21.01.2002

 



Concordatos: las cifras se mantienen, pero la situación se agrava

Gerente de Concordatos de la Liga de Defensa Comercial, Camilo Martínez Blanco: Cada año la cadena de pagos pierde unos U$S 100 millones de dólares, y cada vez son menos las empresas que entran en concordato y logran salir, porque lo hacen tardíamente.

EN PERSPECTIVA
Lunes 21.01.02, 09.00.


JULIO VILLEGAS:
Datos primarios reflejan un aumento en el número y la importancia de los concordatos y quiebras producidos en el marco del panorama recesivo que se sigue observando en nuestra plaza y las turbulencias que se viven a nivel de la región.

Nos acompaña el gerente de Concordatos de la Liga de Defensa Comercial, señor Camilo Martínez Blanco, a quien vamos a pedir que actualice las cifras, porque teníamos datos del ejercicio anterior que todavía no habían cerrado.

CAMILO MARTÍNEZ BLANCO:
Hablar de números en radio es materia prohibida, pero creo que el público debe conocer al menos los grandes números.

En 1915 la Liga comenzó a llevar la registración en materia de concordatos y quiebras; y los números indican que en la última década hemos estado en una media de alrededor de 100 empresas, más/menos un 10%, que anualmente se presentan al amparo de una situación de concordato.

El concordato es un mecanismo previsto por la ley a efectos de que las empresas en dificultades puedan prevenir su situación de quiebra. La quiebra es la muerte empresarial. La empresas pueden prevenir la situación de quiebra gestionando y obteniendo una moratoria del Poder Judicial para poder celebrar luego un acuerdo con sus acreedores. En algunas partes esto se llama "reperfilamiento" de las obligaciones o acuerdo de pago... Es una convocatoria a los proveedores para poder pagar. Eso es el concordato término medio.

Usted decía recién que se han cerrado los números correspondientes al año 2001 y que nos encontramos con que, durante el mismo, se presentaron a concordato 110 empresas. Si lo comparamos con el año 2000 hubo un incremento de 10%, ya que durante el mismo fueron 101 las empresas que se presentaron.

Pero lo más importante no es ver los números, que se mantienen, sino el pasivo que adeudan las empresas, que a su vez cortan la cadena de pagos, dejan de pagar a sus proveedores, dejan de pagar al fisco y muchas veces dejan de pagar las obligaciones laborales.

JV - Alimentan el ciclo recesivo.

CMB - Indudablemente. El pasivo de esas empresas está en alrededor de U$S 100 millones.

Todos los años la economía interna pierde U$S 100 millones; esa cifra sale de la cadena de pagos internamente. Mayoritariamente, la suma está repartida entre proveedores financieros -el sistema bancario formal- y proveedores de productos y servicios, o sea la proveeduría normal de cualquier empresa -materia prima, insumos, servicios, etcétera-. Tradicionalmente la proporción es de 40% y 60%, a veces no llega al 60% porque también están las obligaciones de carácter fiscal que se deja de cumplir -DGI, BPS, etcétera-. La realidad es que todos los años hay alrededor de U$S 100 millones que salen de la cadena de pagos de nuestro país.

JV - Eso ha venido ocurriendo desde hace varios años.

CMB - Sí: en la última década los pasivos de las empresas en concordato han estado siempre en alrededor de U$S 100 millones (U$S 100, U$S 110, U$S 120 millones). Algún año se han incrementado por situaciones puntuales muy notorias, como el caso de Granja Moro: ella sola representó U$S 90 millones, por lo que ese año llevó a disparar la cifra.

JV - De acuerdo a lo que usted explicaba hay un corte en la participación de esas empresas en los recursos que maneja la economía. Pero usted explicaba también que el concordato no significa el cese de las actividades, el término de la actividad de una empresa, sino que hay otras instancias -diálogo con los acreedores, etcétera- que de alguna manera pueden recomponer ese circuito.

CMB - En teoría es así, pero en el último período estamos asistiendo al concordato como crisis final de la empresa. Desgraciadamente ya no se trata de empresas que se presentan a concordato, que están enfermas y luego recomponen su cadena de pagos, redefinen su estrategia financiera, su estrategia comercial y solucionan sus problemas internos: la gran mayoría de las empresas que se presentan a concordato no lo hacen sólo por factores externos, no sólo la economía global las hace andar mal, sino que generalmente atraviesan crisis internas. En muchos casos se trata de empresas que estaban diseñadas para soportar dos o tres socios pero que de repente se encuentran con que las familias crecen y son más a vivir de ellas, lo que no pueden soportar. En nuestra economía tenemos muchas empresas familiares de este tipo: dos socios fundan una empresa, pero esos socios tienen hijos y esos hijos tienen los propios... Cuando se llega a la tercera o cuarta generación son más los que retiran que los que aportan. Muchas veces sucede este tipo de situación, no siempre.

Pero, desgraciadamente, cada vez más se da que las empresas que entran en situación de concordato no salen.

JV - Hasta no hace mucho, en general se salía del concordato porque los acreedores aceptaban, tras una negociación, las condiciones de pago de las empresas.

CMB - Quizás el entorno económico y social fuera diferente y las condiciones de recuperación mejores para las empresas. La realidad hoy es que las empresas sólidas tienen dificultades, y con más razón las tienen las que vienen con problemas estructurales, con grandes problemas de endeudamiento, problemas de mercado en otras situaciones, para las que desgraciadamente el concordato es la antesala de la quiebra. Eso es lo que está sucediendo últimamente. La Liga de Defensa Comercial maneja estudios que ha hecho tomando una serie de empresas que se han presentado a concordato en los últimos cinco años, de las cuales solamente el 20% ha llegado a celebrar un acuerdo con sus acreedores, lo que no quiere decir que paguen: de ese 20%, solamente la mitad llega a pagar el concordato. De modo que solamente el 10% de las empresas que se presentan salen. En situaciones como la actual, en un entorno recesivo, vemos cada vez más difíciles las posibilidades de salida.

JV - Ustedes dicen que el entorno regional también está influyendo en algunas empresas importantes radicadas en nuestro medio.

CMB - Teóricamente ese tipo de situación todavía no se ha dado. No hay que olvidar que estamos hablando de números relativos al año 2001. Pero si miramos los concordatos presentados el año pasado y el anterior, efectivamente esas empresas aducen como situación -no quiere decir que siempre sea así- el cierre del mercado norteño. Respecto de Argentina todavía es muy temprano para tener repercusiones de ese tipo.

JV - El cierre del mercado norteño e incorporación de productos brasileños a nuestro medio, que desalientan la actividad industrial local.

CMB - Sí: esto se da por la diferencia monetaria. Si el exportador brasileño recibe más reales, indudablemente va a ser mucho más barato en nuestra plaza comprar productos brasileños, como ha venido ocurriendo hasta el momento.

JV - ¿Cuáles fueron las situaciones más determinantes del panorama relativo a concordatos y quiebras en el año 2001?

CMB - Siempre se aduce factores externos; es muy difícil confesar los fracasos. La presentación de una empresa a concordato significa el fracaso de un emprendimiento comercial, esa es una de las realidades. Indudablemente no es un premio, es una situación de fracaso. Es muy difícil para el empresario confesar ese fracaso, lo que significaría poder presentarse con suficiente antelación.

Generalmente se aduce situaciones de índole externa a la empresa, exógenas a la misma, como las causantes de este tipo de coyunturas. No siempre es así. Mayoritariamente detectamos que las causas verdaderas son internas, porque de otro modo no se explica que de dos empresas con la misma antigüedad, con la misma composición, que trabajan en el mismo mercado, con estructuras similares, una marche bien y la otra fracase. Indudablemente, hay que encontrar los factores dentro de las propias empresas.

JV - La Liga de Defensa Comercial está operando como síndico en algunos casos concretos. ¿Qué nos puede decir al respecto?

CMB - Hubo una reforma en la ley, que también ha posibilitado una mejora del panorama de los concordatos. Hace unos años mirábamos a una empresa que se presentaba a concordato y veíamos que, al cabo de dos o tres años, todavía seguía usufructuando una moratoria provisional. La moratoria provisional es el mandato del juez que hace que el concordatario no pague y sus acreedores no puedan exigir el pago. Eso implicaba que a veces había empresas que estaban compitiendo deslealmente en la plaza, porque si uno tiene que cumplir con sus obligaciones, a veces con sacrificio social e incluso patrimonial personal, y lo hace, mientras que su competidor no lo hace, indudablemente uno tiene una estructura de costos y el otro otra, el que no paga va a poder competir con el otro y va a tomar una parte del mercado, lo que no hace bien a la ética de la propia plaza.

JV - Amparado por la justicia, decisión arbitraria del juez actuante.

CMB - Sí, pero no es una decisión arbitraria, la ley lo prevé para mecanismos anormales y así se da. Es un mecanismo previsto por la ley; nosotros decimos que es un caso de competencia desleal legalizada, porque hay un mandato judicial que está impidiendo que los acreedores canibalicen la empresa, la desguacen, que se lleven cada uno una parte de la misma.

JV - Pero eso cambió.

CMB - Ha variado desde el punto de vista de quién es el operador judicial. Hubo una reforma el año pasado, en la cual intervino la Liga de Defensa Comercial, producto de un capítulo de la segunda ley de urgencia, que tiene que ver con la reforma en materia de concordatos: fueron creados dos juzgados especializados en materia de concordatos y quiebras; toda esa materia radica actualmente en dos juzgados con sede en Montevideo.

JV - ¿Eso está operando debidamente?

CMB - Sí, está operando muy bien. Hay un conocimiento, una especialización por parte de los jueces (actualmente son dos juezas que están al frente de esos juzgados). Antes eran expedientes muy complejos que iban a los juzgados de carácter general, donde no eran queridos por la multiplicidad de intereses, por las demasiadas complejidades. Al tener hoy un juzgado especializado se puede obtener resultados mejores.

JV - ¿Alcanza con esto que se ha implementado?

CMB - Dicen que lo mejor es enemigo de lo bueno. Estas enmiendas -se les llama enmiendas concursales- no son verdaderamente una reforma de fondo, pero lo cierto es que introdujeron la posibilidad de que instituciones gremiales puedan ser declaradas síndicos o acreedores informantes; ése es uno de los puntos más importantes. Antes, si la empresa que se presentaba a concordato era una sociedad anónima, no era intervenida por el juzgado: los mismos que la habían llevado a la situación de desastre continuaban gerenciándola y gestionándola. Hoy eso ha cambiado: la ley prevé la designación de un interventor del juzgado. Aun cuando sea una sociedad anónima la empresa pasa a ser intervenida. Antes no lo era, mientras que sí eran intervenidos el comerciante individual y las sociedades de responsabilidad limitada, que siempre son unidades empresariales mucho más pequeñas. Esa asimetría, que la Liga de Defensa Comercial señaló reiteradamente, terminó con esta modificación: las empresas que hoy se presentan a concordato saben que automáticamente van a ser intervenidas por el juzgado, y que automáticamente se les va a poner el ojo en la caja para impedir desviaciones de fondos. Eso es muy importante. Además posibilita que esos cargos puedan ser desempeñados por organizaciones gremiales, entre ellos la Liga de Defensa Comercial.

Uno de los temas que nos ha ocupado últimamente es el de Sudamtex Uruguay SA. Es la mayor quiebra de los últimos tres años en nuestro país, con pasivos de U$S 26 millones. Es una empresa que todavía forma parte del imaginario emblemático público. La Liga de Defensa Comercial está actuando en este caso: se está realizando bienes, pagando a los trabajadores... No es muy conocido el hecho de que en diciembre pasado se les pagó un 19% más a los 567 trabajadores de Colonia, lo cual indica que, a la fecha, la sindicatura lleva pago el 51% por ciento de todos los haberes laborales adeudados. Para una quiebra de esas dimensiones esto es muy buena cosa; hay mucha confianza por parte de todos los actores, tanto del sindicato de los trabajadores de la empresa como del resto de los acreedores respecto del papel que está cumpliendo la sindicatura, en este caso la Liga de Defensa Comercial.

JV - ¿Se puede recuperar más fondos?

CMB - Sí, pero tengo que señalar algunas cosas. La mayoría de las ventas se habían realizado en el mercado argentino a través de una subsidiaria, por lo que es allí donde hay que cobrar. Créame que no es nada fácil cobrar en el mercado argentino en este momento.

JV - Supongo que ustedes siguen de cerca las gestiones que está encaminando el ministro de Industria respecto a la posibilidad de que algún inversor brasileño pueda interesarse.

CMB - Sí, incluso la sindicatura fue a San Pablo a hacer las negociaciones. Son negociaciones complejas: no se trata de una sola empresa interesada sino de cuatro empresas que estarían concentradas en la Asociación de la Industria Textil Brasileña y encabezadas por uno de los grupos más fuertes desde el punto de vista textil.

JV - Santista.

CMB - Exactamente. La sindicatura hizo los primeros contactos, trajo a los interesados, primero a la parte técnica y después a la parte operativa. En este momento hemos canalizado la operación hacia los bancos acreedores, que en definitiva son los que tienen la hipoteca y la prenda de las maquinarias. La sindicatura planteó desde el primer momento evitar el desguace de la empresa; para ello la Liga de Defensa Comercial hizo mucha fuerza, intentando que se vendiera como unidad productiva única, a los efectos de que se pudiera producir un cambio de titularidad y se consiguiera otros actores que a su vez tuvieran mercado. Ese era uno de los grandes puntos: Sudamtex no fracasó porque tuviera una mala estructura o problemas internos sino por falta de mercados, al perder el brasileño, y por la competencia de terceros países -asiáticos, etcétera- en los mismos mercados. En esa gestión se está, no es una gestión fácil, pero todo nuestro esfuerzo está en obtener una solución.

JV - La participación del ministro vendría a ser un componente político.

CMB - Que es necesario en estos casos. No olvidemos que ningún actor quiere invertir en un país si no cuenta con el "úkase" del gobierno nacional y ni qué decir del departamental, por lo cual el intendente Moreira también está haciendo fuerza de su lado.

JV - ¿Cómo ve el panorama que se presenta en este 2002, a la vista de las medidas de reactivación que propone el gobierno, de las posibilidades de mejora en las exportaciones, las medidas cambiarias, etcétera?

CMB - Se lo contesto a fines del 2002, hoy no tengo la bola de cristal.

JV - No hay pistas.

CMB - No hay muchas, salvo que va a seguir existiendo la problemática de las empresas que se presentan a concordato como antesala de la situación de quiebra. No hay posibilidades de que muchas de las empresas que hoy están con serios problemas de incumplimiento puedan evitar recurrir al mecanismo del concordato para continuar oxigenándose y viviendo un tiempo más; no es fácil una vez que la situación aparece, sobre todo si no cambia el entorno recesivo.

------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón






En perspectiva
l Dinámica Rural l Deportes l Página principal

Para escuchar la radio en vivo necesita el Real Player
Optimizado para Internet Explorer a 800x600
Copyright Espectador.com All Rights Reserved