Mientras tanto, la guerra continúa en Afganistán
Desde Estados
Unidos, Fernando López Alves, politólogo uruguayo
y colaborador de En Perspectiva.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 09.01.02, 09.08.
DIEGO BARNABÉ:
La República Argentina y lo que a nosotros nos toca hizo
pasar a segundo plano lo que está pasando hoy en Afganistán.
Una vez que Estados Unidos y el nuevo gobierno de Afganistán
han tomado el control de prácticamente todo el territorio
del país, hemos olvidado que de todas maneras continúan
las acciones de guerra, y Osama bin Laden no aparece.
Esta mañana
conviene actualizar la información a propósito de
Afganistán y de otro conflicto que asoma, el de Pakistán
y la India. Para ello consultamos a nuestro colaborador, Fernando
López Alves, politólogo uruguayo radicado en Estados
Unidos.
FERNANDO LÓPEZ
ALVES:
Tú mencionabas recién lo de Argentina, además
de lo de Afganistán; es un año que ha comenzado con
muchos cambios, ¿no?
DB - Sin duda;
evidentemente, estamos más globales o globalizados que nunca
porque prácticamente a todos les importa lo que ocurre en
Argentina como a todos nos importa lo que puede pasar en Afganistán.
Si no que lo digan los principales diarios del mundo, que desde
que comenzó a complicarse la situación argentina prácticamente
no han hablado de otra cosa en sus principales titulares y destaques
de noticias.
FLA - En cuanto
a este país, hace muchísimos años que no veía
tanta prensa sobre la República Argentina, los mayores diarios
le han dedicado páginas y páginas, sobre todo el New
York Times, The Washington Post del domingo le dedicó la
sección de opinión, una página entera. Es un
caso muy preocupante para la comunidad internacional, junto con
el de Turquía; estos días se los equipara mucho dentro
de la situación internacional.
Volviendo a
lo de Afganistán te voy a dar las últimas noticias
y los últimos análisis que tenemos por aquí.
Ayer en una conversación telefónica con gente del
Congreso me han dicho que de aquí en adelante va a haber
muy poca información del progreso que se haga en cuanto a
la captura de Osama bin Laden, el mullah Omar y la gente que compone
el liderazgo de Al Qaeda, porque se han dado cuenta que cada vez
que la prensa hace pública una noticia hay cambios inmediatos
en la cacería. Parecería que la gente de Al Qaeda
recibe las noticias y cambia su estrategia de acuerdo a lo que diga
el Pentágono. Entonces de ahora en adelante no vamos a recibir
tantas noticias, hasta que haya una novedad que valga la pena mencionar,
que desde el punto de Estados Unidos y los aliados en esta guerra,
incluyendo ahora al nuevo gobierno afgano, sería la captura
de los que están prófugos.
Lo que sabemos
ahora es que ha habido bombardeos en los últimos días
de nuevas áreas y de áreas que ya habían sido
bombardeadas, después de que las tropas de reconocimiento
estadounidenses y los ejércitos aliados locales registraron
las cuevas, los escondrijos, han sacado evidencia que tiene que
ver con material escrito, cintas, etcétera. Después
de limpiar la zona ha habido más bombardeos para estar seguros
de que las cuevas más ocultas o más profundas hayan
sido afectadas; después ha habido otra patrulla limpiando
nuevamente toda la zona y sacando evidencia.
Parece que parte
de la evidencia obtenida ha llevado a que en a última semana
la policía de Singapur arreste a ocho personas con cargos
de terrorismo y vinculación con Al Qaeda; también
la policía de Malasia ha arrestado a otras personas. Se supone
que esos arrestos están relacionados con información
recogida en la operación llamada rastrillo, porque es simplemente
ir, sacar evidencia y seguir bombardeando.
En este momento
hay alrededor de 3.000 prisioneros acusados de pertenecer a la organización
terrorista Al Qaeda; cinco asesores de Osama bin Laden y el mullah
Omar han sido declarados muertos en estas operaciones en los últimos
días; hay solamente una baja de un capitán estadounidense,
que no se sabe muy bien cómo fue muerto en una especie de
escaramuza. O sea que lo que está habiendo ahora es simplemente
una operación de reconocimiento para estar seguros de que
el territorio está limpio.
Sabemos que
en este país muchos piensan que Bin Laden está en
Pakistán y hay mucha fuerza puesta sobre el gobierno de ese
país para que haya una investigación mucho más
profunda en el territorio nacional, entre los grupos que apoyan
a Al Qaeda, para ver si finalmente se encuentra a Bin Laden.
DB - A través
de los congresistas estadounidenses nos enteramos de que el Pentágono
está manejando que Bin Laden habría fugado hacia Pakistán,
como hipótesis más probable. ¿Efectivamente
esa información salió del Pentágono?
FLA - La información
a propósito de dónde estaría Bin Laden salió
del Pentágono en el sentido de que muchos de los congresales
que trabajan con ese organismo -hay que tener en cuenta que muchos
otros no lo hacen- pueden haber recibido información, que
a veces es restringida. Algunos de los que han hecho declaraciones
son congresales que trabajan con el Pentágono y otros que
no lo hacen. Oficialmente el Pentágono no ha dicho "creemos
que Bin Laden está en Pakistán", lo han dicho
representantes oficiales de diferente tipo, según ellos basados
en información que les ha proporcionado el organismo.
Creo que la
certeza en cuanto a que el líder estaría en Pakistán
viene de que, dado que no está en Afganistán -piensan
que no está, no han encontrado cadáveres que puedan
ser relacionados con el mullah Omar o Bin Laden-, la lógica
conclusión es que ha pasado esa frontera, que sería
la única posible para refugiarse en otro país. Además
en Pakistán hay toda una red que el gobierno no ha podido
disolver que se piensa que es la que está dando apoyo a los
fugitivos.
DB - Hablando
de Pakistán, ese país está envuelto en otro
gran lío con la India. Quizás para nosotros es bastante
lejano, posiblemente nos falten elementos para entender qué
está pasando. ¿Hay realmente peligro de una guerra
con misiles y consecuencias dramáticas entre esos dos países?
FLA - En este
momento el peligro de una guerra dramática no existe, ese
peligro ha sido un fantasma en la guerra entre Pakistán y
la India por el territorio de Cachemira, que está casi dominado
por un movimiento musulmán de oposición a la India,
financiado hasta cierto punto por fuerzas musulmanas en Pakistán
-de ahí viene todo este problema- desde hace muchos años.
Ya hemos hablado antes de este problema, lo que pasa es que después
del 11 de setiembre todo esto ha tomado una dimensión muy
diferente. Ahora la India se ve con el derecho de exigir a Pakistán
que haga algo con esos grupos musulmanes, bajo pena de ser acusado
de apoyar el terrorismo internacional. Eso es lo que ha cambiado.
El peligro de utilizar armas nucleares -que ambos países
tienen- en esta escaramuza tiene más que ver con si es posible
o no que los coroneles y generales que están a cargo del
conflicto en Cachemira -que ahora es un conflicto un poco más
general porque la India está pidiendo que Pakistán
tenga control sobre los grupos terroristas radicales también
dentro de su territorio- hayan tenido acceso a algunos de los armamentos
nucleares de Pakistán. Hasta ahora Pakistán no ha
podido garantir que ese acceso no exista, además no hay la
capacidad ni el mecanismo de seguridad que permitan asegurar que
no es así.
Además
-los líderes hindúes no lo mencionan- en la India
también hay un movimiento de apoyo a los musulmanes y a su
meta de convertir Cachemira en territorio musulmán. Dentro
del ejército hindú también hay apoyo por parte
de algunos oficiales que podrían tener acceso a armas nucleares.
Entonces el temor es en cuanto a si los dos países tienen
control suficiente de la oficialidad de sus ejércitos -sobre
todo de aquellos que simpatizan con la causa musulmana, que va más
allá de lo que apoyan sus gobiernos-, que podría tener
acceso a ese material. El temor de la comunidad internacional es
si los dos gobiernos, sobre todo el de Pakistán, tienen control
sobre sus oficiales, eso es lo que está sobre la mesa.
DB - Leí
en The Washington Post una noticia que me dejó algo preocupado,
al menos en lo que hace a compatriotas nuestros y eventualmente
a otros latinoamericanos: Estados Unidos persigue a más de
300 mil indocumentados. Esta información es retomada por
la prensa argentina. ¿Qué puedes decir al respecto?
FLA - Es preocupante
para la comunidad hispana de este país, que es la que tiene
más indocumentados, la gran mayoría trabajando con
nombre falso o con nombre verdadero pero documento falso. Hay toda
una red extraoficial negra que provee esa documentación.
El número de seguro social, equivalente al número
de jubilación, que se exige a un empleado para contratarlo,
hasta hace muy pocos meses se vendía en algunos lugares,
en la calle por U$S 300, U$S 400, U$S 1.000, de acuerdo a la cara
del cliente y a la calidad de la falsificación. Toda esa
gente está trabajando con número de jubilación
falso que en determinado momento salta en el sistema; antes de que
eso ocurra la gente cambia de trabajo, ése es el mecanismo
que los documentados han seguido en este país al menos desde
que estoy aquí, en los últimos 20 años.
Los sucesos
del 11 de setiembre han alterado o van a alterar ese mecanismo,
primero porque el FBI se ha juntado con el Departamento de Inmigraciones
y la Policía Federal para poner fin a los indocumentados
de origen musulmán. El primer blanco de esta operación
serían los indocumentados, sobre todo hombres, de origen
musulmán, árabes y otros. La medida ha provocado una
reacción de parte de congresales liberales que dicen que
si bien es cierto que los terroristas tienen todos ese perfil, llevarla
a cabo basándose en un perfil es anticonstitucional, por
lo tanto no se puede salir a capturar indocumentados nada más
que por su calidad de musulmanes sino únicamente por su calidad
de indocumentados.
Es irónico,
pero si el debate se resuelve a favor de los liberales, que en este
país han sido los que más han apoyado a los hispánicos,
y la ley sale de la manera que mencioné, no persiguiendo
únicamente a los indocumentados musulmanes sino a los indocumentados
en general, allí estarán incluidos todos los indocumentados,
generalmente hombres, que están en este país, más
allá de su origen musulmán o no. Ahí tendríamos
millones de personas, no sólo musulmanes, sino también
hispanos.
Es una noticia
un poco mala para los que han entrado a este país. Antes
del 1º de enero ha habido una avalancha, sobre todo proveniente
de Argentina; ahora cualquier persona argentino que viaje a Estados
Unidos va a tener que seguir un proceso para obtener su visa de
turista, como cualquier ciudadano de otro país. Hasta ahora
había un convenio -que cesó el 1º de enero de
este año- por el cual los argentinos tenían 90 días
de visa sin necesidad de una aplicación formal por medio
de la embajada. Esto va a cambiar, ahora se va a volver a chequear
si la persona tiene propiedad en el país, si no la tiene
cuál es el motivo del viaje, etcétera. Hemos tenido
un aluvión de argentinos antes del 1º de enero que buscaban
entrar al país antes de que cambiara la ley.
Hay también
una propuesta bastante ridícula, que me recuerda un formulario
que muchos que en el pasado viajaron a este país o solicitaron
residencia tuvieron que llenar. Era un formulario que venía
de la segunda guerra mundial y que te preguntaba si habías
pertenecido o a alguna organización fascista o comunista.
Era una declaración jurada, mucha gente sí había
pertenecido a partidos de izquierda, sobre todo comunistas, en la
guerra fría, firmaba ese papel y nadie la molestaba, pero
como era una declaración jurada, si te agarraban desarrollando
una actividad de ese tipo en este país iba a la cárcel
y punto. Es un mecanismo que parece idiota cuando uno lo firma pero
que efectivamente tiene alguna importancia si te agarran haciendo
algo contrario a ese juramento.
Ahora hay una
propuesta de confeccionar una planilla parecida y preguntar, sobre
todo a los visitantes provenientes de Oriente Medio, si tienen alguna
opinión sobre el terrorismo, cuál es su opinión
sobre Al Qaeda, sobre el ataque del 11 de setiembre, etcétera.
La propuesta está todavía en el Congreso, llegará
al Senado el viernes de la semana próxima. Es ridícula
pero se añade a la anterior, las cosas se están poniendo
muy difíciles para los inmigrantes que quieran entrar a Estados
Unidos. Esperemos que no se pongan tan ridículas como lo
fueron incluso por mucho tiempo después de que amenaza fascista
había pasado y la segunda guerra mundial se había
ganado. Hasta hacía muy poco todavía había
formularios que te preguntaban si pertenecías o habías
pertenecido a un partido nazi.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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