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Medio Oriente: Navidad sin Arafat, incidentes aislados
Corresponsal
Ana Jerozolimski
EN PERSPECTIVA
Miércoles 26.12.01, 08.30.
EMILIANO COTELO:
Uno de los focos de atención en esta Navidad estuvo en Medio
Oriente, una festividad que, según informan las agencias
de noticias, transcurrió con pocos turistas y los hoteles
prácticamente vacíos en Belén. Destacan también
que en la Misa del Gallo destacó la ausencia del líder
palestino Yasser Arafat, confinado por el gobierno israelí
en la localidad cisjordana de Ramala.
Estamos ahora en comunicación con nuestra corresponsal en
Israel, Ana Jerozolimski. ¿Cómo se vio lo que de alguna
manera se suponía, un movimiento afectado en Belén
por la violencia reinante?
ANA JEROZOLIMSKI:
Estuve ayer y anteayer en Belén, y pienso que hay dos elementos
interesantes para mencionar. Por un lado, se sentía el ambiente
de fiesta, contrariamente a los vaticinios totalmente oscuros que
me habían dado figuras de la Autoridad Nacional Palestina,
gente del Ministerio de Turismo palestino en Belén. Ambiente
de fiesta, sí, pero con la reserva de que esa atmósfera
especial (con luces, con colorido, con música para niños)
era evidente más que nada en la zona de la Plaza del Pesebre.
Sin duda fue
un ambiente festivo, mucho menos efusivo, mucho menos evidente que
en años anteriores. Tanto porque hay una atmósfera
general, un espíritu "de capa caída", como
por el hecho de que el recrudecimiento de la violencia en la zona,
hace más de un año (mañana se cumplirán
15 meses), trajo aparejada la desaparición muy evidente del
flujo de peregrinos, de turistas, por lo cual en la Plaza del Pesebre
y sus alrededores se sentía sí un clima de fiesta,
pero el resto de la ciudad estaba prácticamente muerta en
relación al movimiento que la caracterizó todos los
años.
EC - Otra de
las expectativas era si, para este año, Israel encontraba
una fórmula para que Arafat realizara su peregrinación
anual. Porque en principio había dispuesto no permitírselo,
y finalmente no pudo hacerlo.
AJ - No fue,
y se dejó una silla vacía en la Iglesia de Santa Catarina,
contigua a la Basílica de la Natividad, simbolizando que
Arafat no había llegado. Pero esa peregrinación tiene,
por supuesto, carácter político: Yasser Arafat es
musulmán; su esposa era cristiana pero se convirtió
al Islam para casarse con él. Pero por consideraciones políticas
y por el hecho de que hay palestinos de fe cristiana (aunque son
una pequeña minoría) él, destacando que es
el líder de todo el pueblo palestino, se hacía presente
todos los años en la Misa del Gallo.
Creo que la
forma más apropiada de decirlo es que, en verdad Israel no
encontró la forma de bajarse del alto árbol al cual
se había trepado el gobierno, pero lo peor es que hasta último
momento nadie en el gobierno, salvo aquellos que votaron contra
la decisión estuvieran buscando una fórmula para revocar
esa decisión de no permitir la salida de Arafat. El tema
no era impedirle participar en la Misa del Gallo, sino impedirle
salir de Ramala, donde está confinado de hecho hace varias
semanas, hasta que no haya detenido a los responsables del asesinato
-hace poco más de dos meses- del ministro de Turismo.
EC - ¿Cómo
cayó en Israel esa decisión de confinar a Arafat?
AJ - Con una
gran polémica. No sólo todos los ministros laboristas
votaron contra la decisión, sino que hubo numerosas voces
de protesta: la crítica del Vaticano, de Estados Unidos,
que por supuesto no sorprenden, pero también dentro de Israel
el presidente del Estado, el Gran Rabino, dijeron que fue una medida
equivocada, exhortaban al gobierno a cambiar. Finalmente no la cambió,
y hay quien dice que ya pasará el daño político
que causó esa decisión.
Pienso que fue
una decisión muy poco sabia, y por supuesto que no soy la
única que lo piensa aquí: numerosos analistas y figuras
políticas lo han manifestado. Lo interesante es que en Belén
mismo, por ejemplo, hablaba con un joven cristiano (Ibrahim, no
me quiso dar su apellido), en el techo de la Basílica, desde
donde estábamos observando cómo entraba a la Plaza
del Pesebre la procesión del Patriarca de Jerusalén.
Yo le había preguntado por qué la Autoridad Palestina
me había dicho anteayer que iba a estar todo oscuro, todo
paralizado, no iba a haber nada, pero yo escuchaba música,
veía movimiento, ambiente de música aunque menos que
otros años, y este joven me decía que, por un lado,
en el gobierno palestino hay quienes creen que se paraliza todo
si no viene Arafat, se destaca lo político; pero la razón
principal de la Navidad no es la participación de Arafat,
que tiene carácter político (aunque el alcalde de
Belén me decía que también tiene un contenido
social): "No olvidemos que el sentido principal de la Navidad
es ir a la iglesia y rezar justamente para que venga esa paz que
por ahora sigue estando muy lejos", decía Ibrahim.
EC - Precisamente,
¿qué novedades hubo en cuanto a la violencia y la
eventualidad de encaminar negociaciones por la paz?
AJ - Ayer, después
de más de un año de casi total tranquilidad en la
frontera entre Israel y Jordania, palestinos que lograron infiltrarse
desde Jordania dispararon contra tropas israelíes que hacían
un patrullaje de rutina; mataron a un soldado e hirieron a otros
cuatro, dos de ellos gravemente. Los soldados alcanzaron a dispararles
y los dos palestinos fueron encontrados muertos en el lugar. Plena
coordinación entre Israel y Jordania para preservar la calma
en la frontera. Esta mañana incursionó una unidad
israelí en una villa palestina junto a Qalquiliya y detuvo
a 18 palestinos. Todo esto mientras el primer ministro israelí,
Ariel Sharon, sigue exigiendo a Arafat que "haga más
contra el terrorismo", según sus términos, y
por otro lado frena una iniciativa de los partidos de la derecha
más ultraconservadora del gobierno, que querían aprobar
una resolución prohibiendo negociaciones con los palestinos
que conduzcan a un Estado palestino. A eso, dijo Sharon, "no
le doy mi visto bueno".
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón
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