14.01.2002

 



Ministro de Industria: "Defender nuestra producción con sentido nacional"

El ministro Sergio Abreu adelantó que planteará políticas para la defensa de la producción nacional en función de la crisis argentina. "Es un esfuerzo de carácter institucional y partidario que tenemos que ir conversando con los socios de la coalición. Somos partidarios de la prefinanciación de exportaciones, de modificar el régimen de devolución de impuestos, de una actitud que quizás tenga sesgos no compartibles por el Ministerio de Economía".


EN PERSPECTIVA
Lunes 14.01.02, 09.05.


JULIO VILLEGAS:
Muchos se habrán sorprendido hoy cuando se enteraron de la idea de vender la torre de Antel, noticia que aparece muy destacada en la portada del diario El País. La idea fue planteada por el ministro de Industria y Energía, doctor Sergio Abreu, incorporándola a las propuestas para achicar los gastos y lograr recursos mediante la venta de activos que no producen beneficios al Estado.

Estamos en contacto con el ministro Abreu. Esto parece ser algo novedoso, y a ello se agrega la propuesta de desprenderse también del gasómetro. ¿En qué consiste el plan que está elaborando?

SERGIO ABREU:
Está dentro del planteo que está realizando el Partido Nacional en cuanto al abatimiento del gasto público o de determinadas medidas concretas, que van desde las pequeñas hasta las un poco más grandes, y que son parte de una actitud, de una forma de encarar el racionamiento del sector público, sus gastos y su transparencia respecto a la visión que tiene la ciudadanía. En ese sentido tenemos la inquietud, en el ámbito del Ministerio de Industria, de disponer del gasómetro de la Compañía del Gas y de otros bienes que, con otros muchísimos que tiene el Estado, podemos estar emitiendo señales concretas de una cierta sensibilidad frente a la situación de dificultad fiscal que vive el país.

Lo de la torre de Antel es un elemento adicional que bien podría acompañar este esfuerzo en la medida en que si bien podría producir ingresos significativos también sería una señal y una actitud que los ciudadanos tendríamos que ir percibiendo: que el Estado comienza a ajustarse a sí mismo antes de pedir al resto de la actividad económica del país mayores esfuerzos a nivel tributario o de contribuciones a las arcas públicas, básicamente a nivel tarifas.

JV - La torre de Antel y el Palacio de Justicia serían algunos de esos elementos símbolo.

SA - Así es. También es cierto que no estamos hablando de una solución al tema del déficit fiscal, porque estas cifras no son las más representativas (el gasto del Estado se compone particular y fundamentalmente de la seguridad social, de la inversión pública, de los salarios públicos y de los gastos de funcionamiento), pero son contribuciones que hacen a una sensibilidad frente a los temas que plantea la ciudadanía hoy, que se acentúan por la gravedad de los problemas regionales, en particular de Argentina. De manera que esto es parte de una estrategia que va mostrando sensibilidad y, sobre todo, actitudes, ya sea en el ámbito de la torre de Antel, del Palacio de Justicia, como también en la locomoción oficial, los celulares, los contratos de obra, todo aquello que de alguna forma reencuentra el hilo conductor de la sintonía con las inquietudes de los ciudadanos, que somos todos y que queremos que el Estado haga un esfuerzo en toda su dimensión, desde las cosas pequeñas hasta las más grandes.

JV - Esto formaría parte de las medidas que no necesitan trámite parlamentario -que a veces extiende bastante la resolución de los temas-, sino que podrían ser dilucidadas a través de decretos del Poder Ejecutivo. ¿Eso es lo que pretende el Partido Nacional?

SA - Sí. Aquí hay aspectos legislativos, aspectos del Poder Ejecutivo a través de decretos, y decisiones que se toman a nivel de empresas públicas, dentro de sus respectivas áreas de influencia. En el caso de Antel, se trata de un servicio descentralizado, de manera que la solución debe ser tomada dentro de la relación y vínculo funcional que tiene con el Ministerio de Defensa Nacional, que es el que lo comunica con el Poder Ejecutivo.

Pero todas estas cosas también deben ser analizadas políticamente a nivel de la coalición e incluso dentro de las prioridades que se va definiendo, que no se agotan en el tema del gasto público. Mañana vamos a reunirnos con el secretario de la Presidencia y los senadores Atchugarry y Heber -y seguramente también con el senador Gallinal- a efectos de hacer un planteo respecto a las políticas comerciales, de lo que tenemos que ir enfocando como parte de la estrategia del país en función de la crisis argentina, de la defensa de la producción nacional dentro del ámbito de la competencia leal y no de proteccionismo; todo esto es un esfuerzo de carácter institucional y partidario que tenemos que ir conversando con los socios de la coalición, teniendo en cuenta que existen prioridades y distintas líneas de acción.

***

JV - Ahora, en su carácter de ministro de Industria, la situación argentina, las modificaciones cambiarias, han significado un doble perjuicio para muchas empresas uruguayas que comercializaban con el vecino país: por un lado la restricción en las compras y por otro la competencia que Argentina plantea a nuestros productos en nuestro mercado.

SA - A esos dos elementos agréguele una tercera dimensión: la competencia en terceros mercados de los productos argentinos que compiten con los uruguayos. Tenemos el mercado nacional, al que pueden ingresar productos argentinos que son competitivos porque nuestra estructura productiva es muy parecida a la argentina en todo lo que es su diversificación; por otro lado la dificultad de los productos uruguayos de ingresar a Argentina como mercado tradicional que representa el 20% de nuestras exportaciones, y la competitividad de los productos uruguayos que disminuye frente a la de los productos argentinos en terceros mercados.

Hay que analizar sus repercusiones, no sólo por los problemas cambiarios o los tipos de cambio, que a veces son más efectivos que cualquier medida de carácter arancelario, sino también por las medidas comerciales, es decir en aquellos incentivos e instrumentos que ha venido utilizando la República Argentina y que nosotros tenemos que ir mirando con mucha precisión para defender la producción nacional. La producción nacional no se defiende con voluntarismo ni simplemente por una expresión de deseo, sino con una cierta profesionalidad y con la utilización de todos los instrumentos. El laudo favorable que acabamos de tener con Brasil respecto a los neumáticos recauchutados y el que anteriormente tuvimos con Argentina son parte de una estrategia que se tiene que ir complementando y haciéndose más efectiva en la medida en que Uruguay está inserto en un vecindario muy complicado. Si estamos en un vecindario complicado y Brasil y Argentina representan el 40% de nuestras exportaciones, es necesario ser mucho más cautelosos, más activos, más creativos y sobre todo más firmes en la defensa del interés nacional.

JV - El equipo económico ha expresado su resistencia a aplicar determinados beneficios para la exportación, como la prefinanciación de las exportaciones. ¿Usted cree que a raíz del nuevo escenario pueda variar esa tesitura?

SA - Hay que ubicarse con la debida mesura y prudencia. Ser ministro de Industria nos crea la necesidad de estar siempre vinculados a una expresión sectorial. Si bien eso es entendible, también debe ser parte de un escenario en el que participan decisiones macroeconómicas importantes.

Nosotros somos partidarios del mantenimiento de la prefinanciación de exportaciones, de una modificación del régimen de devolución de impuestos, de una actitud puntual frente al sector productivo, que quizás tenga sesgos específicos no compartibles en su totalidad por el Ministerio de Economía. Pueden no ser compartidos incluso por la propia visión de las arcas del Estado en cuanto a que el objetivo es mantener el equilibrio fiscal y no tener la dificultad que hoy se nos manifiesta de perder el investment grade, que a veces parece un tanto esotérico pero que es un punto de referencia para la comunidad internacional. Desde nuestro punto de vista, tenemos que buscar los términos de coincidencia sin renunciar al apoyo del sector productivo; las políticas comerciales deben contemplar defensas en un mundo cada día más competitivo y también más proteccionista. Nos estamos enfrentando no a decisiones aperturistas sino a decisiones de protección: las señales que nos emiten desde Argentina, más allá del tema cambiario y de la competitividad por el tipo de cambio, son de una protección acentuada.

Sin ingresar en el ámbito de la confrontación, tenemos que seguir buscando una defensa del interés nacional, comprendiendo la situación de nuestros socios pero defendiendo en primer lugar, con sentido nacional, el trabajo nacional, la producción nacional. Con firmeza, sin voluntarismo, con prudencia y sobre la base de que hay un pragmatismo que se necesita y que vamos a encontrar. Creo que vamos a encontrar soluciones en el ámbito del gobierno porque el Partido Nacional lo ha planteado con mucha firmeza, con mucha profesionalidad, sabiendo que las coincidencias no están a flor de piel.

------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón






En perspectiva
l Dinámica Rural l Deportes l Página principal

Para escuchar la radio en vivo necesita el Real Player
Optimizado para Internet Explorer a 800x600
Copyright Espectador.com All Rights Reserved