¿Existe una "lucha frontal contra el contrabando"?
Diputado
Julio Lara (Partido Nacional): "Hasta ahora nos quedamos en
buenas intenciones. El gran contrabando no está en los pueblos
fronterizos sino en los contenedores que ingresan en tránsito,
con destino a zonas francas, a los depósitos fiscales o de
los importadores. Muchas veces salen del país los papeles
pero la mercadería queda. Hay muchas cosas en la nebulosa,
como la desaparición de 1.200 expedientes de la Dirección
Nacional de Aduanas, que involucraban a gente muy importante. O
los funcionarios con bienes desproporcionados a sus sueldos, denunciados
sin que la Justicia actuara, y que resultan procesados tiempo después.
EN PERSPECTIVA
Jueves 17.01.02, 09.00.
JULIO VILLEGAS:
En una veintena de procedimientos vinculados con el combate al contrabando,
en estos primeros días de enero fueron procesadas 14 personas,
cuatro de ellas con prisión. Uno se pregunta si esto significa
que la campaña ha cobrado nueva fuerza en este tiempo, después
de haberse desdibujado un poco en los meses anteriores.
Vamos a consultar
al diputado Julio Lara, del Partido Nacional, quien ha hecho punta
con denuncias y planteos de distinta naturaleza, sin recibir el
resultado que esperaba.
¿Cómo
ve estas noticias vinculadas con la actitud del gobierno? Pareció
tomar gran impulso en ocasión del brote de aftosa en el departamento
de Artigas, y durante cierto tiempo a partir de allí determinó
un sinnúmero de procedimientos en los departamentos fronterizos;
pero después parecieron quedarse un poco, según denunciaron
incluso directivos de las cámaras empresariales.
JULIO LARA:
Efectivamente. Yo veo muy bien la iniciativa del propio presidente
de la República, acompañada en buena parte por el
ministro del Interior, Guillermo Stirling, a pesar de que no tendría
que ser así, sino por la Dirección Nacional de Aduanas.
Para mí ese es un tema bastante importante, pero lo que tendríamos
que ver son los resultados. Tendría que mostrarse públicamente
los resultados: a través del director nacional de Aduanas,
el presidente debería mostrar los procedimientos realizados
durante el año pasado y el total de lo incautado, para ver
si realmente es efectivamente una "lucha frontal contra el
contrabando".
En lo personal,
considero que hasta ahora nos quedamos en buenas intenciones. Porque
el gran contrabando no está en las zonas fronterizas sino
que pasa por el puerto de Montevideo. Nosotros tenemos la documentación
oficial de los contenedores que ingresan diariamente, que van en
aumento (ya estamos pasando los 500). El 90% de la mercadería
que ingresa está en tránsito, lo que significa que
no tiene prácticamente control, aparte de no pagar impuestos,
y va con destino a zonas francas, a los depósitos fiscales
o de los importadores, de los cuales funcionan 220 en todo el país.
Muchas veces
-hace años que lo venimos diciendo- lo que sale del país
son los papeles pero la mercadería queda. Estamos hablando
de entre U$S 40 y U$S 50 millones por día que ingresan al
puerto de Montevideo.
Por estos aspectos
creo que hay un tema mucho más de fondo: qué se quiere
hacer con la Dirección Nacional de Aduanas. En lo personal
creo que tendría que jerarquizarse a la Aduana, que ésta
tendría que ser un servicio descentralizado que funcionara
con un directorio de tres miembros, como lo es hoy el Correo.
Si analizamos
los últimos años vemos que a la Aduana no se le han
dado recursos de tipo alguno, que tiene un vehículo por departamento,
lo cual le hace imposible cumplir procedimientos importantes; que
tiene una ley aduanera 13.318 del año 1964, que indica, entre
otras cosas, que el aduanero que realiza el procedimiento cobra
el porcentaje que le toca a los cinco o seis años, lo cual
desmotiva a hacer un procedimiento. En los últimos tiempos,
sobre todo el último año, prácticamente no
se habla de la Aduana sino de lo que ha hecho el Ministerio del
Interior. El fin del Ministerio del Interior es otro.
Queremos agregar
que quedan muchas cosas en la nebulosa, como por ejemplo lo ocurrido
en el período pasado, cuando desaparecieron de la Dirección
Nacional de Aduanas 1.200 expedientes, que no son poca cosa porque
los mismos involucraban a gente muy importante, dicho por el propio
director nacional de Aduanas de ese momento, el ingeniero Ilarietti
(tenemos la documentación). No apareció nada, ni pasó
nada.
Ahora los hechos
se repiten, como por ejemplo el presunto atentado contra la Dirección
Nacional de Investigaciones. Muy rápidamente se dijo que
era obra de la mafia del contrabando. ¿Cómo sabían
que era esa mafia si no apareció nadie ni se sabe quién
hizo el atentado?
Lo mismo pasó
con el atentado contra el juez de Rivera, Miguel Basil. Mientras
éste dice que la Policía demoró 30 minutos
en llegar, la Policía dice que demoró cinco minutos,
puso a disposición los teléfonos con sus captores,
y no se aclaró nada.
Ni qué
hablar del posible atentado a la familia Silveira en el departamento
de Cerro Largo, cuando a raíz del mismo el propio presidente
de la República desde Estados Unidos toma una medida muy
importante, destituyendo al jefe de Policía. Aparentemente
los hechos no son ahora como fueron planteados en primera instancia.
Por tanto, y
con papeles, nosotros podemos demostrar que el gran contrabando
no está en los departamentos fronterizos. El presidente de
la República dijo públicamente que se manejan en nuestro
país U$S 2.000 millones de contrabando. Si dividimos esa
cifra entre 365 nos da U$S 5,5 millones por día. Tengo aquí
documentos firmados por el propio director nacional de Aduanas,
Jorge Sienra: en el momento de supuesto esplendor de esta "lucha
frontal contra el contrabando", de los procedimientos realizados
en todo el país, en el caso concreto de Rio Branco (donde
fueron derribados tres puentes de madera: fue el Ejército
y se montó una operación muy importante) en noviembre
realizaron en total 86 procedimientos y se incautaron U$S 16.000,
y en octubre realizaron en total 85 procedimientos y se incautaron
U$S 16.000.
JV - ¿Qué
surge de estas cifras? ¿Que lo incautado el año pasado
es incluso menos que en años anteriores?
JL - Sí,
sin duda; y aparte de eso hay otro problema. Esto ha demostrado
que el gran contrabando no está en los departamentos fronterizos.
En reiteradas oportunidades se ha dicho que no se ataca al que va
a buscar "la diaria", como dicen los vecinos de Cerro
Largo y Rivera; sin embargo hay declaraciones de cero quilo. Se
aplica el cero quilo, pero no al cero tonelada.
Todo lo que
ha pasado en la zona franca de Rivera desde hace muchísimos
años es por la mercadería que sale del puerto de Montevideo,
que se deriva a la zona franca. La venta directa o salida de mercadería
de los depósitos fiscales y las zonas francas a los free-shops
está prohibida; nosotros lo denunciamos en 1996, sin embargo
se "descubre" ahora.
¿Cuánto
perdió el Estado de recaudar? Según los documentos
oficiales manejados por los asesores de la Cámara de Comercio,
por IVA e Imesi el Estado pierde de recaudar U$S 375 millones al
año, es decir más U$S 1 millón por día,
por el tema del contrabando.
JV - ¿Hacia
adónde apunta cuando se refiere a esta aparente inercia en
el combate al contrabando, en el empantanamiento de las acciones?
¿Al gobierno, a dirigentes políticos, al Parlamento,
a la Justicia?
JL - Si pasa
por el Parlamento cada vez serán menos las operaciones que
se pueda realizar. Lo digo muy fríamente: el Parlamento mira
de reojo el tema del contrabando. En 1998 logramos la integración
de una comisión investigadora para tratar el tema: se integró
pero nunca funcionó.
JV - ¿Por
responsabilidad de quién?
JL - Por responsabilidad
del presidente de la Cámara, que en ese momento era el diputado
Washington Abdala. Nunca convocó a la comisión. En
el Parlamento el tema del contrabando nunca ha sido discutido, tampoco
he escuchado respaldo oficial del Partido Nacional en los siete
años que llevo haciendo denuncias.
JV - ¿Y
de los otros partidos?
JL - De los
otros partidos tampoco. Usted me podrá preguntar por qué,
y no lo sé. También era arriesgado decir que un señor
que era el subreceptor de la aduana de Colonia tenía las
10 propiedades, y que a su vez tenía caballos de carrera,
carnicería, estancia, etcétera, y yo lo denuncié
penalmente. Lo sabía todo Colonia y no lo denunciaron. Sin
embargo tuve que denunciarlo penalmente y fue procesado con prisión,
con tres funcionarios más.
Y ni hablar
del tema de Rivera. ¿No sabían los políticos,
el Poder Judicial, el Ministerio del Interior, la Dirección
de Información e Inteligencia, quién era Adolfo Gil
Riveiro? ¿No sabían que con $ 4.000 era totalmente
imposible tener la mansión que tenía a una cuadra
y media de Sarandí, tener tres autos a su nombre, un free-shop,
campo, etcétera? La operativa que se realizaba en la zona
franca...
¿Qué
se hizo con todo esto? No se hizo nada. Tampoco lo hizo el fiscal
en ese momento. Tengo aquí el expediente; nosotros no contestamos
al exhorto que nos mandó por la simple razón de que,
antes de investigar, el fiscal Miguel Costa dice: "No surge
con suficiente claridad la resolución de haberse enviado
el expediente a Rivera; pero resultando de extrema gravedad los
hechos que se denuncian, ser propietario de casas o autos, lo que
no es delito, etcétera". ¡Nosotros no solamente
indicábamos las propiedades que tenía y todo lo demás:
era la operativa que realizaba, que quedaba muy claramente demostrada
en el expediente! Ahora todas estas personas han sido procesadas
y otras están prófugas.
Si en nuestro
país no existe la posibilidad de investigar el enriquecimiento
ilícito... es complicado. Yo tengo documentadas casas de
aduaneros que son realmente mansiones. A esta persona le habían
dado un cargo importante como encargado del depósito del
aeropuerto de Carrasco. Ante su insistencia en venir a hablar conmigo
porque yo había denunciado que tenía un procesamiento,
empezamos a investigar y resulta que esta casa de tres plantas,
en el Prado, con tres vehículos y una serie de cosas más,
estaban registradas a su nombre. ¿Puede hacerlo un funcionario
que gana $ 4.000 o $ 5.000? No. Es muy fácil saberlo, porque
se va a la foja de servicio de los funcionarios, se ve la cantidad
de procedimientos realizados y el porcentaje que le correspondería
por los mismos.
JV - Las jerarquías
de la Aduana están en su punto de mira también. Han
variado: la Dirección de Aduanas ha cambiado de titular varias
veces en los últimos años.
JL - Sí,
pero tengo por ejemplo aquí este documento de la Dirección
Nacional de Aduanas del 26 de abril de 1996, de la Oficina de Sumarios.
Fueron a mi despacho a recabar información de las denuncias
que habíamos realizado. Es decir que tenían información
sobre todo lo que pasaba, sobre la situación en Colonia,
Carrasco y Rivera. Sin embargo no hicieron absolutamente nada. Después
de seis años y pico de denuncias, el único aliado
que tuve fue la prensa.
En cuanto al
primer caso, el de Colonia, las dos personas a las que habíamos
denunciado, Adolfo Gil -hoy prófugo- y Washington Toja, que
era el director de Aduana del interior, inmediatamente pasan en
comisión a los despachos de dos legisladores. ¿Qué
tenía que ver la situación de un funcionario de Aduana
que vivía en Rivera: por qué pasa en comisión
a solicitud de un legislador de Colonia? Todo esto va indicando
que está todo relacionado.
No tengo la
menor duda -ojalá me equivoque- en cuanto a que no va a caer
ningún pez gordo y a que los que hoy están en la cárcel,
procesados en Rivera, están descansando un tiempo pero nadie
les saca lo que tienen. No tengo duda de que tienen el futuro asegurado
para ellos y sus familias.
JV - Las cámaras
empresariales hicieron un fuerte reclamo a las autoridades para
que se combata más eficazmente el contrabando.
JL - Sí:
hay una evasión muy importante. El estudio hecho por el contador
Graziani, de la Cámara de Comercio, que manejaba U$S 375
millones anuales de evasión, también marcaba la venta
de mercadería de contrabando con tarjeta de crédito.
Vemos -en el
interior del país y en el departamento de Canelones- que
se controla permanentemente a los que están registrados y
pagan. Pero al lado hay uno que no paga, que vende mercadería
en forma ilegal y no le pasa nada.
PV - Usted entiende
que falta decisión política en el gobierno y los partidos
políticos para enfrentar decididamente este tema. ¿Por
qué?
JL - Es una
muy buena pregunta... El contrabando mueve una cantidad muy importante
de dinero, hay intereses muy fuertes. Tengo muy claro qué
pasó cuando desaparecieron los 1.200 expedientes de la Aduana
que involucraban a gente importante: no pasó nada. Hasta
ahora no ha pasado absolutamente nada. No sé realmente a
qué se debe. Quiero decir que no es un tema fácil,
es un tema peligroso, muy peligroso...
JV - Usted ha
tenido presiones.
JL - Sí,
he tenido presiones para no seguir investigando a gente importante.
PV - ¿Amenazas,
concretamente?
JL - También
hubo gente que ha querido coimearme para que no siguiera investigando
el funcionamiento de un free-shop; investigación que seguí,
hice denuncias y a los dos años se hizo público el
funcionamiento de ese lavado de mercadería.
No es un tema
fácil. En el último mes y algo recibí tres
denuncias importantes: una de Bella Unión, otra de Rivera
y otra de Cerro Largo. En las últimas horas acabo de recibir
una denuncia complicada. Está el tema personal: en la medida
en que yo siga realizando denuncias la gente que me ve o me escucha
viene a hablarme y me proporciona determinada documentación;
ahí quedo involucrado nuevamente.
Por otra parte,
veo que no se adelanta. Incluso el propio fiscal Miguel Costa, respecto
a cuya actuación yo hice apreciaciones, me intimó
a que en tres días ratificara o rectificara mis declaraciones.
No solamente las ratifiqué sino que también dije que
me presentaría ante el fiscal de Corte, Peri Valdés,
para denunciar la situación de Rivera, cosa que no pasó
porque el propio fiscal de Corte me envió un expediente a
través del Ministerio de Educación y Cultura para
que profundizara en el tema de Rivera, sobre todo en la actuación
del fiscal Miguel Costa.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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