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La
Copa Senior de tenis se va de Uruguay
La
rescisión del contrato de sponsorización por
StarMedia llevó a los organizadores a buscar apoyo
oficial, infructuosamente. Entrevista con el empresario Federico
Deal y con el subsecretario de Turismo, Pedro Bordaberry.
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EN PERSPECTIVA
Miércoles 02.01.02, 09.00.
DIEGO BARNABÉ:
La cuarta edición de la Copa Senior de tenis, un exitoso
invento uruguayo, no se hará este verano en nuestro país
sino en Brasil. El torneo, que comenzaba a transformarse en un clásico
de la temporada puntaesteña, abandona la tierra que lo vio
nacer.
Para conocer
los motivos de esta decisión, vamos a conversar con Federico
Deal, uno de los creadores, de los fundadores del emprendimiento
junto al ex tenista Diego Pérez.
¿Cuándo
comenzó esta Copa Senior en nuestro país?
FEDERICO DEAL:
La primera edición se hizo en 1999, para lo cual hubo que
empezar a trabajar un año antes. Hubo ediciones 1999, 2000
y 2001. Recién estaba empezando este torneo, que quizás
era lo que faltaba en el tenis mundial, donde estaba todo inventado...
DB - No lo había
hecho ningún otro país.
FD - Entramos
a pensar qué se podía hacer para traer a Uruguay y
creímos que era más importante traer a estos grandes
nombres del tenis mundial volviendo a jugar por sus naciones que
traer un torneo de ATP, de los que hoy en día hay tantos
y cuestan tan caros también.
DB - ¿Cómo
evalúan ustedes el impacto, el beneficio que este torneo
tenía para Punta del Este en particular y para Uruguay en
general?
FD - Creo que
era muy bueno. El torneo empezó como una exhibición,
ya a los dos años se consiguió el reconocimiento de
la Federación Internacional de Tenis para que de ahí
saliera el campeón mundial senior. Era un torneo en serio:
el año pasado Björn Borg se retiró en Punta del
Este. Había logrado captar el interés de una cadena
internacional con señal única como Fox para transmitir
en vivo 35 horas para toda Latinoamérica y 15 horas de repetición,
llegando a 63 países -a Asia por SPM Stars, a Australia,
a Europa por Paris Première y otras cadenas-, cosa que creo
que era muy buena, sobre todo cuando hay que tratar de vender no
sólo a Punta del Este sino a Uruguay.
Había
que seguir trabajando, seguir insistiendo; tratar todo el tema de
marketing corporativo, y tratar de invitar a posibles clientes de
diferentes productos que tiene Uruguay, atraer turistas de otros
países. Este año teníamos pensado traer a Alemania,
un equipo muy importante, lo que sin duda, trabajándolo bien,
iba a generar que viniera gente de todos esos países. Pero
por problemas de auspicio, lamentablemente, está muy complicada
la situación...
DB - Es un torneo
muy costoso, para ponerlo en marcha, para financiarlo, hay que pagar
a estos tenistas veteranos que no vienen gratis.
FD - Hay mucho
costo.
DB - ¿Cuál
es el presupuesto aproximado de un torneo como éste?
FD - Es un presupuesto
que supera el millón de dólares. Muchas veces no se
consigue líneas aéreas o un descuento, todos estos
jugadores vienen en primera o en business, traen acompañantes
y muchos tienen un caché muy alto. Hay de todo tipo, pero
algunos todavía conservan un caché realmente alto,
como Björn Borg, Jannick Noah, Boris Becker... Son jugadores
que deciden jugar 12 o 13 torneos al año y eligen dónde
ir. Teníamos la suerte de que nos eligieran a nosotros, de
tener en Uruguay un lugar tan espectacular como Punta del Este y
de haber tenido a un jugador como Diego Pérez, que durante
17 años estuvo recorriendo el mundo y se hizo amigo de esta
gente. Digamos que es un caso casi único, porque no es fácil
conseguir lo que ha conseguido Diego: juntarlos a todos, traerlos,
que vengan y estén todos juntos en un lugar. Inclusive lo
comentaban los propios jugadores, que lo consideraban una especie
de milagro.
DB - Si hablamos
del beneficio, ¿es difícil medir el impacto en términos
de números, de dinero?
FD - No es difícil.
Los dos últimos años contratamos una empresa inglesa,
Sponsorship Investigation Service (SIS), a la que se le manda todos
los tapes y toda la prensa, y ellos hacen números. Por ejemplo
el año pasado, sin haber hecho nada especial para Punta del
Este (lo único que había era el lugar donde se hacía,
que era Conrad Resort y Casino Punta del Este), las menciones de
los locutores de la televisión internacional y la prensa,
Punta del Este había recibido más de U$S 1 millón
en retorno, sin haber hecho nada especial. Si hubiera tenido que
salir a comprarlos... Habiendo puesto un poco de interés
y spots, o cuando van los jugadores a sentarse al banco y vuelven
a poner imágenes diferentes del país, esa cifra se
podría haber acrecentado muchísimo.
DB - En definitiva,
a raíz de la falta de dinero, en particular de sponsors para
financiarlo, este verano el torneo no se puede hacer en Punta del
Este. Uno puede hacerse varias hipótesis: una sería
simplemente que los organizadores no trabajaron lo suficiente, no
trabajaron bien y allí se termina el problema: la culpa es
de ellos. ¿O hay otras lecturas?
FD - En realidad
el sponsor principal con que teníamos contrato firmado, nos
comunicó a fines de agosto que no iba a poder cumplir el
contrato. Viajamos inmediatamente a Estados Unidos a tratar de conseguir
otro. Uruguay es un país muy chiquito como mercado, explicábamos
que la escenografía era el país, teníamos que
ir a los head quarters de Latinoamérica, en Miami, y a los
10 días de caer las torres se hizo bastante más complicado
en ese momento tan dramático para cualquier empresa americana
poder auspiciar actividades: cortaron los rubros. Eso complicó.
Intentamos que
el Ministerio de Turismo o alguien viera la idea para ver si quería
apoyar, trabajar, que entráramos en la corriente publicitaria
de la inversión que hacía el Ministerio en el exterior;
tampoco tuvimos mucho eco, y eso nos decidió no a cancelar
la edición de 2002, que iba a ser en enero en Punta del Este,
sino a buscar algún país. Había varios que
tenían interés, incluso los jugadores, algunos decían
"vamos a llevarlo a España". Teníamos la
posibilidad de México, de Brasil y una posibilidad en el
sur de Florida, en Estados Unidos. Recorrimos, y el comité
organizador, que integramos junto con Diego Pérez y otras
personas, y la Federación Internacional de Tenis, optó
por Brasil. En los próximos 15 o 20 días se va a decidir
la sede, que va a estar en Rio de Janeiro o Florianópolis.
En los dos lugares tuvimos gran aceptación en principio por
parte del gobierno para llevar el torneo a esos lugares, sobre todo
por la gran exposición de televisión que tiene y porque
esto está empezando. Nosotros teníamos la idea de
que quedara aquí, Diego quería traer sus jugadores
a Uruguay, mostrarles su país, invitarlos a competir; lo
hicimos durante tres años, creemos que con bastante éxito.
DB - En definitiva
ustedes sienten que a nivel oficial, el Ministerio de Turismo en
primer lugar, la Intendencia de Maldonado en segundo lugar, no le
han dado la importancia que este evento se merece.
FD - Para nada,
ni siquiera lo estudiaron.
DB - ¿En
qué sentido?
FD - Formar
una comisión, ver qué se puede hacer, dónde
se puede conseguir algún recurso. Hemos tenido llamados,
el ministro de Deportes me llamó, ya me había conseguido
determinada cifra, aunque ya estaba decidida la no realización.
Pensamos que de pronto estudiando y coordinando las cosas podrían
haber salido, pero evidentemente -respeto mucho la política
de las autoridades de encarar la promoción del país
de otra forma, aunque no la comparto- es un caso más en que
nos obligan a salir.
DB - En Brasil
han tenido gran receptividad.
FD - Exactamente,
tanto en Florianópolis como en Rio de Janeiro. Es realmente
increíble: estuvimos con la prefeita de Florianópolis,
con el gobernador de Santa Catarina, lo mismo en Rio. Falta decidir
si Florianópolis que es la tierra de Guga, donde hasta el
cuidacoches sabe qué es tenis, o Rio, que siempre es Rio.
DB - Lo más
probable es que se haga en diciembre.
FD - Del 10
al 14 de diciembre de 2002.
***
DIEGO BARNABÉ:
Vamos a requerir ahora la visión del Ministerio de Turismo
sobre el tema. Para eso estamos en contacto con el subsecretario
de Turismo, Pedro Bordaberry.
Usted acaba
de escuchar a Federico Deal, uno de los organizadores de la Copa
Senior de Tenis, quien decía que por parte del Ministerio
de Turismo y de la Intendencia de Maldonado, a nivel oficial, no
se había valorado en su justa medida un emprendimiento de
estas características como para brindar el apoyo necesario
y reaccionar a tiempo para que Uruguay no perdiera en su calendario
de actividades de temporada un evento de estas características.
PEDRO BORDABERRY:
Escuché el final de lo que decía Fede. En primer lugar
quiero decir que el torneo era muy bueno, es muy bueno, hay que
destacarlo, como también son muy buenas otras cosas, otros
torneos que sucedían y suceden en Punta del Este en verano.
Lo que creo que no es cierto es que el torneo no se realice por
falta de apoyo del Estado. No es cierto, lo digo con total convicción.
DB - El decía
que el Ministerio no estudió suficientemente este emprendimiento
como para eventualmente buscar soluciones juntos.
PB - Vamos a
llamar a las cosas por su nombre. Yo no soy muy bueno haciendo declaraciones,
digo lo que pienso de frente: el torneo no se hace por un fracaso
comercial que tuvieron este año Deal y Pérez. Un problema
concreto que tuvieron con un sponsor, el principal, que era la firma
StarMedia. Esa es la verdad del tema, no se hace por eso, no por
falta de apoyo del Estado. El año pasado, en los partidos
finales, al costado de la cancha estaban el presidente de la República,
los ministros de Deportes y de Turismo y el intendente de Maldonado.
No sé en qué parte del mundo están el presidente
de la República, dos ministros y el gobierno municipal al
costado de la cancha. O sea que eso lo doy por descontado.
Todos sabemos
lo que sucedió con estas empresas punto.com, las famosas
tecnológicas, que dejaron de cotizar en la bolsa. Decidieron
dejar de dar un auspicio que creo que era de alrededor de U$S 450
mil a un torneo de tenis en Uruguay. Ese es el verdadero motivo,
no la falta de apoyo del Estado. Si StarMedia no hubiera tomado
esa decisión, los señores Pérez y Deal no estarían
hablando de la falta de apoyo del Estado.
DB - De todas
maneras, el Ministerio de Turismo, en este emprendimiento u otros
de estas características, ¿debe interesarse, debe
participar de otra manera?
PB - Esa es
la segunda cosa equivocada. Los señores Pérez y Deal
vinieron al Ministerio de Turismo; ¿sabe cuánto pidieron?
Nos dijeron: "Nos tienen que dar U$S 290 mil o 300 mil para
hacer el torneo aquí". El Ministerio de Turismo maneja
plata que no le pertenece, que pertenece a toda la sociedad. Entonces,
tenemos que tratar de aplicar el dinero de la forma más técnica.
La propuesta de ellos fue estudiada detenidamente por la parte técnica
del ministerio y por un asesor en planificación de medios
privados que tenemos fuera. Los recursos -lo dicen los economistas-
son esencialmente escasos, y uno tiene que estar tomando decisiones.
¿Les damos U$S 290 mil o 300 mil a estos señores por
la Copa Senior -yo soy el primero que quiero que se haga ese torneo-
o vemos técnicamente cuál es el verdadero retorno
que tiene para el país?
Escuchaba a
Deal decir que se ve en 73 países. Es cierto, y ojalá
Uruguay se viera en 140. Se ve, lo ven millones de personas en Asia;
está bien. Pero ¿cuánta gente en Asia tiene
hoy posibilidades de venir a Uruguay? Yo he ido a Hong-Kong, el
viaje lleva 32 horas. ¿Tenemos clientes potenciales para
el país en Asia? Es ahí donde tenemos que ver, al
momento de asignar los recursos, cómo lo hacemos mejor.
DB - En definitiva
el Ministerio de Turismo relativiza el impacto...
PB - No lo relativizo:
me gustaría estar en el noticiero de la CNN en Estados Unidos
a las ocho de la noche, o con Larry King en vivo todos los días,
pero no lo puedo pagar, ésa es la realidad. Me gustaría
estar en el mundo entero hablando de Uruguay, pero tengo un presupuesto
que tengo que asignar.
Con U$S 300
mil yo salgo entre 60 y 70 veces en el diario Clarín de Buenos
Aires en una página color, y ese diario es leído por
600 mil personas, clientes reales de Uruguay, que potencialmente
pueden venir al país...
DB - El ministerio
prioriza claramente esa idea.
PB - ...o salimos
50 veces en la revista Veja. Son clientes potenciales a los que
les cuesta U$S 110, U$S 200 venir a Uruguay, y lo hacen en una o
dos horas. Con el 10% de esta cifra salimos dos meses en Aspen,
en el retorno de Michel Jordan, en la NBA, en el fútbol español.
Tenemos que estar tomando esas decisiones. Además salimos
con publicidad directa del destino Uruguay, sale un aviso de gente
hablando del país, no sale una persona diciendo "acá
está el señor jugando al tenis en Uruguay", y
sale una imagen de entrada y otra de salida. Ojalá pudiéramos
estar en este torneo y en muchos más. Queremos estar, pero
no tenemos más remedio que tomar decisiones.
Yo estuve vinculado
a un club que, durante muchos años, hizo honorariamente un
torneo de rugby en Punta del Este y este año no lo hace,
el Seven de Rugby. Fui directivo del club, trabajé muchísimo.
Hace como cinco años, vino un día una persona y me
dijo: "Tengo al BPS que quiere incursionar en esta área
del deporte y estaría para ser auspiciante". Yo
dije: "¡No!¿Cómo vamos a anunciar un
campeonato de rugby en Punta del Este teniendo como auspiciante
el BPS?". Nos parecía un despropósito. Al
rato vimos el logo del BPS en la gorrita de un corredor de autos
y nos decíamos "¿Cómo beneficia a los
jubilados esto, que un corredor de autos diga 'BPS'?".
Hay cosas que no entiendo.
Creo que los
empresarios privados tienen el deber de trabajar más y cuando
se les cae un auspiciante no venir a llorar a papá Estado
para que les vuelva a dar el dinero. Eso es lo que está pasando.
DB - Más
allá de esta copa de tenis, usted mencionaba otro evento
que este año se cayó de la temporada, el torneo de
rugby, que también atraía a delegaciones extranjeras
y ponía en la vidriera a Uruguay y Punta del Este en el mundo.
PB - Seamos
realistas. En estos momentos -no vamos a desconocer que la región
está en crisis-, ¿por qué Alvaro Recoba y Paolo
Montero juegan en Europa y no aquí en Wanderers? Porque el
mercado que les puede pagar está allá. ¿Por
qué estos torneos pueden hacerse en Uruguay? Porque el mercado
-principalmente el argentino- que puede pagarlos durante el verano
está en Punta del Este. Las empresas argentinas optan por
lanzar sus productos en Punta del Este porque la que viene es la
gente que más gasta. Pero todos sabemos lo que pasa en Argentina
este año, las empresas argentinas este año cortan
el presupuesto.
Son cosas que
suceden, ¿qué se puede hacer en esos casos? Uno puede
decir que la culpa la tiene el Estado que no da U$S 300 mil o arriar
banderas, prepararse para el año próximo, tratar de
volver a hacerlo y volver a trabajar.
DB - De todas
maneras, ¿hay voluntad del Ministerio de Turismo para trabajar
en colaboración con los organizadores de los diferentes espectáculos
para tratar de que sigan haciéndose en nuestro país,
y que sean motivo de atractivo no sólo aquí sino también
llamado de atención sobre el país?
PB - Por supuesto,
no tenga ninguna duda. Lo que más queremos es que se haga
y trabajamos con la gente. Lo que creemos es que estamos manejando
dinero que no es nuestro, que tenemos que aplicar de la forma más
técnica posible. Cuando hicimos el presupuesto del Ministerio
la gente dijo "¡Qué poco dinero tiene el Ministerio
de Turismo!". Nosotros entendemos que está bien, que
el Estado tendría que gastar la menor cantidad de dinero
posible, porque de esa forma los contribuyentes van a pagar menos
impuestos. Si nosotros a dos tipos macanudos, simpatiquísimos,
que nos mandan entradas para los campeonatos de tenis a cada rato,
como Diego Pérez y Fede Deal, les damos U$S 300 mil y dejamos
de salir en los medios de prensa en los que tenemos que salir...
¿Cuántas veces salgo con U$S 300 mil en El Espectador
con turismo interno? Entre nosotros: ¿cuántas veces
salgo yo con U$S 300 mil en el año promoviendo el turismo
interno? ¿Sabés cuánto es el turismo interno
respecto del total del turismo del país?: el 52%. Es una
cifra interesante, que tengo que atender. El Ministerio -y en eso
el ministro Varela ha sido muy claro- se maneja exclusivamente con
criterios técnicos, con opiniones técnicas.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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