Contrabando: implícito cuestionamiento del diputado Julio
Lara al fiscal Miguel Costa.
"Todo
lo que ahora se descubre 'con gran sorpresa' es lo que denuncié
en 1996 y que el fiscal no quiso investigar. Aduaneros implicados
pasaron en comisión con los diputados Lausarot y Sedarri.
En Rivera surgen lazos entre políticos, empresarios, policías,
fiscales... Por algo no se quiso investigar".
EN PERSPECTIVA
Jueves 29.11.01, 07.40.
EMILIANO COTELO:
El diputado nacionalista Julio Lara reclamó al ministro de
Educación y Cultura que investigue la actuación del
fiscal Miguel Costa, referida a los casos de contrabando en Rivera.
Estamos ahora
en comunicación con el legislador. ¿Qué trámite
ha hecho, cómo es esto de presentarse ante el Ministerio?
JULIO LARA:
El tema concreto es que el fiscal Miguel Costa ordenó el
archivo del expediente de 1996, donde se decía quiénes
eran los que gestionaban los cierres de documentos, los trámites
de tránsito y reembarco. Por esto fueron procesados después
varios funcionarios de la Aduana a los que denunciamos con nombre
y apellido, y está prófugo Adolfo Gil...
EC - Usted se
refiere a 1996, cuando ya se había investigado esta misma
situación.
JL - Seguro:
es el mismo expediente. Los que fueron procesados ahora son los
que estaban en aquel expediente. Queda una persona, que yo sé
que va a ser citada por la Justicia, para cerrar el grupo de siete
personas a las que nosotros mencionábamos respecto a cómo
se organizaban las maniobras en las zonas francas.
EC - ¿Aquella
investigación de 1996 se inició a instancias suyas?
JL - No fue
a instancias mías, porque no se investigó, no se hizo
nada. Ahora, después de cinco años, se procesa a las
mismas seis personas a las que habíamos denunciado en la
maniobra (queda una) por lo mismo en que hacíamos especial
hincapié.
EC - Hubo una
investigación en 1996, en la cual usted presentó documentación.
JL - Sí,
sí: presenté documentación de que en la zona
franca de Rivera funcionaba una mafia organizada liderada por Adolfo
Gil Riveiro, con el receptor y el encargado de la zona franca, los
receptores adjuntos y dos despachantes de aduanas. Y el fiscal,
doctor Miguel Costa, ya antes de investigar el tema manifestó
que los documentos que habíamos presentado eran de extrema
vaguedad y que no era delito tener unas casas como las que tenían,
sobre todo la de Adolfo Gil (a la que habíamos sacado fotografías),
más todas las propiedades y todo lo que tenía Adolfo
Gil. Y que tampoco era delito vender refrescos brasileños
en Rivera. Puedo seguir con todos sus pronunciamientos sobre ese
tema.
Entonces, cuando
me llegó el exhorto para concurrir a Rivera yo ya había
presentado que tenía, que eran las tres carpetas de Colonia,
del depósito del aeropuerto de Carrasco, de Rivera, y un
video. Por tanto, no concurrí. El fiscal publicó una
carta hace muy poco diciendo que yo no había ido a ratificar
la denuncia y por eso la había archivado.
El tema es que
este fiscal, que sabía absolutamente todo, que era conocido
de Adolfo Gil y de las demás personas... porque en Rivera
se conocían todos: los políticos de todos los partidos
conocían quiénes eran los contrabandistas, cuál
era la mafia del contrabando, quiénes operaban en la zona
franca, también lo conocía Investigaciones, también
la Dirección Nacional de Aduanas. Sin embargo, nadie investigó
absolutamente nada, y ahora tenemos a cinco personas prófugas,
cinco personas muy importantes. Le estoy hablando de Ivo da Rosa,
que fue presidente del club Frontera Rivera, una persona muy conocida;
y Adolfo Gil también es una persona muy conocida.
Entonces: a
seis años de tener en un escritorio en el Juzgado de Aduana
de 2º Turno de Rivera la misma maniobra, que hoy "con
gran sorpresa" aparece en la palestra pública, ¿qué
hizo la oficina de sumarios de Aduana, que tenía la misma
documentación? Y si no hizo nada, ¿por qué
no lo hizo?
Lo mismo pasa
con el fiscal...
EC - ¿Qué
supone que pasa con el fiscal?
JL - Bueno:
por algo no quiso investigar. Eso lo dicen los propios periodistas
de Rivera.
EC - ¿Por
qué "no quiso investigar"?
JL - Cuando
se habla de mafias del contrabando, y toda esta gente que fue procesada
y estamos en la mitad del camino, cuesta avanzar. De pronto, la
relaciones que se establece en lugares fronterizos entre la Policía,
los empresarios, los fiscales... a veces complican algún
tipo de operativa, cosa que sí se está haciendo ahora.
EC - ¿Cómo
ha presentado esta solicitud al Ministerio de Educación y
Cultura?
JL - Todavía
la estamos estudiando con el abogado y la vamos a presentar en estos
días.
EC - Ah: por
ahora entonces es un reclamo público.
JL - Sí.
La pregunta que nos hacemos es que, si aparecen en estos días
siete procesados por la maniobra (salvo uno de iniciales W.T., que
no tengo dudas de que en cualquier momento puede ser procesado por
el juez Alberto Miguel), cómo fue la maniobra.... Con eso
se completaría toda la operación de Rivera, que surge
en Colonia. Porque cuando yo denuncié al sub receptor de
Aduanas de Colonia, Héctor Graneri (en el mismo expediente
en que después lo procesó la jueza Anzuberro, y a
tres funcionarios más), en ese mismo momento se denuncia
a Américo Iocco, que era el receptor; y en ese momento le
pide al diputado Ariel Lausarot que lleve en comisión a Adolfo
Gil, que era de Rivera. Y Washington Toja, que era el encargado
de la Aduana en el interior, que operaba con Gil, sale en comisión
con el diputado Edison Sedarri. Todo eso se dio simultáneamente
en 1996.
EC - ¿Qué
papel está jugando hoy este fiscal cuya conducta usted pide
que se investigue?
JL - Hoy está
en Maldonado; no está más en Rivera. Lo que reclamo
es que toda la población uruguaya tiene la necesidad de saber
hasta el fondo qué pasa, y acá no sabemos nada hasta
el fondo: ni lo que pasó en Investigaciones, ni lo que pasó
en Cerro Largo, ni lo que pasó con el juez Alberto Miguel
Basil... Está todo en la duda: no se descubre absolutamente
nada.
Entonces, es
muy difícil aceptar que el ministro Stirling diga que la
mafia del contrabando perpetró un atentado contra la Dirección
de Información e Inteligencia, cuando no se descubrió
absolutamente a nadie. Hablar de las mafias... Creo que hay muchísimos
intereses (políticos, empresariales, indudablemente), y lo
que queda es simplemente la intención de hacer comentarios
porque no se descubre nada.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón
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