Las medidas económicas y la vivienda
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Vicepresidente del BHU, Jorge Conde Montesdeoca: Los deudores en
dólares son un 10%, y un 9% lo son a tasas variables, que
han bajado. Parte del aumento del dólar será absorbido
por esa baja del interés.
- Operador inmobiliario Julio Villamide: Los compradores de unidades
usadas en su mayoría lo hacen al contado. Los préstamos
en dólares del sector privado rondarían el 1% del
PBI.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 09.01.02, 08.04.
JULIO VILLEGAS:
Conocido el primer paquete de medidas adoptadas por el equipo económico,
en particular el aumento de la pauta devaluatoria, hemos escuchado
la preocupación de quienes han comprado viviendas con cuotas
en dólares. Vamos a ver qué sucederá con quienes
tienen deudas con el Banco Hipotecario del Uruguay (BHU), para lo
que estamos en contacto con el vicepresidente de su Directorio,
escribano Jorge Conde Montesdeoca.
JORGE CONDE
MONTESDEOCA:
Vamos a hacer dos o tres precisiones. Dentro del universo de deudores
del BHU, los que están en dólares son una minoría
de prácticamente 4% del total; estamos hablando de un grupo
de algo más de 4.000 en 100 mil. El resto son deudores en
Unidades Reajustables (UR). Como sabemos, la UR no se indexa por
la moneda extranjera sino por el índice medio de salarios.
En el año cerrado en diciembre prácticamente estamos
hablando de un 4% en el año de evolución de ese índice,
ese fue el porcentaje de ajuste que se produjo en las cuotas en
setiembre de 2001, y no habrá otro hasta setiembre de este
año.
Es decir que,
desde el punto de vista de los deudores en UR del BHU, que son la
enorme mayoría, se está dando una situación
sumamente favorable, ya que en estos últimos dos años
sus cuotas han tenido una indexación muy reducida.
JV - La gran
mayoría, entonces, no se verá afectada por la evolución
de la moneda extranjera. ¿Los que sí resultarán
eventualmente afectados por la devaluación del dólar...?
JCM - Recién
le mencioné un porcentaje de alrededor de 4%; estamos hablando
de algo más de 4.000 deudores en dólares que empezaron
a operar en el último tiempo en la línea de préstamo
individual, de préstamos de construcción o de refacción
y están operando en la línea de los círculos,
que son préstamos de adquisición. Esos son los deudores
que podrían sufrir el impacto de una suba de la moneda extranjera.
Pero quiero
señalar otro aspectos: los deudores del BHU en dólares
lo son a tasa reajustable, es decir la tasa internacional Libor
más un spread que varía, según la línea,
entre 3 y 5 o 6 puntos por encima. Las tasas se reajustan semestralmente
en el BHU, de manera que se toma el valor de la tasa Libor de junio
y diciembre de cada año y en el semestre siguiente se aplica
el spread. De junio a diciembre del año pasado se produjo
una baja importante en la tasa Libor, de 4% a aproximadamente 2%,
para decirlo en términos redondos. Eso se va a volcar a la
tasa que pagan nuestros deudores, y por consiguientes sus cuotas
en dólares van a bajar. Es decir que la persona que era deudora
del BHU anterior a junio de 2001 va a sentir en su cuota una baja
medida en dólares, como consecuencia de la baja de la tasa
de interés. Eso le va a permitir, quizás, compensar
la traducción a pesos que se pueda hacer de la cuota, porque
va a sentir una rebaja de aproximadamente 10%, dependiendo de cada
caso. Es una baja sensible en sus cuotas en dólares que puede
tener el deudor del BHU.
JV - Con respecto
al propio Banco, tiene un importante pasivo en dólares.
JCM - Exacto;
eso complica al Banco. Venimos monitoreando esa situación
desde hace mucho tiempo: hemos advertido públicamente que
en los años 2000 y 2001 el Banco registró pérdidas
importantes provenientes de una evolución distinta de la
UR y el dólar. El año pasado, en términos promedios,
contra un 4% de la UR hubo más de 13%-14% de evolución
del dólar; estamos hablando de una diferencia del 10%. Eso,
traducido a los pasivos y activos del Banco, genera las pérdidas
de que estamos hablando. Contra ellas se está instrumentando
medidas, ya se ha instrumentado algunas: se comenzó dolarizando
algunas líneas individuales y va a tener que tomar otro tipo
de medidas.
Pero, por supuesto,
esto es un proceso; no es algo que se pueda corregir de un día
para el otro. No olvidemos que el Banco tiene deudores de muchos
años que operan en UR, cuya situación no va a ser
alterada: su situación contractual es la existente, la pactada
en el contrato, que no se puede tocar ni hay ánimo de hacerlo.
Por lo tanto,
todo equilibrio financiero del BHU se debe buscar en el mediano
plazo. En el plan estratégico, elevado al Banco Central en
agosto del año pasado, hablamos de ir acomodando en este
quinquenio la situación de la institución tomando
una serie de medidas complementarias. No se trata sólo de
dolarizar líneas de crédito, sino también de
generar líneas de acción más rentables para
el banco en algún tipo de préstamos, de disminución
de gastos operativos... Hay una serie de medidas que el BHU está
instrumentando en este período de verano a través
del equipo de trabajo y en contacto con el equipo económico.
Pensamos que vamos a poder implementar algunas de ellas en los primeros
meses de este año.
JV - El contador
Rodríguez Batlle dijo en el foro de ACDE que se estaba analizando
la creación de una unidad indexada.
JCM - Exacto,
ése es uno de los temas que el banco está siguiendo
con mucha atención, porque evidentemente que, así
como hasta hace unos cuantos años la UR era un verdadero
terror para los deudores -deudores que generaron sus créditos
a fines de los 80 y durante los 90 se vieron afectados por la evolución
positiva de la UR, produciendo a veces alteración real en
los saldos deudores y las amortizaciones: las deudas crecían
en dólares porque la UR crecía por encima de éste.
Hoy se está dando exactamente la situación inversa,
incluso con posibilidad de un grado de aceleramiento en este último
año como consecuencia de la inestabilidad regional.
La unidad indexada
de que habló el presidente del Banco Central tendría
como base otros parámetros, ya no el índice medio
de salarios, que es lo que aplica la UR, sino tal vez el índice
de precios al consumo (IPC), para lograr canalizar, sobre esa unidad
indexada, parte del ahorro nacional en pesos indexados por IPC.
Parece lógico que uno mantenga sus ingresos de manera de
no perder competitividad en cuanto a su poder adquisitivo. En base
a la creación de ahorro sobre esa unidad podría implementarse
posteriormente la posibilidad de colocaciones o de préstamos
en esa unidad indexada. Es similar a lo que pasa con la Unidad de
Fomento chilena, la famosa UF, que ha tenido un éxito muy
grande en un mercado donde prácticamente no existía
la dolarización: ha tenido una gran aceptación por
parte de todos los agentes, no sólo de los vinculados a la
construcción o al mercado de la vivienda, sino en general
por el mercado del país.
Ojalá
esto se implemente y se logre captar parte del ahorro público
para ese tipo de unidad indexada, para posteriormente poder volcarlo
a los préstamos. El BHU va a estar atento a toda la evolución
de esta operativa que hoy está en manos del Ministerio de
Economía.
JV - Un oyente
pregunta qué va a pasar con el Plan Fénix.
JCM - Acaban
de ser licitados seis edificios, uno de ellos doble, con una magnífica
receptividad en el público. El Plan Fénix opera en
UR, en pesos: son operaciones que vienen desde hace dos años,
de una licitación realizada en 1999. Se ha colocado magníficamente,
ya se está poniendo en ejecución los siete proyectos
que seguramente comenzarán a ser construidos en este primer
trimestre del año. A fines del año 2001 había
una venta que superaba el 40% de esos proyectos sin haber colocado
un solo ladrillo. Por supuesto que esos proyectos van a llevar todavía
un par de años para su realización; pero se está
por empezar la construcción porque es un proyecto ya aprobado,
y el Banco ha cumplir de acuerdo a las condiciones pactadas.
Lo otro es la
parte de otra licitación que realizó el Banco, por
la cual se adjudicó los terrenos próximos a la Estación
Central del Ferrocarril y la explotación de la terminal en
régimen de concesión de obra pública, mediante
el pago de un canon durante un lapso, para convertirla en un centro
cultural y comercial. Eso ya está en marcha: se firmó
el contrato en setiembre del año pasado y suponemos que las
obras comenzarán en el ejercicio 2002 que estamos comenzando
a vivir.
JV - En resumen
y como conclusión: para el deudor del BHU el hecho de manejarse
en UR implica que un eventual aumento en las cuotas va a depender
del aumento del ritmo inflacionario, respecto al cual todavía
hay incertidumbre, más allá de la intención
del gobierno de que no suba más del 10%.
JCM - Más
que del índice inflacionario va a depender del índice
medio de salarios, de cómo suban los salarios una vez producida
una inflación más alta o producido un índice
devaluatorio más alto. La UR se ajusta al índice medio
de salarios en el país. El año pasado los índices
fueron muy similares, el IPC estuvo en 3,60 y la UR en un porcentaje
similar -no tengo aquí los datos precisos-, hay una muy pequeña
diferencia entre ambos índices en el ejercicio del año
2001.
***
JV - Veamos
ahora a ver qué pasa con el mercado inmobiliario privado,
tanto de propiedades como de alquileres, en diálogo con Julio
Villamide, experto en estos temas y director de la revista Propiedades.
JULIO VILLAMIDE:
En general en el mercado de compraventa había, desde hace
ya mucho tiempo, una gran incertidumbre respecto a cuál iba
a ser el final de la convertibilidad y la consecuencia de ese final
en el mercado uruguayo: si iba a ser controlado, en el que las cosas
no salieran de cauce, o un final dramático y explosivo.
Creo que parte
de esas incertidumbres se han despejado. En general esas incertidumbres
operan como un freno muy importante a la hora de tomar decisiones
trascendentes en la vida de cualquier familia: la compra o la venta
de una vivienda es una operación que los uruguayos no hacen
muy frecuentemente a lo largo de su vida, y por lo tanto le ponen
una carga emotiva y de gran incertidumbre que hace, que cuando las
cosas no están claras, cuando en el horizonte aparecen nubes,
cuando existen incertezas, se postergue la decisión, a veces
por años. Tengo algunos conocidos que hace 10 años
que están esperando una devaluación y esperando para
comprar una casa, hasta que la cosa se aclare. En ese período
ha pasado realmente de todo con el dólar.
JV - La casa
ya se debe estar agrietando.
J Vmd - Es un
caso extremo, pero que pinta esa forma de ser de los uruguayos,
muy conservadora, y que en general espera a que las cosas se aclaren
para tomar decisiones. Por lo tanto, el hecho de que la resolución
del fin de la convertibilidad haya comenzado a operarse, en cierta
forma, para alguna gente -lo hemos visto en estos días en
las inmobiliarias- significa comenzar a saber a qué atenerse
y conocer cuáles van a ser las reglas de juego, para efectivamente
comprar la propiedad que estaba buscando. No son todos los casos:
algunos seguramente esperarán a que las cosas estén
más claras aun.
JV - Sobre todo
en lo que tiene que ver con lo que pueda pasar en el mercado cambiario
argentino, donde todavía hay incertidumbres.
J Vmd - Sin
duda; cuando sobre todo los más informados leen que J. P.
Morgan está anunciando un dólar de 2 a 2,70 pesos
argentinos para fines del año 2002. No es necesario ser economista
para imaginar que lo peor no pasó. Por lo tanto las incertidumbres
no se han despejado totalmente.
En general,
en ese segmento de compraventa la operativa se frena por esa incertidumbre,
pero por el contrario el mercado uruguayo tiene una característica
(sobre todo en el segmento unidades usadas) que hace que las tres
cuartas partes de las transacciones se hagan al contado. Por lo
tanto, la incidencia de los créditos hipotecarios, en su
mayoría expresados en dólares, no es muy fuerte. Ese
es el principal segmento de actividad dentro del mercado inmobiliario
local; las cuatro quintas partes del mercado se refiere a la compraventa
de unidades usadas y apenas una quinta parte al segmento unidades
nuevas.
JV - Son los
edificios que se construyen con financiamiento.
J Vmd - Exactamente:
son los que han sentido más el impacto de la incertidumbre
y van a sentir más el impacto del aumento del ritmo devaluatorio.
En este segmento, a diferencia del otro, el 100 por ciento de las
transacciones se hace con financiamiento hipotecario, en general
otorgado por el sistema financiero privado y obviamente en dólares.
Hay una resistencia muy grande del público a endeudarse en
una moneda diferente a la de sus ingresos.
JV - ¿Se
tiene una idea de los montos de endeudamiento en dólares
por cuotas impagas de compras de apartamentos?
J Vmd - En un
trabajo que preparamos recientemente para un seminario en el Banco
Central habíamos estimado que, en Uruguay, aproximadamente
un 10% del PBI corresponde al stock de créditos hipotecarios
y, de ese 10%, el 9% corresponde a la cartera del BHU y apenas un
1% al sistema financiero privado. O sea que en realidad es un monto
bajo, porque el mercado hipotecario en Uruguay nunca llegó
a desarrollarse plenamente; en realidad las condiciones ideales
se estaban dando en estos momentos, con tasas realmente muy bajas.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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