cosas como que "el corazón del país es el agro". Supongo que si hacemos opciones, porque tenemos una visión - país clara, podemos destinar recursos que hoy se destinan a otras cosas, por ejemplo a financiar una agencia fuerte de atracción de la inversión externa.

EC - ¿Cuánto puede costar anualmente una agencia de este tipo?

CG - Son presupuestos altos, pero se puede empezar por presupuestos menores. Creo que tenemos que pensar en varios millones de dólares, arriba de los U$S 10 o 15 anuales para empezar a desarrollar una actividad relativamente interesante.

***

EC - Algo hemos hecho, tampoco estamos en cero en esta materia. ¿Puede trazar un balance de cuáles han sido los principales logros de los últimos gobiernos en esto y cuáles todavía los déficit?

CG - Sí, creo que hemos hecho muchas cosas que pueden ser consistentes con una visión - país como la que esbozamos. La primera es la reforma educativa que se inició en el gobierno pasado. Es un logro importante porque sólo con recursos humanos de altísima calidad, de altísima calificación podemos ser una economía de alto desempeño.

La ley de promoción de inversiones turísticas ha sido un elemento importante, hemos seleccionado un sector, hemos trabajado al interior de ese sector, hemos eliminado regulaciones y tenemos los resultados. Hemos hecho disponibles recursos para ese sector, incluso en términos de regalías fiscales o impositivas.

La adjudicación de la playa de contenedores, la desregulación de la telefonía celular internacional, el marco de promoción para la industria del soft... Esto último me parece realmente importante y los resultados están ahí: esa industria está exportando ya casi U$S 60 millones. Hemos hecho importantes avances en materia de seguridad pública, de seguridad ciudadana, lo que contribuye a la visión - país que acabamos de esbozar.

Y hemos iniciado -muy tibiamente- el proceso de desregulación. A nosotros como consultora, como Promesur Booz Allen nos tocó trabajar fuertemente en un proyecto para el gobierno de identificar y hacer una tipología de las regulaciones en Uruguay. Es una cosa realmente impresionante, una obra literaria kafkiana el conjunto de regulaciones que tiene el país. Se ha empezado a hacer algunos esfuerzos pero realmente muy tibios, falta el 95% del trabajo en términos de desregular la economía uruguaya.

EC - Vayamos al otro lado del balance: ¿qué falta todavía?

CG - Yo señalaría un déficit que no es muy concreto pero que pasa horizontalmente por toda la sociedad, por todo el Estado, incluso a nivel del empresario privado: la ausencia de un entorno, de un ambiente pro negocios en Uruguay.

EC - Usted ya utilizó ese término. En su intervención de la semana pasada llegó a decir algo todavía más fuerte: Uruguay es un calvario para el inversor extranjero.

CG - Sí, es un calvario incluso para el inversor nacional: los trámites, las ventanillas... Estos países exitosos de que estamos hablando todos han implementado lo que se llama la ventanilla única.

EC - ¿Qué es eso?

CG - Es una sola ventanilla donde el inversor externo puede hacer todos los trámites necesarios para concretar un proyecto de inversión. Esto es absolutamente importante, se llama "one stop shop". Aquí tenemos cientos de ventanillas.

El otro déficit es el alto costo país, fundamentalmente por el precio de los servicios y las tarifas públicas, una alta tasa de interés, fundamentalmente porque el sector financiero no se ha modernizado y reformado lo suficiente, y menos aún el Banco República que actúa como un gran paraguas de ineficiencia para el resto del sector financiero. El conjunto de ese sector, público y privado, entonces, no ha sido capaz de reducir sus costos de forma tal que el spread, en lo que hace a la tasa de interés, sea menor. Seguimos pagando una tasa muy alta.

Esto es muy importante: en estos años hemos sido incapaces de definir e impulsar instrumentos que vinculen el ahorro previsional de las AFAP a la economía real. Hoy por hoy tenemos la mayoría de los fondos financiando nuevamente al Estado a través de bonos del tesoro; no hay instrumentos capaces de vincular esos fondos a la economía real. Hay una carencia enorme en materia de capital de riesgo y de mercado de capitales, tenemos un mercado de capitales muy débil, no hay capital de riesgo.

Todos estos países han crecido con enormes proporciones de capital de riesgo. No hay otra forma, no se puede crecer sólo en base a crédito. Hay una inconsistencia en el esfuerzo regulador, una fuerte rigidez en el mercado laboral. Esto es muy importante: es muy difícil progresar con una rigidez tan grande en el mercado laboral como la que tenemos.

Hay cosas increíbles. Por ejemplo, imprevisión en materia de conexión a los cables de fibra óptica que pasan cerca de Uruguay: estamos colgados a un cable prestado, el país no tiene la capacidad de banda ancha que debería tener. Esa previsión no fue hecha porque no teníamos una visión - país; de lo contrario hubiéramos hecho todo el esfuerzo del mundo, hubiéramos puesto la energía exclusivamente en materia de telecomunicaciones.

El aeropuerto de Carrasco es uno de los temas que más me impresionan. Ahí se concreta la ausencia absoluta de un proyecto de país. Es increíble que, en el siglo XXI, sigamos con el aeropuerto como lo tenemos. Es increíble incluso que lleguemos al cambio, que es una agencia del Banco República, y que dé realmente vergüenza cambiar plata en la misma. Es como las personas: como si tuviéramos el palier y la sala de entrada absolutamente sucios, con yerba tirada en los rincones. Evidentemente Uruguay no ha sido capaz de definir o concretar con dignidad un sueño de país distinto.

EC - En la medida en que nos hemos atrasado en el desafío de promover la inversión, hay países que nos han sacado ventaja. Ya que en su intervención de la semana pasada usted comparó la experiencia uruguaya con la de Irlanda, la de Singapur, la de Nueva Zelanda e incluso con la Portugal, ¿podemos tener alguna idea de cuánto nos hemos quedado?

CG - Es parte de cómo estructurar una visión - país. Lo interesante de esos países que mencionamos es que son muy similares al nuestro, entonces no tenemos ninguna razón para no compararnos con ellos. Por ejemplo, para alcanzar en 10 años lo que Portugal es hoy, necesitaríamos crecer al 6% anual; es posible todavía, es un sueño viable. Para alcanzar a Irlanda deberíamos crecer el 9,8%; para alcanzar a Nueva Zelanda el 7,4% y para alcanzar a España deberíamos crecer a una tasa de 7,6%. Pero para ver la distancia que tenemos, para lograr a una tasa de 5% alcanzar a Irlanda necesitaríamos 17 años. O sea que tenemos más de 15 años de retraso.

EC - Para alcanzar lo que Irlanda es hoy.

CG - Exactamente.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón






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