13.12.2001

 



Oriente Medio, un conflicto declarado

La terminología se presta a confusiones: Israel declara "irrelevante" a Arafat, su entorno dice que no hay una declaración de guerra, y paralelamente lanzan la ofensiva. ¿Acaso no es guerra? Ana Jerozolimski, corresponsal en Jerusalén.


EN PERSPECTIVA
Jueves 13.12.01, 07.58.


EMILIANO COTELO:
"Desde nuestro punto de vista, Arafat ha dejado de existir". Con estas palabras el primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha certificado la ruptura de relaciones entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP). El gabinete político de Sharon, reunido anoche, ha afirmado que a partir de ahora Israel se defenderá por sus propios medios para poner fin a los atentados.

Ayer, milicias de Al Fatah y Hamas habían atentado contra un autobús, causando la muerte de 10 israelíes; hoy un agente de los servicios de la seguridad palestina ha sido abatido por el ejército israelí durante una incursión con tanques en Ramalah, que no ha sido la única de las que Israel ha decidido y puesto en marcha en el plano de la represalia.

Estamos en comunicación con nuestra corresponsal en Jerusalén, Ana Jerozolimski. Comencemos por recordar cómo arrancó esta nueva ola de violencia, qué fue lo que desencadenó las reacciones que recién mencionábamos. La brigada de Mártires de Al Sauna, organización armada relacionada con el grupo Al Fatah, de Arafat, asumió la responsabilidad del ataque al ómnibus cerca del asentamiento judío de Emanuel y señaló que era en venganza por los asaltos de las tropas israelíes. Una bomba al costado de la ruta fue detonada cuando el ómnibus dio vuelta en una esquina, a la entrada del asentamiento al norte de Cisjordania. Segundos después, tres palestinos armados lanzaron granadas y abrieron fuego con metralletas a los pasajeros que huían del ómnibus después de la explosión y contra los trabajadores de rescates que intentaban auxiliar a los heridos. Funcionarios dijeron que 10 personas fueron asesinadas y al menos 30 heridas, cinco en forma grave. Se estima que muchas de las víctimas eran colonos, a los que los militantes palestinos consideran blancos legítimos como ocupantes de territorios que, sostienen, les pertenecen a ellos.

¿En cuanto al saldo del atentado de ayer hay alguna cifra a corregir?

ANA JEROZOLIMSKI:
Ante todo una precisión: si bien la primera reivindicación fue, en efecto, la de los Mártires del Acsa, de Al Fatah, luego llegó la que de hecho está confirmada como la correcta, que es la de Ishadin Alcasan, los batallones armados de Hamas. Si bien hubo últimamente atentados conjuntos de Al Fatah y la Yihad Islámica, esta vez fue obra de Hamas, a pesar de la primera reivindicación que confundió.

En cuanto a las víctimas son 10 israelíes muertos, entre ellos tres de una misma familia, un padre y dos de sus hijos, y hay más de 30 heridos.

Si me permitís otro comentario, hace varios meses estuve en una conferencia de prensa con el representante de la Cruz Roja Internacional para Cisjordania y Franja de Gaza, quien decía que los asentamientos son considerados por la ley internacional como algo ilegal, pero que atacar a gente que vive en ellos, que va desarmada, que no está en medio de una acción violenta de ataque a nadie, también es una violación de la ley internacional.

EC - El ataque al ómnibus no fue lo único ayer: minutos después, dos extremistas suicidas se volaron en el asentamiento de Gush Katif, en la Franja de Gaza, y en ese caso se habló de al menos tres personas heridas. ¿Ese es el saldo?

AJ - Sí; los dos muertos fueron los palestinos suicidas, también de Hamas. No es un asentamiento de Gush Katif sino toda una zona de asentamientos israelíes: todo el bloque se llama de Gush Katif. Del lado de israelí las víctimas de ese atentado suicida en el que extrañamente los palestinos por primera vez usaron el método de tirarse con sus propios explosivos sobre los coches que pasaban, fue de cuatro israelíes heridos. Aquí se dice que fue un milagro que dos cargas explosivas cobraran sólo cuatro personas heridas.

EC - Israel ha resuelto ahora romper con la ANP, sobre todo con Arafat.

AJ - Sí, pero la terminología a veces confunde, e inclusive dentro del variado espectro político israelí desata discusiones. La terminología, muy original esta vez, fue proclamar a Yasser Arafat como "irrelevante", o sea que ya no se lo tomará en cuenta como dirección a la que Israel puede dirigirse tanto en temas de seguridad como en temas de paz. La cita de Ariel Sharon "terminó la era Arafat", "ya no existe para mí Yasser Arafat", no es parte oficial del comunicado emitido al finalizar la reunión de gabinete. Fuentes de la oficina del primer ministro dicen que no hay declaración de guerra total a la ANP, que no hay decisión de matar a Yasser Arafat, pero evidentemente decir que terminan los vínculos, que es como si Arafat prácticamente no existiera, que es "irrelevante", significa una etapa nueva, una escalada en cuanto a las relaciones -ya desde hace un tiempo muy malas- entre Israel y la ANP. Los palestinos Fair Barekate, Yasar Abedrabo, Nabel Burrudeima, ministros de la ANP, y el portavoz de Yasser Arafat, Nabel Burrudeima, dicen que Israel les ha declarado la guerra.

EC - Esa es la interpretación que se hace desde Palestina.

AJ - Sí, sin duda los palestinos hablan en forma muy categórica. Detrás de las bambalinas, en la parte diplomática, menos expuesta a los micrófonos, más silenciosa, hubo contactos bastante intensos ayer, intentos por parte de los palestinos de convencer a Israel de que dé otra oportunidad a Yasser Arafat, más que nada de los servicios de seguridad que trataban de convencer de que quieren que la ANP haga algo; pero del lado israelí la sensación es de que no hay con quién hablar. Como siempre son dos tonos totalmente diferentes.

El problema básico es que se ha perdido del todo la confianza y por eso se ha decidido pasar a otra etapa. Es lo que quiere decir esa frase que tú mencionabas, "Israel defenderá solo su seguridad", porque si bien hasta ahora el gobierno decía "nosotros tomamos las medidas necesarias para proteger a la ciudadanía", había un elemento de tratar de seguir exhortando a Arafat a cumplir sus compromisos de seguridad en cuanto al freno de los grupos radicales islámicos, porque ése era uno de los compromisos contraídos en el marco de los acuerdos firmados. Ahora Israel da a entender que le sigue exigiendo a Arafat pero que ya no espera que cumpla.

EC - Para terminar de entender en qué fase nueva pueden haber entrado las relaciones entre Israel y la ANP, en qué nueva fase puede haber entrado la violencia, te pido algún comentario a propósito de las acciones que Israel ha resuelto emprender. Aviones israelíes bombardearon objetivos de seguridad palestinos en Gaza y en las ciudades cisjordanas Naplusa y Ramalah, helicópteros F17 lanzaron 40 misiles contra instalaciones palestinas, y varios tanques entraron en Ramalah y dispararon contra las oficinas del propio Arafat, impactando en el segundo piso. Entre los objetivos bombardeados figuran en Gaza la torre de control y el radar del aeropuerto internacional y la residencia oficial de Arafat. ¿Estos han sido los ataques, o hay más?

AJ - Esos fueron parte de los ataques israelíes, que comenzaron menos de cuatro horas después del atentado contra el ómnibus y prosiguieron durante la mañana. En estos momentos hay tropas israelíes dentro de los territorios autónomos palestinos, tanto en Ramalah como en la zona de Nablus, considerada un nido de actividad prioritario de Hamas, el grupo que reivindicó el atentado de ayer.

Quizás aunque el portavoz militar, el brigadier general Ron Kitrik, haya dicho que el tema no es atacar símbolos sino blancos importantes en el marco de la lucha antiterrorista -según sus términos-, creo que los símbolos sí son importantes cuando se está viviendo una etapa como la actual, en la que se habla del desmoronamiento de la ANP. Por lo tanto, quiero mencionar el hecho de que tanques israelíes están a pocos cientos de metros de la oficina de Arafat, según los palestinos están apuntando sus cañones directamente hacia las ventanas de la oficina del Yasser Arafat, en la que éste no estaba cuando esos ataques. De todos modos, está claro que es una ofensiva amplia y que seguirá.

EC - A propósito del estado actual del ataque, ¿tú dices que todavía no se ha disparado contra las oficinas de Arafat?

AJ - Israel oficialmente no lo confirma. El propio portavoz del ejército dijo "No tenemos interés en atacar la oficina de Arafat". Pero los palestinos insisten desde la mañana en que sí hibo ataques. Es muy probable que, paralelamente al hecho de colocar los tanques en dirección a la oficina de Arafat, para dar el mensaje de que se puede llegar allí si se decide hacerlo, los misiles hayan hecho blanco en edificios cercanos -hay diferentes edificios de gobierno por allí- y que alguno haya tocado, quizá realmente no como intención a priori, la oficina de Arafat; que parte del ataque haya llegado muy cerca porque hay otros edificios que sirvieron como blanco en la misma zona.

Lo que importa, independientemente de si hubo un misil directamente en el segundo piso o no, es que las posiciones israelíes están muy cerca de la oficina de Arafat al norte de Ramalah; recordemos que hace poco más de una semana pasó algo similar, en el ataque anterior -de hecho también en respuesta a un atentado- un misil israelí hizo blanco en el Ministerio del Interior palestino, que está pegado, de espaldas, a la oficina central de Arafat.

EC - Tomando las expresiones que tú utilizabas hace unos minutos, es evidente que lo que se está atacando son símbolos. La pregunta puede ser, primero: si esto no es declarar la guerra, ¿qué es?

AJ - Por eso me refería a la terminología original. La semana pasada, en la reunión de gabinete después de los atentados anteriores, la proclamación del comunicado oficial era que la ANP es una entidad que apuesta al terrorismo. Hubo quienes dijeron, más que nada desde el ala derecha del gobierno, que exigía comunicados más fuertes, que es "una autoridad terrorista". Los laboristas no estaban de acuerdo con esa terminología porque pensaban que no hay que agotar la posibilidad de diálogo, si queda algo con Yasser Arafat, o más que nada porque piensan que la alternativa de integristas islámicos es peor que la situación actual.

También respecto al comunicado de ahora, decir que Arafat no es relevante, que a él ya no se pueden dirigir, que no hay contactos con él, decir fuera de micrófonos que de hecho terminó la era Yasser Arafat y paralelamente lanzar la ofensiva, ¿acaso no es guerra?

Eso de la terminología referente a los conflictos armados va variando mucho. Hace unos días fui a un encuentro con un alto oficial del ejército que decía "Esto no es intifada" (intifada como sacudida, revuelta popular); "esto es un conflicto armado que para los jefes hace mucho que es una guerra". Independientemente de la definición exacta -esto puede ser una discusión semántica-, el hecho es que hay un conflicto armado, hay disparos, no hay tranquilidad, no hay siquiera las 48 horas de calma que quería lograr el enviado de Estados Unidos, y ambas partes se acusan mutuamente de haber creado esta situación de la que no muy fácilmente se podrá dar marcha atrás.

EC - Un par de días atrás entrevistábamos En Perspectiva al doctor Pedro Martínez Montávez, un catedrático de estudios árabes islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid, quien se preguntaba por qué este empecinamiento en destruir a la ANP y no, en todo caso, ir directamente a capturar a los terroristas. El se preguntaba: si Israel con su ejército, su maquinaria y sus efectivos puede ingresar como ingresa en las zonas bajo control palestino, ¿por qué no va directamente a desarticular por sí mismo a los grupos terroristas responsables de los atentados?

AJ - Hay dos niveles. Ante todo está la dificultad de atacar blancos grandes, ordenados, de Hamas o Yihad Islámico, que no tienen comandancia con dirección anotada en la guía, a diferencia de lo que se puede hacer contra otros blancos de la ANP. Se ataca a quienes pueden ser los responsables directos de los atentados, tanto de Hamas como del Yihad Islámico, en el sentido de que durante esas incursiones Israel trata de eliminar células que, según información de inteligencia, están preparando atentados, o de detener sospechosos: precisamente todo ese tipo de acción directa contra los atentados terroristas.

El segundo elemento es el hecho de que Israel considera a la ANP -de aquí la lógica desde el punto de vista israelí, que para los palestinos no es tal- como todo el marco en el cual no sólo no se evita los atentados, sino que durante distintas etapas, con altibajos, se los permitió con un guiño de ojo o se los alentó inclusive. Recordemos que el mando unificado de la Intifada en el transcurso del último período de más de un año incluía a representantes que actuaban juntos, tanto de Al Fatah, el grupo de Yasser Arafat, como del Hamas, del Yihad Islámico y de los frentes de izquierda.

O sea que, por un lado, atacar blancos de Hamas es más difícil porque no hay comandancias abiertas, grandes, tan claras; y además el ataque contra la ANP no es por no tener alternativa, sino porque Israel considera a la ANP como quien carga con gran parte de la responsabilidad por la continuación de los atentados. A esto se refiere la comparación -con la que no todos están de acuerdo aquí, pero que tiene su lógica si trato de analizar desde el punto de vista israelí- que hace Sharon a menudo entre Arafat y Bin Laden: hay quien dice que debería comparar a la ANP con el talibán, que permite al Bin Laden del lado palestino -supuestamente Hamas y Yihad Islámico- actuar libremente.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón






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