12.12.2001

 



Paliativos a productores agrícolas perjudicados por los problemas climáticos

Entre otras medidas, se busca implantar un seguro de comercialización, que permita financiar la producción a tasas más bajas. Subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, Martín Aguirrezabala.


EN PERSPECTIVA
Miércoles 12.12.01, 08.11.


EMILIANO COTELO:
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) dispuso diversas medidas para paliar la difícil situación de los productores agrícolas por las pérdidas ocasionadas por el clima. Entre esas medidas, por ejemplo, la exoneración del pago del canon al Ministerio por el almacenamiento en silos, y gestiones para el no pago del Imeba. Ya hemos analizado En Perspectiva los excesos de lluvias y el ataque del fuzarium, que provocaron importantes pérdidas en los cultivos, especialmente de trigo aunque también de cebada, lo que incluso obligará a la importación de trigo en grandes volúmenes. Las primeras compras ya llegaron al país.

En línea está el ingeniero agrónomo Martín Aguirrezabala, subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca.

¿Qué estimaciones hay a propósito de los daños que los problemas climáticos mencionados han generado en estos cultivos? Se lo pregunto porque el propio ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca ha llegado a comparar esta coyuntura con los efectos de la aftosa en el caso de la ganadería. ¿Qué sabemos en este sentido?

MARTÍN AGUIRREZABALA:
Por supuesto que el impacto a nivel nacional no es el mismo; pero a nivel del sector y de los propios agricultores es comparable, y personalmente creo que ser muy superior. La situación climática es realmente de catástrofe y ha provocado pérdidas muy importantes. No puedo decir con precisión cuál es su magnitud porque se las está evaluando por técnicos del Banco de Seguros del Estado (BSE) y otros todavía. Además es una situación que, por ser generalizada, provoca que la evaluación se demore a nivel del BSE y por tanto el nivel de pérdida no está todavía precisamente establecido.

EC - Estamos hablando de dos grandes consecuencias: una caída fuerte en el rendimiento y una baja en la calidad.

MA - Exactamente. La caída en el rendimiento, por los datos están llegando, podría ser superior a 50%. Y en cuanto a la caída en calidad ésta no podrá ser bien evaluada hasta más adelantada la cosecha, porque está claro que en los primeros trigos, los que están entrando ahora, presumiblemente hay una pérdida más importante. De todos modos, los primeros trigos entrados a planta son de muy baja calidad: muchos de ellos no tienen calidad panadera, o sea que no podrían entrar al proceso industrial.

EC - La primera pregunta es si todos los productores afectados tienen seguros que cubran este tipo de imprevistos.

MA - No; la cobertura de seguros no es total. Tanto en la parte cervecera de cebada como en el trigo, la cobertura es parcial. Hay algunas malterías que tienen seguros que han cubierto buena parte de la pérdida; eso está evaluado. Para esos productores no va a haber mayores consecuencias, más allá de que, por supuesto, no van a tener ganancias; por lo menos van a tener una cobertura razonable de la situación. Pero hay muchos productores de trigo y de cebada que no tienen seguros.

EC - ¿Cómo se piensa entonces soportar desde el gobierno esa situación, respaldar a esos productores?

MA - Hay instrumentos en el país para realizar coberturas de riesgo, de modo que ahora hay que pensar en cómo se puede hacer para que un productor que no tenía seguro y tiene hoy un daño de esta magnitud, pueda retomar la actividad. En principio estamos trabajando junto con los productores en una solución de tipo crediticio que pueda ser trabajada con la garantía de la futura cosecha. Para esto se necesita perfeccionar un seguro de cultivo, más un seguro de comercialización, que en este momento el BSE está consultando con aseguradoras internacionales.

EC - Seguro de cultivo y seguro de comercialización; dos variedades que hoy no existen según entendí a partir de su respuesta anterior.

MA - El seguro de cultivo existe desde hace muchísimos años en el país y tiene una amplia cobertura, pero el que no se asegura no se asegura: usted toma un riesgo propio, es como si tiene o no asegurado su auto. El seguro existe, usted lo toma o no lo toma.

EC - En este caso estamos hablando de que desde ahora ¿todos puedan tomarlo; o estarán obligados a tomarlo?

MA - No. Personalmente no comparto la posición de que estén obligados a tomarlo. En el caso de los cultivos financiados por el banco, por empresas o por proveedores, quienes los financian de alguna forma exigen que los cultivos estén asegurados para tener un seguro adicional de que van a cobrar. En ese caso la obligatoriedad está pautada porque hay alguien que da un crédito al productor y le exige tomar un seguro.

Lo novedoso que estamos buscando desarrollar es un seguro a la comercialización, que permita a cualquier banco prestar contra ese seguro. No sólo estará asegurada la cosecha sino también la comercialización. Eso se puede perfeccionar a través de un contrato a futuro, una opción al mercado a término o de un contrato de venta, como es el caso hoy de la mayor parte del girasol que se está sembrando, que está todo contratado para la exportación. Eso permitiría al productor financiarse a tasas bancarias, porque hoy buena parte de la cosecha está siendo financiada por proveedores; y es obvio que las tasas a las cuales financian esos proveedores son sensiblemente más altas, por mayor riesgo y por el propio tipo de negocio. El productor que después de haber invertido en un cultivo no pueda cosechar o que cosecha muy magramente queda con carencias de capital de trabajo. Esa situación es la que se intenta mejorar.

EC - Esa es una de las medidas.

MA - La otra medida que se está estudiando es la generalización -no digo la obligatoriedad- del seguro. En el caso de estos años el seguro contratado individualmente es muchísimo más caro que algunos de los seguros colectivos existentes. Por ejemplo las cooperativas y las empresas malteras contratando en conjunto han logrado sensibles disminuciones en el costo de la prima del seguro. A medida que vaya habiendo una relativa generalización habrá también un abaratamiento de los seguros, con lo cual la accesibilidad será mayor. Esa situación se vería muy ayudada por el hecho que le estaba comentando anteriormente: si la mayoría de los cultivos se financian, al ser más baratos, a través de una modalidad de esta naturaleza en lugar de financiarse a través de proveedores, se puede llegar, a su vez, a un abaratamiento sensiblemente mayor.

EC - Por otro lado, no se va a cobrar el canon correspondiente a acopiamiento de granos de trigo y cebada en los silos del ministerio.

MA - Exacto. Eso tiene un efecto directo no demasiado importante, de un par de dólares o algo más por tonelada; puede ser significativo pero no demasiado. Es una medida que permite trabajar mejor la zafra: si usted entra la zafra y la limpia puede corregirla, entonces de alguna forma y en alguna medida una proporción de todos estos trigos fuertemente afectados en su calidad pueden ser corregidos parcialmente para que lleguen a una calidad razonable, lo que incrementa bastante su valor. El abaratamiento del almacenaje del trigo permite al productor manejar mejor su cosecha; nos estamos manejando en una situación realmente crítica.

EC - ¿También se maneja la posibilidad de exoneración de Imeba por esta zafra?

MA - Sí. El ministro González cursó una nota al ministro de Economía sugiriéndole la exoneración del Imeba; insisto, es una medida quizás marginal en términos cuantitativos, pero en todo caso es un aporte más a la economía del productor.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón






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