11.01.2002

 



Medidas económicas: "Una imaginación desbordante"

Senador Reinaldo Gargano (PS): Tenemos la mayor libertad para que vengan los capitales extranjeros, tenemos una ley de inversiones que los favorece en forma brutal, pero somos el país de América Latina con menor tasa de inversión: estamos detrás de Haití en este aspecto. Es una cosa insólita: algo pasa aquí que sólo hay ingreso de dinero para el mercado financiero y la especulación, pero no para la producción. Ahora nos dicen que aportemos nuestras ideas, pero en julio todos los sectores eran partidarios de discutir el Plan de Emergencia, mientras el gobierno lo archivó en un cajón.


EN PERSPECTIVA
Viernes 11.01.02, 09.00.


JULIO VILLEGAS:
El tema central, casi excluyente en todos estos días, sigue siendo la situación de Argentina y el panorama que se vive aquí como reflejo, en torno a lo cual hoy tenemos nuevos ingredientes. Lo concreto es que hace prácticamente una semana el gobierno tomó medidas en el área del mercado de cambios, y lo demás han sido anuncios del presidente de la República y los principales líderes políticos respecto al aumento del Impuesto a las Retribuciones Personales (IRP) a los sueldos y jubilaciones más altos; al impuesto a las llamadas internacionales, y trascendidos vinculados con intenciones del gobierno para abatir el déficit recortando los gastos del Estado en distintas áreas.

Se sabe que ya han iniciado conversaciones dirigentes del Partido Colorado y el Partido Nacional -los socios de la coalición de gobierno-, en tanto la Mesa Política del Frente Amplio, en una sesión extraordinaria, estuvo examinando el tema a la luz del informe que presentó el doctor Tabaré Vázquez luego de su encuentro con el presidente de la República, doctor Jorge Batlle.

A propósito de esto queremos conversar hoy con el presidente del Partido Socialista, senador Reinaldo Gargano.

El Frente Amplio ya entró al análisis de las medidas planteadas por el gobierno en sus lineamientos generales, y de las propuestas que habrá de formular, no sé si reiterando o actualizando el Plan de Emergencia que presentara tiempo atrás.

REINALDO GARGANO:
Usted ha definido con absoluta precisión lo que el gobierno ha hecho hasta el presente a la luz de los acontecimientos de Argentina. El gobierno actuó en el plano cambiario, en torno al tema de la moneda y su manejo. Con algo de retraso, proyectó un nuevo ritmo de devaluación mensual, llevando a 2,4% en el mes la devaluación del peso frente al dólar, y amplió la banda de flotación, es decir el espacio de cotización de la compra y la venta de la moneda donde se deja oscilar libremente al dólar sin que el Banco Central opere para incidir. Esa medida se adoptó con el criterio de mantener la situación que existía antes del desbarranque de Argentina, no para mejorar con relación a la situación previa sino para empatarla y mantener la posibilidad de seguir ingresando al mercado argentino en forma competitiva con la propia producción argentina, que en muchos rubros es idéntica a la nuestra. Eso fue lo que se hizo en el plano cambiario. La demora en concretar la operación le costó al Banco Central más de U$S 150 millones.

Lo otro son anuncios. Anuncios de que se va a enviar un proyecto de ley por la cual se va a establecer un impuesto a las llamadas telefónicas internacionales (que hay que sancionar, porque los impuestos se establecen por ley, no los puede decretar el Poder Ejecutivo) y de que se va a aumentar la tasa de impuesto a los sueldos de los funcionarios que tienen ingresos elevados, por encima de los 25 Salarios Mínimos Nacionales (SMN). Los funcionarios públicos ya han operado varios aumentos de los impuestos: se paga una escala que va aumentando a medida que aumenta la franja en la cual se ubica el sueldo.

JV - La medida anunciada abarcaría a públicos y privados.

RG - El gobierno planteó que entendía que debía ser para públicos y privados: yo escuché al presidente de la República, y así se lo informó también al presidente del Encuentro Progresista y del Frente Amplio. Nosotros habíamos hecho un análisis de este tema cuando hace un par de meses el senador Larrañaga propuso, a partir de una exposición que hizo en el Senado, implementar un aumento del impuesto a los sueldos elevados de la administración pública.

JV - El Frente Amplio no está en desacuerdo con eso.

RG - No, pero queremos que se aplique también en la actividad privada, es decir que no sólo los funcionarios públicos sean cotizantes de este Impuesto a las Rentas Personales, sino que también lo sean los de la actividad privada, puesto que es un impuesto a la renta. Se le llama "impuesto a los sueldos" porque se aplica al ingreso derivado de los sueldos, pero no es otra cosa que un impuesto a los ingresos, es decir a las rentas de las personas que se desempeñan en la función pública. Si es así tiene que aplicarse también al sector privado, no sólo a los ingresos provenientes de los sueldos sino también a los provenientes de las rentas. Usted tiene un sueldo derivado de un salario de una relación de dependencia, pero también puede tener un ingreso proveniente de un contrato: si es un gran cantor, por ejemplo, y tiene un ingreso muy elevado, gana U$S 50.000 U$S 5.000 o U$S 500 por actuación, debe pagar, porque usted usa los servicios públicos como los demás, la seguridad pública funciona para usted, la educación también, etcétera.

JV - Se replantea la recordada polémica de la época del balotaje.

RG - Sí, aunque creo que ahora la polémica está saldada. No sé si los oyentes recuerdan -es menester recordárselo- que el hoy y también entonces senador (suplente) Atchugarry hacía cálculos y decía: "A usted, que es jubilado, le va a tocar tanto, le van a aplicar tanto; a usted que es empleado de tal lado le va a tocar tanto". Habría que salir con la reglita y preguntarle por qué ahora lo están proyectando, por qué lo proponen, que si era tan malo lo que decíamos.

Resulta que también era horrible -pasando a otro tema-, a mediados del año pasado, cuando propusimos el Plan de Emergencia y contingencia social, para la economía nacional, que se gastara U$S 150 millones en apuntalar el ingreso de los sectores más carenciados, extender el beneficio del Seguro de Desempleo y hacer llegar la asignación familiar a los 120 mil niños que no reciben este ingreso (porque sus padres han perdido su trabajo en el plano formal, y por lo tanto no tienen derecho a cobrar este beneficio, que es fundamental en los hogares pobres), y para reactivar la economía inyectando recursos para que la producción nacional pudiera reactivarse y generar empleo.

Nos dijeron que era un disparate. Resulta que era un disparate usar, como proponíamos nosotros, un 5% de las reservas para reactivar la economía nacional y poner en funcionamiento estos servicios sociales imprescindibles, y ahora en tres días de la semana pasada el Banco Central gastó U$S 150 millones de las reservas, es decir exactamente el 5%, para apuntalar al dólar dentro de la banda de flotación. Creo que el dislate es total, realmente se está haciendo cosas asombrosas en el manejo de la economía y de la política monetaria. Tenemos la mayor libertad para que vengan los capitales extranjeros, tenemos una ley de inversiones que los favorece en forma brutal, pero somos el país de América Latina con menor tasa de inversión: estamos detrás de Haití en este aspecto. Es una cosa insólita: algo pasa aquí que sólo hay ingreso de dinero para el mercado financiero y la especulación, pero no para la producción.

JV - Los propósitos del gobierno, que han sido anunciados en líneas generales o a los que se ha conocido a través de trascendidos, tienen el objetivo de abatir el déficit fiscal. En las medidas anunciadas hasta el momento no hay anuncios vinculados con la reactivación del aparato productivo.

RG - El presidente de la República no ha mencionado en ocasión alguna el tema de la reactivación del aparato productivo, del agro, de la industria, del comercio, del turismo, de todos aquellos servicios que el país puede prestar. Dice solamente que sus objetivos son mantener la inflación en un dígito -la misma estrategia del ex presidente Lacalle, del ex presidente Sanguinetti y la que ha aplicado en estos dos años que lleva en el gobierno-, que la política cambiaria sirve para eso, para que las reservas se usen a efectos de mantener una banda de flotación que permita que el dólar no se dispare y que mantengamos el grado de inversión. Yo me imagino a los paisanos nuestros cuando el presidente de la República les dice: "Tenemos que mantener el investment grade"; deben preguntarse qué cosa tan importante será esa; no entenderán un corno.

Pienso que, cuando dice esto, el objetivo del presidente es mantener bajo el déficit fiscal, es poder colocar deuda en el exterior, porque hasta ahora los U$S 800 millones anuales de déficit se pagan con endeudamiento, es decir vendiendo bonos del tesoro y letras de tesorería que pagan un interés de 6%-7% anual. Si no tenemos el certificado, la bendición de las compañías auditoras extranjeras, ese interés puede dispararse al 10%, entonces el país no tendría recursos con los cuales pagar los intereses de los bonos y las deudas.

Esa es toda la estrategia: no hay otra propuesta del presidente; no tiene otro recurso. Y además tiene una imaginación en materia impositiva... Realmente asombra la creatividad que tienen: aumentar el impuesto a los sueldos y crear un impuesto a las llamadas telefónicas internacionales. Hace 20, 25 días el presidente de Antel, que es un hombre muy interesado en desarrollar la empresa y que estoy seguro de que en el fondo de su alma no está de manera alguna queriendo vender o desarmar esa empresa formidable, que da U$S 270 millones de ganancia, daba la gran noticia para los usuarios "Vamos a bajar las llamadas internacionales". A los 15 días le zampan que van meterles un impuesto, con lo cual se vuelve a la situación anterior. Me gustaría que alguien interrogara a Bracco sobre la impresión que le ha causado esta decisión del gobierno.

Aquí paran todas las iniciativas del gobierno. ¡No hay nada, absolutamente nada!

En cambio, nosotros estamos trabajando en la línea de actualizar el Plan de Emergencia que presentamos en julio del año pasado. La situación ahora es más grave, seguramente algunas de las medidas que proponíamos deberán ser reestudiadas para adecuarlas a la situación presente.

No estoy enterado exactamente de lo que pasa, pero se está dando algunos fenómenos, no sólo en estas locuras como la del precio de la carne, que los frigoríficos aumentaron rápidamente cuando cambió la cotización del dólar y hoy lo están bajando otra vez porque bajó la cotización... He pasado por el Banco de Previsión Social y he visto unas colas de tres, cuatro cuadras de gente que seguramente está allí a los efectos de anotarse para cobrar la asignación familiar o de anotarse en el Seguro de Desempleo. La situación no ha mejorado en relación al invierno: el verano ha venido bastante malo; como era de esperar el turismo ha bajado en función de la situación argentina... Entonces, algunas cosas que antes mejoraban en el verano no han mejorado esta vez.

JV - Partiendo de la base de que la coalición de gobierno, no tendría disposición de efectuar sustanciales en el actual modelo económico, ¿qué tipo de medidas puede plantear el Frente Amplio dentro de este esquema para lograr receptividad?

RG - Algunas cosas se pueden hacer sin cambiar todos los parámetros del modelo económico vigente (que yo creo que hay que cambiarlo). Es evidente que no va a haber reactivación de la industria sólo con modificar el tipo de cambio: se le puede dar un poco más de competitividad, pero yo escuché al señor (Elbio) Bagnulo explicar cómo hace ocho años tenía 400 trabajadores en su empresa y ahora está mandando los últimos 30 al seguro de paro, explicando que entran 8 millones de pares de zapatos por año a este país de 3,5 millones de habitantes, que así no hay posibilidad de trabajar ni de producir en Uruguay. Hay medidas para controlar las políticas de importación, medidas de tipo arancelario que no rompan con las normas de la Organización Mundial del Comercio, que protejan a la industria nacional y sobre todo que actúen en forma compensada, es decir a aquellos que nos permitan ingresar nuestros productos a sus mercados les permitimos que ingresen al nuestro en las mismas condiciones que nos permitan a nosotros y, si no, les aplicamos las tasas que ellos apliquen a nuestros productos. Me parece una medida de autodefensa elemental de la industria nacional, es lo que están implementando ahora en Argentina después de 10 años de apertura indiscriminada de la economía y de locura importadora: cuando los argentinos salían al exterior, decían "Deme dos", traían todo del exterior y después lo conseguían en el país en las mismas condiciones.

En la política de empleo, en las políticas tributarias también hay que cambiar y mejorar. Actualmente hay una absoluta incompetencia de la Dirección General Impositiva para hacer cumplir con las obligaciones tributarias a buena parte de la gente que tiene que contribuir. En el plano social se pueden implementar políticas que aliviarían la situación de la gente que está pasando más necesidades y permitirían inyectar al mercado algo de movimiento, como esta política en relación al seguro de paro, a los ingresos de las jefas de hogar y a asignaciones familiares, dinero que el Estado vuelca para que revierta inmediatamente el mercado en forma de consumo incentivado de estos sectores que tienen muy bajo nivel de consumo.

Por esa vía de reactivación económica hay otras cosas que se puede mejorar. Por otra parte están las medidas en el plano del gasto público, que hay que adoptar inevitablemente. Por ejemplo, los contratos de arrendamiento de obras y servicios deben desaparecer; en eso se gasta U$S 33 millones anuales para colocar a parientes y amigos, hijos y entenados. Es plata que no se debe gastar más de la manera que se gasta sino que se le debe dar otro destino: inyectarla en el agro o en la industria para aliviar las cargas de esos sectores y permitirles insertarse en la vida productiva nacional.

No son cosas que vayan a resolver sustancialmente los problemas que actualmente tiene el país, pero que pueden permitir sortear la situación de emergencia. Por eso se plantean como un Plan de Emergencia.

JV - ¿Cree que en esta oportunidad pueda haber mayor receptividad para encarar los temas que menciona, que podría plantear el Frente Amplio en los próximos días al equipo económico?

RG - Una primera cosa buena es que el presidente de la República ha informado los pasos que está dando a todos los sectores, es decir que mantenga un nivel de contactos fluido.

En el planteo de las iniciativas realmente no hay un paso de acercamiento. Nos proponen que hagamos llegar lo que pensamos, pero les hemos hecho llegar tres o cuatro iniciativas desde julio de 1999 hasta ahora, estudiadas, trabajadas en forma muy rigurosa, con planes de financiamiento y demás. La respuesta ha sido la callada. Fíjese que la Cámara de Industrias, la Cámara de la Construcción, la Federación Rural, la Comisión Nacional de Fomento Rural, el PIT-CNT, nos dijeron que estaban dispuestos a estudiar las medidas de julio del año pasado, pero el gobierno las metió en un cajón del escritorio y ahí las dejó, no dijo absolutamente nada, salvo salir a cobrar cosas.

El otro día escuchaba con asombro al presidente de la República, recogiendo el planteo del doctor Sanguinetti en cuanto a echarle cuentas al Frente Amplio porque en el inicio del gobierno de De la Rúa habló de que era una nueva alternativa para el país... Nosotros somos amigos del Frepaso, y en la Alianza había gente que desde hace muchos años tiene las mismas ideas que nosotros respecto a este modelo económico que está periclitado ahora, y abrimos una cuota de esperanza que se frustró. Nos pasan cuentas de que esto va a pasar en Uruguay si llega a gobernar el Frente Amplio. Lo que está explotando en Argentina es el mismo modelo que se está aplicando aquí desde hace 25 años, aunque con gradualismo. Allá le dieron patadas con filo y fósforo, como dicen los muchachos, con Cavallo para adelante. Nos dicen que nosotros éramos partidarios de las políticas de medidas arancelarias que aplicó Cavallo para que no entraran más productos competitivos a Argentina. ¡Vaya!, nosotros planteamos eso antes de que a Cavallo le pasara por la imaginación que tendría que hacerlo. El presidente salió a cobrarnos cuentas, diciendo "Esto es el populismo, a esto lleva el populismo", cuando ellos han aplaudido a Menem. Tengo experiencias muy concretas de las bondades que el presidente actual de la República -igual que el presidente Sanguinetti- le encontraba al gobierno menemista y al de De la Rúa; ni qué hablar del presidente Lacalle cuando Menem estaba en el poder: estaban prácticamente identificadas las corrientes de opinión privatizadoras.

El modelo está jugado. Si quieren que ayudemos vamos a ayudar, pero para ello tienen que acercarse algo a nuestras posiciones, no vamos a votar alegremente medidas que sabemos claramente van a ser perjudiciales para la gente y para el país.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón

 






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