Corporación Nacional para el Desarrollo, varios planes en
ejecución
A
la venta de Mi Granja y la participación en la "megaconcesión"
de obras viales, se suma la búsqueda de soluciones para Bella
Unión. Economista Julio de Brum, presidente de la CND.
EN PERSPECTIVA
Jueves 03.01.02, 09.06.
JULIO VILLEGAS:
La Corporación
Nacional para el Desarrollo (CND) se desprendió
de la empresa Mi Granja. ¿Por qué se desprendió
de esa empresa, cómo le fue en esa operativa? Por otra parte,
se espera novedades respecto a lo que se llamó el polo de
desarrollo de Bella Unión, a partir de los contactos de ayer
y de los que se espera para hoy en el ámbito del gobierno.
Por otra parte, se puso en marcha la llamada "megaconcesión"
de rutas nacionales, un paquete que implica la construcción
de más de 1.200 quilómetros de carretera con los puentes
que sean necesarios, 38 puentes adicionales, pasajes a nivel y remodelación
de carreteras existentes, en la que la CND jugará un importante
papel, junto al Ministerio de Transporte y Obras Públicas
y la Dirección Nacional de Vialidad, a través de la
recientemente formada Corporación Vial del Uruguay para el
desarrollo.
Para interiorizarnos
sobre estas noticias, desde el ángulo de la CND, vamos a
dialogar con su presidente, el economista Julio de Brum.
En primer lugar,
le pido una evaluación de la venta a capitales israelíes
de la frutícola Mi Granja.
JULIO DE BRUM:
Para nosotros con esa operativa se lograron dos objetivos. Primero,
mantener una producción que la CND se había planteado
como la concreción de una actividad exportadora en Uruguay
en el rubro frutícola, al vender el paquete accionario a
una empresa que tiene esos mismos objetivos, con gente con intereses
en el hemisferio norte, para producir fruta en contraestación
y poder exportar a Europa e Israel. Ese objetivo inicial, que dio
lugar al lanzamiento del proyecto, se mantiene. Y por otro lado
la CND se libra de la asistencia financiera que venía prestando
en estos últimos años a Mi Granja, lo cual libera
recursos para otras actividades.
JV - Hubo cuestionamientos
por otras empresas, que lo interpretan como competencia desleal
una inyección de la CND para la firma Mi Granja, que tenía
serias dificultades.
JdB - Cuando
la CND se hizo cargo de la empresa, en 1999, ésta básicamente
había quebrado. En ese momento la CND compró las deudas
con otros organismos acreedores, como las corporaciones del BID
y el Banco Mundial, con un descuento sobre su valor nominal, y a
partir de allí empezó a tratar de mantener la producción.
Se habló mucho de la competencia desleal; en realidad la
producción de Mi Granja era de sólo un 10% de la producción
nacional, y en las ventas en el mercado interno representaba menos
de 5%. Era una empresa que tenía un alto porcentaje de la
producción destinado a la exportación.
De todas maneras
era un tema recurrente. Más allá del objetivo inicial
de salvaguardar una fuente de trabajo y concretar una corriente
exportadora en el país, una vez que uno puede conseguir otro
inversor al cual pasarle la posta manteniendo el objetivo, el papel
de la CND termina. Es lo que hemos logrado en estos días.
JV - ¿Se
mantiene en todos sus términos ese perfil?
JdB - Exactamente.
Yo diría que, con el nuevo directorio, los nuevos emprendimientos
van a estar volcados a otro tipo de actividades que, por su estructura
de financiamiento, son menos propicias para el financiamiento mediante
crédito. Típicamente, necesitan capital de riesgo
como ocurre con la actividad de la industria del conocimiento en
general, productos culturales y todo ese tipo de actividades donde
el principal activo de la empresa es la capacidad de innovación
del emprendedor, que por lo tanto no tiene activos tangibles de
importancia como para acceder al crédito. Un papel importante
a jugar en los próximos años por la CND es ser un
proveedor de capital de riesgo en la economía uruguaya para
ese tipo de actividades.
JV - En el caso
de Bella Unión, ayer se mencionó la incorporación
de la CND para definir los detalles del proceso a realizarse por
intermedio de una consultora para el llamado a oferentes por la
empresa Calvinor.
JdB - Hemos
tenido algún intento anterior de venta que no se ha concretado,
y con KPMG, nuestro asesor en la venta de Calvinor, estamos reintentando
ese proceso en estos días, tratando de coordinar la recepción
de ofertas para a partir de allí emprender las negociaciones
para definir la venta del paquete accionario.
JV - Por lo
que se supo ayer Calvinor lograría reperfilar deudas con
el Banco de la República y una ampliación de 50 hectáreas
para su producción vitivinícola, con lo cual mejoraría
su oferta.
JdB - Los principales
acreedores de Calvinor son el gobierno -a través de los créditos
que en su momento otorgó el BID para el desarrollo de la
zona-, la propia CND y Calnu. Esos créditos permitirían
ser renegociados y habilitar la transferencia del paquete accionario
en condiciones que dejarían a la empresa mejor que ahora
desde el punto de vista financiero.
El gran problema
de la empresa es su nivel de competitividad, dado que uno de sus
principales mercados era el brasileño. Con la apreciación
del real ocurrida en los últimos días, la situación
ha mejorado pero necesita un aporte de capital para ampliar la producción,
mejorar las condiciones de producción -ése sería
el papel a jugar por este inversor- y consolidar nuevos mercados,
más allá del local y del brasileño, que son
los principales en la actualidad.
***
JV - ¿Cuál
es la participación de la CND en Bella Unión?
JdB - Como capital
accionario estamos solamente en Calvinor (formalmente el nombre
de la sociedad que comercializa los vinos Calvinor es Vigobusa).
Se nos ha pedido ayuda en el caso de Greenfrozen, que es la procesadora
de Calagua; ahí tenemos personal técnico que ha estado
colaborando junto con el Ministerio de Ganadería, Agricultura
y Pesca y los propietarios de la empresa, para tratar de diseñar
algún plan de acción que le permita desarrollarse
en los próximos años.
JV - ¿Usted
comparte la idea que se manejó ayer, el optimismo que manejaron
directivos de las empresas de Bella Unión, en cuanto a que
con la asistencia del Banco de la República, el reperfilamiento
de las deudas, podría encaminarse una solución, al
menos para este período destinado a la reconversión
en la zona?
JdB - Hay dos
etapas. Una de mediano plazo, que implica no sólo asistencia
financiera sino una fuerte reestructura del sector desde el punto
de vista de costos operativos y capacidad de gestión. Se
está en ese proceso; lo estamos viendo en Calvinor, donde
nuestros socios de Calnu han promovido una reestructura importante
tendiente a reducir los costos de la empresa. Pero eso tendrá
resultados a mediano plazo. Mientras tanto, para poder seguir funcionando,
poder tender un puente entre este momento y el momento en que se
empiece a tener los resultados de la reestructura, algún
tipo de financiamiento, por ejemplo del Banco República,
garantizado por el Fondo de Reconversión, daría a
las empresas de la zona la seguridad de su continuidad.
***
JV - Y, en otras
áreas, la CND ha ingresado recientemente en el terreno de
las obras de infraestructura. ¿Cuál es exactamente
la vinculación de la CND con el MTOP para estos emprendimientos?
JdB - Hemos
hecho un convenio entre ambos organismos, a través del cual,
siguiendo los procedimientos previstos en el Texto Ordenado de Contabilidad
y Administración Financiera (TOCAF), el MTOP contrató
directamente con la CND la adjudicación de una serie de rutas
nacionales: la operación, el mantenimiento y construcción
de distintas rutas nacionales. Por un tema de transparencia financiera,
contable y jurídica, la CND lo traslada a una empresa creada
por ella y cien por ciento de su propiedad, que es la Corporación
Vial del Uruguay (CVU). Con esta empresa estamos comenzando los
llamados para realizar obras en esas rutas, para construir los peajes
con los cuales se va a financiar parte del proyecto y para la operación
de los mismos.
JV - Parte de
la financiación será por intermedio de los peajes;
¿y el resto?
JdB - Este sistema
prevé una cofinanciación del MTOP, dado que el volumen
de tráfico existente en las rutas en las cuales va a estar
operando la concesión no permite que las obras se financien
exclusivamente con peajes. Es un tipo de financiación mixta
-el procedimiento legal está previsto-, por el cual el MTOP
contribuye al financiamiento de parte de las obras. La proporción
es aproximadamente 60% por peajes y 40% por fondos del MTOP que
ya estaban previstos en el Presupuesto, y que de todas maneras hubiera
tenido que utilizar para mantener estas rutas en adecuado nivel
de funcionamiento.
JV - Estamos
hablando de rutas de singular importancia en nuestro país:
un tramo de la ruta 1, otro de la ruta 2, otro de la 3, la 5...
JdB - También
algunos tramos de la 8 y a partir de 2008 de la interbalnearia.
JV - Mencionamos
la importancia de estos proyectos, que van para varios años;
usted acaba de mencionar el año 2008. De todos modos, hay
prioridades para el llamado a firmas interesadas.
JdB - Ya se
van a iniciar obras en las rutas que usted mencionaba, sobre todo
en los tramos que van a estar afectados por peajes en los próximos
años, para que el usuario tenga la contraprestación
de un mejor servicio a cambio del pago del peaje.
JV - ¿Algunas
de las obras empezarían a partir de marzo?
JdB - No. Siendo
realistas, creo que la toma de posesión formal de la concesión
se va a producir aproximadamente a principios de julio, y cuando
estén operativos los peajes, en ese mismo momento iniciarán
las obras. Durante este período, de aquí hasta ese
momento, vamos a estar adjudicando los peajes, se va a estar construyendo
los puestos -aproximadamente a partir de abril- y en julio comenzarán
las obras en todas las rutas.
JV - En algunos
casos, al contrario de lo que el automovilista está acostumbrado
en la ruta interbalnearia, por ejemplo, se aplicaría nuevamente
el sistema de pagar el peaje a la ida y a la vuelta.
JdB - El diseño
de la red que va a tener esta concesión se ha instrumentado
incluso como mecanismo para reducir la evasión en los peajes
y el uso inapropiado de las rutas; el peaje actual es de $ 50 en
los dos sentidos y se piensa cobrar $ 25 en un solo sentido. Si
hablamos de una amplitud de red mucho mayor, no tiene tanto sentido
pensar en gente que va y vuelve en una sola dirección: hay
idas y venidas por distintos motivos, no siempre a través
de la misma ruta. Eso es lo que justifica ese tipo de modificación.
JV - Además
de la llamada "megaconcesión", ¿hay algún
otro proyecto en carpeta para este año que comienza?
JdB - Ciertamente
es el tema más importante, sobre todo en estos momentos en
que estamos implementando el proyecto. También queremos concretar
un par de otras aspiraciones, una de ellas vinculada a la creación
de un fondo de capital de riesgo para las empresas innovadoras.
Allí, tenemos avanzadas negociaciones con el Fondo Multilateral
de Inversiones del BID, que está en el proceso de aprobación
interna. Hemos logrado una asociación con inversores privados
que también participarían, que rondaría los
U$S 15 millones, con participación en un tercio de la CND,
un tercio el Fomin (Fondo Multilateral de Inversiones) y un tercio
privado. Pensamos que es un instrumento nuevo para el mercado de
capitales uruguayo, justamente para un sector como el de las empresas
de la industria del conocimiento, donde ese tipo de instrumento
no existía.
Un segundo proyecto
tiene que ver con la creación de un fondo inmobiliario, un
fondo de tierras, que permitiría dar liquidez al activo tierra
en el sector agropecuario. Hemos realizado estudios, que ya están
bastante avanzados, junto con el Ministerio de Ganadería,
y ahora entraríamos en la etapa de implementación
del proyecto.
Otra vieja aspiración
es crear una ventilla de microfinanzas, con líneas de crédito,
para atender al sector de pequeñas y medianas empresas con
tecnología específica para el sector de microfinanzas.
Estamos buscando alguna asociación con grupos del exterior
que han tenido éxito en ese tipo de emprendimientos para
transferir esa tecnología a Uruguay y poder trabajar en un
sector que socialmente ha sufrido mucho la crisis de estos últimos
años y que tiene un potencial interesante de generación
de empleo, no sólo por la generación de empleo en
sí sino por la posibilidad de ir generando una red de seguridad
en el funcionamiento del sistema económico uruguayo que apuntale
el funcionamiento de los micronegocios y su capacidad de generación
de empleo.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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