Ministro de Industria: "Defender nuestra producción
con sentido nacional"
El ministro
Sergio Abreu adelantó que planteará políticas
para la defensa de la producción nacional en función
de la crisis argentina. "Es un esfuerzo de carácter
institucional y partidario que tenemos que ir conversando con los
socios de la coalición. Somos partidarios de la prefinanciación
de exportaciones, de modificar el régimen de devolución
de impuestos, de una actitud que quizás tenga sesgos no compartibles
por el Ministerio de Economía".
EN PERSPECTIVA
Lunes 14.01.02, 09.05.
JULIO VILLEGAS:
Muchos se habrán sorprendido hoy cuando se enteraron de la
idea de vender la torre de Antel, noticia que aparece muy destacada
en la portada del diario El País. La idea fue planteada por
el ministro de Industria y Energía, doctor Sergio Abreu,
incorporándola a las propuestas para achicar los gastos y
lograr recursos mediante la venta de activos que no producen beneficios
al Estado.
Estamos en contacto
con el ministro Abreu. Esto parece ser algo novedoso, y a ello se
agrega la propuesta de desprenderse también del gasómetro.
¿En qué consiste el plan que está elaborando?
SERGIO ABREU:
Está dentro del planteo que está realizando el Partido
Nacional en cuanto al abatimiento del gasto público o de
determinadas medidas concretas, que van desde las pequeñas
hasta las un poco más grandes, y que son parte de una actitud,
de una forma de encarar el racionamiento del sector público,
sus gastos y su transparencia respecto a la visión que tiene
la ciudadanía. En ese sentido tenemos la inquietud, en el
ámbito del Ministerio de Industria, de disponer del gasómetro
de la Compañía del Gas y de otros bienes que, con
otros muchísimos que tiene el Estado, podemos estar emitiendo
señales concretas de una cierta sensibilidad frente a la
situación de dificultad fiscal que vive el país.
Lo de la torre
de Antel es un elemento adicional que bien podría acompañar
este esfuerzo en la medida en que si bien podría producir
ingresos significativos también sería una señal
y una actitud que los ciudadanos tendríamos que ir percibiendo:
que el Estado comienza a ajustarse a sí mismo antes de pedir
al resto de la actividad económica del país mayores
esfuerzos a nivel tributario o de contribuciones a las arcas públicas,
básicamente a nivel tarifas.
JV - La torre
de Antel y el Palacio de Justicia serían algunos de esos
elementos símbolo.
SA - Así
es. También es cierto que no estamos hablando de una solución
al tema del déficit fiscal, porque estas cifras no son las
más representativas (el gasto del Estado se compone particular
y fundamentalmente de la seguridad social, de la inversión
pública, de los salarios públicos y de los gastos
de funcionamiento), pero son contribuciones que hacen a una sensibilidad
frente a los temas que plantea la ciudadanía hoy, que se
acentúan por la gravedad de los problemas regionales, en
particular de Argentina. De manera que esto es parte de una estrategia
que va mostrando sensibilidad y, sobre todo, actitudes, ya sea en
el ámbito de la torre de Antel, del Palacio de Justicia,
como también en la locomoción oficial, los celulares,
los contratos de obra, todo aquello que de alguna forma reencuentra
el hilo conductor de la sintonía con las inquietudes de los
ciudadanos, que somos todos y que queremos que el Estado haga un
esfuerzo en toda su dimensión, desde las cosas pequeñas
hasta las más grandes.
JV - Esto formaría
parte de las medidas que no necesitan trámite parlamentario
-que a veces extiende bastante la resolución de los temas-,
sino que podrían ser dilucidadas a través de decretos
del Poder Ejecutivo. ¿Eso es lo que pretende el Partido Nacional?
SA - Sí.
Aquí hay aspectos legislativos, aspectos del Poder Ejecutivo
a través de decretos, y decisiones que se toman a nivel de
empresas públicas, dentro de sus respectivas áreas
de influencia. En el caso de Antel, se trata de un servicio descentralizado,
de manera que la solución debe ser tomada dentro de la relación
y vínculo funcional que tiene con el Ministerio de Defensa
Nacional, que es el que lo comunica con el Poder Ejecutivo.
Pero todas estas
cosas también deben ser analizadas políticamente a
nivel de la coalición e incluso dentro de las prioridades
que se va definiendo, que no se agotan en el tema del gasto público.
Mañana vamos a reunirnos con el secretario de la Presidencia
y los senadores Atchugarry y Heber -y seguramente también
con el senador Gallinal- a efectos de hacer un planteo respecto
a las políticas comerciales, de lo que tenemos que ir enfocando
como parte de la estrategia del país en función de
la crisis argentina, de la defensa de la producción nacional
dentro del ámbito de la competencia leal y no de proteccionismo;
todo esto es un esfuerzo de carácter institucional y partidario
que tenemos que ir conversando con los socios de la coalición,
teniendo en cuenta que existen prioridades y distintas líneas
de acción.
***
JV - Ahora,
en su carácter de ministro de Industria, la situación
argentina, las modificaciones cambiarias, han significado un doble
perjuicio para muchas empresas uruguayas que comercializaban con
el vecino país: por un lado la restricción en las
compras y por otro la competencia que Argentina plantea a nuestros
productos en nuestro mercado.
SA - A esos
dos elementos agréguele una tercera dimensión: la
competencia en terceros mercados de los productos argentinos que
compiten con los uruguayos. Tenemos el mercado nacional, al que
pueden ingresar productos argentinos que son competitivos porque
nuestra estructura productiva es muy parecida a la argentina en
todo lo que es su diversificación; por otro lado la dificultad
de los productos uruguayos de ingresar a Argentina como mercado
tradicional que representa el 20% de nuestras exportaciones, y la
competitividad de los productos uruguayos que disminuye frente a
la de los productos argentinos en terceros mercados.
Hay que analizar
sus repercusiones, no sólo por los problemas cambiarios o
los tipos de cambio, que a veces son más efectivos que cualquier
medida de carácter arancelario, sino también por las
medidas comerciales, es decir en aquellos incentivos e instrumentos
que ha venido utilizando la República Argentina y que nosotros
tenemos que ir mirando con mucha precisión para defender
la producción nacional. La producción nacional no
se defiende con voluntarismo ni simplemente por una expresión
de deseo, sino con una cierta profesionalidad y con la utilización
de todos los instrumentos. El laudo favorable que acabamos de tener
con Brasil respecto a los neumáticos recauchutados y el que
anteriormente tuvimos con Argentina son parte de una estrategia
que se tiene que ir complementando y haciéndose más
efectiva en la medida en que Uruguay está inserto en un vecindario
muy complicado. Si estamos en un vecindario complicado y Brasil
y Argentina representan el 40% de nuestras exportaciones, es necesario
ser mucho más cautelosos, más activos, más
creativos y sobre todo más firmes en la defensa del interés
nacional.
JV - El equipo
económico ha expresado su resistencia a aplicar determinados
beneficios para la exportación, como la prefinanciación
de las exportaciones. ¿Usted cree que a raíz del nuevo
escenario pueda variar esa tesitura?
SA - Hay que
ubicarse con la debida mesura y prudencia. Ser ministro de Industria
nos crea la necesidad de estar siempre vinculados a una expresión
sectorial. Si bien eso es entendible, también debe ser parte
de un escenario en el que participan decisiones macroeconómicas
importantes.
Nosotros somos
partidarios del mantenimiento de la prefinanciación de exportaciones,
de una modificación del régimen de devolución
de impuestos, de una actitud puntual frente al sector productivo,
que quizás tenga sesgos específicos no compartibles
en su totalidad por el Ministerio de Economía. Pueden no
ser compartidos incluso por la propia visión de las arcas
del Estado en cuanto a que el objetivo es mantener el equilibrio
fiscal y no tener la dificultad que hoy se nos manifiesta de perder
el investment grade, que a veces parece un tanto esotérico
pero que es un punto de referencia para la comunidad internacional.
Desde nuestro punto de vista, tenemos que buscar los términos
de coincidencia sin renunciar al apoyo del sector productivo; las
políticas comerciales deben contemplar defensas en un mundo
cada día más competitivo y también más
proteccionista. Nos estamos enfrentando no a decisiones aperturistas
sino a decisiones de protección: las señales que nos
emiten desde Argentina, más allá del tema cambiario
y de la competitividad por el tipo de cambio, son de una protección
acentuada.
Sin ingresar
en el ámbito de la confrontación, tenemos que seguir
buscando una defensa del interés nacional, comprendiendo
la situación de nuestros socios pero defendiendo en primer
lugar, con sentido nacional, el trabajo nacional, la producción
nacional. Con firmeza, sin voluntarismo, con prudencia y sobre la
base de que hay un pragmatismo que se necesita y que vamos a encontrar.
Creo que vamos a encontrar soluciones en el ámbito del gobierno
porque el Partido Nacional lo ha planteado con mucha firmeza, con
mucha profesionalidad, sabiendo que las coincidencias no están
a flor de piel.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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