Préstamo del BID "inaccesible para las mutualistas"

Natalio Blankleider (Plenario de Instituciones de Asistencia Médica Colectiva): "No podemos fundir al sistema y que la gente sea atendida en función de su poder económico. El ministro de Salud Pública comparte que la cuota debió haberse ajustado, pero depende del ministro de Economía"

EN PERSPECTIVA
Lunes 14.01.02, 08.40.

JULIO VILLEGAS:
Las exigencias para el préstamo del BID destinado a la reestructura del sistema mutual se ha mezclado con lo que está pasando en Argentina, que ha derivado aquí en las modificaciones en la pauta devaluatoria.

Estamos en contacto con el presidente del Plenario de Instituciones de Asistencia Médica Colectiva, doctor Natalio Blankleider.

¿Cómo ve este escenario que agrega lo del dólar a lo anterior, que ya se venía arrastrando desde hace algunos meses?

NATALIO BLANKLEIDER:
Para nosotros es un momento de mucha incertidumbre. Ya veníamos arrastrando la preocupación por un proceso de reestructura del sector que tenía una serie de dificultades. Algunas instituciones habían logrado establecer proyectos de reestructura aceptables para el Ministerio de Salud Pública, mientras que otras no lo habían logrado; nos habíamos comprometido a aceptar un préstamo del BID de unos U$S 70 millones con una tasa relativamente alta en dólares, que nos va a costar entre un 10% y un 12%. Esta situación de incertidumbre a partir de la devaluación argentina y el adelanto al doble de la tasa de devaluación aquí en Uruguay para nosotros es un golpe que nuevamente nos coloca ante la disyuntiva de aceptar ese apoyo internacional en dólares, que puede ser una carga para instituciones que cobran cuotas en pesos atrasados, o si debemos quedarnos donde estamos y buscar otras fórmulas que permitan salvar a las instituciones, que no tienen fines de lucro -me parece importante destacarlo- y dan trabajo a muchos miles de personas.

JV - Con respecto al préstamos del BID, la Asociación Española había anunciado que no se incorporaba a la solicitud de préstamos y últimamente otras instituciones se han sumado a esa resolución. ¿Son muchas las instituciones en actitud de incorporarse ese préstamo del BID?

NB - En Montevideo, donde tenemos 970 mil afiliados al sector, la Asociación Española y la Médica Uruguaya habían dicho que no iban a tomar el crédito. Eso significa 300 mil afiliados, aproximadamente. Por otra parte, hay instituciones que tenían interés en tomar el crédito pero que en este momento tienen serias dudas. No sé cuántas lo tomarán, a menos que cambien las condiciones.

JV - ¿Se ha manejado la posibilidad de que cambien las condiciones a raíz del nuevo escenario?

NB - Sí, pero muy genéricamente. Estuvimos reunidos con el ministro de Salud Pública a fines de la semana pasada. El doctor Fraschini comprende nuestra situación, manifestó el más absoluto respaldo al sector y su convicción de que éste va a seguir siendo el esqueleto sobre el cual se asiente la asistencia médica en el país, pero todos conocemos las dificultades de ampliar el número de afiliados, como se había planteado. Ganar afiliados significa hoy incorporar gente del sector público, pero este sector no puede pagar cuotas mutuales. Es más: en este momento la tendencia es a la caída de las afiliaciones. En los últimos tres años hemos perdido cerca de 100 mil afiliados en todo el país, lo que quiere decir que las mutualistas y el Fondo Nacional de Recursos cobran cerca de 100 mil cuotas menos.

La situación no va a ser fácil, pero esperamos que el equipo económico comprenda la grave dificultad económica y financiera por la que pasan las instituciones y nos apoye en algunos sentidos. En primer lugar, el sector salud debe dejar de tributar los impuestos que está pagando y que ni siquiera se puede pensar la posibilidad de afectarlo con otro impuesto, como se estuvo planteando con el IVA. Se debe aumentar la cuota de las instituciones, comprendiendo que debió haber aumentado el 1º de enero, lo que no ocurrió.

JV - ¿Qué decía la paramétrica con respecto a enero?

NB - Nuestra paramétrica tiene varios componentes. Uno de ellos, de cerca del 20%, es en dólares, por lo que sólo por efecto de la devaluación la cuota debe haber aumentado unos cuantos puntos, más un 3,5% aproximadamente que correspondía al semestre anterior. Debe contemplarse el aumento de la tasa de devaluación por esa cuota parte dólar que significan nuestros insumos: los equipamientos de alta tecnología, todos los equipos que se importa y algunos medicamentos que se trae del exterior que también van a cambiar sus precios, aunque muchos de los que se fabrican en plaza puedan mantenerse en el mismo nivel.

JV - Si se contemplara todas las aspiraciones que plantea el sector, ¿qué cálculo haría usted, a ojo de buen cubero, en cuanto a los puntos que necesitaría subir la cuota en estos momentos para atender la situación?

NB - Es difícil hacer una estimación exacta, pero dependiendo de qué parámetros se tome, la cuota tiene que aumentar entre un 5% y un 10%, es decir entre $ 35 y $ 70.

JV - ¿Qué les dijo el ministro? ¿Hay posibilidades de que se acceda, al menos parcialmente, a esa solicitud de aumento, que es un resorte del Poder Ejecutivo?

NB - El ministro no tiene injerencia sobre el precio de la cuota.

JV - Pero conoce el tema.

NB - Lo conoce, y comprende que la cuota se tiene que mover. Acepta que debería haberse movido ya en enero, como correspondía de acuerdo a lo pautado por el propio Poder Ejecutivo.

JV - El hombre es Bensión.

NB - Sí. El ya tiene muchos problemas, que nosotros entendemos; si bien no le gusta fijar las cuotas del sector -preferiría que éstas se fijaran libremente-, admite que hay que administrarlo. En algún momento va a tener que tomar una decisión política. Los asesores de Bensión que hemos consultado nos han dicho que los números están hechos: falta la decisión política, quizás por la propia incertidumbre que genera la situación en el mercado cambiario por el tema de Argentina, pero en la medida en que esto se estabilice se podrá hacer números más ciertos. Será Bensión quien decida nuestra cuota y el rumbo de la economía.

JV - De acuerdo a su experiencia, ¿usted entiende que esos aumentos de cuota podrían darse de forma gradual, progresiva, teniendo en cuenta que todavía no está clara la situación en el área cambiaria, del dólar, ni aquí ni en Argentina?

NB - Por supuesto. Nosotros somos muy razonables. Nuestra intención -aunque a veces parezca lo contrario- no es estar en contra del equipo económico ni del gobierno; todo lo contrario. Pero tenemos la responsabilidad de bregar por el mantenimiento de un sistema solidario, de un sistema realmente preocupado por la gente, en un país y un mundo muy preocupados por el capital. Por esa razón a veces aparecemos como opuestos, cuando en realidad no lo somos.

Admitiríamos que las modificaciones de la cuota fueran progresivas, siempre y cuando sean realistas. Lo que no podemos hacer es fundir el sistema para que aparezcan sustitutos que permitan que la gente sea atendida en función de su poderío económico. Eso va contra la voluntad de los uruguayos, que han mostrado absoluta convicción en cuanto a defender este tipo de sistema solidario.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón