08.11.2001

 



Bella Unión: "las empresas que no se reconvirtieron son responsables de la crisis"

Subsecretario de Agricultura, Martín Aguirrezabala: "Las transformaciones que pudieron ser mucho menos traumáticas en otros tiempos, se están haciendo cuando la situación nos cayó encima. Desde1991 hubo años con un nivel de protección altísimo, en muchos casos destinado a engordar las estructuras de esas empresas. Si no es una transformación en serio, el pueblo uruguayo seguirá poniendo dinero en un barril sin fondo para que vaya quién sabe a quién, porque ni siquiera estamos apoyando la transformación y el trabajo en Bella Unión".

EN PERSPECTIVA
Jueves 08.11.01, 08.06.


EMILIANO COTELO:
Bella Unión enfrenta en estos días una situación económica y social particularmente crítica: las cooperativas agroindustriales de la zona acaban de anunciar el envío al Seguro de Desempleo de casi todo su personal, con lo cual 20% de la población de la ciudad queda desocupado o en seguro de desempleo. No 20% de la Población Económicamente Activa sino de la población: más de 3.000 personas en un total de 16.000.

Para agravar aún más las cosas, los directivos de las cooperativas advierten sobre la inminencia de la paralización de actividades y la posibilidad cierta de ir a un cierre total. Calnu, Calagua, Calvinor y Greenfrozen, más la Intergremial de Productores del departamento de Artigas, hicieron pública esta situación y sostuvieron que las salidas sólo pueden venir del sistema político. Procurando soluciones se reunieron primero con el intendente municipal del departamento y ayer con el presidente de la República, Jorge Batlle.

En enero de este año, el Poder Ejecutivo había encargado al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) la supervisión de la reconversión de las producciones que se desarrollan en Bella Unión, básicamente la producción de azúcar. Por esta razón, para conocer cuáles son los caminos que está impulsando el gobierno, vamos a conversar con el subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Martín Aguirrezabala.

El gobierno está terminando de ajustar la reglamentación del uso del Fondo de Reconversión del Azúcar. ¿Desde cuándo existe ese fondo?

MARTÍN AGUIRREZABALA:
El Fondo fue creado este año, a partir de los cambios anunciados desde 1991 para la política azucarera. Con el advenimiento del Mercosur, Uruguay asumió una serie de compromisos respecto a la protección de su industria azucarera, que fueron anunciados en 1991 y terminaban a fines de 1999. Fueron prorrogados hasta fines del año 2000, y en este caso llevaban la protección azucarera al arancel de 35% para intentar mitigar los efectos que pudiera tener sobre Bella Unión los cambios en el nivel de protección del azúcar...

EC - Porque se iba a un arancel más bajo que el que existía antes.

MA - Sí. Antes, el sistema de protección estaba pautado por un precio mínimo de exportación y un arancel más alto. En realidad el arancel era más bajo, lo que sucede es que se planteaba sobre un precio mínimo de referencia, lo que hacía que el nivel de protección fuera mayor. Este gobierno creó otro mecanismo, el Fondo de Reconversión, que antes se sacaba de esa protección al sector azucarero -sector que por las condiciones de Uruguay como productor de azúcar no tiene razonablemente un futuro competitivo. Ahora es un fondo aparte para estimular efectivamente la reconversión.

Parte de los problemas que vivimos tiene origen en que desde el año 1991 hasta la fecha los proyectos de reconversión fueron relativamente tibios y fueron canalizados desde los ingenios, tanto desde Calnu como desde Azucarlito, con suerte diversa. Se realizó una reconversión parcial del sector, pero otra parte no se realizó porque los nuevos emprendimientos -Calvinor y Greenfrozen- quedaron demasiado atados, demasiado dependientes de la estructura básica del ingenio y no adquirieron vida propia.

EC - ¿Cómo se financia el Fondo de Reconversión del Azúcar?

MA - Se financia mediante la creación de un Impuesto Específico (Imesi) que pagamos todos cuando consumimos azúcar, que se destina a la reconversión de la zona de Bella Unión.

EC - ¿Ese fondo ya tiene dinero acumulado?

MA - Este fondo reglamentó su recaudación hace unos 15 días; es decir que recién empieza a generar fondos con ese propósito.

EC - Vayamos a cómo utilizar esos dineros, que es uno de los temas que se está definiendo por estas horas a nivel del gobierno.

MA - La ley que crea el Imesi genera asimismo una Comisión de Administración de ese fondo, integrada por cuatro miembros del Poder Ejecutivo y tres de los privados, dos por las empresas y uno por los trabajadores. Esa comisión está presidida por el MGAP, y la integran los ministerios de Economía e Industria y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.

EC - ¿Cómo se va a distribuir el dinero del fondo de reconversión?; se habla de poner condiciones.

MA - Sí, en los hechos las condiciones que todos hemos discutido y prácticamente acordado se refieren a que efectivamente los fondos se destinen a proyectos de reconversión que tengan viabilidad futura y generen fuentes de trabajo. No olvidemos que la sociedad ha invertido mucho en Bella Unión, entonces se trata de que esa inversión sea más fructífera en el sentido de dejar instaladas empresas que funcionen en el largo plazo.

EC - ¿Cuáles tendrían que ser algunas de las características principales de esos proyectos de reconversión?

MA - No hay dudas de que hay dos emprendimientos a mi modo de ver muy apoyables.

Todo el emprendimiento de Calvinor y los vinos necesariamente va a ser apoyado por el fondo de reconversión para transformarse en una industria de gran futuro en Bella Unión. El otro emprendimiento primordial es todo el complejo de Calagua - Greenfrozen, todo lo que tiene que ver no sólo con el congelado sino con la horticultura fresca, que puede ser un elemento muy importante no sólo para la competitividad global del sector y de Bella Unión sino por la característica fundamental de ocupar a muchísima gente.

EC - A propósito de esos dos emprendimientos, los directivos de las empresas han destacado, con respecto a Calvinor, que las exportaciones de la empresa a Brasil se han venido abajo a consecuencia de la devaluación del real, lo que le ha generado un problema muy serio. Y respecto a los congelados de Greenfrozen, denuncian la competencia en el mercado local de productos similares provenientes de Europa a precios subsidiados. ¿Cómo se hace para que esos dos proyectos de reconversión terminen siendo efectivamente viables?

MA - Primero, es una responsabilidad de las empresas. La administración de estas empresas ha tenido algunos cambios, ha intentado hacer algunas cosas tímidamente. Pero hay que hacer cambios muy grandes en las estructuras de las empresas, que están acostumbradas a vivir con un nivel de subsidios de la población uruguaya muy importante, lo que genera una estructura pesada.

Estas administraciones han comenzado el camino hacia esa transformación. Calvinor, muy especialmente, ha hecho transformaciones muy importantes. La transformación que pensamos deben hacer Greenfrozen y Calagua es muy importante también: ya hemos conversado largamente con la Corporación Nacional para el Desarrollo para hacer una capitalización de Greenfrozen a partir de la planta de Calagua -la dueña de la planta de congelado-. Las transformaciones de estas empresas, que podían haberse hecho mucho menos traumáticamente en otros tiempos, se están haciendo hoy, cuando las situaciones nos cayeron encima. Podríamos haberlas hecho desde 1991, años durante los cuales hubo un nivel de protección altísimo en muchos casos destinado a engordar las estructuras de esas empresas.

Se habla de reconversión porque hay que buscar actividades que tengan futuro. Estas dos actividades que estamos mencionando, más alguna otra que se pueda desarrollar, se perciben como actividades que pueden generar en el futuro un volumen de empleo, de actividad y de crecimiento importantes.

EC - Pero para eso deben tener otras políticas comerciales.

MA - Sin duda.

EC - Deben estar orientadas a mercados de fuera de la región...

MA - Primero deben tener una gestión mucho más efectiva. Por ejemplo, en Calagua funcionan tres sistemas de riego con tres administraciones, tres núcleos de personas trabajando. La propia gente de Calpica que estuvo conmigo hace poco me decía que había que haber un sólo sistema, una racionalidad única de esos sistemas. De repente se alimenta un canal larguísimo para regar una chacra que está en la punta...

Creo que la racionalización de todo ese sistema puede traer ahorros considerabilísimos, lo que sucede es que para eso la cabeza de las empresas debe estar pensando en esas transformaciones pero, por costumbre o por una cultura instalada, está pensando en que el Estado -y por lo tanto todo el pueblo uruguayo- le va a dar. Creo que debemos seguir invirtiendo un poco más en Bella Unión para realmente lograr esa transformación. Para eso precisamos que las empresas participen.

Aquí hay, claramente responsabilidades distintas: los trabajadores -sobre los cuales ha caído muy buena parte del peso de las muy pocas transformaciones hechas- no tienen más remedio que decir que tienen un problema, la responsabilidad por los trabajadores de estas empresas la tienen las direcciones de las mismas. Y en la administración de estas empresas -justo es decirlo- hay un conjunto de personas muchas de las cuales están muy conscientes de que tienen que hacer esa transformación y han empezado ese proceso, que está muy lento. Hay algunas otras personas que no son tan conscientes o capaces de hacer esas transformaciones. Tenemos que ayudarlas a encaminarse en esta dirección. El Estado uruguayo no los está ayudando con poco: este nuevo fondo de reconversión implica una inversión del pueblo uruguayo de U$S 7,5 millones adicionales.

EC - ¿Por cuánto tiempo va a existir este financiamiento?

MA - Por cuatro años.

EC - Y después ¿nada más?

MA - Después, las condiciones que tenemos todos los uruguayos para trabajar y competir.

EC - En el corto plazo, con los problemas que se están dando estos días con el envío al Seguro de Desempleo de buena parte de la plantilla de las empresas, y su impacto social en Bella Unión, ¿qué se hace ahora, esta semana, este mes? ¿Qué está previsto? Porque los proyectos de reconversión de los que usted hablaba llevan tiempo...

MA - Claro: llevan tiempo, pero buena parte del problema es que hace bastante tiempo que estamos trabajando.

EC - Usted dice que esos proyectos están atrasados, lo entiendo, pero mi consulta iba a si hay pensadas alternativas o medidas para el corto plazo.

MA - Permítame un detalle adicional. Ayer recibí una nota de una persona que había sido contratada por Calnu para hacer propuestas en este proceso sobre cambios en el financiamiento; ese señor me manda una nota diciéndome que se desvincula del proceso porque es imposible trabajar de la forma en que lo está haciendo, ya que pide información a la empresa que lo contrató, que no se la da, y en lugar de hacer lo que deben hacer están discutiendo otras cosas.

El Estado uruguayo tiene que canalizar los dineros públicos de tal manera que se transformen en una inversión para que la gente de Bella Unión se encamine. El gobierno uruguayo dijo que si Calnu -que es el centro del problema- necesita algún apoyo para una transición, lo va a tener. Pero el propio presidente de la República pidió a la gente de Calnu que agilice sus transformaciones.

Hay otro problema adicional. Usted protege un poco más el precio del azúcar y ese dinero va a los proveedores de azúcar cruda de Calnu, porque ésta tiene una situación financiera tal y unos arreglos tales con sus proveedores que paga hasta U$S 50 y 60 más por el azúcar crudo que su eventual competidor interno, Azucarlito. Si se entrega una protección adicional sin esas transformaciones, ese dinero, en lugar de ir a parar a Bella Unión, va a ir a parar a una empresa que legítimamente tiene todo el derecho a tener una ganancia superior, pero no va a quedar en Bella Unión. Hay que tener presente que Calnu acaba de procesar su zafra de caña; mandar a la gente al Seguro de Desempleo hoy no es lo mismo que haberlo hecho dos meses atrás.

Insisto: la gente de Bella Unión tiene una responsabilidad muy importante en este momento. Estamos diciendo que estamos dispuestos a seguir ayudándola, pero tiene que hacer esas transformaciones, porque de otro modo esto se convierte en un barril sin fondo y el pueblo uruguayo va a estar siempre poniendo dinero para que vaya a quien sabe quién, porque ni siquiera estamos apoyando la transformación y el trabajo de Bella Unión.

EC - Insisto con la pregunta de cómo se va a manejar el problema social que se puede estar generando en Bella Unión en estos días, en estas semanas.

MA - Vamos a atacar ese problema social de todas las maneras posibles, pero con el objetivo que le mencioné: si no hay una responsabilidad fuerte, firme y un liderazgo importante en las empresas de Bella Unión para hacer las transformaciones que las viabilicen en el mediano plazo, habrá que poner el dinero en los trabajadores. En vez de a esas empresas, habrá que apostar a que los trabajadores generen otras opciones.

Nosotros vamos a estar siempre apoyando esto, tenemos un compromiso importante en este sentido porque hemos trabajado junto con ellos. Creo que, en buena parte, en Bella Unión hay conciencia a nivel de la Junta Local, de los propios trabajadores, que han actuado con una gran madurez; hay conciencia en buena parte de los directivos de las cooperativas. Seguiremos trabajando para resolver estos problemas.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón






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